jueves, 29 de octubre de 2009

Pobre, Sanki, Político y Pistolero


Rafelito era un muchacho cualquiera: alto, moreno, flaquito, pelo crespo, una cicatriz encima de la ceja izquierda, nalgudo y comparón. Lo de comparón es debatible, pero las chicas que lo conocen dicen que como tiene los ojos claros se cree más chulo que nadie. La verdad es que hace un tiempo se fue a bailar a La Caldera, un barcito típico cerca del hotel Los Cocos, y allá se le pegó una sueca despampanante con la que se pasó una semana entera y desde esa fecha se sigue creyendo que es un mamito. No importa que la sueca le llevara 20 años, lo que vale es que era despampanante.

Yo no creo que era sueca ni nada, pero sí era rubia y de ojos azules. Yo estaba ahí, yo lo ví. Además, Rafelito nunca había tenido una noviecita rubia jincha y desde ese día todos pensamos que algo le dijo la gringa que lo hizo sentir ciudadano de los cielos y compañero de las nubes.

Bueno, Rafelito vivía en El Hoyo, uno de los barrios más feos que pueda haber, y después del episodio de La Caldera alguien le dijo que como ya era un chulo debía meterse en política, sobretodo por el hecho de que ya estudiaba derecho. El no le puso mucha atención al principio pero una noche se soñó acompañando al presidente de la república en un recorrido por la provincia y desde ese momento se soltaron las aguas. Se juntó a uno de los políticos ambiciosos del lar local, el que se amarró con uno de los gobernadores más ineptos y corruptos y con todos los amarres que hicieron ganaron la candidatura de su partido. (foto derecha, Rafelito era un muchacho cualquiera).

De la noche a la mañana Rafelito dejó de ser el muchacho alto, moreno, flaquito, pelo crespo, nalgudo y comparón y se convirtió en un chulo de la política. Lo pusieron a manejar los cuartos y él, que nunca se imaginó tal cosa, se infló de deseos, presunciones y hasta de autoridad. Como sabe todo el mundo, lo peor que se le puede dar a un ignorante es un poquito de autoridad porque se le sube a la cabeza, pero la política tradicional se basa en darle a un grupo de ambiciosos una pequeña cuota de poder (y de dinero) suficiente como para que se sientan hambrientos para coger más y, de ahí en adelante, nadie los para. Bueno, eso pasó con Rafelito. No solamente se llenó de autoridad sino que se infló de orgullo y vanalidad. Se compró una yipetica y mantenía a dos novias. ¿Quién diría que el morenito de El Hoyo, el de la vieja sueca, terminaría en esas alturas? Bueno, así son las cosas de la política…

Una vez hubo un lío con un inversionista que tenía una propiedad cercana a la playa y que quería adueñarse de un pedazo de terreno. Lo único es que el pedacito de terreno era un camino que conducía de una playa a la otra, caminito que usaban turistas y locales desde tiempos inmemoriales para llegar de un sitio a otro. El inversionista echó piedras, caliche, alambres de púas y hasta hormigón armado y cerró el paso a todo el mundo. Para lograrlo le dio un millón de pesos a Rafelito y decenas de miles de pesos a los regidores, quienes muy alegremente ni dijeron ni hicieron nada. Rafelito realmente maneja esos fondos para el síndico de la misma manera en que habla de cobrar solamente el 50% de los impuestos para el quedarse con el otro 40% (los inversionistas se ahorran un 10%). (Foto izquierda, Rafelito con la sueca).

Con todas esas lugubriedades Rafelito muy pronto se convirtió en un verdadero cacique político. Aunque terminó la universidad ya no necesita ese título. Tiene suficientes cantidades guardadas para durarle un buen rato, dió ejemplo de cómo convertirse de nada en algo y ayudó a inspirar en muchos jóvenes el deseo de hacer lo mismo. Esa es una de las vainas de este asunto, que el impacto de la malo perdura por generaciones cuando otros pobres desgraciados se dan cuenta de que la única manera de llegar a un sitio es robando y engañando, sobretodo porque nadie dice nada ni hace nada.

