Willy y el Desagüe Sanitario

 

¿POR QUÉ WILLY NO HA RESUELTO LO DEL DESAGÜE SANITARIO?

Desde hace 15 años Las Terrenas ha sufrido de un desague sanitario defectuoso, contaminante, insalubre y denigrante a los intereses sociales, económicos y turísticos del destino.  ¿Cómo es que el alcalde no ha logrado que el gobierno haya actuado a la altura de la crisis?

 

Por José Bourget

Comunitario

 

Los problemas comenzaron desde el mismo comienzo de los trabajos de construcción de una obra indispensable para el municipio, el manejo del desague sanitario y de la planta de tratamiento.  La empresa Solsanit realizó su trabajo alegadamente en cumplimiento de los requerimientos técnicos provistos por MITUR, a pesar de que ingenieros, técnicos y comunitarios alertaron sobre las obvias deficiencias del trabajo en realización.  Parte de las deficiencias tenían que ver con la preparación de las excavaciones, la calidad de los materiales utilizados, lo localización de los bombeos o cáncamos y el destino final de la planta de tratamiento.  Como resultado, la planta de tratamiento no ha funcionado ni bien ni a capacidad, con extensas contaminaciones en su zona de impacto y en la laguna de Maricó.  Además, desde el inicio de su construcción, el alcantarillado fue defectuoso, con materias fecales inundando patios de casas, calles, cañadas y playas.  Inclusive, se hicieron cientos de conexiones desautorizadas al sistema y en algunos lugares, ocurrieron y ocurren filtraciones del agua potable con el sistema de desague sanitario debido a roturas y defectos técnicos.  Como resultado, desde el mismo inicio de la obra el municipio turístico de Las Terrenas, el más importante del nordeste y la fuente fiscal más importante en la provincial, adolece de escapes de residuos sanitarios (heces fecales) en calles, contenes, solares, cañadas, ríos y playas.  

 

Que en quince años estos problemas no hayan sido reparados o corregidos es escandaloso.  Tres presidentes, cuatro ministros de turismo, cuatro ministros de medioambiente, dos senadores, ocho diputados, cuatro alcaldes, veinte concejales y decenas de líderes empresariales y comunitarios más tarde los problemas continúan y se empeoran.  Es igualmente escandaloso que la planta de tratamiento aparenta tener la capacidad requerida pero no funciona como fue planeada y que los escapes de heces fecales ocurran en puntos neurálgicos en el mismo centro del corazón turístico e inmobiliario del municipio.

 

El tema ha vuelto a surgir en las redes sociales y algunas se enfocan en la inhabilidad de la alcaldía de Las Terrenas para procurar la solución definitiva al problema.  En un intercambio reciente, el Ing. Iván Collado, president provincial del CODIA, escribió en FB que “el alcalde se desplazó decenas de veces a la capital en su proceso de transfuguismo y le entregaron decenas de millones para que ganara la alcaldía y ahora no puede dar un solo viaje a la capital para resolver un problema neurálgico para el desarrollo de este pueblo. Así son los políticos.”  El alcalde Eduardo Esteban (Willy), elegido en el 2020 por el PLD y quien cambió al PRM en el 2023, siendo reelegido al mismo cargo en febrero pasado, ripostó:  “En Las Terrenas ni tú ni nadie ha hecho las diligencias que yo he hecho para resolver ese tema, la solución está cerca y no porque tú hayas hecho nada para la solución, pero en tu mundo de teoría desde Facebook tu tienes razón.”

 

Que el alcalde Willy Esteban asevere que sobre ese tema nadie ha hecho más diligencias que él ante las autoridades amerita un cuidadoso análisis porque el alcalde ya lleva cuatro años y medio en ese puesto.  Si en verdad el alcalde considera que el problema con el sistema de desague sanitario es extremo, relevante y urgente (lo cual dudo), me pregunto si eso es un sentir reciente o un sentir desde que subió al poder central municipal.  Si no es reciente, entonces el hecho de que no haya logrado la solución definitiva en 54 meses y que las cosas hayan empeorado en los últimos meses, podría revelar algunos factores que ameritan cuidadosa consideración.

