lunes, 12 de febrero de 2007

Hera


El amor nos llega a todos de singular manera. En la semana del amor y de la amistad nos preguntamos, ¿de dónde nos llega la celebración de la fuerza más poderosa sobre la faz de la tierra? Bueno, tenemos que remontarnos a siglos y siglos atrás, a la antigua Grecia donde nos encontramos con Hera.

Hera es una de las diosas principales en el panteón griego cuyo nombre significa “dama.” En las esculturas se nos presenta como una joven mujer, bien vestida y de belleza inigualable. El dios Zeus, rey de los dioses griegos, comenzó a seducirla y ella se negaba, pero Zeus muy pronto descubrió el lado maternal de Hera y decidió engañarla. Era el invierno cuando Zeus se convirtió en un pajarito casi congelado por el frío. Hera, sintiéndo compasión por el pajarito y apegada a sus instintos maternales tomó la avecilla en sus brazos y la apretó cariñosamente a su pecho para calentarla. Entonces Zeus se convirtió a su forma natural y tomó ventaja sobre Hera quien no pudo retirarlo de su lado. Así Hera fué violada y luego convencida a casarse con Zeus para ocultar su verguenza. La union divina de Zeus y Hera (que también eran hermanos) la celebraron los griegos en el mes de Gamelión que cubría lo que en nuestro calendario es parte de enero y febrero.

Los romanos de la antiguedad copiaron muchas de las festividades de los griegos, pero también tenían sus propios. Los romanos celebraban los días 13 y 14 de febrero la fiesta general de Juno Februa, el purificador (febrero quiere decir ‘purificación’), que era una fiesta general dentro del imperio, pero el 15 de febrero había otra fiesta, mayormente en Roma, llamada Lupercalia. En el día de Lupercalia muchos jóvenes nobles y oficiales corrían por toda la ciudad totalmente desnudos, tanto por deporte como para provocar risa, mientras golpeaban a todos los que se encontraban con un par de sandalias. Muchas de las mujeres de alta sociedad se ponían en su camino para que ellos las “castigaran” con las sandalias porque creían que ese golpe ayudaría a las parturientas a dar a luz felizmente y a las que no podían tener hijos a que pudieran, por ello Lupercalia vino a ser asociada a la fertilidad y a celebraciones orgásticas.

El Papa Gelasio I condenó esta fiesta pagana en el siglo V y, en su lugar, estableció la celebración al cura San Valentín el 14 de febrero. Valentinus era un sacerdote católico a quien alegadamente el emperador romano Claudio II le había cortado la cabeza por no querer abandonar su fé. La existencia de Valentinus no ha sido confirmada, de hecho la Iglesia Católica eliminó el rito en el 1969 por considerarlo fundamentado en una leyenda. El hecho es que en el año 496 el Papa cambió una fiesta orgiástica por la memoria de una cabeza cortada de una persona que probablemente nunca existió.

La fiesta moderna de San Valentín se remonta a Inglaterra donde un poema de Chaucer hace una referencia a las aves que comienzan a aparejarse en el Día de San Valentín. El poema fue escrito para conmemorar la boda del Rey Ricardo II con Ana Bolena (ambos tenían apenas 14 añitos) y de ahi comienza a ligarse el día de San Valentín (febrero 14) con bodas, romanticismo y amor.

Un poco más tarde en Francia, en el día de San Valentín del año 1400 se estableció la Corte Superior del Amor, donde se trataban los contratos de matrimonios, las infidelidades y el abuso contra mujeres. Las mujeres escojían a los jueces en base a una lectura de poemas por los candidatos. A partir de ahí la gente comenzaba a escribir y compartir poemas en ese día y varias leyendas sobre San Valentín comenzaron a originarse durante ese período de la edad media.

Los emigrantes ingleses que llegaron a los Estados Unidos siguieron conmemorando la fecha como una ocasión especial de celebración al amor. En el 1847 apareció en el mercado un paper satinado especial para enviar mensajes de amor. A partir de ahi lo demás es historia ya que el comercio se hizo cargo de lo demás, promoviendo el Día de San Velentín como el día del amor, del romanticismo y, eventualmente, de la amistad, seguido a su vez por promociones y mercadeo comerciales. En el resto del mundo la tradición continuo y se repitió por las mismas razones (mercadeo), con pingues beneficios para los floristas, los chocolateros, las imprentas y los restaurantes.

Así que todo comenzó con Hera, por haber querido acurrucar a ese pobrecito pajarito, culminando en su matrimonio con Zeus, produciendo un mes celebratorio, culminando en una fiesta sobre la fertilidad, siendo suplantada por el recuerdo de un cura a quien le cortaron la cabeza, mencionado en un poeta en Inglaterra, llevado a Estados Unidos y eventualmente comercializado a todo el mundo. Se cree que el cura nunca existió por lo que la iglesia lo eliminó de sus fiestas pero la tradición…y el negocio…continúan viento en popa. Se calcula que mil millones de tarjetas de amor y amistad son enviadas en ese día y el 85% de los regalos y tarjetas son compradas por las mujeres.

Por encima de todo, lo importante no es conocer estos hechos sino celebrar el día como una de las tantas celebraciones que acercan a los seres humanos entre sí, ya sea por amistad, por amor o por la necesidad primordial de fertilizer el huevo y preservar la raza.


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