sábado, 17 de junio de 2006

Tonos y Sones del Alma

Huecos
Quizás me pediste una locura
o me la exigí a mi mismo,
como un otoño forzado en primavera,
robando tiempo y sueños,
forzando cuentos y mentiras
pero con peso.
Sólo que me robaste todo,
aliento y fuerza,
como el sopetón de un rayo
que deja un hueco firme en el cielo,
y no llenaste lo que dejaste,
sino con palabras y promesas
difíciles de recordar y de cumplir.
Como lo ves, ya se fueron,
entremetidas en nubes y soles,
aires y mares,
estrellas sin fin
de otro firmamento.

Tardes Verdes
Por qué, si ya te ibas, me dijiste adios,
como para abusar de mis recuerdos;
de qué sirvió la mirada y las palabras y las promesas,
como si te las hubiera pedido para sentirme mejor;
quizás fue para algo en ti, que no quisiste decir o compartir,
como un regalo tan grande y valioso
que ninguno de los dos supo qué hacer
con lo que resultó ser;
fue como un sueño de sorpresa
en esas tardes verdes de verano.

Quince
No me acuerdo de los últimos quince minutos que pasé sin pensar en ti. Regresas a mi mente con la tortura de cada cuarto de hora,
persistente,
como el goteo sobre techo de metal,
sonoro, hueco, monofónico, sin cesar.
Te vas y regresas cada cuarto de hora,
como olas de mar,
a veces me traes contigo como sin voluntad.
Mis recuerdos de ti son como la brisa que atravieza al flamboyán,
cada quince minutos y cada cuarto de hora.

Preguntas
Me pregunto qué ves cuando cierras tus ojos,
qué sueños diurnos se convierten en realidades nocturnas,
a menos que te hayas quedado sin memoria de mis besos
y de lo áspero en mis dedos y palma,
y sin recuerdos de lo que me hice sentir por ti.
Me pregunto si sonries cuando piensas en mi,
si sonries cuando sueñas sobre mi.
Y si lo haces, ¿qué ves?
Quizás no ves nada, no sueñas nada,
convertido como lo estoy en un fastasma de un pasado
que ambos nos preguntamos si de verdad existió,
de un futuro que nunca sera,
de un presente que no es.
Entre estando y no estar,
entre siendo y no ser,
me escapo o un mundo de fantasia,
como un sol en plena noche,
figuras de nubes forzosamente destrozadas por el sol.
Así me cuelgas, entre sueño y realidad,
entre tocar y no sentir,
como sello de fuego entre labios hambrientos de un aliento tan vivo y tan feroz que no hay lluvia que lo apague.
Y cuando sueño de nuevos besos plasmados sobre tu piel…
me pregunto…

Si
Si me ves pensando es porque estoy pensando en ti
y si me ves sonrojado o cansado
es porque te he besado tantas veces
que ya no soy yo si no mis besos en ti.

Pétalos Añejos

Basta un momento de silencio
Para saber que entre tú y yo existe más
que día y noche, luz y sombra, paz y guerra.
Si me escuchas en ese silencio
es porque mi aliento de vida se ha quedado rezagado
ante el esfuerzo incalculable de suspirar dos cosas:
“te quiero lejos,” “te siento cerca,”
Nos vemos como frasco de flores marchitas
en el aposento de los recuerdos.
Esperamos la misericordia del que viene a tomar nuestros pétalos añejos
para fertilizar la tierra.
Un pétalo serás tú, el otro yo,
y al podrirnos juntos ya no serás ni tú, ni yo,
sino los dos.
Y al florecer de nuevo ya no seremos lo que éramos
sino lo que siempre deseamos ser:
color, perfume, sabor, pasión y deseo.

Niños
Quiero ser niño para aprender a amar sin rencor, sin caprichos y sin dolor. Quiero correr entre flores y mariposas, como retumbe de campana en la montaña, sin obstáculos ni frenos, sólo el placer de crecer, de sentir, de vivir, de reir y de añorar.

Tránsito
Párteme esta pena para que se abra mi alma en dos,
un lado para ti y el otro para este amor.
Si contemplo fuego y sol es porque te vi en la luz,
si mojo mi mano en aceite y sal es porque me diste tu sazón,
si vienes y vas es porque sabes andar con mis manos y mis pies.
Al subirte sobre mi esperanza me entregaste el lago de tus adentros.
Por ahí transito, el hálito de un sueño posado aún sobre los contornos de mis besos.

Comezón

Comezón

Todos nosotros, en algún momento de nuestras vidas, hemos experimentado un comezón. No es nada del otro mundo siempre y cuando uno se pueda rascar. Lo malo es cuando el comezón nos llega en partes de nuestro cuerpo un poco incómodas (como la espalda), o un poco vergonzosas (como las nalgas). Es aún más malo cuando un ataque de comezón nos llega estando en público…y en un lugar algo embarazoso.

Yo he visto a personas rascarse un comezón entre los dedos de los pies, en las axilas, en el cuello, dentro de la nariz, en las orejas, en el cojollito de las nalgas y también en las areas genitales. Casi siempre se trata de hombres, porque los hombres siempre nos creemos con más derechos que el que le otorgamos a las mujeres. Raramente veo a una major rascándose en tales partes, aunque sí las he visto con el dedo entre la nariz.

Un comezón es una de las funciones más democráticas del mundo. Les llega a ricos y a pobres, nobles y plebeyos, campesinos y citadinos, profesionales y analfabetos, extranjeros y criollos, hombres y mujeres, niños y adultos, flacos y gordos, bellos y feos. Aunque por defecto literario en el idioma de Cervantes tengo que usar el género masculino para expresar el plural, claro que estoy incluyendo también al género femenino en cada una de esas categorías, por eso diré que el comezón les llega a calvas y a peludas, a altas y a menudas, a rubias y a morenas, a las bien vestidas y a las harapientas, a las corteses y a las maleducadas.

