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miércoles, 16 de julio de 2014

Cambio Ineludible


Sólo basta mirar a nuestro alrededor, leer lo que otros escriben, escuchar a los que hablan y observar lo que otros hacen para darnos cuenta de que todo sigue igual, de que todo seguirá igual a menos que…nos demos cuenta del cambio ineludible.  ¿A qué nos referimos?

En menos de quince años la playa de Las Terrenas no estará donde está.  Si continúa lo observado en los últimos diez años el mar habrá robado todo el frente actual, a menos que se construya un muro en todo el litoral para impedir que el mar siga entrando.


Al nivel nacional ya se comienza a hablar de un daño irreparable a nuestros corales, si se mueren corales se mueren las playas, los peces y la calidad de vida en playas y costas.  En Las Terrenas se escucha una tenue preocupación al respecto, pero no lo suficiente como para revertir el acelerado daño a sus corales.

Aunque muchos llaman progreso al constante crecimiento, pocos parecen atar los cabos y ver una relación directa entre la desaparición de humedales, la erosión en las montañas y la contaminación de las fuentes de aguas con lo que ocurre en las playas. 

Todos parecen estar empeñados en construir, construir y construir mientras que la simple idea de limitar el crecimiento es considerado anatema.  Las Terrenas ha crecido como el atleta que se inyecta esteroides hasta volverse irreconocible; prontamente ese mismo crecimiento la convertirá en un monstruo.


Hay un límite insoportable en relación al costo de la vida, el indeseado  lugar al que irremediablemente se acerca Las Terrenas.  La reducción en nuestra calidad de vida se torna irreversible.

La política desperdicia demasiada energía entre las personas que deberían pasar más tiempo planeando, invirtiendo, ejecutando y fomentando todos los elementos que podrían mejorar el status quo:  aumento en la producción agrícola, reducir el indecente costo de la luz, reducción en los alquileres, aumentar el empleo, mejorar las infraestructuras, entre otros.     
El teatro de la política local es un constante drama que divierte pero no resuelve.  Los actores del drama a veces dan risa, otros dan pena, pero más a menudo nos hacen llorar.  Es una tragicomedia digna de Esquilo, padre del drama griego.


Carecemos de los medios para medir el progreso porque “medir” implica técnicas, herramientas y análisis que en nuestro medio brillan por su ausencia.  En una comunidad progresista las mediciones se hacen en base a indicadores que ayudan a establecer dónde estamos, hacia dónde nos dirigimos y cuán cercanos o lejanos estamos de nuestras metas.  Los indicadores más efectivos se relacionan a tres factores importantes:  la economía, el medio ambiente y la sociedad.  Pero en Las Terrenas esos tres factores ocurren al azar, como perrito rialengo que va donde puede encontrar comida pero siempre tiene hambre porque los parásitos se lo comen por dentro.


Hay un límite a la desidia que una comunidad puede aguantar.  No nos queda mucho tiempo, el mar se está entrando.

sábado, 28 de junio de 2014

Tiempo de Parar



En los últimos diez años se ha podido observar un amplio “crecimiento” económico dentro del municipio manifestado en a) la multitud de condominios, plazas comerciales y villas, b) la transformación en la Calle Principal y la Calle El Carmen donde la mayoría de las edificaciones han sido destinadas al comercio, y c) el mayor número de restaurantes, vehículos, motocicletas y comercio informal en calles y calzadas.  Para confirmarlo basta hacer comparaciones.  Vayamos a Las Galeras, a Samaná y a Sánchez y no veremos algo semejante.  Vayamos inclusive a Nagua, a Castillo, a Cabrera, a Río San Juan, a Sabana de la Mar y otras zonas aledañas y concluiremos que no hay comparación, que Las Terrenas supera en creces las manifestaciones normales de crecimiento económico. 

