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lunes, 29 de noviembre de 2021

Catrain y el Futuro Político de Samaná (Parte 2 de 2)

 


CATRAIN Y EL FUTURO POLITICO DE SAMANA (Parte 2 de 2)
Por José R. Bourget Tactuk, Ph.D.

No tengo la menor duda de que el senador Catrain tiene en sus manos una posibilidad única y de que él reúne condiciones particulares potencialmente muy beneficiosas para Samaná.
Realizarse como un senador histórico no es cualquier vainita y en el caso de Catrain, además de las ventajas obvias hay igualmente desafíos únicos tanto para él como para la provincia.

El primer desafío es una de clase social. Creo no equivocarme al decir que Samaná nunca ha tenido un senador con un haber financiero declarado en los 200 millones de pesos. Catrain es además una persona que se codea con individuos y organizaciones que pertenecen a una élite social y política, los que comparten ideas e ideales no tradicionales para Samaná y que en los últimos años se constituyeron en voz y pluma para la expresión de ideales políticos ajenos al tradicional centro o centro derecha de la política dominicana. Muy pocos samanenses conocen el total historial político del senador ni las circunstancias que lo pudieron llevar a una candidatura por el partido que hoy ocupa el poder. Cuando digo “clase social” no me refiero solamente al tradicional esquema de las diferencias de clases (Catrain nunca ha sido un hijo de machepa, como lo son más del 75% de la población samané), sino también a la formación socio-política del senador.

El segundo desafío radica en su capacidad de transgredir las limitaciones de su entorno para poder cruzar hacia el lado llano de la población. No pongo en duda su capacidad en ese sentido, pero en sus largos y productivos años de vida profesional en Las Terrenas y en la provincia, el senador nunca fue conocido como una persona metida “en el medio”, bregando y trabajando con las mayorías populares, las que se encuentran en barrios, iglesias evangélicas, clubes de madres, juntas de vecinos y condiciones afines. No es que no los conozca, es que simplemente no ha estado en el medio. Una cosa es ser amante de la cultura y del ambiente social de Las Terrenas, del cual ha sido un activo participante en algunos aspectos; pero otra es haber logrado relacionarse empáticamente con individuos y organizaciones representativas de la mayoría de la población samané. Lo está haciendo poco a poco, pero al pescado del mar hay que echarle sal para comerlo.

El tercer desafío es uno intrínsicamente ligado al partido que lo eligió, el que no es diferente a ningún otro partido mayoritario, con sus tendencias, fricciones, amagos de cordialidad y espasmos de rebeliones. Con la exgobernadora fuera del entorno político burocrático algunas cosas le podrían resultar más fácil para el senador, pero en el decir de la gente es difícil confiar en la lealtad de los políticos de patio, los que fácilmente se transforman según las avenencias del poder y de los beneficios y para quienes el senador sigue siendo un extra terráqueo. Catrain tiene la pesada carga de “convencer” no sólo al samané del patio, sino a los de su propio partido. Todavía hay personas que hablan de que el senador no llega aún a la gente común y algunos sienten igual dentro de su propio partido.

Pero el mayor de los desafíos está en llegar a ser un legislador divorciado de la realidad clientelar que permea la política dominicana. Catrain atacaba al barrilito y se codea y codeaba con personajes bien conocidos por criticar el uso totalitario y explotador del poder político clientelar. Catrain era alguien para quien yo aspiraba fuera uno de los primeros en abandonar tales privilegios y por eso voté por él. Junto a muchos en la provincia y más fuera de la provincia, me he sentido traicionado en varios aspectos de la ejecución de una política más progresista.
Quizás las realidades socio-económicas de la provincia hacen imposible que el senador abandone el acceso a fondos y recursos que se dispensan como limosnas y privilegios. Es posible también que yo esté “pontificando” o que me apegue a “verdades absolutas” (dos graves cargos echados sobre mi por el mismo senador), pero creo aún que ese instrumento creado por el fenecido senador Reinaldo Pared Pérez es uno de los peores instrumentos del Estado porque ayudan a mantener a la mayoría de los ciudadanos en una dependencia indignante e impide efectuar las transformaciones sociales y económicas esenciales para promover la calidad de vida integral.

