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jueves, 27 de febrero de 2014

La Verdadera Independencia



Hoy celebramos la pasión universal en todo ser humano de querer ser libres e independientes. La independencia dominicana es un breve destello dentro de ese relámpago universal y eterno.

A veces la búsqueda de esa libertad implica una lucha a muerte, otras veces implica un abandono total de todo lo que nos da seguridad y tranquilidad. En medio del siglo XIX miles de súbditos de Saint Domingue, bajo la conquista de la República de Haití, segunda colonia europea libre en América, habiendo salido del yugo esclavista de España y habiendo recibido de los haitianos la digna abolición de una esclavitud indigna, decidieron forjar su propio destino como patria independiente y la llamaron República Dominicana. La nación dominicana empieza entonces, no antes, los haitianos no invadieron a la República Dominicana sino a la colonia española bajo el manto francés y muchos de esos mismos haitianos lucharon junto a dominicanos para crear esa nueva nación. 

Nuestra isla es bella, única, irremediablemente amante y amada, dueña de nuestras más profundas ilusiones y esclava de nuestros más profundos deseos. En medio de todas nuestras guerras y conflictos (y hemos tenido muchos) la naturaleza de esta isla bella permanece. 

En este aniversario de ese deseo entrañable en todo ser humano, ojalá que pudiéramos igualmente liberarnos de los que verdaderamente nos oprimen hoy, reprimiento la justicia y dignidad para la mayoría de l@s dominican@s, por su egoísmo, por su explotación destructiva de nuestros recursos naturales, por la negación constante de justicia y por impedir que la mayor calidad de vida posible alcance a la mayor cantidad de personas posible. Falta mucho por andar, pero sigamos pensando en las bendiciones que esta patria de Luperón restaura cada día en nuestras vidas. 

Si liberamos la naturaleza de nuestras propias opresiones, liberaremos nuestras almas de todas las demás esclavitudes, incluyendo nuestras creencias racistas deshumanizantes. Si abrazamos una humanidad compartida con todas las naciones, etnias y culturas es posible que aprendamos a vernos en un contexto universal que superará las pequeñeces en nuestro pensar y en nuestro amar. 

A veces vivimos lejos de lo real, por eso necesitamos volver a lo que la madre tierra nos regala cada día, incluyendo nuestras simpatías y nuestras propias sonrisas, nuestros ríos, montañas, playas, cuevas, fauna y flora. 

Nunca seremos totalmente libres hasta tanto liberemos la tierra, esa naturaleza que nos besa cada día, que nos ofrenda su amor en cada trino, en casa suspiro de los árboles, en cada rumor de las olas, en cada sonrisa fresca, altiva, coqueta, la que nos recuerda que, al fin de cuentas, somos más amando que odiando. 

lunes, 2 de julio de 2012

El Embrujo de la Violencia



Hace unos días un niño vino cerca de la Biblioteca Anacaona con un tirapiedras. Sin razón alguna le tiró una piedra al letrero de la biblioteca, haciendo un hoyo y destruyendo el centro del mismo. Le pregunté a algunos vecinos si habían visto lo ocurrido y me dijeron que sí, pero que no pudieron hacer nada. Obviamente se trata de un chico algo violento, quizás con alguna afección emocional o, quizás alguien acostumbrado a ver o a experimentar actos de violencia y por ello lo ve como algo normal.


Casi a diario veo casos similares: los niños que atacan aves y animalitos sin razón alguna, hermanitos dándose golpes, padres o madres amenazando verbalmente a sus pequeños por cualquier cosa, llamándolos ofensivamente y hasta golpeándolos. En la calle veo a motoristas que transitan de manera impulsiva y violenta, se cruzan delante de uno, se atraviesan, hacen gestos groseros, protestan, amenazan, gritan. Los políticos nos engañan, nos roban, nos avasallan, abusan de sus privilegios y toman medidas violentas en contra del bien común. Todo es violencia..