 

El sistema sanitario fue un obra gubernamental, de características técnicas particulares y, por lo tanto, es propio decir que su existencia no es incumbencia personal de Willy ni gestión de la alcaldía.  No es Willy ni su alcaldía quienes deben corregir lo mal hecho, ni diseñar un nuevo sistema o reconstruir el actual, ni ejecutar con fondos propios una obra tal.  Si el MITUR diseñó y ejecutó mal la obra, si la empresa SOLSANIT hizo lo que MITUR le dijo o si incumplió con las especificaciones técnicas requeridas para una obra tal (aunque MITUR se lo haya requerido), esas no son incumbencias de Willy ni de su alcaldía.  Entonces, ¿por qué dice Willy que ha sido el que más ha hecho para resolverlo cuando técnicamente no es de su incumbencia?

 

Es posible que Willy haya visto como suyo hacer algo al respecto porque el desastre sanitario, medioambiental, social, económico y turístico provocado por las ineptitudes, mal manejos e irresponsabilidades de MITUR y de INAPA tienen un impacto directo y desastroso sobre el municipio.  Entonces sí corresponde que sea función y gestión municipal alzar la voz, inmiscuirse en el manejo del tema y tratar de resolverlo.  Lo que Willy está verdaderamente diciendo es que todos sus esfuerzos PERSONALES no han dado los resultados esperados en los 54 meses de su gestión como alcalde.  Hasta el momento, Willy ha fracasado en sus muchas gestiones y si ha abordado la problemática desde el primer día (hace 54 meses) o recientemente (desde hace pocos meses), su gestión ha sido infructuosa y las heces fecales siguen corriendo en las calles.

 

Tercero, ¿por qué la gestión de Willy ha sido infructuosa?  Aquí yo entro en el marco de la especulación, donde mis prejuicios, sesgos e ignorancias van a ser reveladas abiertamente, ya que mi análisis se basará en percepciones, rumores, comentarios y comparaciones con acciones pasadas del alcalde. Para mi la principal razón detrás del fracaso de Willy en esa gestión radica en su abordaje narcisista, en su negación a ser incluyente, a estar abierto a ideas y soluciones ofrecidas por otros y a confiar ؚúnica y persistentemente en su postura autocrática.  Trabaja solo y parece escucharse solamente a sí mismo.  No soy el único con esas percepciones y observaciones.  Se escuchan y sienten por doquier, incluyendo entre los Willystas y entre sus cercanos colaboradores.

 

Si lo del abordaje narcisista es cierto, entonces las gestiones de Willy “que ni tú ni nadie han hecho” estaban condenadas al fracaso.  El problema del desague sanitario y de la planta de tratamiento es tan complejo, tan enredado, tan costoso, tan politico y tan técnico que el alcalde, en lugar de una empresa egocentrista y unilateral, debió confiar en la búsqueda de una lucha común unido a los actores preponderantes en el municipio:  los empresarios turísticos, los empresarios en general, los taxistas, las Iglesias, las juntas de vecinos, los clubes de madres, representantes del sector salud, representantes del sector ambientalista, representantes del sector transporte, líderes politicos sin importar partido y notables dentro de la sociedad en general (por mencionar algunos),  Si el problema ha persistido por 15 años entonces no era para quijotescamente ir a luchar montado en Rocinante y con una lanza de astillas.  Era para ir con un ejército de fuerzas sociales cruciales e indispensables.  La problemática no es para una lucha solitaria de “yo contra el mundo.”  Si quería hacer una lucha de “mi, yo y conmigo contra el mundo”, perdió la oportunidad clave en las multiples ocasiones en que se reunió con el presidente Abinader a quien pudo ponerle como condición de entrar al PRM el que se resolviera para siempre el problema.  Pero no lo  hizo, su mente e$taba en otra$ co$a$.  Hubiese sido un verdadero héroe municipal si  hoy no hubieran heces fecales en las calles por haber puesto la solución a ese problema como condición a su transfugismo.  A la hora del none le faltó visión comunitaria, solo le triunfó su ego.