Ninguno de esos desafíos es insalvable y hace tiempo que el senador ha demostrado ser habilidoso para manejar encrucijadas, zancadillas, posturas y presiones, como la de renunciar su apoyo a las comunidades LGBTQ a quienes apoyó por años y la de apoyar la agenda religiosa evangélica en la que nunca hizo presencia en el pasado. Son gajes del oficio. Muchos dirán que el senador Catrain ya ha superado esos desafíos y no lo dudo. Además, el senador Catrain representa algo muy valioso para el PRM por ser una persona de capacidades, recursos y alcance para poder lograr reales y profundas transformaciones legislativas para Samaná, lo que no ha logrado significativamente ningún otro legislador en la historia de Samaná.

Eso es lo que necesita Samaná, un habilidoso a varios niveles que pueda evaluar, asimilar y producir transformaciones legislativas, sociales, económicas y culturales a la altura del potencial de la provincia. Jamás hubiéramos podido esperar semejantes cosas del exsenador Prim Pujals y quizás tampoco de los que comienzan a sonar como posibles candidatos a la senaduría para el 2024.

No deberíamos entonces ningunear el potencial del senador Catrain, ni dudar que en los 33 meses que le faltan en este período electivo se pueda convertir en el líder político más beneficioso para la provincia, sobre todo si deja de jugar a las escondidas con Las Terrenas y que de ser un político forzosamente binario se transforme en un político cuántico, para beneficio de todos y todas en esta gran provincia que tanto merece y que tanto necesita.

(Política cuántica, ver https://terrenero.blogspot.com/2021/11/el-cambio-viene-parte-3-final.html)

sábado, 27 de noviembre de 2021

Catrain y el Futuro Político de Samaná

 

CATRAIN Y EL FUTURO POLITICO DE SAMANA

Por José R. Bourget Tactuk, Ph.D.


Entre todas las promesas y esperanzas que los ciudadanos de Samaná podrían tener en cuanto a su futuro social, cultural, económico y político, la mayor de ellas es poder contar con un líder político que las haga realidad.

El senador Catrain se perfila como la mejor posibilidad en tiempos recientes a juzgar por las iniciativas que ha tenido y que continúa teniendo a favor de la provincia.  Comparativamente, en menos de año y medio, las acciones del senador Catrain parecen indicar un desempeño que supera en muchos aspectos al de su predecesor en doce años de senaduría.  Las acciones de beneficio económico para la población ya sean individuales, a través de juntas de vecinos o de organizaciones, o a través de propuestas de resoluciones, o de respuestas a situaciones provinciales, denotan capacidad de acción e intención de acción prometedoras.

La mayor de las promesas, sin embargo, no radica en el uso del barrilito para beneficiar a personas necesitadas o a organizaciones de la sociedad civil, ni en las conocidas iniciativas relativas al peaje sombra, a la obtención de visas de trabajo temporal en los Estados Unidos y Puerto Rico, ni en el plan de regulación de la pesca en Sánchez, ni en la reciente propuesta de crear un área protegida y parque nacional en Las Garitas.  La mayor promesa no es en lo hecho sino en lo que falta por hacer.

Para nadie es secreto que la mayor maldición en Samaná ha sido la falta de unidad de propósito entre los poderes políticos provinciales a todos los niveles.  A través de años y décadas, a Samaná han llegado millones de dólares, decenas de organizaciones con fondos externos, una multitud de proyectos iniciados e innumerables promesas ministeriales y presidenciales.  Sin embargo, en su mayor parte, las tales no lograron frutos y algunas ni arrancaron, resultado principalmente de la falta de concordia, de claridad de propósito y del tradicional “tira y jala” entre los poderes económicos y políticos en la provincia.

Los tiempos han cambiado y es por eso que lo que el senador Catrain tiene en sus manos es una oportunidad única.  Claro, es más fácil tener un desempeño de obvia preferencia a su partido y a sus partidarios, como bien sabe hacerlo todo político tradicional.  Claro, es más fácil reconocer y dar méritos solamente a sus seguidores.  Claro, es más fácil el acostumbrado desempeño político que muchas veces se adhiere directa y exclusivamente a los que están del lado del encumbrado.  Claro, es más fácil inclusive violentar parámetros y procesos establecidos para proteger a los de su partido o a sus simpatizantes. 

La oportunidad única, sin embargo, está en “el cambio”, en hacerlo distinto, en ser un ente aglutinante, en fomentar el consenso, en identificar los puentes que deben ser construídos para acercar a la gente y en no levantar murallas que dejan a “los otros” del otro lado.  En otras palabras, el senador Catrain, motus propio o con el consejo y participación de sus acercados, ha logrado construir suficiente energía e impulso como para dar el salto hacia una nueva forma de hacer política.  Esa “nueva forma” es crucial para la provincia.