En lo que va de año cerca de 100 mujeres han sido muertas por compañeros, amantes, esposas. Niños matan a niños. Dos amiguitos juegan juntos y minutos después uno le pega un botellazo al otro y lo mata, por un pleito de carritos. Otro hombre se corta el pene despechado porque la persona que ama lo rechaza. La policía mata con o sin razones, los vecinos se lanzan pedradas o disparos, otros echan basura en la propiedad ajena y otros tantos rayan carros o dañan lo que no es suyo. Igualmente maltratamos a los animales, quemamos los árboles, por comer un mango maduro tumbamos a 20 de los verdes y nada parece importarnos. El mar se ensucia, los humedales se cegan, los lomas de queman, los árboles de cortan, los ríos se contaminan. Todo es violencia. En la radio hablan mal, insultan, ofenden, mienten. Todo es violencia.

Parece que vivimos totalmente infatuados con la violencia, una violencia que nos abraza, nos besa, nos hace el amor, se acuesta con nosotros, se viste de nosotros, nos perfuma, nos maquilla, nos peina y, finalmente, nos da color, sabor, textura, forma y movimiento. Vivimos embrujados por esta violencia.

¿Qué hacer? Decía Gandhi que todo lo que se obtiene con violencia “sólo se puede mantener con violencia” y es por ello que a veces los resultados de la violencia son hasta peores que la violencia misma al reducirnos a la impotencia, al desespero, a la frustración y al desencanto. Cuando alguien actúa con violencia física o emocional contra nosotros puede que sintamos que no hay nada que podamos hacer. El engaño, el robo, los insultos, las injurias, las mentiras, los abusos, los golpes y la muerte son todas formas diversas de violencia en contra de las cuales a veces no sabemos qué hacer. Si usted se siente agobiado o agobiada por la violencia recibida no se sienta mal, a todos nos pasa lo mismo.

Admiro mucho el pensamiento de Francisco, un italiano del pueble de Assisi en la zona de Perugia en el centro de Italia entre Roma y Florencia. Nació en una familia rica en el siglo XII y disfrutaba ampliamente de la vida, hasta que recibió una visión diferente de la vida y volvió a su casa para convertirse en un pordiosero. Fundó la orden de los Franciscanos y de las monjas claretianas que hacen votos de pobreza. Se le considera como el santo patrón de los animales y del medio ambiente. En una de sus meditaciones escribió una oración profundamente inspiradora que quizás pueda ayudarnos a responder la pregunta “qué hacer” ante tantas formas de violencia. Dice Giovanni Francesco:

Oh, Señor, hazme un instrumento de Tu Paz
Donde hay odio, que lleve yo el Amor.
Donde haya ofensa, que lleve yo el Perdón.
Donde haya discordia, que lleve yo la Unión.
Donde haya duda, que lleve yo la Fe.
Donde haya error, que lleve yo la Verdad.
Donde haya desesperación, que lleve yo la Alegría.
Donde haya tinieblas, que lleve yo la Luz.

Oh, Maestro, haced que yo no busque tanto ser consolado, sino consolar;
ser comprendido, sino comprender;
ser amado, como amar.

Porque es:
Dando , que se recibe;
Perdonando, que se es perdonado;
Muriendo, que se resucita a la
Vida Eterna.

Entonces la respuesta es quizás que nos convirtamos en agentes de cambio y provoquemos una alteración en el curso "normal" de las cosas violentas. Como dijo Gandhi “sé tú el cambio que deseas ver en el mundo.”

miércoles, 25 de enero de 2012

Legislación Boliviana otorga 11 derechos básicos a la Naturaleza.


