viernes, 20 de agosto de 2010

Fundamentales

Hay dos derechos humanos fundamentales y cruciales. Uno es la salud, el otro la educación. No hay desarrollo, no hay mejoramiento en la pobreza, no hay futuro sin salud y sin educación. Si nuestro pais no ha alcanzado un desarrollo humano sostenible ha sido causado, en mi opinion, por las trágicas condiciones del sistema de salud y del sistema educativo.

Los Objetivos del Milenio de las Naciones Unidas establecen que para el 2015 se obtendrían mejoras en areas claves de la existencia humana. Tres de esos objetivos guardan relación a la salud (salud infantil, salud maternal y combatir el VIH/SIDA) y uno en cuanto a la educación, pero el principal de los objetivos es erradicar la pobreza y el hambre lo cual, inevitablemente, no será logrado en nuestro pais para el 2015.

La salud es importante porque aunque una persona tenga recursos vastos o mínimos, gastos para curarse o para mantenerse sano pueden ser enormes.

Muchas personas en nuestro medio no saben nutrirse bien, tienen hábitos de salud malsanos y cuando acuden a un centro de salud desean hacerlo por emergencia, en lugar de buscar una consulta regular, la que les permitiría acceso al sistema de salud de manera más adecuada. En el caso nuestro en Las Terrenas, un municipio sucio, lleno de basura, con muchas fuentes de contaminación y aguas acumuladas, las causas principales de enfermedades son respiratorias e intestinales, ambas relacionadas a condiciones medioambientales en el aire, el agua y la tierra.

Mucha gente sufre dolencias de salud fácilmente curables pero también fácilmente prevenibles. Para ello se necesita acción individual y familiar, pero también una política de salud pública municipal adecuada y efectiva.

La educación es importante porque es lo que permite a las personas progresar y avanzar en sus niveles económicos, culturales y sociales. A veces aunque se tenga la mejor salud del mundo o las mejores oportunidades de trabajo posibles, no se puede obtener el trabajo o la remuneración deseada por las limitaciones educativas y por las deficiencias en la cultural general de los individuos.

Nuestra educación pública y privada se basa principalmente en el sistema de “bancada” en la que los profesores y las instituciones son poseedoras del conocimiento, el que imparten en el aula mediante el método de “impartir” la enseñanza, o sea, la transmisión del conocimiento. Es un buen método para acumular datos, fechas y números, siempre y cuando los educandos sean capaces de asimilar esos conocimientos teóricos.

Pero la educación de bancada es enemiga del progreso y de la cultural general. Una mejor educación es la basada en la transformación del individuo, la que se puede lograr mediante métodos, sistemas y contextos integrales, no solamente para impartir o transmitir, sino principalmente para fomentar, incrementar, potenciar y expandir la búsqueda constante no sólo del conocimiento sino de una mejor vida y de una mejor comprensión de la condición humana y de cómo mejorarla. Muchas quejas relativas al sistema educativo de bancada radican en que muchas veces el educando apenas conoce cómo sumar y malamente escribir y leer, mientras desconoce qué hacer en la solución de problemas.

Para obtener mejoras en la salud y en la educación dentro de nuestro municipio, dos elementos claves para un futuro mejor para todos, necesitamos que los individuos, las familias y los líderes en salud y educación clarifiquen premisas y objetivos, para que se tomen pasos adecuados en la búsqueda de soluciones y formulaciones efectivas y permanents.

Un municipio sano y altos niveles de educación transformadora son altamente deseables e indispensables para el progreso y el desarrollo.

No Te Rindas

En el año 1215 unos 65,000 soldados mongoles bajo el mando de Gengis Khan pusieron asedio a la ciudad de Beijing, capital del imperio chino y un lugar extremadamente fortificado. Dentro de la ciudad las reservas alimenticias se agotaron. Se comieron a todos los perros, los caballos y, eventualmente, mediante una lotería se elegía a uno de cada 5 hombres para ser sacrificado y comido. Uno de esos días 10,000 jovencitas chinas escalaron hasta el tope de las altas murallas de la ciudad y se lanzaron desde la misma en suicidio masivo, a las que más tarde se las llamó “pétalos caídos.”

En el año 73 de la era actual el imperio romano puso en asedio al enclave de Masada, una alta colina no muy lejos de Jerusalén en la que habían tomado refugio unos rebeldes judíos. Cuando los romanos finalmente lograron entrar al lugar encontraron que sus 900 habitantes habían cometido suicidio. De acuerdo al relato del historiador Josefo, los judíos dentro de Masada se dividieron en parejas y mediante una lotería el que sacaba el número mataba a la otra persona (el judaísmo prohibe el suicidio). Ese tipo de suicidio colectivo les impidió ser capturados, hechos esclavos o matados.