Una nueva forma de hacer política implica que de una vez y para siempre los líderes sociales, culturales, económicos y políticos buscarán el bien común, procurarán una clara concepción del propósito deseado y no traicionarán al sendero trazado una vez hayan comenzado a andar por el mismo.  Una nueva forma de hacer política es establecer un desempeño marcado por el trabajo en equipo, lo que implica reconocer diferencias y obligaciones diversas.  No es que cada persona abandone su paraje, sino que cumpla con lo prometido en aras de un bien común que beneficiaría a todos los parajes.

El Senador Catrain es el primero de los líderes políticos recientes que llega a esa altura y a la envidiable posición de llegar a ser el más efectivo de todos los catalizadores.  Junto a sus grandes logros ha dado resbalones y sufrido tropezones.  Debió rechazar el barrilito y aún espero que lo haga, pero entiendo sus razones.  Pero no hay nada que no pueda ser redimido con generosidad, cortesía y humildad.  La bondad vale mucho y no cuesta nada, sólo el empeño.  El senador no tiene que fracasar a destiempo, ni abrazar la ecuanimidad a regañadientes. 

Por años el senador Catrain fue identificado como un “politólogo”, ahora falta por verse si también puede ser aceptado como un estadista, legislando para todos los ciudadanos samanenses, repartiendo bienes, propuestas, iniciativas, mejoras, cambios y, más que nada, distribuyendo la miel de una política constructiva, humanista, incluyente y servicial hasta que todos nos empalaguemos con un desempeño justo e imparcialmente efectivo.

Nada se compara al potencial viviente de la provincia de Samaná, con sus magníficas cualidades naturales y humanas, con una historia rica y diversa y con un patrimonio socio-cultural único en el país.  Qué privilegio tiene Catrain de ser el senador de una provincia tal y qué honrados estaríamos todos si él lograra sentar las pautas y establecer el ejemplo de cómo lograr el anhelo de todos con todos y para todos.

sábado, 13 de abril de 2019

Desafío Juvenil Terrenero


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Desafío Juvenil Terrenero

José R. Bourget Tactuk

Fue el filósofo español Ortega y Gasset quien llamó a los jóvenes a meterse en política, porque si no lo hacían otros lo harían y probablemente contra ellos. No debe sorprendernos que de todos los males en nuestra sociedad política, el peor de ellos sea la negación y el ninguneo que se le hace a las realidades socio-económicas, a las necesidades educativas y a las urgencias de realización personal que tienen nuestros jóvenes.

Simplemente preguntémonos, ¿qué aportes VERDADERAMENTE significativos han hecho los poderes políticos de Las Terrenas para la mejoría de los jóvenes, o para atender a sus necesidades más pertinentes en los últimos diez años?  Algo se ha hecho, claro, mayormente relativo a la pelota, pero muy poco en términos de garantías educativas, capacitación vocacional, desarrollo creativo, instrucción en liderazgo, preparación para el empleo, seguridad social, inclusión económica, formación socio-cultural, ferias de empleo, protección contra el acoso y la explotación sexual y, sobretodo, la muy importante formación cívico-política.  Por esas ausencias, muchos de nuestros jóvenes entienden que las respuestas están en la delincuencia, en el uso y tráfico de drogas, en la explotación de sus senos, vaginas, penes y en el cautiverio de sus mentes a las orgías baratas del entretenimiento vacuo que les ofrecen sus celulares. 
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Napoleón aseveró que cada momento perdido en la juventud es una posibilidad más de desgracia en la adultez y si algo se puede decir de la juventud terrenera es que, en gran parte, se la pasa perdiendo el tiempo.  La pregunta clave es, entonces, si quisiéramos cambiar las condiciones actuales, ¿qué puede hacer la política partidista para transformar las cosas hacia algo mejor?

Para mi, el inicio obligado es la elaboración de una clara valoración de los jóvenes como parte esencial de la realidad social, económica, política y cultural en el municipio.  La respuesta no es nombrar gente o darles “poder” representativo como una regiduría, sino sentarse a definir la realidad que deseamos ofrecerles a los jóvenes y establecer una estrategia realizable para realizarlo.  Eso implica diagnósticos, análisis, explorar modelos de buenas prácticas existentes, hacer las adaptaciones necesarias y empezar poco a poco pero de manera constante y persistente, apuntando hacia el futuro deseado y realizable. 