Porque no hay nada tan simple y tan impertinente como la urgencia inusitada de un sabroso comezón. Imagínense si cada comezón representara a una verdad que hay que decir. Pues al que le pica la nariz tiene una verdad pequeña, pero al que le pica las nalgas tiene a la madre de todas las verdades. Si a fulana le pica las axilas, eso fue que vió a una vecina diciéndole una verdad a otra vecina. Pero si se rasca entre el los dedos del pie derecho es simplemente que vió un un sueño muy realista y hay que decirlo…sin exageraciones.

Los únicos seres humanos a quienes no les pica nada es a los políticos. Como raramente dicen la verdad difícilmente les llega la ocasión de disfrutar de un buen comezón. De hecho, cuando un político se rasca…es porque padece de raquiña, pura y simplemente. Y la raquiña es tan común entre los políticos que cada uno anda con un pedacito de leña entre los bolsillos para poder razcarse como ninguna otra persona puede hacerlo.

La próxima vez que le llegue un comezón, siéntase esplendorasamente libre de decir la verdad, así se revelará toda su franca humanidad. Mientras más vergonzosamente situado esté el lugar del comezón más se podrá decir que usted es una persona fiel y verdaderamente veraz. Adelante, rásquese las nalgas, que eso quiere decir que es una persona totalmente verdadera. Y si tiene que entrarse el dedo en la nariz, hágalo sin pena, disfrutándolo plenamente, ya que eso quiere decir que alguien cerca de usted le tendrá gran aprecio por la verdad que piensa compartir. Ahora, si ve a alguien con un pedacito de leña en la mano, ¡¡váyase de ahi, carajo, cuán pronto pueda!!

Itch

Each of us, at some point in our lives, has experienced an itch. It’s nothing out of this world as long as you are able to scratch. The only bad thing about it is when the itch happens to be in a very uncomfortable or unreachable part of our bodies (like our backs), or in a highly embarrassing location (like our butt hole). It’s even worst if the itch occurs while we are in public…more if the itch is located in one of those embarrassing places!
I have seen people scratch an itch between their toes, in their underarms, in the neck, inside their nostrils, inside their ears, in their butt hole and even in their genital areas. Almost always I see men doing it because we men feel more entitled to such things than the women to whom we have given no such entitlements. Very rarely have I’ve seen a woman scratch an itch in an embarrassing location, though I confess to seeing a couple or them scratching inside their nostrils.

An itch is one of the most democratic functions in the world. It comes to the poor and the wealthy, to the nobility and to the proletariat, to hillbillies and to urban folks, to professionals and those who can’t read, to foreigners and natives, to men and women, to children and to adults, to skinny and to the overweight, to attractive and to ugly ones. In the same way it comes to balding or hairy folks, to tall and short people, to blondes and to dark ones, to those well-dressed or poorly dressed, to well-behaved or ill-behaved people as well.

Because there’s nothing as simple and as impertinent as the unexpected urgency of an itch. Imagine for a moment that an itch represents a truth that needs to be told. Those with an itch in their noses have a small truth to share, but those with an itch in their butt hole have a Big truth to say. If so and so has an itch in her underarms is because she saw a neighbor telling a truth to another neighbor. But is she scratches between the toes of her right foot then she simply had a very real dream and wants to share it…without exaggerations.

The only human beings that don’t itch are the politicos. As they rarely say the truth they hardly get a chance to enjoy a good itch. In fact, when a politician itches is because he or she may have a skin rash, as simple as that! And skin rashes are so common among politicians that they are used to carry a scratching stick with them everywhere they go, so that they can scratch themselves as no one else can.

Next time an itch comes to you go ahead and feel completely free to enjoy it in the fullness of its splendor. Tell the truth. That way the fullness of your humanity will shine through. The more embarrassing the location of the itch the more anyone will say how much of a truthful person you really are. Go right ahead, scratch your butt hole as that only means to show that you are a truly veritable person. And if you have to put your fingers inside your nostrils, go ahead and do it, without regrets, as it could only mean that someone close to you is about to enjoy a truth being said. Now, if you see someone with a little stick in their hands, by golly you better watch out!!

2007

2007
Este es el año 2007. Mirando hacia atrás, ¿quién nos hubiera dicho que en tan poco tiempo ocurriría semejante Apocalipsis, como si la maldición nos llegara desde el mismo infierno?
Todo parecía de maravilla cuando a mediados del 2005 se anunciaron construcciones de nuevos hoteles, la terminación de la autopista a la capital y del aeropuerto internacional, la reparación de la carretera a Sánchez y la terminación de la nueva hacia El Limón. La construcción de los hoteles fue un notición dulciamargo, porque el gobierno les autorizó a proveer sus propios servicios y empleados, en respuesta al argumento de que hoteles de calidad mundial necesitaban taxistas bilingües, corteses y versados en las áreas turísticas y a empleados preparados profesionalmente. Como Las Terrenas no los tenían los iban a "importar" de otras zonas, incluyendo del extranjero. Luego, a finales del 2005 una ola de fiebre tifoidea mató a 28 personas, incluyendo 6 niños y 8 extranjeros. La bacteria llamada Salmonela Typhi que produce la fiebre tifoidea se transmite a través de la excreta. Cuando no hay agua la gente se lava menos las manos después de usar el sanitario. La falta de higiene adecuada aumenta el riezgo de transmisión a través de frutas y vegetales crudos, de la leche y de los crustáceos. Al principio se creyó que la "plaga" se originó en las cunetas de la calle Sánchez, contaminadas por el agua ensangrentada que viene de las carnicerías de la calle principal, o en las aguas estancadas de las ciénagas que antes desaguaban normalmente hasta que especuladores de tierra inescrupulosos las rellenaron con caliche a la vista de todos. Sin embargo, las investigaciones revelaron que la bacteria se propagó durante los tres meses que el pueblo pasó sin agua porque la bomba de INAPA ni se reparó ni se sustituyó. La bacteria que causa la fiebre tifoidea se incuba de 3 días a tres meses y al empezar las fiebres algunos pensaron que era dengue.
Expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) llegaron a Las Terrenas porque las embajadas extranjeras solicitaron una investigación exhaustiva por parte de una fuente confiable. Todo pareció empezar con un empleado que trabajaba en la cocina de un hotel quien contrajo la bacteria y como no tenía agua en su casa no se lavaba adecuadamente las manos. Al trabajar en la cocina del hotel provocó que se infectaran unos turistas franceses. Uno de ellos murió en menos de una semana y luego comenzaron los niños y después personas por toda la ciudad. Para colmo de males, los técnicos de la OMS analizaron los registros médicos del hospital y encontraron a 265 personas en la comunidad infectadas con el virus del SIDA. Pronto descubrieron que el crecimiento de la enfermedad había sido monumental en los últimos años y que un gran número de turistas también habían sido infectados. La OMS declaró a Las Terrenas "peligro mundial" Se cerraron prostíbulos y los bares expulsaban a conocidos sanki-pankis. Lo noticia apareció en todo el mundo. Ya para finales del 2006 el turismo se redujo en un 75% y un éxodo masivo de extranjeros, base del desarrollo económico local, se hizo una realidad.
Para mayor desgracia también se habló de los 1,000 pozos sépticos en toda el área de Las Terrenas y de la tremenda contaminación resultante que afectaba a los acuíferos subterráneos, a los corales y a las playas. Al ver la cantidad de basura depositada en la cañada que desemboca en la playa se declaró "peligro público" a toda el área de influencia, se cerró la playa y se puso al pueblo en cuarentena. El 2006 fue todo un via crucis, cuando no hubo temporada turística de invierno sino que el escenario era patético con hoteles y negocios quebrados, muchos desempleados y con un caos económico que condujo al caos social.
Me acuerdo que en el 2005 se habló de convertir a Las Terrenas en el Montecarlo del caribe. Hoy, en el 2007, se vió morir a la gallina de los huevos de oro y Las Terrenas se convirtió en Lo Terrible.