La nueva legislación boliviana otorga 11 derechos básicos a la naturaleza, entre los que destacan:
- el derecho a la vida y a la existencia;
- el derecho a continuar ciclos vitales y procesos libre de la alteración humana;
- el derecho a no tener su estructura celular contaminada o alterada genéticamente;
- el derecho “a no ser afectada por mega infraestructuras y proyectos de desarrollo que afecten el balance de los ecosistemas y las comunidades de los pobladores locales”;
- el derecho al aire limpio y al agua pura;
- el derecho al equilibrio;
- el derecho a no ser contaminada;

“Es histórico mundialmente. La Tierra es la madre de todos”, dijo el vicepresidente Álvaro García Lenera. “Establece una nueva relación entre el hombre y la naturaleza, la armonía que debe de ser preservada como garantía de su regeneración”.
Como parte de este proyecto que reconoce a la Madre Tierra, o Pachamama, entre las culturas locales, como una entidad legal, se establecerá un Ministerio de la Madre Tierra y se nombrará un ombudsman para monitorear a las industrias y proteger a las comunidades y ecosistemas.
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La Ley de la Madre Tierra: Bolivia da a la naturaleza los mismos derechos que al hombre.
En un destacada iniciativa, una ley apoyada por el gobierno y la gente de Bolivia propone establecer un Ministerio de la Madre Tierra y otorgar a la naturaleza igualdad de derechos con el ser humano
Bolivia está por pasar la primera ley en el mundo que le otorga a la naturaleza los mismos derechos que a los seres humanos, haciendo al hombre, a la planta, al animal, al río o a la montaña, iguales. La Ley de la Madre Tierra, acordada por los políticos y con un fuerte apoyo popular, redefine las riquezas minerales del país como “bendiciones” y propone radicales medidas de conservación para reducir la contaminación y controlar la industria.
La nueva legislación otorga 11 derechos básicos a la naturaleza, entre los que destacan: el derecho a la vida y a la existencia; el derecho a continuar ciclos vitales y procesos, libre de la alteración humana; el derecho al aire limpio y al agua pura; el derecho al equilibrio; el derecho a no ser contaminada; el derecho a no tener su estructura celular contaminada o alterada genéticamente. Y quizás, lo más interesante: el derecho “a no ser afectada por mega infraestructuras y proyectos de desarrollo que afecten el balance de los ecosistemas y las comunidades de los pobladores locales”, lo que en teoría prácticamente bloquearía la mayoría de los proyectos petroleros, mineros y de extracción de recursos naturales. Algo que habrá que verse, ya que Bolivia recibe cientos de millones de dólares de compañías extranjeras en el sector minero y las leyes son suficientemente abstractas para encontrar caminos para seguir explotando en cierta forma la naturaleza. En Ecuador, una legislación que también da derechos básicos a la naturaleza, no ha impedido que las compañías petroleras sigan destruyendo partes biológicamente invaluables del Amazonas.
No quedan claro tampoco algunos detalles de aplicación, ¿tendrán los bichos y los insectos, los mismos derechos que los mamíferos o las aves?

“Es histórico mundialmente. La Tierra es la madre de todos”, dijo el vicepresidente Álvaro García Lenera. “Establece una nueva relación entre el hombre y la naturaleza, la armonía que debe de ser preservada como garantía de su regeneración”.
Como parte de este proyecto que reconoce a la Madre Tierra, o Pachamama, entre las culturas locales, como una entidad legal, se establecerá un Ministerio de la Madre Tierra y se nombrará un ombudsman para monitorear a las industrias y proteger a las comunidades y ecosistemas. Habrá que verse hasta que punto esto no es solamente un nombre más sofisticado para el Ministerio del Medio Ambiente, de cualquier forma la iniciativa del gobierno del primer presidente indígena de la región, Evo Morales, es digna de celebrarse y quizás en algunos años sea recordada como precursora de una legislación global impostergable, sensible a la consciencia de que la Tierra no sólo es el sustento de todos los seres vivos, es un ser vivo en sí misma.

Sísifo y el Fénix

  LA DESGRACIA DE SÍSIFO Y LA PROMESA DEL FÉNIX (Escrito en el 2009) Todo el mundo tiene una idea de lo que se debe hacer en Las Terrenas. T...