Rafelito nos presenta un dilema ético y social. Nosotros que contemplamos a Rafelito desde lejos debemos reflexionar sobre algunas cosas. ¿Por qué Rafelito llegó donde llegó? ¿Cómo es que un cualquiera puede adueñarse de tanto en tan poco tiempo? ¿Qué aprenden los jóvenes de las experiencias de personas como Rafelito? Si la única manera de llegar a ser alguien es siendo corrupto y robando ¿querrá eso decir que en este pais la única esperanza de los pobres es convertirse en político y aliarse con los más corruptos? (Foto derecha, Rafelito hecho un verdadero "pistolero".)

Cuando pienso en Rafelito doy gracias al universo por las personas honestas y sensibles, las que tratan de hacer algo con sensatez, con justicia y con integridad. ¿Qué bueno sería si algunos nos levantáramos a la altura de la bandera para exigir una transformación, para provocarnos a la honestidad y para darle una pela bien dada en las nalgotas jinchas de tipos como Rafelito.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Cine Club en Las Terrenas, Comienza 2 de noviembre

Cine Club
El cine que ya deberías haber visto
Lunes, Noviembre 2, 9, 16, 23 en El Mambo Social Club (detrás de Pizza Coco), a partir de las 8 pm. $100 por persona.
Además de disfrutar el evento estarás ayudando a una buena causa.
Gracias a Ana, Sandro y Susy por hacerlo posible.

sábado, 24 de octubre de 2009

La Increíble Torpeza de Don Marcos

Todo el que se sienta a pensar por lo menos durante cinco minutos cada día sabrá que hay dos cosas que nunca se pueden hacer: lavar platos con una cortada en un dedo y estornudar cuando el bebé está durmiendo.

Don Marcos era un viejo torpe y tozudo que se sentaba al frente de su casa recostado sobre una mecedora semi-pintada a la que le hacía falta uno de los brazos. “La mece se parece a mi,” decía Don Marcos, “está chueca y jodida, como todos los que nos dirijimos a la tumba.”

Eso lo decía don Marcos cada día cuando los que pasaban frente a él lo saludaban. “Aquí como esta maldita mecedora, listo pa’ irme de aquí.” Eso se lo decía a los hombres porque a las mujeres, sin importar edad, tamaño, color de la piel, vestimenta, color de los ojos o de los zapatos, lo que le decía era “adiós buena polla, tú si tá’ elegante hoy, aquí toy yo, tu gallo.”

Don Marcos era un “fre’co”, de esos a los cuales nada ni nadie podía enmendar.

Un día se puso a lavar la tazita de café después del almuerzo y se dio cuenta de que tenía una cortada en un dedo. Parece que uno de los clavos que agarraba al brazo ya desaparecido de la mecedora lo había cortado. El no sintió nada, pero cuando comenzó a fregar sintió una quemazón y un picor enorme y entonces se miró el dedo.

-“Carajo,” dijo, “hasta los dedos se me están picoteando.”

En eso entró al aposento para buscar una curita en su mesita de noche y en la cuna estaba el primogénito de su nieta, casi recién nacido. Cusa era el apodo que tenía la nieta la que tuvo su primer bebé a los flamantes 15 años, fruto de una recogida inocente un martes de noche en la Esquina Verde. Un carajito de 16 años le ofreció una cerveza y los dos terminaron ya saben ustedes dónde. Nueve meces y dos días más tarde nació Ramoncito, de 5 libras exactas.

Ramoncito no estaba muy fuerte y era de muy mal dormir. Cusa estaba tratando de coger un sueñito cuando Don Marcos entró en la habitación. Cuando él se agachó a buscar la curita en la gaveta de la mesita de noche le salió tremendo estornudo.

-“Tiquituá!!!” Se estralló don Marcos con una fortaleza que no sabía tenía todavía.

Ramoncito dio un salto en la cunita y enseguida pegó un grito y comenzó a llorar.

