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domingo, 8 de mayo de 2022

El Pueblo de los Pescadores Ya No Existe

 

El Pueblo de los Pescadores Ya No Existe

Por José R. Bourget Tactuk

(Originalmente publicado el 17 de enero del 2022)

Debiera ser obvio, pero muchos persisten en la fantasía de un Pueblo de los Pescadores, algo que feneció cuando fue comprado y alterado a pedazos, cuando se quemó la primera vez hicieron algo pero ya no era el Pueblo de los Pescadores.  Y ahora, después del segundo fuego, seguirá no siendo el Pueblo de los Pescadores.

El concepto de un centro culinario de primer orden donde se junten la excelsa cocina Terrenera, la música y el arte, el cielo, la luna, las estrellas, los cocoteros y el inquebrantable romanticismo del Atlántico que nos besa debe persistir, ampliarse y pulirse.  Hay muchas ideas novedosas y posibilidades inmensas y únicas.

Pero su antiguo lugar debe ser otra cosa, porque no podrá ser lo que no es ni lo que ya fue.  Necesitamos ahí un espacio que capture la esencia del océano, cree una nueva dinámica abierto y de mejorada funcionalidad, que destape el tránsito y diversifique el atractivo para el peatón y para el turismo familiar.  Podría incluir un parque, un multiuso abierto, un mirador, una fuente de agua, un faro simbólico, un puente peatonal que entre al mar y tantas otras cosas que encajan ahí y no en ningún otro sitio.  

El lugar donde estuvo el fenecido Pueblo pudiera ser el primer y gran atractivo visual en Las Terrenas, aportando un pequeño museo interpretativo sobre el Pueblo de Las Terrenas en el marco del Faro Las Terrenas y del puente mirador.  Inclusive, el pequeño museo podría ser una réplica de una de las casitas originales.  Aceptemos lo que es, ya el Pueblo dejó de existir y hace mucho.

Como pueblo progresista abramos paso a un nuevo concepto, construyendo sobre el éxito del anterior y mejorando su oferta (incluyendo su gerencia).  Necesitamos facilidades para el peatón como para los vehículos.  Necesitamos pistas de baile bajo la luna y allende al mar.  Necesitamos áreas de descanso no comercial y necesitamos locales dinámicos, clásicos, modernos, diversos que potencien los talentos culinarios existentes y los nuevos.  Necesitamos sanitarios donde se pueda comer en el piso y necesitamos nuevas y variadas ofertas de empleos, incluyendo quizás gift shops y centro de información y promoción del destino y sus ofertas.

Un futuro nuevo debe comenzar con un concepto nuevo, ágil y atractivo.  Un viejo Pueblo en el mismo sitio es una idea desgastada.  Las Terrenas puede hacer algo nuevo y mejor. Un nuevo concepto en un sitio nuevo es prometedor, ambicioso e innovador.

Y unamos al Faro/Puente Mirador al lado del río Las Terrenas, saneado y canalizado, con el nuevo centro culinario/recreativo en el otro lado del pueblo mediante un sistema de transporte ecológico y constante que revitalice toda la costa, a través del cual el turista nativo y extranjero pueda subirse y bajarse en múltiples puntos, reduciendo así el tránsito vehicular pero aumentando el tránsito peatonal y colectivo mientras multiplica el potencial de consumo y disfrute de la ruta.  


Además de ese transporte ecológico (carritos de golf o minibuses abiertos eléctricos), ampliar el sendero creado por el nuevo farallón artificial de gaviones para así unir al Faro con el nuevo centro en lo que sería un verdadero parque peatonal para disfrute de individuos, grupos, familias y convertir a Las Terrenas en una mayor y mejor oferta culinaria, recreativa, social y cultural.  Muchas otras innovaciones se añadirían a ese trayecto.  Todo eso aumentaría las posibilidades de empleo, de consumo y diversificación de la oferta.

No podemos seguir arrastrando lo que dejó de ser, pero honremos su memoria haciéndolo mejor.  Estoy totalmente a favor de un nuevo concepto y de un rediseño del espacio anterior.  Es tiempo del cambio y de dar pasos gigantesco hacia nuevas, mayores y mejores ofertas.

martes, 15 de mayo de 2012

El Peor Ciego


“No hay peor ciego que el que no quiere ver.”
Especulaciones abundan. Tuve un sueño en el que un terrorista inusitado prende fuego a la Aldea de los Pescadores, afortunadamente a una hora en que sólo la planta física fue afectada. El terrorista fue pagado por “manos poderosas” con dos objetivos principales: primero, distraer a la comunidad nacional e internacional después de las embarazosas afirmaciones en un documento de la Cámara de Cuentas que fue “likiado” al público, para que de esa manera se dirigiera la atención hacia otras direcciones; y, segundo, ofrecer una oportunidad al gobierno central para enviar al Salvador Plenipotenciario de Las Terrenas, Sr. Francisco Javier, Ministro de Turismo, camiones en manos, llaves en mano y promesas en mano y de esa manera vendernos la idea dos semanas antes de las elecciones de que ellos sí pueden resolver.

