miércoles, 23 de enero de 2008

Honrar La Vida

El Caso Miriam Brito

Esto hay que leerlo. Fuente original: http://rosasilverio.blogspot.com/2008/01/miriam-brito.html. Autora: Rosa Silverio.

Les voy a contar la historia de Miriam Brito.

Miriam Brito asesinó a José Castro o según consta en los juzgados, fue la autora intelectual ya que quien lo asesinó fue su doméstica, la señora Deidania González, quien dijo haberlo hecho porque éste la violó en un par de ocasiones y porque cuando le dijo que quería irse de la casa, éste se negó a pagarle el dinero que le correspondía. También consta en los juzgados que ésta actuó en complicidad con la viuda del difunto. Según otra versión, el asesinato de José Castro fue un acto planeado entre Miriam Brito, sus dos hijos mayores (José Manuel y Ariel) y la doméstica.
Otra versión también dice que el verdadero asesino es el hijo mayor de Brito y que ésta, junto a su empleada, lo han estado encubriendo.Miriam Brito es dominicana. Su esposo era un adinerado arenero reconocido en su localidad, con mucho poder e influencia. Junto a este señor, Brito procreó cinco hijos.
Su historia comenzó cuando con tan sólo 14 años, Castro se la llevó sin el consentimiento de sus padres (y según ésta ni de ella misma) y la hizo suya. Se casaron. Luego de un tiempo Miriam salió embarazada, sin embargo, un día su esposo se enfadó (por un motivo irrisorio), le cayó a patadas y ella perdió el embarazo. El tiempo volvió a pasar y ella volvió a quedar embarazada, parió, volvió a embarazarse, volvió a parir, hasta tener cinco hijos junto al rico arenero dominicano.José Castro no era un hombre fácil. Tenía un temperamento colérico, bebía mucho, despreciaba a las mujeres, hablaba mal de su propia madre y hasta a sus hijas las trataba con desdén sólo por su sexo.
Portaba un arma y cuando se alegraba, cuando estaba triste, borracho, enfadado, nervioso o sin hacer nada, disparaba al aire o a lo primero que se le ocurriera. En 1986 fue preso por violación, pero por arte de magia o por “arte del dinero” salió de la cárcel sin expiar su culpa. Según cuenta Miriam, luego de eso Castro volvió a violar a otras muchachas, algunas de las cuales se presentaron en el juicio que se les hizo a Brito y a la doméstica Deidania por asesinato.
El matrimonio de Miriam con José Castro duró veinte años. Durante ese tiempo, tanto ella como sus hijos fueron salvajemente maltratados. Para ilustrarlos mejor, les cuento que un día en que José Castro se molestó (por otro motivo irrisorio) le cayó a golpes a su hija menor cuando ésta tenía tan sólo diez años y le partió la dentadura. Otro día encerró a dos de sus hijos en una perrera junto a los perros y ahí los hizo pasar la noche. Otro día lanzó a Miriam del segundo piso de la casa. Otro día le rompió dos brazos a uno de sus hijos. Otro día le cayó a golpes a su hijo mayor, lo encañonó con su pistola, hizo que los niños menores lo golpearan, lo obligó a desnudarse, lo enterró en una zanja y luego le disparó, aunque por suerte el tiro tan sólo le rozó la cabeza. Y el resto del tiempo que no golpeaba a sus hijos, se la pasaba mordiendo, dándole trompadas, patadas, golpes contra la pared, correazos y encañonando con su pistola a su esposa, la que actualmente tiene el cuerpo lleno de cicatrices que son la principal evidencia de esta historia.
Pero Miriam Brito no fue una mujer pasiva. No aceptó los maltratos tranquilamente. A pesar de que José Castro era un hombre con mucho poder económico e influencias, a pesar del terror sicológico que una persona como él provoca en sus victimarios, a pesar de eso ella tuvo el valor para interponer contra él 114 querellas en distintos puestos policiales durante sus 20 años de matrimonio. No estamos hablando de 20 ni de 30, sino de 114 querellas presentadas por una ciudadana dominicana, las cuales siempre eran desestimadas, eran silenciadas por el dinero de José Castro y las autoridades corruptas que fueron cómplices de este criminal.
En una ocasión, obligadas por la insistencia de esta mujer maltratada, esas autoridades fueron a la casa de Miriam a investigar lo que ocurría y al final concluyeron en su informe que ella “estaba montada de un todo”, que su agresor era un buen proveedor y buen padre. En otra ocasión, obligadas también por la insistencia de esta madre y mujer abusada, las autoridades de la Secretaría de Estado de Educación hicieron una evaluación sicológica a los cinco menores, llegando a la conclusión de que ellos estaban perfectamente bien.