2007

El veneno mordaz de las avispas les hizo comprender que se llega más lejos juntos que separados y que se gana más construyendo puentes que levantando muros.

Todo pareció empezar en julio del 2005 y fue un verdadero milagro. Dicen que el calor insoportable de julio provocó una plaga de avispas y que éstas picaron en lo más profundo de las nalgas a todos los líderes políticos y comunitarios. Como no se podían sentar a quejarse de todo y de todos, no les quedó más remedio que ponerse a hablar y muy pronto descubrieron que todos deseaban la misma cosa: la mayor y mejor calidad de vida para ellos mismos y para la comunidad. A pesar de las asperezas propias de la faena política, el veneno mordaz de las avispas les hizo comprender que se llega más lejos juntos que separados y que se gana más construyendo puentes que levantando muros.

Por primera vez en la historia de Las Terrenas los políticos, los comerciantes, los líderes religiosos, las fundaciones, los dominicanos, los extranjeros, los profesionales, los educadores y miembros del pueblo en general descubrieron que lo que más necesitaban era un consenso para el bienestar. Dejaron a un lado el pugilato y se pusieron a trabajar. Sentaron las pautas para el nivel de calidad de vida deseable y, a través de un proceso colaborativo, produjeron diez primeras iniciativas: 1) resolver permanentemente el problema del agua; 2) mudar el basurero municipal y comprar un camión de basura compactador; 3) regularizar eficientemente la recogida de basura en calles, residencias y locales comerciales, estableciendo normas para su desecho y exigir a todos el pago adecuado por un buen servicio; 4) comprometer a todos los dueños de hoteles, restaurantes y negocios a que paguen sus impuestos, incluyendo los locales, y establecer un "impuesto para el progreso" que financie proyectos de servicios básicos y de desarrollo comunitario ; 5) formar una comisión de desarrollo municipal constituída por representantes de todos los sectores interesados para brindar asesoramiento estratégico, técnico y profesional al gobierno municipal; 6) prohibir inmediatamente tirar basura en cañadas y ríos, incluyendo el lavado de motores y vehículos, tanto en el pueblo como en la loma; 7) construir retretes y duchas públicas y mantenerlos adecuada e higiénicamente; 8) construir una planta de tratamiento de aguas negras y comenzar a vaciar y segar pozos sépticos; 9) formar una comisión de notables que publique estados de cuenta, auditorías y gastos públicos del gobierno municipal con el fin de crear confianza en las nuevas medidas; y 10) pavimentar calles, ordenar el tránsito y regular el estacionamiento vehicular. Se decidió que otras iniciativas surgirían y se realizarían a través de procesos similares.

El Consenso Para el Bienestar fue más que una victoria política para todos. Ayudó a demostrar que una visión conjunta del futuro es más realizable y sostenible que los planes individuales de candidatos y de partidos particulares. El síndico elegido en el 2006 ha sido el de mayores éxitos, porque las primeras 10 medidas y las que las siguieron crearon una verdadera agenda para el progreso basada en el consenso para el bienestar. Su éxito fue, por primera vez en la historia de Las Terrenas, el éxito de todos.

Hoy, en el 2007, estamos orgullos de nosotros mismos y de lo que hemos logrado. Somos un modelo de desarrollo comunitario y turístico para la zona. La nueva autopista y el nuevo aeropuerto han fomentado nuevas fuentes de trabajo y nuevos negocios. Estos se han comprometido no sólo con su bienestar económico sino también con el desarrollo vocacional y profesional de todos los habitantes. Los grupos laborales descubrieron que preparándose mejor les ayuda a competir mejor y a triunfar. Porque ¿quién puede servir mejor a Las Terrenas que habitantes que son orgullosos de su capacidad y de su trabajo, que tienen sus servicios básicos bien cubiertos, que viven en salud y bienestar económicos y que sostienen una comunidad limpia, educada, progresista y feliz?

Sanki-Pankeando

Recientemente mi esposa tuvo que ir a los Estados Unidos al funeral de su abuela paterna y yo me quedé aquí, cuidando de nuestra chiva lechera Melody, de su chivita Bachatica, de nuestras gallinas ponedoras y del jardin. Me ocupé tambien de mis clases y de algunos proyectos en la casa y en la comunidad, incluyendo la preparación para la primera biblioteca infantil de Las Terrenas, próxima a inaugurarse en los terrenos bondadosamente facilitados por la Fundación Matum.