Creo que la noche de mi sueño algo me cayó mal y por eso mi mente se predispuso a otra de muchas teorías conspirativas. En mi sueño algunos de los propietarios de lugares en la Aldea se frotaban jugosamente las manos pensando en todo lo bueno que resultaría del desastre, sobretodo mejoras necesarias y una resolución final al tema del status legal del sitio, algo que los agitadores usuales promueven a plenitud y a diferentes niveles. Pero todo eso fue parte de la pesadilla, o mejor dicho, del sueño, porque francamente soy incapaz de pensar de esa manera acerca de los propietarios y beneficiarios de la difunta Aldea de los Pescadores.

Lo que no es un sueño es que la Aldea de los Pescadores sí era el principal atractivo turístico en función de cocina y de entretenimiento. Eramos una comunidad que había puesto todos sus huevos en una sola canasta y ahora se nos rompieron todos. Por ello insisto que el desastre, similar a lo que hubiera ocurrido con un terremoto, un tsunami o un huracán (Dios nos libre!!!), nos presenta con nuevas oportunidades y con más grandes potenciales, siempre y cuando deseemos mirar las cosas, escuchar las cosas y hablar las cosas desde ópticas diferentes y, potencialmente, más efectivas y productivas.
(Izq., el concepto "Altos de Chavón, ejemplo de una aldea con una clara concepción de destino turístico, lo que la Aldea de los Pescadores de Las Terrenas debe ser, sin nada de sus problemas anteriores)

La realidad es que la Aldea tenía graves problemas estructurales, medioambientales, de seguridad, de tránsito, pero todos los actores envueltos vivían no queriendo ver, ni oir, ni hablar. Ahora que la Aldea se va a reconstruir alegadamente sobre las ruinas de la anterior equivaldría a dejar algunos de esos problemas prácticamente intactos. Entiendo que es un sacrilegio ante algunas de las partes interesadas el cuestionar lo viabilidad de reconstruir ahi mismo, al tiempo que otros miran a las palabras del Ministro Francisco Javier como la opción a seguir (aparentemente los aprestos de reconstrucción van en serio con fondos de CEIZTUR). Sin estudios medioambientales, sin permisos ni procesos, la Aldea va y va ya, según el ministro, quien exhortó a las entidades pertinentes a dejarse de vainas.

Me parece escuchar voces acusadoras en mi contra por la simple libertad de expresar opciones que posiblemente difieran de algunos, pero lo que me interesa es el mayor bien posible para la mayor cantidad de personas posible a largo plazo y me temo que la respuesta rápida e interesada del Sr. Ministro amerita el contrapeso de respuestas lentas pero buenas.

Por ejemplo, creo que en lugar de reconstruir lo mismo sobre las ruinas el lugar debe ser utilizado para una Aldea Samané, donde se construya algo mucho más pequeño pero que ayude a resaltar muchos de los elementos culturales que hemos perdido (danza, música, cocina, bebidas, artesanías, etc.). Sería el lugar ideal para que viajeros de cruceros, aligual que extranjeros y dominicanos por doquier. vengan a ver, sentir, oler, gustar, tomar y disfrutar los mejores aspectos del folclore samané, en potecitos pequeños pero más valiosos. Recuperando la mayoría de la playa, este concepto podría llamarse la “Aldea Coseco de la Cultura Terrenera” y podría ser el escenario de muchas cosas buenas, llenas de vibrantes coloridos.

La Aldea de los Pescadores—2, más grande, sin problemas medioambientales ni estructurales, con lo mejor de lo anterior y con otras y novedosas alteraciones, puede ser construída cerca de la playa, fuera de los 60 metros y con todas las de la ley, un poco más adelante, en la playa un poco al oeste del Hotel Las Cayenas, donde hay amplio espacio para estacionamiento y para tres veces el tamaño de la Aldea anterior. Un novedoso servicio de transporte ecológico podría transportar turistas dentro del “circuito turístico terrenero” desde Punta Popy hasta la nueva Aldea, lo que crearía nuevos destinos, diversificaría la oferta, incrementaría los valores culturales y crearía más fuentes de empleo, además de añadir valor a más propiedades. Todos saldríamos ganando.

Si perdemos la oportunidad de “corregir lo que está mal” y nos preocupamos por el populismo de “hacer lo que siempre hemos hecho” entonces le prestamos un servicio muy pobre al futuro turístico de la comunidad. Necesitamos una marca-municipio y las nuevas Aldeas pudieran ser el motivante para enfocarnos en ello. Sabemos que, lamentablemente, no podemos contar con el ejecutivo municipal quien perdió séis años de oportunidades para hacer el mayor bien que la comunidad pudo haber recibido: una concepción clara de lo que somos, de dónde estamos y de hacia dónde nos dirigimos. Por eso es que nos cuesta ver, oir y hablar nuevas y mejores cosas.

