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sábado, 24 de octubre de 2009

Las Dos Ciudades


Si las cosas siguen como van pronto habrán dos ciudades: Las Terrenas 1 y Las Terrenas 2. ¿Por qué? Porque el crecimiento descontrolado, sin planificación ni estrategia, ya comienza a producir múltiples realidades sociales en nuestro medio, siendo una de las peores la marginalización de sectores. La marginalización tomará dos formas: privilegiada (como en los sectores de playas y de alta valorización) y depreciada (como la de los barrios pobres y económicamente marginados).

El casco urbano de Las Terrenas se ha comercializado siendo más visibles las plazas y el creciente número de negocios de varios tamaños. Antiguas casas de familias son ahora tiendas de ropa, bancas (las que aparecen sin control), colmados y supermercados, boutiques, bares y restaurantes. Las familias se han mudado a otros sectores y los que vienen a vivir a Las Terrenas, fruto de la migración interna, carecen de los recursos para pagar altos costos de alquiler, por lo que se van a los barrios depreciados y marginales.

Las nuevas avenidas, según el sentir de algunos, servirá para encerrar y/o separar los unos de los otros, facilitando fácil acceso a las clases privilegiadas que no tendrán que pasar por el pueblo, mientras que las clases marginadas quedan en cordones de pobreza real o potencial.

El descuido criminal del centro urbano, principalmente causado por la acumulación de basura y el pasmoso tráfico vehicular tienden a crear presiones sicológicas de escape; o sea, la gente desea menos y menos tener que “pasar por el pueblo.” Como ya hemos podido ver, señales de tránsito y nuevas zonas de estacionamiento no resultaron en un mejoramiento del tránsito vehicular. De hecho, la gente se estaciona a diestra y siniestra, no existe un enforzamiento de las señales de tránsito y cada uno continúa haciendo lo que le venga en gana en relación al movimiento vehicular. Hay horas y días en que, francamente, es mejor quedarse uno trancado en su casa que aventurarse a las calles.

Las Terrenas 1 no tendrá tales problemas. Mejores calles, iluminación vial, recogida efectiva de la basura, protección de guardianes privados, acceso directo a las playas y los beneficios privados de complejos residenciales con todas las garantías de placer y comodidad. Las Terrenas 2, por el otro lado, será un “sálvese quien pueda.”

Un ejemplo singular lo constituyen las torres o antenas de teléfono, construídas en el mismo centro del pueblo, a escasos metros la una de la otra y sin atención a los peligros reales y potenciales causados por la exposición a las radiaciones que producen. Tales cosas quedarán en Las Terrenas 2 y no estarán presentes en Las Terrenas 1.
Con una nueva Constitución al servicio de intereses particulares uno puede imaginarse Las Terrenas 1 con proyectos turísticos desde Punta Popy hasta La Barbacoa, cada uno con privilegios de acceso y protección a sus playas “privadas.” Eso quiere decir—bajo la nueva Constitución—que para proteger la inversión privada se podrá controlar el acceso a tales playas. Muchos que viven y/o tienen negocios desde la Aldea de Los Pescadores hasta Las Ballenas podrían reclamar lo mismo, quedando para el pueblo solamente el frente de playa desde Casa Blanca hasta la desembocadura del Río Las Terrenas (frente a la Policía). Pero ni siquiera esa porción estaría totalmente protegida. El Sindicato/Cooperativa de pescadores en proceso de formación ya se ha dado cuenta del peligro que corren y han empezado a luchar por la preservación de las playas.

Si ellos se han dado cuenta el resto de nosotros los terreneros debemos abrir los ojos aún más grandes.

Claro está, esas son especulaciones mías y no habrá quien se sienta con derecho a insultar mi osadía. Pero, ¿qué pasaría si tuviera la razón aunque sea parcialmente? ¿A quién le afectaría y qué deberían hacer?

La mejor forma de garantizar cambios permanentes y estables es a través de una gestión municipal progresista, educada y visionaria. En el argot de desarrollo comunitario se habla de una gestión que ayuda a crear “políticas de gestión,” o sea, el manejo de los temas, recursos y funciones principales de la comunidad. Cada política de gestión conlleva prácticas, estrategias, recursos, personal y objetivos. En el momento presente no hay ni gestión ni política de desarrollo municipal, tampoco hay estrategias ni funciones estratégicas en base a objetivos específicos. Como no hay tales cosas tenemos un caos.

Mi temor es que Las Terrenas 1 será una ciudad moderna, cosmopolita, bien organizada y gobernada por los intereses muy particulares de aquellos que dejan a los inversionistas decidir y tomar acción. Después de todo a ellos les conviene que las políticas preserven el buen estado de sus inversiones y la satisfacción de sus inversionistas. Lo contrario sucedería con Las Terrenas 2, donde el caos, la falta de planeamiento, el clientelismo político y tantas otras faltas que se podrían mencionar simplemente convertirían “al pueblo” de Las Terrenas en un desastre de inmensas proporciones.

Los que piensan que los próximos 6 años son como otros cualquiera más les vale aguzarse. Los terreneros debemos actuar sabiamente y empezar a informarnos debidamente, de tal manera que podamos actuar en consonancia con un mejor sentido común y con una visión más amplia de la comunidad que deseamos.

Todavía estamos a tiempo!

Sísifo y el Fénix

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