“C-ñ-,” gritó Cusa desesperada, habiendo pasado una mala noche con Ramoncito y casi gritando de desespero entre estar dormida y estar despierta. Sólo las madres que pasan malas noches con sus hijos saben lo que sentía Cusa en ese momento.

Don Marcos se sintió mal pero se sintió peor cuando se dio cuenta de que la herida del dedo comenzó a sangrar cuando buscando la curita en la gaveta se abrió la herida y se hizo otra con una navaja de afeitar que se había olvidado estaba ahí.

-“Al deo malo to’ se le pega,” acertó a decir el viejo, mientras hacía el intento de salir de la habitación lo antes posible, antes de que a Cusa se le antojara decir que se encargara del bebé y tratara de dormirlo en la mecedora. “Ya yo no toy pa’ fuñir con muchachitos mocosos y sucios, ya yo crié lo’ mío”, concluyó antes de desaparecer por la puerta de entrada.

Lo que don Marcos no sabía era que una ciguita se había posado en el asiento de la mecedora y en los breves segundos en que estuvo ahí le dejó un “paquetito,” un pequeño mojoncito húmedo y resbaladizo. Cuando el viejo se sentó sintió algo húmedo en el trasero, pero no pudo imaginarse lo que pudo haber sido. “Yo no tengo diarrea” fue lo que pensó, así que se quedó sentado tranquilito mientras que el mojoncito se esparcía por todo el fundillo.

Me imagino que así nos pasa a todos los que nos estamos poniendo viejos, una cosa viene detrás de la otra y el día menos pensado nos damos cuenta de que la vida sigue su camino, que "el mundo sigue girando, girando” y que para sentir el aire en los pulmones, la saliva en la boca y el hedor en los sobacos no hace falta más que estar vivitos y coleando.

Las Dos Ciudades


Si las cosas siguen como van pronto habrán dos ciudades: Las Terrenas 1 y Las Terrenas 2. ¿Por qué? Porque el crecimiento descontrolado, sin planificación ni estrategia, ya comienza a producir múltiples realidades sociales en nuestro medio, siendo una de las peores la marginalización de sectores. La marginalización tomará dos formas: privilegiada (como en los sectores de playas y de alta valorización) y depreciada (como la de los barrios pobres y económicamente marginados).

El casco urbano de Las Terrenas se ha comercializado siendo más visibles las plazas y el creciente número de negocios de varios tamaños. Antiguas casas de familias son ahora tiendas de ropa, bancas (las que aparecen sin control), colmados y supermercados, boutiques, bares y restaurantes. Las familias se han mudado a otros sectores y los que vienen a vivir a Las Terrenas, fruto de la migración interna, carecen de los recursos para pagar altos costos de alquiler, por lo que se van a los barrios depreciados y marginales.

Las nuevas avenidas, según el sentir de algunos, servirá para encerrar y/o separar los unos de los otros, facilitando fácil acceso a las clases privilegiadas que no tendrán que pasar por el pueblo, mientras que las clases marginadas quedan en cordones de pobreza real o potencial.

El descuido criminal del centro urbano, principalmente causado por la acumulación de basura y el pasmoso tráfico vehicular tienden a crear presiones sicológicas de escape; o sea, la gente desea menos y menos tener que “pasar por el pueblo.” Como ya hemos podido ver, señales de tránsito y nuevas zonas de estacionamiento no resultaron en un mejoramiento del tránsito vehicular. De hecho, la gente se estaciona a diestra y siniestra, no existe un enforzamiento de las señales de tránsito y cada uno continúa haciendo lo que le venga en gana en relación al movimiento vehicular. Hay horas y días en que, francamente, es mejor quedarse uno trancado en su casa que aventurarse a las calles.

Las Terrenas 1 no tendrá tales problemas. Mejores calles, iluminación vial, recogida efectiva de la basura, protección de guardianes privados, acceso directo a las playas y los beneficios privados de complejos residenciales con todas las garantías de placer y comodidad. Las Terrenas 2, por el otro lado, será un “sálvese quien pueda.”