lunes, 14 de mayo de 2012

El Mensaje De LA LLAVE



Cuando el Ministro de Turismo Francisco Javier García entregó las llaves del camión del bomberos al Coronel Tata Hernández rompió con el protocolo.  Las llaves las debió recibir el alcalde municipal, Comandante en Jefe de los bomberos.  Cuando los tres empresarios amigos de Las Terrenas donaron sus cientos de miles de pesos cada uno para la compra del camión rompieron con el protocolo, no le dieron el dinero al Comandante en Jefe de los bomberos, sino que le entregaron el dinero al Ministro deTurismo.  Y los amigos de Las Terrenas que han donado un millón de pesos adicionales para asegurarse de la debida manutención de los equipos donados no escribieron sus cheques a nombre del Comandante en Jefe de los bomberos, sino que depositaron sus fondos con el Ministro de Turismo.  (Derecha, foto de Mundo Visión)
El Mensaje de La Llave es claro, tanto de parte de las llaves reales y físicas como de las llaves monetarias que hicieron posible este preciado obsequio para Las Terrenas (no uno, sino DOS camiones) y ese mensaje es un secreto a voces;  no hay confianza en el Comandante en Jefe.  No hubo confianza antes y no hay confianza ahora.  Ameritó un desastre (sin desgracias personales) para que estos donantes que tenían sus fondos desde mucho antes y conocían las temibles condiciones de la Aldea de los Pescadores, se motivaran a finalmente hacer algo.  Pero así como no llamaron antes al Comandante en Jefe para resolver el problema harto conocido, tampoco lo llamaron ahora.  Tampoco lo llamarán durante los cuatro años de comandancia que le quedan.  Los terreneros perdemos todos por esa falta de confianza. 

La Aldea de Los Pescadores era el más emblemático destino turístico de Las Terrenas, sobretodo para los que buscaban buena comida y buen entretenimiento.  Era el baúl de inmensas memorias, forjadas en momentos de ocio, de amistad, de cofradía y de placer bacanal.  Era el centro de chismes más grande del municipio, donde algunos sabelotodos se sentaban para criticar a todos y a todo, como también era el centro de grandes decisiones comerciales y de emotivos momentos románticos.  Había historia, cultura, cocina, música, bailes y el arte de ver y ser vistos. Habían también grandes problemas medioambientales, de estructura física, vicios de construcción, seguridad peatonal, en el tránsito y era un lugar donde mejor se representaba aquello del “viejo oeste” porque, francamente, prácticamente cada quién hacía lo que le venía en ganas, sexo oral detrás de El Toro y niños siendo explotados comercialmente vendiendo tortuguitas. 
Uno podría especular que el corto-circuito eléctrico que alegadamente empezó en una de las propiedades fue resultado de la falta de atención a los estándares mínimos que ni el Ayuntamiento, ni Turismo, ni los bomberos, ni la defensa civil, ni Medio Ambiente se atrevieron a resaltar y corregir.  Estoy seguro que nadie va a demandar al presunto responsable de que el siniestro comenzara en su propiedad, el cual podría ser acusado de irresponsabilidad civil, pero debemos estar contentos de que no ocurrió durante las horas más ocupadas y transitadas y que ningún tanque de gas explotara y se llevara la vida a 20 turistas, porque eso hubiera sido otra historia y no muybuena.  (Fuente izq.  Ensegundos.com)

La Aldea era tierra de todos y de nadie.  Es probable que terminemos con algo parecido si no se utilizan procesos efectivos de gestión, una gestión que, lamentable pero afortunadamente, no caerá sobre los hombros del Comandante en Jefe, porque nadie le tiene confianza, porque no tiene las capacidades necesarias y porque, francamente, nadie le va a dar ni un solo centavo ni una onza de apoyo. 
Yo soy de los que piensan que lo que ha ocurrido en un arma de doble filo, cortante en ambos lados, porque por un lado revela lo que hemos argumentado por años, que el municipio ha perdido su soberanía, al tiempo que igualmente revela debilidades críticas en el andamiaje comunitario, porque estamos dispuestos a recoger las obras y las migajas que pondrán un parcho sobre la más innegable de las condiciones:  aún no somos marca destino, no tenemos un plan estratégico ni una visión coordinada de la oferta turística local gracias al Comandante en Jefe, quien debió empezar a formularlas de manera inclusiva e integral hace años.  Igualmente, dependemos de una oferta selecta de romo, baile, prostitución y arte culinario para que unos cuantos se beneficien ampliamente y muchos otros recojan lo que puedan con sus empleos directos e indirectos.  (Foto de Arqhys arquitectura)

La reconstrucción debiera ser parte de un plan modelo marca-municipio, que vaya de Punta Popy a Punta Karibeach, del cementerio al Don César y quizás reconstruir la Aldea bajo un nuevo concepto, y crear una nueva donde haya más espacio y más oportunidades, sin nada de los problemas anteriores y con todas las nuevas posibilidades y potenciales que le podamos añadir a todo lo bueno que ya existía, que era mucho.  Pero esa llave no se la podemos dar al Comandante en Jefe.  No hay confianza. No hay capacidad.  Y eso lo sufriremos todos antes, durante y después de que se haga lo que se vaya a hacer.

Sísifo y el Fénix

  LA DESGRACIA DE SÍSIFO Y LA PROMESA DEL FÉNIX (Escrito en el 2009) Todo el mundo tiene una idea de lo que se debe hacer en Las Terrenas. T...