Ante la advertencia de que no se le ocurriera llevarse a los hijos, Miriam optó en varias ocasiones por huir sola del hogar (quizás con la esperanza de que talvez así menguara la violencia de su agresor), llegando incluso a trabajar como doméstica en varios pueblos del país. El dinero no era lo que importaba para esta mujer, sino su seguridad y tranquilidad. Pero José Castro, el arenero, el hombre de los cuartos, siempre la encontraba y la obligaba a regresar, y cuando no era eso, era ella quien acosada por la nostalgia por sus hijos y el miedo de que a ellos les pasara algo, regresaba a la casa. En una ocasión pudo juntar unos chelitos e irse a trabajar a Argentina, pero decidió regresar rápidamente porque sabía en manos de quién había dejado a sus vástagos.
Una noche, como otra noche cualquiera, en la casa de Miriam Brito y José Castro se escuchó un disparo. Nadie hizo caso. Era común escuchar ese tipo de estruendos en aquella vivienda. Sin embargo, en aquella ocasión, el disparo no había sido tirado al aire ni a la cabeza de uno de los hijos de Miriam, ni a la cabeza de ella, sino que quien lo había recibido y había muerto de manera inmediata había sido el arenero.
Una paradoja, ¿no? La historia de Miriam Brito era como la “crónica de una muerte anunciada" de Márquez, con la diferencia de que quien todos esperaban que muriera asesinada eran quien sobrevivía.Al final del juicio que le realizaron a Miriam Brito y a la doméstica Deidania González, estás fueron encontradas culpables y condenadas a 20 y 30 años respectivamente. Una por ser la autora intelectual y otra la material. Aunque en principio Deidania confesó el crimen, luego cambió su versión y afirmó que ella era inocente, que un desconocido (o conocido) entró a la casa y efectuó el disparo.
Hasta la fecha Miriam sostiene que ella es inocente y que ni ella ni sus hijos conspiraron nada en contra de Castro.Yo no sé si es cierta la historia que cuenta Brito, ni la que cuenta Deidania. Tampoco me interesa mucho. Puede que la verdadera historia nunca lleguemos a saberla. Lo que yo sí sé es que Miriam no es culpable. Si Miriam tomó la pistola de su marido y le voló la tapa de los sesos, ella no es culpable. Si uno de los hijos tomó la pistola y le disparó, éste tampoco es culpable. Sí, habrán cometido el hecho, serán responsables por el asesinato de José Castro, pero la sociedad no puede condenarlos.
En todo caso, la sociedad les debe una disculpa. El sistema dominicano les debe… y mucho. Porque, ¿qué otra cosa podía hacer una mujer que ve como masacran a sus hijos y que sufre las embestidas del hombre que prometió amarla, cuidarla y protegerla? ¿Qué otra cosa podía hacer una mujer cuya vida, y la de sus hijos, estaba amenazada y prácticamente sentenciada a muerte? ¿Qué otra cosa podía hacer una mujer que acude una y otra vez, una y otra vez, a las autoridades y éstas no le hacen caso? ¿Qué otra cosa podía hacer una mujer a la que el sistema que debe garantizarle su seguridad le falla?
Algunos de ustedes dirá que nadie es Dios para tomar la justicia por sus propias manos. Algunos de ustedes preferiría verla muerta y no sentir que su ideal de valores y de moral es cuestionado. A algunos se les olvidará también lo que es el instinto de supervivencia, el amor que impulsa a una madre a proteger de toda maldad y todo peligro a sus hijos. A otros también les dará igual que la justicia no haya funcionado y que Miriam Brito haya tenido que chuparse durante 20 largos años los golpes y las vejaciones de un hombre que impunemente se imponía como un Dios vanagloriado por todos y por todo, incluso por las mismas autoridades que tenían que protegerla y que nunca lo hicieron, y que como no cumplieron su papel ahora quieren pasarle factura a esta mujer que hizo lo que cualquier ser humano con un poco de amor a la vida habría hecho: Intentar sobrevivir… a toda costa.
Claro, no nos olvidemos que Miriam Brito sostiene su inocencia, pero yo hablo para aquellos que la han condenado y en el caso supuesto de que esto fuera tan sólo una mentira para poder evadir la cárcel.

