domingo, 7 de noviembre de 2010

Perros, Basura y Sexo

Recientemente escuché una de esas verdades imposibles de ignorar, tan profunda fué que francamente toqué el fondo del mar. Tiene que ver con los perros rialengos, la basura y el sexo y la detallo a continuación.

Simplemente necesitamos perros rialengos en nuestras calles. Que qué!!?? Bueno, siempre he pensado que mientras menos perros rialengos mejor, porque ellos hacen muchos desórdenes, contribuyen al afeamiento de las calzadas y callejones y provocan enfermedades. ¿No es cierto? ¿No has pensado tú lo mismo?

Bueno, la realidad es otra porque los perros rialengos juegan un importante rol en comunidades como la nuestra: se comen la comida que la gente tira en los basureros improvisados que tenemos por doquier. Ah caray!! Eso lo saben hasta los chinos de Bonao. Sí, pero hay algo más. Como ellos se comen la comida en la basura eso quiere decir que hay otros seres que NO se la comen: los ratones y las ratas. Exacto!!! Si no hay perros rialengos para comerse la comida en las fundas de basura, entonces los ratones y las ratas se la comerán, engordarán aún más de lo que están y se reproducirán de manera descontrolada. A menos perros rialengos, más ratas por todas partes.

Pero hay algo más tremendamente importante. Las ratas son portadoras de muchas más enfermedades que los perros rialengos, así que tenemos que preguntarnos si queremos a las ratas más que a los perros rialengos.

Siguiendo el razonamiento lógico, existen varias posibles conclusiones y tenemos que escoger a una o todas:

· Asegurémonos de contar con suficientes perros rialengos en las calles (fácil!).

· Asegurémonos de eliminar a todas las ratas y ratones de sus cuevas, callejones, basureros, casas y hoyos en los solares baldíos (muy fácil!!).

· Asegurémonos de que no se tirarán más fundas de basura sobre las calzadas y calles del pueblo (facilísimo!!!).

Para poder lograr lo deseado haremos que más perros rialengos tengan sexo para que se reproduzcan más y así habrán más de ellos comiendo basura y eliminándola de nuestro medio.

Similarmente, necesitamos asegurarnos de que las ratas no puedan tener más sexo para que no se reproduzcan más y si no tienen comida no tienen energía para el sexo y se van a morir terrible y angustiosamente.

Finalmente, vamos a asegurarnos de que todas las personas tengan más sexo porque hacer el amor aumenta el apetito y así comerán más y tirarán menos comida en las fundas de basura.

Esa es la combinación: perros rialengos, basura y sexo. La combinación perfecta para una ciudad atractiva, limpia, saludable y llena de gozo por todas partes.

¿De Quién Es La Culpa?

El Holocausto, conocido como el Shoah entre los hebreos, es el término generalmente utilizado para identificar el genocidio de 6 millones de judíos durante la segunda guerra mundial. Esos 6 millones representaban a dos tercios del total de la población judía en Europa antes de la Segunda Guerra Mundial. En esos 6 millones habían hombres, mujeres, niños y ancianos. Pero el genocidio nazi no se limitó a los judíos, incluyó también a prisioneros rusos y polacos, a los Roma (gitanos), a los homosexuales, Testigos de Jehová y a una multitud de oponentes politicos y religiosos, alemanes o no. Cuando se juntan a todos el total estimado de personas sistemáticamente eliminados llega entre 11 a 17 millones de personas. ¿De quién fue la culpa? El genocidio es inexcusable y militares alemanes fueron juzgados y sentenciados a muerte en los juicios de Nuremberg después de la guerra, pero la culpa, la verdadera culpa, en su amplitud y complejidad, puede echarse sobre muchas otras personas y condiciones, sociales y políticas.

Por cientos de años, la minoría Tutsi en el pais centroafricano de Rwanda había gobernado el pais y, en las últimas décadas, los belgas habían dado apoyo a los Tutsi sobre la mayoría Hutu porque los Tutsi, al ser de tez más clara, eran considerados más parecidos a los europeos. Asesinatos entre Tutsis y Hutus habían ocurrido por años, eventualmente desembocando en una guerra civil. Los Hutus, ya en el poder, reunieron al gabinete gubernamental y planearon un genocidio para los Tutsis. En menos de séis meses mataron aproximadamente 800,000 personas, generalmente los de tez clara y cuyas cédulas los identificaban como Tutsi. En ese tiempo había una “fuerza de paz” de las Naciones Unidas que no hizo nada, los paises europeos y los Estados Unidos de América bajo Clinton sabían lo que estaban haciendo los Tutsis y no hicieron nada. ¿De quién fue la culpa? ¿Día tras día esa gente salía a las calles con sus AK-47, buscando gente de tez clara, violando hijas, esposas y madres y sometiendo a miles de personas al imperio de las balas? 125,000 personas cada mes; 4,000 personas cada día; 800,000 personas en séis meses; y nadie los paraba. ¿De quién fue la culpa?

Por cerca de 31 años el Jefe gobernó el pais con mano férrea, dando y quitando vidas, construyendo y destruyendo, adueñándose de personas, tierras, bienes, adolescentes, esposas y casas, al igual que de las tradiciones, los honores y las identidades del pais. Nada escapó al alcance de su brazo, como tampoco escaparon hombres y mujeres, presidentes, religiosos y personas comunes. No escaparon expedicionarios y tampoco escaparon Tres Mariposas que dejaron de respirar en las montañas cercanas a Puerto Plata. Trujillo creó un imperio de miedo y de impunidad y la cultura resultante permanece hasta el día de hoy. Difícilmente haya una familia dominicana que no fue tocada vilmente, de una manera u otra, por este cruento e insaciable dictador. ¿De quién fue la culpa? ¿Cómo pudo durar tanto tiempo, 31 años, 365 meses, miles de crímenes, millones de abusos, terrores de día y de noche? ¿De quién fue la culpa?

Cuando se deja que las cosas malas ocurran, sin paro, sin castigo, sin consecuencias, se le llama “impunidad.” Literalmente el término quiere decir “sin pena” o “sin castigo.” Para responder la pregunta “¿de quién fue la culpa?” tenemos que confrontarnos a nosotros mismos con otra pregunta: ¿cuánto estoy dispuesto a soportar? En el caso de los Nazis, de los Hutus y Tutsis, de Trujillo, es más fácil ver a los culpables por el inmenso impacto de las acciones cometidas, porque se celebraron juicios y se encontraron culpables, porque muchos de ellos fueron condenados y se cerraron muchos capítulos pertinentes. En el caso de una comunidad como la nuestra donde a diario existin abusos, violaciones a la ley y donde existe un franco deterioro de las normas sociales mínimas a todos los niveles, empezando por los que más poder tienen, ¿qué se puede hacer? ¿De quién ES la culpa?

Si no actuamos la culpa ES de todos. Si no actuamos la culpa ES de los que se quedan callados. Si no actuamos todos sufriremos la consecuencia. Hoy en día no hay cámaras de gas, ni AK-47s, ni los cepillitos de la muerte. Hoy en día es más sutil, el abuso nos llega con un pétalo de rosa en la mano y nosotros somos los que engordamos a la impunidad.

Sísifo y el Fénix

  LA DESGRACIA DE SÍSIFO Y LA PROMESA DEL FÉNIX (Escrito en el 2009) Todo el mundo tiene una idea de lo que se debe hacer en Las Terrenas. T...