De vez en cuando me escapé para ir a bailar un poco y para compartir con algunos amigos. En un par de esas ocasiones tuvo unas experiencias muy interesantes. Una vez, mientras observaba a un grupo de personas bailar en la Discoteca Nuevo Mundo se me acercó una mujer muy atractiva y me ofreció todo tipo de masajes y placeres. Terminó pidiéndome que le ofreciera una cerveza y luego, al agradecerle por sus servicios, pero no, no los quería en ese momento, pues se marchó. De hecho, ella estaba en un grupo con otras tres mujeres y cada una de ellas parecía estar muy dispuesta a lo que fuera.

Otro día fue a Paco Pasha y me ocurrió algo similar, pero creo que la mejor de esas ocasiones fue en La Bodega, cuando una mujer muy elegante, toda vestida en rojo, me pidió que le obsequiara una cerveza—lo cual hice con mucho gusto—y luego continuó dándome miradas furtivas que creo tenían toda la intención de una invitación a algo que no pudi confirmar a ciencia cierta. Yo realmente no sabía qué hacer, así que probablemente me perdí de un buen momento, además de que me encontré con unos amigos y me fui a sentar con ellos.

No les voy a mentir. Me sentí muy halagado por esas insinuaciones, sobretodo tratándose de una persona como yo, que no me considero necesariamente atractivo. De hecho, me había afeitado la barba en esos días (a causa del calor) y también porque mi esposa y yo pensamos que un cambio sería interesante. Quizás fue por eso que se me acercaron, porque no tenía la barba, ya que me dicen que con ella me veo muy feo y avejentado.

A fin de cuentas, este acercamiento involuntario me hizo pensar en el tremendo beneficio sicológico que los Sanki-Pankis nos pueden ofrecer. Creo que la gran mayoría son altamente democráticos porque no hacen distinción de personas y le ofrecen un piropo y le hacen un ofrecimiento a cualquier persona. Ya sea usted feo o rechoncho, flaco o regordete, bien vestido o despeinado, se puede hacer tremendo levante. Muchos de los Sanki-Pankies, por lo menos las mujeres, están muy bien dotadas físicamente y la gran mayoría tienen rostros agradables y sonrisas encantadoras. Como ofrecen sus dones tan fácilmente le levantan el ánimo a cualquiera, tal como me lo levantaron a mi.

La variedad y número de los Sanki-Pankies en Las Terrenas pueden que nos ayuden a ser una de las comunidades más bellas del pais. Si se fijan bien, en este pueblo prácticamente no hay gente feas. Hasta los extranjeros de mayor edad y amplia cintura se ven hermosos acompañados de jebas y jebitas despampanantes. Creo que llegan a sentirse tan bien que aprenden a bailar merengue y bachata en un santiamén, ¡y que bien lo hacen! ¡Híjole!

No siempre acierto a saber quién es un Sanki-Panki y quién no y por eso puedo decir con cierta medida de franqueza total que carezco del conocimiento necesario para saber cómo manejar la situación cuando una Sanki-Panki se me acerca. Cuando me pidieron la cerveza creía que debía ser todo un caballero y comprarla, sin necesariamente pensar que se buscaba alguna otra cosa. Si realmente la damita elegante y atractiva quería bailar conmigo quizás estaba demasiado obtuso ese día y no me di cuenta, así que me lo perdí. Si alguna otra me ve otra vez y quiere bailar conmigo, por favor díganmelo directamente para hacérmelo más fácil. Aunque soy muy mal bailador, por lo menos me pueden hacer el favor de entretenerme un poquito. De hecho, la única vez que me atreví a invitar a alguien a bailar, en La Bodega, me dió tremendo plantón; quizás pensó que estaba tratando de conquistarla y yo sólo quería bailar, para no irme en blanco esa noche.

Afortunadamente sí encontré a alguien con quien bailar, gracias a un amigo que me introdujo a su amiga, de tal manera que no me aburrí totalmente; aunque yo generalmente no me aburro ya que viendo a muchas personas que no son de aquí intendando bailar merengue o bachata es un entretenimiento sin igual. Yo les manifiesto toda mi simpatía sabiendo que los que no tenemos tanto talentos en nuestros pies nos debemos ver ridículos ante los ojos de los expertos bailadores que tenemos en nuestro medio. La verdad es que vivimos en una sociedad muy tolerable ya que en dichos bailes los expertos bailadores son muy corteses y llevaderos con los que bailamos mal hasta el punto que no dejan de sonreir y son capaces hasta de hacerle pasar un buen momento a cualquiera. De hecho, he visto a algunos extranjeros que han aprendido a bailar merengue y bachata tan bien o mejor que muchos de nosotros, dominicanos. Es verdaderamente impresionante verlos.

Hay un buen número de Sanki-Pankies caballeros, muchos de ellos muy atractivos y elegantes, la gran mayoría muy buenos bailadores y talentosos. A juzgar por la cantidad de hombres obviamente dominicanos que observo andando y bailando con extranjeras deben tener grandes cualidades de atracción, incluso vi a extranjeras llamando a bailar a algunos de ellos. A mi, loco que estaba para que alguien me invitara, pues nadie me invitó lo cual quiere decir que soy más feo que ellos o que no soy el tipo que ellas buscan. Muy a pesar mio siempre recordaré estos momentos de soltería involuntaria como de gran desencanto porque obviamente no logré que nadie me sacara a bailar ni me invitara a tomar una cerveza. ¡Que pena!

A pesar de todo, pienso que deberíamos levantar una estatua para reconocer a los Sanki-Pankies. Son gente hermosa, les gusta sonreir, también tienen grandes talentos como el de bailar, el de socializar y el de atraer a personas de todos tipos y de todos orígenes. Son grandes embajadores de la dominicanidad y, sobretodo, de la cultura afro-caribeña. Además de sus amplias cualidades físicas en muchos casos son personas bilingues o trilingues y su manera de vestir enloquecería a muchos modistos y diseñadores de ropa, por la manera impresionante y natural con que se visten.

