miércoles, 25 de abril de 2012

Dos Memorias


Esta última semana de abril nos llega bendecida por dos eventos importantes. El primero es la celebración del 42avo aniversario de la celebración del Día de la Tierra, evento que empezó en los Estados Unidos de América gracias a los esfuerzos del Senador Gaylord Nelson al reclamar la creación de un ministerio encargado de proteger al medio ambiente.

El Senador Nelson representaba al estado de Wisconsin y comenzó su proyecto realizando un “enseñatorio” (teach-in) en el que los participantes a través de todo el pais se reunían aleatoriamente para aprender juntos sobre el medio ambiente. Fue inspirado por similares enseñatorios sobre la guerra de Vietnam que fueron creados por movimientos que oponían la guerra. Desde sus comienzos el 22 de abril del 1970 el evento se celebra ahora en 175 paises y es un acto oficial de las Naciones Unidas.

El segundo evento importante es la conmemoración del comienzo de la guerra civil dominicana que inició el 24 de abril del 1965 y concluyó el 3 de septiembre del 1965. De acuerdo a ciertas fuentes fue el evento más cruento en la historia del pais del siglo XX. La guerra empezó por una razón muy simple: restaurar el gobierno legalmente constituído del Profesor Juan Bosch, quien había sido derrocado mediante un golpe de estado el 25 de septiembre del 1963. Bosch representó la primera elección democrática de un gobierno después del magnicidio de Trujillo. La Constitución que promulgó fue un modelo de libertades civiles para toda latinoamérica, estableciendo un gobierno laico (no religioso), la igualdad civil de todos los ciudadanos (incluyendo los homosexuales), la supeditación de las fuerzas armadas a la autoridad civil y, por encima de todo, la búsqueda del mayor bienestar posible para t o d o s los dominicanos bajo un gobierno liberal y democrático.

Las promesas de la Constitución de Bosch y de su gobierno resultaron ser indigeribles para los Estados Unidos de América (que temió el surgimiento de otra Cuba), para la Iglesia Católica (que pensó que el gobierno era muy laico-secular), para el empresariado tradicional (que
no estaba dispuesto a perder condiciones privilegiadas) y de los militares y civiles ultraconservadores que mantenían posturas trujillistas aún.

Los constitucionalistas dieron fin al Triunvirato formado a raiz del golpe de estado en contra de Bosch el 24 de abril, pero los militares ultraconservadores bajo el mando del General Elías Wessin y Wessin contraatacaron el 25 de abril (y perdieron, teniendo que retirarse), resultando en que los marines norteamericanos invadieron la isla el 28 del mismo mes, una intervención que concluyó con las elecciones del 1966 en las que los norteamericanos se encargaron de que resultara electo el dr. Joaquín Balaguer.

La Guerra de Abril es un monumento al sentimiento más profundo y puro del dominicano común, similar al experimentado por Gregorio Luperón, héroe de la Restauración del 1863 y cortejado por las labores libertarias posteriores de las hermanas Mirabal, de Manolo Tavares Justo y del Movimiento 14 de Junio. Fueron muchos los héroes y las heroínas que bendijeron el suelo patrio con la sangre vertida a favor de un ideal patriótico, tristemente olvidado y pobremente recordado.  Hoy, a escasas cuatro semanas de las elecciones nacionales, escasea un heroísmo tal. Se han perdido los ideales.  (Manolo Tavares Justo en la foto izq.)
En su mayor parte la política dominicana vive un espejismo fruto de la narcocracia, la analfabetacracia, la meritocracia y la partidocracia. Es un espejismo extremadamente peligroso, sobretodo en una cultura mágica-realista en la que hasta las evidencias más claras de corrupción son vitoreadas por los partidos principales como andanzas del diario vivir y como formas indispensables de mantenerse en el poder.

Duarte, Luperón, Caamaño y Bosch deben tener pesadillas constantes desde sus tumbas. En este pais, lamentablemente, estamos destruyendo a la madre tierra y estamos destruyendo el civilismo constitucional. La única esperanza es, tristemente, la de un trágico despertar.

Y a eso, damas y caballeros, hay que tenerle mucho, pero mucho miedo.