En diciembre pasado Miriam fue indultada gracias al esfuerzo de un grupo de organizaciones que trabajan brindándole apoyo a la mujer. Después de pasar un año entero en la pisión Najayo Mujeres, esta superviviente de la violencia de género fue libre al fin (libre de su agresor y del sistema) y pudo volver a reencontrarse con sus hijos. Para muchos la liberación de ella ha sido un flaco servicio de la justicia, pero no lo fue durante los 20 años en que ella fue pisoteada por su marido y por el sistema judicial dominicano.Este caso me hace reflexionar mucho. Pienso, por ejemplo, que la historia de Miriam Brito debería servir para que los diferentes estamentos a los que esto le atañe se cuestionen y se hagan una revisión profunda y concienzuda, de modo tal que otra Miriam Brito dominicana no se sienta desamparada por la justicia y reciba la protección que contempla la ley. De esta manera, ninguna Miriam Brito, o Juana Almonte, o Juan Pérez, deberán tomar la justicia en sus manos (en el caso de que ella lo haya hecho) porque la justicia funcionará correctamente.
También, esto debería mover a serias reflexiones jurídicas, ya que estamos hablando de una víctima con una amenaza de muerte constante que de repente se convierte en victimaria para defender su vida y la de sus hijos. Pienso además, en la complicidad y la indiferencia de una sociedad que todavía cree que la violencia intrafamiliar es "un pleíto de marido y mujer en el que nadie se debe meter", en lugar de pensar que este es un asunto que todos y todas debemos repudiar.
Por otro lado, ahora que finaliza el día, ahora que en República Dominicana se ha puesto el sol y desde la calle me llega el pregón que desde un megáfono hace un señor que ofrece naranjas y verduras, pienso en que yo también pude haber sido ella, en que nadie esta salvo en este país de mierda, en este puto país que amo tanto y en el que cada día las cosas se desmoronan porque coño, yo también, yo también si hubiera sido ella, si hubiera sido Miriam Brito, si hubiera sido esa mujer masacrada, olvidada y reducida a lo más ínfimo, me habría cobijado el corazón con una mano y con la otra habría tomado la pistola y le habría disparado a mi marido.
*Imagen: Miriam Brito junto a tres de sus cinco hijos.

Enamórate de Las Terrenas


Cuando tenía 13 años me enamoré perdidamente de Chavela. Chavela era la muchacha más linda del mundo—me gustaban sus ojos, sus orejas, su cabello, sus labios, sus manos, sus brazos, su mirada, su voz, su sonrisa, su cuello, su espalda. Una vez se estaba riendo tanto conmigo que se le zafó un peo y hasta eso me gustó. Porque, señores y señoras, cuando uno está perdidamente enamorado todo le cae bien a uno.

En esos tiempos no era posible vernos a solas porque sus padres no sabían de nuestros amorcitos de pariguayos. Por fin una noche nos pusimos de acuerdo para juntarnos por sólo 5 minutos en la esquina del liceo donde no había luz. Señores y señoras, cuando uno está más enamorado que un burro en luna llena cinco minutos es toda una eternidad. Y en esos cinco minutos con sólo verla se paró el tiempo, dejaron de correr las aguas, aunque era pleno invierno en Constanza donde vivía, esa noche yo me estaba derritiendo del calor. Y todo lo que pude hacer fue darle un besito estúpido en la mano porque un carro se apareció en la esquina y tuvimos que salir corriendo.

Imagínense si ese amor que uno siente por otra persona se pudiera sentir de igual manera hacia su pueblo. Imagínense usted enamorado de sus calles, de sus cañadas, de sus playas, de sus árboles, de su clima, de su aire, de su sol, de sus montañas, de su gente, de sus contenes, calzadas, colmados, ventorrillos, cunetas, ciénagas, ríos y playas.
Imagínense si en Las Terrenas hubieran cien personas enamoradas del Caño Seco. ¿¡Que sucedería!?

Civismo se define en el diccionario como la "Actitud del ciudadano que cumple con sus obligaciones para con la comunidad." Yo defino al civismo como la actitud del ciudadano que está enamorado de su comunidad. Es como lo que dijo Juan Pablo Duarte, "Trabajemos por y para la patria, que es trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos."