Un ejemplo singular lo constituyen las torres o antenas de teléfono, construídas en el mismo centro del pueblo, a escasos metros la una de la otra y sin atención a los peligros reales y potenciales causados por la exposición a las radiaciones que producen. Tales cosas quedarán en Las Terrenas 2 y no estarán presentes en Las Terrenas 1.
Con una nueva Constitución al servicio de intereses particulares uno puede imaginarse Las Terrenas 1 con proyectos turísticos desde Punta Popy hasta La Barbacoa, cada uno con privilegios de acceso y protección a sus playas “privadas.” Eso quiere decir—bajo la nueva Constitución—que para proteger la inversión privada se podrá controlar el acceso a tales playas. Muchos que viven y/o tienen negocios desde la Aldea de Los Pescadores hasta Las Ballenas podrían reclamar lo mismo, quedando para el pueblo solamente el frente de playa desde Casa Blanca hasta la desembocadura del Río Las Terrenas (frente a la Policía). Pero ni siquiera esa porción estaría totalmente protegida. El Sindicato/Cooperativa de pescadores en proceso de formación ya se ha dado cuenta del peligro que corren y han empezado a luchar por la preservación de las playas.

Si ellos se han dado cuenta el resto de nosotros los terreneros debemos abrir los ojos aún más grandes.

Claro está, esas son especulaciones mías y no habrá quien se sienta con derecho a insultar mi osadía. Pero, ¿qué pasaría si tuviera la razón aunque sea parcialmente? ¿A quién le afectaría y qué deberían hacer?

La mejor forma de garantizar cambios permanentes y estables es a través de una gestión municipal progresista, educada y visionaria. En el argot de desarrollo comunitario se habla de una gestión que ayuda a crear “políticas de gestión,” o sea, el manejo de los temas, recursos y funciones principales de la comunidad. Cada política de gestión conlleva prácticas, estrategias, recursos, personal y objetivos. En el momento presente no hay ni gestión ni política de desarrollo municipal, tampoco hay estrategias ni funciones estratégicas en base a objetivos específicos. Como no hay tales cosas tenemos un caos.

Mi temor es que Las Terrenas 1 será una ciudad moderna, cosmopolita, bien organizada y gobernada por los intereses muy particulares de aquellos que dejan a los inversionistas decidir y tomar acción. Después de todo a ellos les conviene que las políticas preserven el buen estado de sus inversiones y la satisfacción de sus inversionistas. Lo contrario sucedería con Las Terrenas 2, donde el caos, la falta de planeamiento, el clientelismo político y tantas otras faltas que se podrían mencionar simplemente convertirían “al pueblo” de Las Terrenas en un desastre de inmensas proporciones.

Los que piensan que los próximos 6 años son como otros cualquiera más les vale aguzarse. Los terreneros debemos actuar sabiamente y empezar a informarnos debidamente, de tal manera que podamos actuar en consonancia con un mejor sentido común y con una visión más amplia de la comunidad que deseamos.

Todavía estamos a tiempo!

lunes, 5 de octubre de 2009

Se Apagó Una Luz


Vivimos en tiempos de penumbra, cuando las fuerzas de la sombra amagan con encerrarnos a todos en la opresión más grávida, la que nos quita la liberta de pensar, de creer, de actuar, de accionar.
El domingo pasado a las 5:15 a.m. esa penumbra se hizo más pesada cuando expiró la “madre austral”, la “negra Mercedes”, la cantante argentina Mercedes Sosa quien desde el 1959 engalanó al mundo con su alma, la que reveló su voz certera y clara, la que dio vida a luchas y rebeliones, la que lloró en el exilio, la que cantó a patrias y fronteras, la que nos poetizó en exilios forzosos y voluntarios, la que nos enseñó a creer que a la libertad vale la pena buscar.


Hermano dame tu mano

vamos juntos a buscar
una cosa pequeñita
que se llama libertad
esta es la hora primera
este es el justo lugar
abre la puerta que afuera
la tierra no aguanta más.
(“Hermano dame tu mano”)


La vida es el regalo que nos damos los unos a los otros, el honor de compartir promesas y verdades porque hemos escogido vivir juntos, luchando juntos para poseer un bienestar justo y prometido por el simple hecho de nacer. Muchos hemos abandonado esa lucha y esa búsqueda, pero cuando escuchábamos a Mercedes cantar “Honrar la Vida” nos acordamos del Norte que hemos de seguir.