En el mundo político-partidista actual lo que tenemos es un “amague” de participación juvenil, un clientelismo crudo y, en el fondo, una desestimación de las verdaderas ansias de realización en los jóvenes.  En base a mi experiencia de quince años en Las Terrenas creo que para hacerlo diferente necesitamos tres cosas para empezar:
1) Crear un mecanismo de participación juvenil que les permita expresar, en sus propios términos, la realidad que viven, la realidad que desean y los impedimentos que confrontan para su realización.  En ese proceso, es extremadamente importante que haya equidad de voces entre los géneros.  Esto podría tomar la forma de un “Encuentro Juvenil” tipo seminario/taller.
2) Utilizar los resultados del Encuentro Juvenil para elaborar borradores de estrategias, comparándolas con buenas prácticas en nuestro patio, en el ámbito nacional y en el internacional, siempre contando con los aportes de entidades especializadas en la juventud para no tener que “reinventar la rueda”.  El hecho de que los politicuchos locales no sepan qué hacer no quiere decir que no hayan prácticas deseables, realizables y exitosas.  Las hay y muchas, lo único es que los políticuchos partidistas locales se conforman con la exaltación de su obvia ignorancia y la exaltación de sus constantes improvisaciones.
3) Que se apropien los fondos necesarios, mientras igualmente se buscan fondos externos, para que de manera transparente se ejecuten acciones de empoderamiento a través del uso adecuado de los recursos existentes localmente, a través del gobierno central (y sus ministerios) y de fuentes externas.  Si esos fondos y recursos no han llegado a Las Terrenas es porque nadie se ha dedicado a diagnosticar las condiciones, a formular las estrategias y a someter propuestas viables con el indispensable seguimiento/ejecución aceptable.
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Jóvenes terreneras con Selena Gómez
El Che Guevara decía que la juventud era la arcilla fundamental de la labor revolucionaria.  Los líderes políticos partidistas así lo saben.  Por eso es que en las últimas semanas se ha visto como algunos jóvenes se han adentrado en el haber político partidista, uniéndose a movimientos y tendencias político-partidistas y ejecutando acciones sociales de cierta trascendencia.  No han hecho revoluciones, pero comienzan a decir “presente”.  Para mi empezaron mal, porque comenzaron vendiendo parte de su alma al mismo diablo que los ha mantenido ignorados y pisoteados:  el sistema político partidista tradicional.  En lugar de revolucionarios se han vuelto contra-revolucionarios.  Debieron organizarse primero en torno a ideas e ideales, antes de escoger atarse a un líder mesiánico que les ofrece el amparo clientelista tradicional.  No es que no participen de la política partidista, sino que lo hagan creyendo que la única forma de hacerlo es entregando su lealtad a los politicuchos locales en lugar de entregarlo a la búsqueda del bien común.
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Líderes terreneros/as
La juventud politizada partidariamente sin una formación socio-política es una aberración.  En el contexto actual de las cosas, que jóvenes promisorios empiecen entregando su alma a la política partidista constituye la mejor predicción de que repetirán los mismos errores de sus líderes bajo cuya tutela se han colocado.

“Pero”, dirán algunos, “es que no hay ma’ná” y les doy toda la razón.  Algunos, incluso, se dedican a aprender de maestros espúreos, copiando de ellos la ingratitud, la injuria, el ninguneo y la denigración de su propia humanidad y la de otros.  El partidismo político crea las condiciones para que no haya más nada, para que el joven aprenda que su futuro depende de sus amarres partidista, sobre todo con los que están arriba.  De esa forma aprenden que su lealtad es hacia el líder mesiánico, no hacia la comunidad.  Después que se pegan de la teta nunca maduran lo suficiente como para producir su propia leche.

Yo espero que los líderes juveniles emergentes adquieran suficiente conciencia, tengan una visión suficientemente amplia, para que encuentren la sinergia necesaria que los lleve a conocer mejor sobre lo posible, sueñen y entonces dirigían sus energías hacia el bien común, no hacia el “poder” vendible, comprable y degenerante que nos rodea por todas partes.

Yo admiro a los jóvenes que se han “tirado a la política”.  Los admiraría mucho más si logran mantener su independencia, si no se someten a la teta mortal y trágica del clientelismo partidista y si se forjan de conciencia en la búsqueda del mayor bien común posible.

Sísifo y el Fénix

  LA DESGRACIA DE SÍSIFO Y LA PROMESA DEL FÉNIX (Escrito en el 2009) Todo el mundo tiene una idea de lo que se debe hacer en Las Terrenas. T...