¿Qué sería de Las Terrenas sin los Sanki-Pankies? Bueno, pues no sé. Creo que se afectaría mucho la economía y el colorido cultural de los bailes y playas del lugar. Pienso que el turismo se afectaría mucho también. Son seres humanos, como cualquier otra persona y merecen el respeto que todo ser humano amerita. Personalmente quiero agradecer a las que se me acercaron valientemente y me hicieron sentir un poco mejor de lo que sentía. Cuando le conté a mi esposa lo sucedido ella estuvo igualmente impresionada y comenzó a decirme que quizás no había reconocido totalmente bien al hombre atractivo que tenía de compañero. Así que en las dos ocasiones en que las Sanki-Pankis se me acercaron me sentí, ¡pues requete bien! Gracias por los piropos silenciosos y, quién sabe, a lo mejor alguien me invita a bailar uno de estos días. ¡Ojalá que sea pronto!

Nación y Comunidad

En ningún momento de la vida nacional relucen tanto nuestros altares nacionalistas como cuando se acercan unas elecciones. En esos momentos todos adoramos al mismo santo: la nación. Los candidatos, en su manera muy particular, hacen lo posible por convencernos de que ellos son el mejor camino para hacer de nuestro pais una mejor nación, o una mejor provincia, o una mejor comunidad o municipio. Como ya se escuchan desde hace días los anuncios y propagandas de varios candidatos municipales (al igual que candidatos al congreso), sería bueno explorar un poco el significado de ser nación, para que podamos colocar mejores expectativas sobre aquellos que aspiran a dirigirla.
De acuerdo a Benedict Anderson una nación es "una comunidad política imaginada." No imaginaria—como un cuento, una historia o una ficción—sino "imaginada," o sea, concebida en la mente de sus ciudadanos como existiendo de una u otra manera. Uno puede imaginarse a una nación de varias maneras, ya sea en base a lo que es o en base a lo que no deseamos que sea. Por ejemplo, muchos dominicanos desearían que nuestra nación fuera como los Estados Unidos de Norteamérica mientras al mismo tiempo no les gustaría que fuera como Haití.
El fallecido presidente de la Cámara de Diputados de los Estados Unidos, Tip O'Neill, decía que "toda la política es local." O sea, que la nación como comunidad política imaginada puede ser más francamente observada a través de la política local, en sus municipios, porque ellos son la representación minima del sistema democrático representativo. No vivimos en una democracia, sino en una democracia representativa que no es lo mismo ni se escribe igual, aparte del hecho de que nuestros "representantes" (los diputados y senadores) realmente no nos representan sino que representan intereses partidarios y personales y como tales son elegidos por las estructuras partidistas que le dan acceso al poder. Como resultado tales "representantes" están allí primero para representar su partido, luego a sus tendencias dentro del partido, también a sus intereses particulares y, finalmente, a lo que ellos se imaginan que deben servir. Pero lo que ocurre a nivel nacional no es diferente a lo que ocurre en el nivel local, porque nuestros municipios son el microcosmo de la nación grande y el lugar donde los políticos de nivel nacional aprendieron sus mañas y artimañas.
La definición de nación como comunidad "imaginada" parte del hecho de que no todos los ciudadanos y ciudadanas se conocen entre sí, sino que se imaginan que se conocen al pensar que tanto sus buenos sueños como sus pesadillas son compartidas. Por eso es que la nación en su forma imaginada se proyecta horizontalmente, ya que nos acercamos a todo el mundo dentro de nuestras fronteras como iguales, amparados bajo una misma nacionalidad, aunque en realidad hay muchas diferencias internas y, en el caso de la sociedad dominicana, muchas diferencias creadas en base a clases socio-económicas, al color de la piel, a la ascendencia étnica, al nivel académico y profesional y hasta al género.
Si la política es realmente local y si actuamos en base a lo que imaginamos que debería ser para todo el mundo, ¿qué deducimos de la situación actual en Las Terrenas? Como decíamos en un artículo anterior, nos encontramos en una encrucijada política ya que la comunidad nuestra se ha transformado en los últimos años mientras que las estructuras políticas siguen arraigadas en dinámicas de antaño, como la preponderancia de las influencias familiares en el manejo de posiciones electivas y en el tráfico de influencias politicas y económicas. Parecería que ese empecinamiento en mantener las cosas tal como han sido coloca a Las Terrenas en una posición altamente indeseable y forzosamente dirigida hacia el pasado que ya no es, mientras el futuro que aún no es falta por imaginarse. Como resultado vivimos en una comunidad imaginada carente de imaginación porque los politicos todavía no saben hablar en base a un bien común y futuro, sino en base a privilegios y posiciones pasadas y arcaicas.
Si nos imaginamos una comunidad progresista, sana, justa y de un alto nivel de calidad de vida para la mayor cantidad posible de ciudadanos no podremos llegar a ella sin romper con los lazos que nos atan al pasado. Parecería como si la antigua comunidad de pescadores está en riezgo de permanecer anclada usando un lazo demasiado corto mientras la marea sube y la amenaza con hacerla zozobrar o encallar. Nos hace falta romper con esos lazos limitantes y mudarnos a mejores aguas sin abandonar ni las lecciones aprendidas en el pasado ni sus logros más notables.
Sigo pensando que el mejor futuro para Las Terrenas es una realidad como ninguna otra, una realidad imaginada que trascienda los intereses partidaristas o tendencistas. Para llegar allí harían falta tres cosas. Primero, que todos aquellos que actualmente no están capacitados para votar localmente cambien sus registros electorales para que puedan hacerlo. De esa manera tendrán una incidencia deseada e inesperada en el destino futuro del lugar donde viven, trabajan y producen. Segundo, que candidatos con preparación, visión, capacidad y honradez se unan en pos del bien común sin importar partido o tendencia. Eso ayudaría a producir la sinergía necesaria para cambios radicales, transformadores y necesarios. Y tercero, que los candidatos actuales formalicen y comuniquen sus plataformas políticas, para que el electorado sepa hacia dónde piensan dirigirse y puedan decidir entonces por quién votar no en base a populismo o a la compra directa o indirecta de votos, sino en base a los méritos del candidato o de la candidata y de su plataforma de trabajo. ¿Cómo podríamos imaginarnos un futuro como comunidad local si no abandonamos de una vez y para siempre el gato entre macuto de candidatos que prometen tanto sin decir nada.
Sabemos que vivimos en una comunidad peligrosamente arcaica y anticuada dadas las ausencias de informes financieros, de ediles que representen los mejores intereses del pueblo y cuando hay evidencia de destrucción y abandono de los bienes del pueblo, todo en nombre de la democracia y del tráfico de influencias. Partimos de la realidad que conocemos y es por eso que tenemos que imaginarnos nuevas realidades para poder llegar a una mejor comunidad real.