Merecer la vida,
no es callar y consentir
tantas injusticias repetidas...
Es una virtud,
es dignidad
y es la actitud de identidad
más definida!


Los que vivimos bajo la terrible opresión balaguerista, la que nos perseguía por el simple hecho de ser estudiante, por el simple hecho de protestar la injusticia, por el simple hecho de pedir respeto y libertad, Mercedes nos acordó quiénes éramos nosotros en “Que Vivan Los Estudiantes.”

Que vivan los estudiantes,
jardín de nuestra alegría,
son aves que no se asustan
de animal ni policía.
Y no le asustan las balas
ni el ladrar de la jauría.
Caramba y zamba la cosa,
qué viva la astronomía!


La vida es un abrir y cerrar de ojos, algunos los abren y no ven, otros los cierren y ven hasta el fin del universo. En algunos los ojos se cierran para siempre y en otros, aún viendo no ven, ciegos por la corrupción y la impunidad. El que vive, el que vive de verdad, resucita cada vez y en cada lucha, aunque la pisoteen la justicia es “Como la Cigarra”, cantando desde dentro y desde fuera, mil veces sepultada y mil veces resucitada.

Tantas veces me mataron,
tantas veces me morí,
sin embargo estoy aquí resucitando.
Gracias doy a la desgracia
y a la mano con puñal,
porque me mató tan mal,
y seguí cantando.







Escuchar a Mercedes cantar es dejar un portón abierto hacia la paz, hacia la esperanza de un espíritu complejo y convexo, en el cual nos juntamos todos aunque sea para charlar sobre la guerra y la vida. Igualmente el hálito de pasión encarnado en cada tono y melodía es alimento pura, inserto en la arteria que va directa al corazón, repleto de energía y de verdades.

Y de todas las verdades que nos cantó, entre todas las gracias que nos regaló, me acuerdo sentimentalmente el poder en “Todo Cambia”, una canción con un contenido que vale la pena recordar, grabar. Aunque todo cambie persiste el amor. Y el amor, señores y señoras, era Mercedes. Se nos fué su cuerpo, se nos queda su alma. Salve Mercedes!

Cambia lo superficial
Cambia también lo profundo
Cambia el modo de pensar
Cambia todo en este mundo
Cambia el clima con los años
Cambia el pastor su rebaño
Y así como todo cambia
Que yo cambie no es extraño
Cambia el mas fino brillante
De mano en mano su brillo
Cambia el nido el pajarillo
Cambia el sentir un amante
Cambia el rumbo el caminante
Aúnque esto le cause daño
Y así como todo cambia
Que yo cambie no es extraño
Cambia todo cambia
Cambia todo cambia
Cambia todo cambia
Cambia todo cambia
Cambia el sol en su carrera
Cuando la noche subsiste
Cambia la planta y se viste
De verde en la primavera
Cambia el pelaje la fiera
Cambia el cabello el anciano
Y así como todo cambia
Que yo cambie no es extraño
Pero no cambia mi amor
Por mas lejo que me encuentre
Ni el recuerdo ni el dolor
De mi pueblo y de mi gente
Lo que cambió ayer
Tendrá que cambiar mañana
Así como cambio yo
En esta tierra lejana
Cambia todo cambia
Cambia todo cambia
Cambia todo cambia
Cambia todo cambia
Pero no cambia mi amor...

6 de Noviembre, Día de Luto en Las Terrenas por la Constitución

Se avecina la Dictadura de Partidos
Todos los detalles en http://terraccion.blogspot.com/

El CardeMal


Sísifo y el Fénix

  LA DESGRACIA DE SÍSIFO Y LA PROMESA DEL FÉNIX (Escrito en el 2009) Todo el mundo tiene una idea de lo que se debe hacer en Las Terrenas. T...