Los rebeldes Tigres Tamil en Sri Lanka juran luchar hasta la muerte, prefiriendo cometer suicidio antes de rendirse. Igualmente, durante la segunda guerra mundial los pilotos japoneses cometían “kamikaze”, prefiriendo suicidarse al estrellar sus aviones sobre objetivos militares y así ocasionar grandes pérdidas. Los militantes musulmanes dirigieron aviones suicidas, cargados de pasajeros, en contra de las torres gemelas de Nueva York y el edificio del Pentágono en Washington, D.C. en septiembre 11 del 2001. Yo vivía en ese tiempo en Capitol Hill, en la capital estadounidense, lo que ví y sentí fue verdaderamente impactante y hasta espeluznante.

A pesar de estos ejemplos la verdad es que el ser humano tiene una poderosa fuerza interna hacia la vida. Generalmente nadie se inflige dolor así por así, nadie se levanta en la mañana y coge una cuchilla para cortarse un dedo a propósito. Nadie se dá un palo a sí mismo, nadie se auto maltrata. Sin embargo, un alcohólico persiste en la bebida aunque sabe que lo puede matar. Un drogadicto persiste en su adición aunque sabe que se le acorta la vida y en cualquier momento puede morir. Cientos de mujeres vuelven a sus esposos violentos aunque saben que pueden ser ellas la proxima víctima. En la República Dominicana una mujer es asesinada cada dos días, o sea, 15 víctimas al mes. Cerca de 300 niños y niñas son dejados/as huérfanos/as cada año por causa de esa violencia.

Por otro lado, las comunidades existen para hacer posible la vida, una mejor vida, para sus residentes. En una comunidad hay acceso a bienes como comida, muebles y recreación, al igual que acceso a servicios como luz eléctrica, agua, escuelas, hospitales, transporte, recogida de basura, seguridad ciudadadana, iglesias y oficinas gubernamentales.

Un pueblo o ciudad ofrece promesas de una mayor y mejor calidad de vida. Los pueblos no existen para que la gente viva peor y nadie comete el “suicidio” de irse a un pueblo para vivir peor. Los que vienen a las ciudades lo hacen porque piensan que vivirán mejor. Cuando una ciudad abandona la promesa de una mejor vida comete un trágico error, uno que trae profundas consecuencias sociales, económicas, culturales, espirituales y políticas.

Muchos y muchas de los/las que vivimos en Las Terrenas en el momento presente lo hacemos cundidos de profundas preocupaciones y rodeados de condiciones altamente destructivas. Nos arropa la basura, la falta de higiene, la sangre de animales en las calles, problemas con el vertedero, problemas con el matadero, problemas con el tránsito terrestre, inseguridad ciudadana y la obvia ausencia de liderazgo en la toma de decisiones respecto a los problemas.

La ciudad carece de un plan de prevención y mitigación de desastres, de un plan de protección medioambiental, de un plan de negocios y de una estrategia de desarrollo. Aunque es un destino turístico es obvio que no tenemos una “marca” de destino y que se hace lo opuesto a lo que los turistas desean y aspiran tener: una ciudad limpia y agradable. Nadie puede pretender manejar una ciudad turística con tanta basura porque es un suicidio económico.

L@s terrener@s nativ@s o adoptive@s, necesitamos volver a la vida. Prontamente debemos comenzar a hablar, a explorar, a consultar, a proponer, a idear, a soñar con lo posible y con lo deseado como comunidad. Si no lo hacemos nos vamos a autodestruir, nos vamos a suicidar, económica, social, cultural y políticamente. Por eso es que por este medio anuncio la eventual formación de un Foro Ciudadano Terrenero, para que nos pongamos de acuerdo en las maneras en que buscaremos la vida, una mejor vida, a través de procesos inclusivos, bien informados y profundamente estratégicos.

Estoy cansado de ver perecer a Las Terrenas. Es tiempo de darle vida, nueva vida! Como lo dijera el fenecido autor uruguayo, Mario Benedetti, “No te rindas.”

No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.

Sísifo y el Fénix

  LA DESGRACIA DE SÍSIFO Y LA PROMESA DEL FÉNIX (Escrito en el 2009) Todo el mundo tiene una idea de lo que se debe hacer en Las Terrenas. T...