El Mito Monocultural

La identidad cultural es la fuerza más poderosa en el desarrollo psíquico del individuo. Es lo que nos da pertenencia, un lugar donde afincarnos emocionalmente y lo que nos permite unirnos sicológicamente a personas y grupos. Cuando digo "soy dominicano," la declaración lleva en sí el peso de muchas cosas: nacimiento, experiencia, gustos, vestuario, costumbres, gestos, ídolos, héroes y santos. Gran parte de esos elementos son visibles, pero la mayor parte son invisibles, como si se tratara de un témpano de hielo en el cual lo que se ve sobre la superficie es sólo 1/8 del tamaño real (el concepto cultural del témpano se atribuye al Dr. L. Robert Kohls).

La parte sumergida del témpano cultural es mayor y más compleja porque abarca no solo sentimientos sino también valores y una inmensidad de nociones y conceptos. Estos no se pueden percatar a simple vista, sino a través de mucho contacto y muchas conversaciones, por así decirlo, "entre amigos."
Digamos, por ejemplo, que mi amigo Francisco y yo nos sentimos muy dominicanos, creemos que la cuartilla tricolor es la bandera más hermosa del mundo y nos sabemos comer un buen mangú con queso frito a las 8 de la mañana. También bailamos merengue y si hay que "jondearse" un salcocho en la madrugada sabríamos cómo hacerlo. Pero mi amigo Francisco creo que a los niños se les disciplina dando golpes y yo no; a él le gusta los tragos y yo sólo puedo tomarme uno o dos; él cree que su trabajo se lo ganó luchando por el partido y que eso le da derecho a beneficiarse del mismo y para mí eso es corrupción. Además, el es liceísta hasta la raíz y a mi no hay quién me saque del equipo de Julián Javier y del Chilote Llenas.

El amor por la bandera, el apetito criollo y el baile son ejemplos de esas cosas visibles en todo entorno cultural, ya que al estar por encima de la superficie son rápidamente notables. Esas cosas superficiales son las que notan los turistas cuando caminan por ahí y se relacionan con los dominicanos (la basura, el desorden, la bulla y también la hospitalidad, las sonrisas, el calor humano y la informalidad natural del dominicano). Por el otro lado, los valores sobre la crianza de los niños, sobre el control personal, nociones de honradez e integridad, la manera en que se adjudica el respeto a los demás, entre muchos otros, son factores que no son inmediatamente visibles porque están por debajo de la superficie y solo "hablando nos entendemos," o sea, que sólo a través de conversaciones francas y trato largo y profundo se logran descubrir y discutir amplia y abiertamente.

El mejor ejemplo de lo anterior se encuentra en las relaciones románticas y maritales entre dominicanos y extranjeros, ya que en breve tiempo cada lado comprende y sufre las grandes diferencias culturales existentes entre ambos; diferencias que no eran visibles inmediatamente, pero que se hicieron críticas con el paso del tiempo. Pronto se descubre que lo que se pensaba que era, no era así, y que lo que sí era no era lo que se quería.
Creer que todos somos iguales es un mito, una mentira, porque nos empuja a creer que todas las personas son iguales, poseyendo un mismo acervo cultural, social, ético y moral. Por ejemplo, hace unos días escuché a un conocido expresar que "al que no le guste la música alta en las calles que se mude a otro sitio porque aquí los dominicanos somos así, nos gusta la música en alto." Este conocido nos metió a todos los dominicanos en la misma sopa, por así decirlo, ya que sin tomar en cuenta vastas diferencias internas e invisibles pretende hacer creer que todos los dominicanos valoramos de igual modo todas las cosas por el simple hecho de haber nacido aquí. Eso es un mito, un mito hasta cierto punto perverso y peligroso.

La verdad es más bien de naturaleza multi-cultural, compleja, por el hecho de que aún habiendo nacido en el mismo país y prefiriendo la misma comida y bailes, es totalmente posible que existan grandes diferencias en cuanto a preferencias sobre el volumen de la música en público o en privado, que algunas personas rechacen el concubinato mientras otros lo prefieran y se crean más hombres al mantenerlo, que algunos den golpes a sus hijos "porque a ellos lo criaron así" mientras otros crean que es un abuso y una perversidad de la autoridad paterna.

Vivir bajo el mito monocultural es sumamente peligroso porque los que se amparan en el mismo tienden a tomar decisiones por los demás basados en falacias culturales que, a la larga, pueden causar grandes conflictos. En el contexto de una comunidad tal mito puede ser altamente desastroso. Es mejor expresar que "mis preferencias son tal y tal," en lugar de meter a todo el mundo en el mismo bote. No sólo es asunto de clase social (el factor mas determinante dentro de la sociedad dominicana, en mi opinión), sino de formación cultural, ese proceso que nos concede una identidad en base a lo que se nos enseña formalmente (en el hogar, en las escuelas, en las iglesias) y lo que adoptamos informalmente por selección personal a través de nuestras relaciones con otras personas, a través de lo que observamos y aceptamos como realidad y, mayormente, en base a nuestra propia experiencia con el mundo que nos rodea.

El entorno humano no es monocultural, sino culturalmente pluralístico y diverso. Eso es lo que lo hace hermoso. Vive la difference!!!