Las Terrenas se merece todo el amor que podamos darle. Enamorémonos de Las Terrenas, mantengámosla limpia, no echemos basura, evitemos la contaminación, seamos honrados, paguemos nuestros impuestos, seamos corteses en las calles, en las calzadas, en los negocios, estudiemos, preparémonos para ser útiles y productivos. Cada acción cívica de su parte es como darle un beso apretado al amor de su vida, a su pueblo.

No hay nada tan bueno y tan sabroso como un beso a escondidas, pero el beso a lo claro es todavía mucho mejor. A uno hasta se le sale la babita de la boca. Y tan bueno es eso como lo es vivir rodeados de ciudadanos con conciencia cívica, ciudadanos enamorados de su pueblo.

Terrenero de nacimiento, Terrenero inmigrante, Terrenero visitante, enamórate de Las Terrenas.

Si Duarte Pudiera Reir










Si Duarte Pudiera Reir…

...Reiría con nosotros al mirar cómo preservamos la tierra, cuidando de sus ríos y cañadas, evitando contaminarlos con basura, evitando destruir permanentemente sus ciénagas y pantanos con rellenos abusivos e ilegales, sembrando y no talando sus árboles de manera desenfrenada, manteniendo una atmósfera limpia sin venenos, evitando contaminar irrevocablemente sus playas y ríos, porque cuidando nuestra tierra nos cuidamos a nosotros mismos.
El que nos dijo: "Trabajemos por y para la patria, que es trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos." ¿No reiría con nosotros al ver como valoramos profundamente a la madre tierra y a sus muchas bendiciones?

El que nos dijo: "Todo poder dominicano está y deberá estar siempre limitado por la ley y ésta por la justicia, la cual consiste en dar a cada uno lo que en derecho le pertenezca." ¿No reiría con nosotros al ver como ciudadanos y líderes actúan en pro del bienestar común, buscando la manera de beneficiar al mayor número de personas con su buen ejemplo, con su integridad y con sus acciones efectivas y justas?

El que nos dijo: "Unidad de las razas, los blancos, morenos, cobrizos, cruzados, marchando serenos, unidos y osados, la Patria salvemos de viles tiranos, y al mundo mostremos que somos hermanos." ¿No reiría con nosotros sabiendo que actuamos sin prejuicios, sin racismo, sin discriminación hacia los demás?
SE HACE PATRIA HONRANDO A DUARTE.
Gocémonos con él, construyendo una patria noble, limpia y hospitalaria.
Honremos a Duarte honrando la tierra.

martes, 8 de enero de 2008

Conciencia

Conciencia es aprender juntos.

Eres un ser único compuesto por 100,000,000,000,000 células que trabajan juntas para producir y mantener la vida. Tus células mueren pero tú sigues viviendo porque nuevas células reemplazan a las que mueren, excepto las células del cerebro que se quedan contigo por el resto de tus días. En apenas cuatro meses más del 80% de tus átomos serán cambiados por nuevos átomos. En un año, todos excepto algunos átomos testarudos, serán totalmente nuevos. Por ello, lo que fuiste hace un año y lo que serás dentro de un año es totalmente diferente a lo que eres hoy.

La fuente de tu singularidad es el ácido deoxiribonucléico (ADN), heredado de los padres biológicos y base de la herencia. El ADN (derecha) es una cadena que contiene el código para todos nuestros atributos físicos así como las instrucciones para todas las funciones del cuerpo, incluyendo crecimiento, desarrollo, y reproducción. Gracias a las instrucciones en el código del ADN las células del oído funcionan diferentes a las células en el tobillo, porque los genes en las células del oído actúan para hacer oir mientras que los genes en las células del tobillo actúan para hacer caminar.
Cada célula tiene un núcleo y dentro de cada núcleo hay 46 cromosomas. Cada cromosoma tiene una cadena de ADN que parece una escalera curva llamada hélix (izquierda). Cada cadena del ADN está compuesta por combinaciones de genes, como si cada escalón de la escalera fuera un gene. Estas cadenas se envuelven alrededor de las miles de proteínas que existen dentro de cada célula y que son producidas por la célula misma. Sin ellas no habría vida. El ADN humano tiene de 20,000 a 25,000 genes y ese código dentro de cada célula viviente de tu cuerpo nunca ha muerto, cada parte del mismo tiene, por lo menos, 3,600,000,000 años, la fecha cuando empezó la reproducción celular.
Sorprendentemente, todos los seres humanos compartimos el 99.9% del mismo código. Tus hijos, tus vecinos, el Presidente Leonel Fernández y todos los que viven en la conchinchina al otro lado del mundo tienen el 99.9% del código ADN que tú tienes, sin importar nacionalidad, color de la piel, sexo, idioma, religión, orientación sexual o política, ni su status socio-económico. Los atributos físicos tales como las diferencias en estatura, color de la piel, color de cabello, rasgos faciales y otros se encuentran en sólo el 0.01% del ADN humano. Los humanos somos más parecidos los unos a los otros que diferentes.