 

También es cierto que para ir a una lucha ministerial, a realizar gestiones tanto con MITUR como con INAPA, uno debe tener una concepción clara del poder politico personal que pueda servirle de lanza y de escudo.  Personalmente, no estoy convencido de que el alcalde Eduardo Esteban tenga tan alta aceptación en tales ministerios y direcciones como se quiere vender.  El MITUR no es tan amigo de Las Terrenas como lo es de Punta Cana, de Puerto Plata y de otros destinos turísticos sin las complicaciones que tiene Las Terrenas.  Para mi el MITUR ha sido el responsable detrás de incontables desastres económicos y estructurales en el municipio (paralización del crecimiento bajo Felucho, el mismo sistema sanitario construído por ellos, los vicios de construcción en el malecón, la tardanza en la reconstrucción del puente peatonal y de la Aldea de los Pescadores, entre muchos otros).  Ellos siguen pensando que manejan el destino desde sus oficinas de aire acondicionado en la capital y aunque Collado ha sido el ministro de turismo que más ha visitado Las Terrenas todavía faltan por verse los verdaderos resultados reales detrás de sus incontables promesas y espasmos retóricos.  Con los gastos protocolares del total de sus visitas se hubieran podido contruir varios puentes peatonales!!  Con INAPA sucede algo parecido, dadas las constantes insuficiencias en el suministro de agua en el municipio, las promesas incumplidas en cuanto a adecuaciones y mejoras y su total incapacidad de intervenir al sistema sanitario después de haberle sido transferido, son razones para dudar que la voz solitaria del alcalde le haya llegado a los tuétanos a Wellington Arnaud.  No estoy hablando de las apariencias que nos vende el alcalde y sus secuaces, me refiero más bien a las realidades de que en 54 meses de gestión y de 12 meses en concubinato con el PRM no haya resuelto nada fundamental en el municipio que tenga que ver con esos dos ministerios.

 

Por otro lado, creo que un buen candidato a alcalde y, sobre todo, alguien que contaba con el amparo del presidente de la nación en gestión, alguien que logra ser parte de la estrategia nacional de conquistas de municipios y alcaldes por parte del PRM, sería la primera persona en hacer como uno de sus gritos de campana la solución a un problema de quince años como lo es el desgraciado desague sanitario.  No fue así.  Entonces, creo que ni siquiera aún el alcalde Willy entiende la gravedad del asunto y su impacto en la evolución del destino turístico en el que vivimos.  Su ineptitud en ese sentido se asemeja a la ausencia de una buena gestión en asuntos claves de la función municipal.  En cuatro años, con todos tipos de inversiones millonarias en el municipio, no arregló un badén, ni una calzada, ni una señalización peatonal.  En cuatro años ocurrieron las más horrendas mutilaciones ambientales, las más escandalosas arrabalizaciones, la más obvia falta de ordenamiento, el mayor caos en el tránsito y el constante cuestionamientos sobre el manejo ético y transparente entre algunos de sus subalternos.  ¿Cómo vamos a creerle ahora de que es quien más ha hecho para solucionar el problema del desague sanitario en quince años?

 

¿Por qué Willy no ha gestionado la solución al problema del desague sanitario en sus 54 meses de gestión, con un presidente alegadamente aliado, con 4 de 5 concejales en su partido, con el senador y dos diputados de su partido, con el ministro de turismo que más ha visitado Las Terrenas y con una INAPA identificada como la gerente a cargo de la solución?  Bueno, porque lo ha querido hacer él solo.  La visión del gerente municipal sigue ciega, opaca, nublado por su narcisismo.  

 

Este no es el momento del héroe solitario.  Por el contrario, Las Terrenas necesita del concurso solidario de todos los actores posibles para la solución de un problema que hace peligrar el futuro viable del destino turístico que somos.  Igual el suministro del agua, igual el suministro de la energía eléctrica, igual el ordenamiento territorial, igual la protección ambiental, igual el crecimiento inmobiliario, igual el tránsito vehicular y peatonal e igual el futuro sostenible de Las Terrenas, el que no comulga con una visión de liderazgo egocentrista, narcisista e intransparente.