Rafaelito Encuentra a Margarita


Margarita es la gordita de la derecha.

            Margarita es una chica algo agria, enfadosa y narcisista.  A todos los que quieran escucharla les dice las tres verdades que todo el mundo conoce sobre Margarita: “soy la chica más jevi,” “soy la niña linda del barrio” y “soy lo mejor que ha salido de aquí”.  Con semejante perfil no era de extrañarse que todos, sin excepción, pensaran que estaba turuleca o, mejor dicho, que tiene flojo un tornillo.

            Nadie le hacía caso a Margarita hasta que la familia Peralta se mudó dos casas más abajo.  Los Peralta llegaron del sur profundo, donde se habla con la R en el desayuno, en el almuerzo y en la cena.  Desde que abrían sus bocas al despertar Luisa María, la vecina de al lado, comenzaba a reirse a carcajadas porque lo primero que decía el Sr. Peralta al levantarse de la cama era “vor par baño, que nadie se meta.” Peralta era un tipo grande y robusto, con una voz sonora y completa que se escuchaba de lado a lado.  Luisa María lo acechaba para reirse con el “vor par baño” y poco a poco el barrio se enteró de la razón de sus carcajadas.

            Rafaelito era un tipito de 13 años y medio, con una cicatriz en el lado derecho de la frente supuestamente de una caída de bicicleta, pero todo el mundo sabe que fue una pedrá en la escuela.  Era el niño menor de la familia Peralta.  Margarita tenía exactamente trece años y medio, cumplidos en febrero pasado mientras que Rafaelito era apenas una semana más viejo que Margarita.  Como sucede a menudo, Margarita estaba más “desarrollada” que su vecino Rafaelito, al que se le podía confundir con un carajito de apenas 10 años.

            El hecho es que Rafaelito comienza a echarle el ojo a Margarita quien no era la que ustedes se imaginan.  Era medio bica, pesaba 200 libras y metía el pie izquierdo de tal forma que parecía que se iba a tropezar a cada paso que daba. Pero esos eran detalles cosméticos, Margarita seguía siendo “la más chula del barrio” con unos pechos salvajes y un nalgatorio espectacular. Rafaelito prontamente descubrió que la mejor manera de acercarse a ella era piropeándola con aquello de que “oye chula, las habichuelas pa’ese concón les pongo yo el sazón.”  Margarita se moría de la risa, nadie antes la había comparado a un concón con habichuelas.

            Bueno, era martes 13 y de luna llena, una de esas noches cuando es mejor quedarse trancado en casa a tener que hacerle frente a cualquier disparate que se presente en el barrio.  Margarita estaba en la galería de su casa y Rafaelito se acababa de bañar.  “Vor par barrio”, le gritó a su mamá, quien le respondió “abur, cambio y fuera”.  Está demás decir que la mamá privaba en tineyer.

            Cuando Rafaelito vió a Margarita en la galería se le paró al frente con una miradita coqueta y le susurró para que todo el mundo oyera, “Etúvamoacaminarporaí.”  Margarita quedó estupefacta o, mejor dicho, el plátano de la cena se le atrabancó en el cocote.  Nunca antes le habían prestado tanta atención.  Salir a pasear!!  Diantre, la verdad era que estaba de acabar, pensaba ella.  “Vor pa’llá” alcanzó a decir ella y a los dos minutos estaba en la calzada con un viaje de perfume barato por todo el cuerpo. Rafaelito casi se desmaya pero el mensaje era claro:  “toi cojía.”

            Lo demás es historia.  Hicieron juntos la secundaría, se fueron juntos a la universidad.  Se graduaron de ingenieros los dos.  Tuvieron dos hijos y una hija y hoy son los dueños de la cadena de supermercados ParSur, con el monopolio más grande de venta de plátanos barahoneros y mangos banilejos en toda la pení nsula.  Margarita había rebajado 100 libras yluego se convirtió en Miss Barrio Playa 2013 mientras que Rafaelito estudió francés, ingles, italiano, alemán y creyol y se la lucía en un programa de radio titulado “Global Beat.”  Losdos eran unos duros.  Bien duros.