El Espacio Entre Dos

Llegas como un sueño temprano, la estación del día cuando la fantasía es mejor que la realidad y el letargo de besos olvidados sabe a café con melao. Cuando hablas me haces pensar en esas tardes en la loma cuando el viento sobre la ciénaga carece de mosquitos, pero pica igual en la piel como cuando tus besos se agarran de mi cuello, mis oídos y mis hombros. ¡Cómo te gusta morder el lóbulo de mis orejas, como a mazorcas de maíz con miel, el ruido de tus labios aumentando a manera en que desaparecen las semillas entre tus dientes!
Lo que más me quema es el subir y bajar ardiente de tus pechos sobre el mío, como ron añejo un día de playa y sol, el pico de sus formas construyendo canales de placer sobre mi piel, burbujeando espesamente como sangre vertida en el mar. ¡Ay! Si tan sólo pudiera capturar el momento así, como niebla en pleno sol, pero sé que ni el agua ni el viento se prestan a ser esclavos de nada ni de nadie y es por eso que aunque quemes y aunque arrebates placer y dolor todavía te escapas de mi piel, satisfecha sí, ansiosa aún más, siempre pidiendo más, siempre buscando más, siempre deseando más. ¿De dónde diablos eres fiera feroz, el gato salvaje que se ve de noche y escapa de día, pero igual está ahí, acechando siempre, rugiendo constantemente, oculta, silente, dirigiéndose pausada pero certeramente a su destino: mis brazos, mis besos, mi amor.
Al mismo tiempo me emborracha tenerte así, tu pelo sobre sábana azul cielo, una finca de seda y algodón cubierta por esa sonrisa pesquisa que sólo tú puedes entregar, como la niña malcriada que sabe ha hecho lo malo y sabe también que hace reir. Me gusta ver tu mano abierta colgada del aire como escapándose de la cama, como si el espacio no alcanza para la inmensidad de tu anatomía, formas y curvas que llenan forma y pensamiento y que son imposibles de limitar, como imposible es querer subir al cocotero con pies de capitalino. Para subir hay que saber bajar, pero cuando me haces subir, cuando sí puedo, me dejas allá arriba, en pleno éxtasis del cual es suicidio bajar, no sin antes preparar la caída, tener tus brazos para sostenerme, para tocarme, para decirme que está bién y que hay más en el mismo lugar donde encontré todo lo otro que me diste, que me das, que me darás.
Una hora, un día, una semana no es suficiente para este espacio entre los dos, se agotan los minutos entre besos, tu piel encallada en la mía, las trenzas de tu cabello amarrada entre mis dedos como ancla en mar bravo, una prisión que ni olas ni cambios de marea me pueden hacer soltar, porque es más fuerte la prisión de tus besos que el mar afuera o el mar adentro. Total, el mar sólo es agua y tú, tú también eres agua y viento y sol y nubes y luna y, también, playa solaz bajo luz de luna, frondas acostadas al mar abrigando con su canto el susurro de tu amor de arena, sal y piel.
Si alguna vez me he querido separar de este espacio entre los dos ha sido para soñar aún más, para creerme duende y héroe capaz de hacer mucho menos y mucho más, no sólo de verdad sino también de mentiras, que lo mismo da que sea cierto como que no lo sea, contigo no hay límites, ni piedad, ni verdad, ni mentira, sólo la presencia de tus ojos en los míos, un túnel directo al otro lado de la realidad infinita donde todo se puede y donde todo se abandona. ¿Te das cuenta cómo pasan las horas sin que se sientan, sin que las manecillas pesen en la gravedad del tiempo, sin que el día comience o acabe, porque tocarte es no tener fechas por donde andar ni por donde aferrarse a la vida?
¿Por qué me castigas así? ¿Por qué eres tan bella, tan dulce, tan besable, tan acariciable, tan comible, tan deseable? Dime si es algo que haces o algo que comes, si es algo en el aire o en el agua, quizás lo heredaste, quizás lo robaste por ahí o te lo dieron. Me parece que el alelí, no, el jazmín te regaló ese suspiro de piel que se me mete entre la nariz embriagando cuerpo y alma para luego azotarme entre piso y pared. No importa que me lo trague como un prófugo a la libertad, o que arda en mis labios como agua en desierto, o que me lo eche encima como cascadas de chocolate sobre la piel, el hecho es que hueles a placer, a amor loco de primavera, el que se disfruta en luna llena bajo cielo y sobre el mar. Jazmín, sí, pero también azucenas, y hasta miel de cayenas que no importando cuán escondida esté sólo basta abrir sus pétalos, rozar los dedos y se abrirá a ti en toda su espléndida sabrosura.
Cuando pienso en ello se hace agua mi boca, así de loco es pensar en ti, tu llegada impredecible pero certera, como el amanecer en un día de tormenta, trayendo nubes y viento, sol quizás, lluvia de seguro, frío un poco, pero sobre todo esa melancolía por el sol, por el calor, por la libertad de echar al fuego carne, sangre y cuerpos, perdidos en una pasión sin palabras pero con gritos, en susurros y llantos, en suspiros y en canciones. Me llegas como poesía en bruto, para tocarte y pulirte hasta que las palabras no duelan decirse y las fantasías no se oculten sobre la sábana azul cielo.
Este espacio entre dos. ¿Te ves ahí como te veo yo? Es tan fácil verte así, sólo basta abrir los ojos al horizonte y allí estarás tú. Llegas como un sueño temprano, la estación del día cuando la fantasía es mejor que la realidad y el letargo de besos olvidados sabe a café con leche.

El Orgasmo

A juzgar por lo que se ve en Las Terrenas, los dominicanos somos tremendas maquinarias sexuales al punto de que podemos seducir, conquistar y satisfacer a todos los gustos, personas y deseos. Como me decía una amiga extranjera, parece que los dominicanos (hombres y mujeres) todavía "cuelgan de los árboles" por su aparente animalismo—esa mezcla imperfecta de sexualidad primitiva y avasalladora. Lo cual nos trae al tema del orgasmo.

Pues bien, todo hombre sabe—o se imagina—que el orgasmo es lo máximo, la cumbre del encuentro sexual, lo que más anhela, lo que más busca y también la medida de su hombría, de su valor social ante los demás hombres y de su valor propio (¡Dios mío, cuán engañados estamos!). Muchos miden su hombría por el nivel de placer y cantidad de orgasmos recibidos y cuando buscan a una mujer para obtener placer sexual juzgan el valor de la misma en base a su capacidad para proporcionales un orgasmo realmente extraordinario.