El gusanito C. Elemens (izquierda abajo) tiene 20,000 genes; el mosquito anopheles (derecha) tiene 17,400; el ratoncito miguel tiene (abajo izquierda) 37,000; y la abeja (abajo derecha) tiene 20,000.

El ADN mantiene la vida y el ciclo de la vida consiste en todas las conexiones hechas a través del período de existencia de nuestras células, respondiendo a las diferencias que se nos presentan, observando nuestras respuestas y las de otros. La energía interna nos mantiene en contacto constante con el mundo interno y con el mundo exterior. No siempre podemos predecir lo que ocurrirá en una conexión por lo que vivimos constantemente en medio de sorpresas a las que nos ajustamos consciente o inconscientemente. Entre los seres humanos el tener “conciencia” es tener la capacidad de sorpresa. Una sorpresa es algo nuevo, inesperado, impredecible y cada segundo, minuto, hora y día nos trae nuevas sorpresas.


La “mente” es lo que esa conciencia hace para ajustarse a las sorpresas de la vida. Cuando nos enamoramos de alguien o cuando alguien nos cae bien es porque las “sorpresas” son agradables e, igualmente, nos juntamos con las personas que nos hacen experimentar sentimientos agradables. La vida, sin embargo, tiene también cosas desagradables y lo que hacemos es comunicamos con otros seres humanos para tratar de evitarlas. Por ejemplo, si todo lo que tú has hecho en la vida es comer plátanos y vas de visita donde un extranjero que te ofrece para cenar ancas (patas) de rana vas a experimentar una “sorpresa.” Esa sorpresa amplía tu mente, o sea, tu percepción de lo que se puede comer o de lo que comen otras personas. Así que al ver las ancas (patas) de rana en el plato que tu amigo te ofreció le comunicas y dices que “yo no como eso.” Como es tu amigo, la próxima vez que lo visites no te va a ofrecer lo mismo y así evitas una experiencia desagradable.
Tener conciencia es esa capacidad de comunicación, verbal y no verbal; o sea, conciencia es conocer juntos o conocer en comunidad. Cuando decimos que alguien “es una persona consciente” es porque es una persona que entiende y comunica bien.

Hacer conciencia es también hacer nuevas conexiones. Por eso le dices a tu amigo, “no estoy acostumbrado a las ancas de rana, pero la próxima vez voy a intentar comerlas a ver si aprendo a cómo disfrutarlas.” Esta apertura “de mente” o de “conciencia” es lo que permite al ser humano ampliar sus ámbitos cognoscitivos (lo que conoce) y conductivos (su manera de comportarse).

Conciencia es aprender juntos. Las células trabajan juntas, los seres humanos trabajamos juntos, las sociedades trabajan juntas y los eco-sistemas trabajan en conjunto. Al trabajar juntos, conociendo y aprendiendo juntos, se produce un nuevo tipo de Conciencia, la conciencia comunitaria. Es también conciencia humana.
El que trabaja en comunidad es una persona de conciencia, solidaria, comunicativa y conectada.
Por eso el líder comunitario comunica como función clave de las relaciones humanas porque la vida—la vida humana y la vida en comunidad—depende de las conexiones hechas. Por otro lado, cada vez que alguien se levanta desconectado de los demás, queriendo convencer de que lo sabe todo y/o que tiene las respuestas a todo, rompe el ciclo de conciencia comunitaria.

La vida, la sociedad, la comunidad, el pueblo, el porvenir y el bienestar dependen del nivel superior de conexión que exista entre las partes. Acceso y comunicación son esenciales para conectar y mientras mayor sea el acceso mejor será la conexión y, como resultado, mejor será la vida en comunidad.

El que tiene oídos para oir oiga lo que el universo nos dice.

Sísifo y el Fénix

  LA DESGRACIA DE SÍSIFO Y LA PROMESA DEL FÉNIX (Escrito en el 2009) Todo el mundo tiene una idea de lo que se debe hacer en Las Terrenas. T...