            En el caso de esta parejita se cumple lo de aquel dicho campesino, “debajo de cualquier yagua vieja sale tremendo alacrán.”  En este caso las apariencias engañaron y de qué manera.  Nosotros, que nos jartamos dizque de lo que creemos que somos, debemos estar atentos porque a veces los que menos aparentan son a los que mejor les va.

FOTO:  Rafelito y Margarita el día de hoy.  La historia de su vida debe darnos esperanzas a todos y todas.

La Terapia del Silencio


“Todo está en cómo se mira, no en lo que miras.” 
André Gide, Les nourritures terrestres.

La semana santa es un tiempo de excesos y de carencias, de descanso y de ajetreo, de meditación y de irreflexión, de paciencia y de impetuosidades.  Es probable que sea el tiempo más ruidoso del año ya que todo el que tiene un armastrote de bocinas en su carro se siente empoderado para compartir su selección musical con todo el que esté en la playa, aunque ya hayan dos o tres de lo mismo cada uno tocando su selección musical.  Es probable también que sea el tiempo cuando más basura se produce y se tira, porque todos ven como su derecho dispensar de sus objetos desechables y tirarlos en lugares públicos sin el menor reparo.  Igualmente, los bares y centros públicos organizan fiestas y eventos para que asistentes, vecinos y el pueblo en general “disfruten” de todo lo que hay hasta que amanezca.  A todas esas cosas le llamamos “negocios,”“normal” y “deseable” para la economía local.  Caramba!!

Hay un valor olvidado y dolorosamente mancillado en la tradición de semana santa:  guardar silencio.  En el silencio se reconoce el espacio interior y es en ese espacio interior donde se crean y fortalecen los valores.  En el silencio contemplamos con serenidad, descubrimos cómo vivir el presente y ampliamos nuestra comprensión del mundo que nos rodea.  El silencio aumenta nuestra capacidad de concentración, de observación, de valoración y nos permite ahondar en el significado de las cosas en lugar de quedarnos en la superficialidad de lo que nos rodea.

Por otro lado, el ruido nos afecta fisiológicamente, alterando nuestra concentración, afectando las secreciones de hormonas, la respiración, los latidos del corazón y hasta las ondas cerebrales.  Bajo el ruido intenso el cerebro no funciona a capacidad.  La música es la forma sonora que más afecta nuestras emociones y escuchar música constantemente a un alto volumen hace de nuestras emociones una tómbola de reacciones constantes que irrita y deprime nuestro ser interior. 

Cognitivamente aprendemos menos en medio del ruido, la producción en espacios de trabajo ruidosos se reduce en un 66% y por causa del ruido nuestro cerebro no puede prestar atención a todo lo que nos pueda beneficiar.  En el comportamiento los seres humanos tienden a evitar y alejarse de los ruidos molestos, pero la constante presencia de ruidos y sonidos altos afecta considerablemente nuestra capacidad de mejorar nuestra conducta.

El ruido afecta a las plantas, a los peces y a los seres humanos, pero en nuestra cultura el ruido es sobrellevado, pacientemente permitido y normalmente aceptado como algo “nuestro”; sin embargo, está comprobado que el ruido es el contaminante más dañino a la integridad física, social, sicológica y emocional del ser humano.  La persona que vive constantemente rodeada de ruidos (de la calle, del radio, de la TV, del celular, de fuentes externas) carece de habilidades adecuadas para la retención de ideas, de pensamientos profundos y de responder adecuadamente a lo que le rodea.  Por otro lado el silencio calma, fortalece, alimenta al ser anterior y permite vivir una vida más ancha, más plena y más placentera.

El sonido del mar se produce a unos 12 decibeles, es el sonido más placentero, calmante y enriquecedor en la naturaleza. Aprovechemos su presencia a nuestro alrededor y vayamos a las playas para escucharlo, para enriquecernos, para calmarnos y, quizás, para mejorar y fortalecer nuestro ser interior.  Es la mejor terapia para tiempos difíciles como los que vivimos hoy en día.

Sísifo y el Fénix

  LA DESGRACIA DE SÍSIFO Y LA PROMESA DEL FÉNIX (Escrito en el 2009) Todo el mundo tiene una idea de lo que se debe hacer en Las Terrenas. T...