Las mujeres…bueno, eso es diferente. Como lo sabe toda mujer no siempre se llega al orgasmo y hay muchas que nunca lo han experimentado. Algunas esposas ven el orgasmo de su esposo como una obligación que hay que proporcionar, pero no necesariamente como algo para ellas. Muchas mujeres, al entrar en relación física con un hombre, también buscan recibir el mismo placer, sobretodo si ese hombre cumple con la imagen de ser alguien prodigioso, físicamente generoso y bien dotado y cumple con su función de proveedor sexual temporal (como en el caso de algunas de nuestras visitantes extranjeras al requerir los servicios de algunos sankipankis locales).

Pero la sexualidad en las mujeres es algo más compleja porque, como lo sabe toda mujer, en la mayoría de los casos el placer sexual—y sensual—no es siempre tener un orgasmo y ese mismo placer no siempre tiene que estar ligado a lo físico sino al entorno general de la relación con su pareja. Una cosa es tener una "sesión" o dos en que se quitan todos los tapujos y frenos y otra es la relación sexual y sensual a largo plazo. Además, las mujeres se someten (¡involuntariamente!) a un proceso de socialización que menosprecia su sexualidad, poniéndola por debajo de la del hombre y al servicio de ellos. Una mujer "buena" no puede ser "sensual" porque lo sensual y lo sexual son generalmente calificados como "malo", "sucio" e "impropio." Muchas veces al tener una relación íntima con el hombre la mujer tiene que tratar de poner a un lado todas esas imágenes negativas en su cabeza. A veces lo logra, a veces no. Además, para muchas mujeres el placer sexual se limita a actividades juzgadas "aceptables" dejando poco espacio para la variedad, la improvisación o la creatividad de ambas partes.

Yo pienso que a muchas mujeres les agradará saber que hay lugares en el mundo donde no todo se somete a la descripción varon-céntrica descrita al inicio. Un caso bien notable es el de la isla Mangaya, en la Polinesia (Pacífico Sur) donde las mujeres alcanzan dos y tres orgasmos ¡por coito! ¡Válgame Dios! ¿Cómo es posible? Bueno, en esa sociedad, a diferencia de la nuestra en que el placer del hombre es el centro, el satisfacer sexualmente a la mujer es la principal responsabilidad del hombre. Al llegar a la pubertad, los 12 o 13 años, los varones mangayos deben pasar por ciertos ritos de iniciación que les va a permitir aprender cómo complacer a las mujeres. Ciertas mujeres adultas se prestan para enseñarles sobre la anatomía femenina y también sobre la manera de provocar el mayor nivel de excitación y placer en la mujer. Es tanto así que en base a ese entrenamiento se espera que cada mujer mangaya obtenga por lo menos un orgasmo durante las relaciones sexuales y el varón que sea incapaz de dárselo es desterrado socialmente de la comunidad. ¡Imagínese eso!

Eso nos presenta con ciertas implicaciones. Primero, que no es que las mujeres mangayas están mejor dotadas en sus clítoris o úteros, ni que los hombres están mejor dotados en su penes. Es realmente un asunto de técnica. Segundo, que en cuanto al entrenamiento sexual del varón si los hombres se encargan del mismo terminarán machistas, egoístas y—principalmente—inadecuados para garantizar el placer sexual en sus hembras. Tercero, los hombres son, por regla natural, no sólo malos maestros sino también malos practicantes, con la única bendición de que sus hembras, con el fin de preservar el frágil ego masculino, no les dicen la verdad sino que los hacen que se sientan machos, complacientes y complacidos.

Después de las dos o tres semanas de entrenamiento a manos de mujeres que saben más de la anatomía y sicología femenina que cualquier médico especialista occidental, los varones mangayos también aprenden que el proporcionar placer a la mujer no es por simple gratificación de la misma, sino que es una necesidad en la mujer (¡ofrézcome!). Claro está, nosotros en el Occidente estamos desprovistos de una vision sagrada y sensualmente erotica de la sexualidad, limitándonos mayormente a lo físico y a lo mecánico. Pensar diferente sobre la sexualidad implicaría tener que aprender todo de manera diferente. La ausencia de un kamasutra, o de un tantra, en nuestro medio socio-cultural nos impide ver al orgasmo más allá del coito y por eso no aprendemos más sobre lo sagrado y lo creativo en la función sexual, a diferencia de otras culturas, incluyendo muchas culturas indígenas como la mangaya, en que lo sexual es una celebración abierta, natural y constante de lo físico, lo emocional, lo espiritual, lo anatómico, lo social y lo cultural.

Nótese que el tener muchos orgasmos no es necesariamente la medida de una sexualidad satisfactoria y creativa. Lo que realmente importa es la manera en que se visualiza la sexualidad. Visualizar nuestra sexualidad nos presenta con ciertos problemas. Por ejemplo, una dominicana recientemente me dijo que su hombre tiene que complacerla dos o tres veces al día (¡diache!) y que por eso ella nunca se aparearía con un extranjero "flojo." Me alegró mucho oir a otras dominicanas que inmediatamente revelaron que esa chica estaba un poco "chiflada" o se trataba de una ninfómana. Al mismo tiempo revelaron que a veces no es tanto experimentar el orgasmo sino el estar con su pareja, comfortablemente satisfechos, los que le proporciona ese sentido de franco placer. Aunque por dentro revelaron tener un "algito" de que sí, caramba, por lo menos un orgasmo cada vez sería maravilloso aunque no tendría que ser necesariamente uterino o clitorino (donde se concentran, lamentablemente, muchos médicos, sexólogos y terapeutas occidentals).

El orgasmo es bueno, justo y necesario, pero para llegar ahi y para llegar ahi asiduamente hace falta una concepción diferente de la sexualidad, una en la que tanto hombres como mujeres reaprenden ciertas cosas indispensables.

Mujeres, la próxima vez que su amante le pregunte "¿cómo estuve querida?" Respóndale, "bueno, amor, ¿sabes que hay una islita en el pacífico sur donde…?"

Sísifo y el Fénix

  LA DESGRACIA DE SÍSIFO Y LA PROMESA DEL FÉNIX (Escrito en el 2009) Todo el mundo tiene una idea de lo que se debe hacer en Las Terrenas. T...