Generalmente  el desarrollo económico suele ser medido en base a ingresos, o sea, mientras más dinero ganan las personas mayor es el crecimiento económico.  Dicho de manera altamente simplificada, en un país su crecimiento se mide en base el Producto Interno Bruto (PIB) y el PIB contabiliza la producción de bienes y servicios dentro de un período determinado, digamos un año.  Para medir el crecimiento en el PIB generalmente se calcula lo producido en la economía en un año (bienes y servicios) y se divide entre la cantidad de gente en el país.  Un año se compara con otro y si en el año que terminó en diciembre del 2013 se produjo más y la población no creció demasiado comparado al año 2012 entonces hubo un mayor crecimiento en el 2013.  Pero hay algo más, la inflación se come el crecimiento.  O sea, que si en el año 2013 los bienes y servicios crecieron en un 5% pero la inflación creció en un 3%, entonces el crecimiento real es de un 2% porque la inflación “se comió” a un 3% de ese crecimiento. 

Si hemos crecido tanto en Las Terrenas, ¿adónde han ido los beneficios obtenidos por ese obvio “crecimiento” económico?  La pregunta es muy importante porque tenemos que considerar el factor de desarrollo humano.  En economía moderna se habla de que no basta el simple ingreso monetario sino que hay que considerar indicadores de calidad de vida como el empleo, la salud, la vivienda y la educación, entre otros.   La premisa es que si un país o un municipio crece económicamente debe tener un impacto directo en la calidad de vida de la gente ya que es posible que se produzca más dinero pero se viva peor. 

En economías de alta desigualdad social como la nuestra, unos pocos se llevan el capital y la mayoría vive mal en base a los indicadores de calidad de vida. La economía es eso, medir los indicadores.  En el caso de Las Terrenas debemos hacernos la pregunta, ¿se vive mejor a raíz del “crecimiento” económico de los últimos diez años?  La respuesta es “sí” (para algunos) y “no” para la mayoría.  Es obvio que hay personas beneficiadas tales como ciertos inversionistas locales y extranjeros, un manojo de políticos o zorros políticos y un número limitado de empresarios en ciertas ramas.  Por otro lado está la mayoría de la población que se ha marginado en los últimos diez años a juzgar por el aumento de viviendas infrahumanas en los barrios.  Además, el crecimiento económico (o PIB local) ha sido carcomido por el costo de la vida derivado de los altos costos en la energía eléctrica, en los alquileres, en mantenerse sano en medio de tanta insalubridad y en la ausencia de una oferta de empleos estable y creciente, entre otros factores. 

Es posible entonces que en estos últimos diez años se ha creado más pobreza en Las Terrenas entre la mayoría de la población porque han crecido el desempleo y el subempleo, hay peores viviendas, mayores problemas de salud, mayor delincuencia y accesos más limitados a factores claves de calidad de vida.  Inclusive, inversiones millonarias del gobierno central como el acueducto y el desague sanitario han empeorado ciertos factores sociales dadas las deficiencias en los mismos y los que pudieron conseguir empleos no pudieron mantener ni aumentar su calidad de vida porque los factores de costo de vida se comieron las escasas ganancias. 

Consideremos también que el crecimiento dislocado coloca fuertes presiones sobre las infraestructuras existentes, creando demandas en bienes y servicios que no pueden ser suplidas por las limitadas capacidades y las imperantes ineficacias en el gobierno local y en el central.  Los servicios básicos de agua, basura, tránsito y salud, cuando son manejados ineficazmente, incrementan los costos y reducen la calidad de vida para la mayoría.  Es por ello que después de 10 años de constante e incomparable “crecimiento” la población mayoritaria de Las Terrenas no está mejor sino peor, aún cuando unos pocos obviamente han salido beneficiados.   

Por eso es que hay urgencia en pausar para no seguir creciendo por encima de nuestra capacidad de sustentabilidad.  El crecimiento manifestado en Las Terrenas no es sostenible y la razón básica es que ese crecimiento fue errático, no fue estratégico y se manifiesta de manera altamente destructiva en áreas como el medio ambiente, donde se siguen destruyendo ciénagas, playas y foresta, sin hablar de los niveles de ruido, de contaminación ambiental y de contaminación en acuíferos, playas y ríos. 


Ahora mismo Las Terrenas debe pausar para poder planear estratégicamente su futuro, si deseamos un cambio no podemos seguir haciendo lo mismo, de otra forma en la próxima década vamos a provocar una trágica y destructiva situación de inviabilidad. 

Sísifo y el Fénix

  LA DESGRACIA DE SÍSIFO Y LA PROMESA DEL FÉNIX (Escrito en el 2009) Todo el mundo tiene una idea de lo que se debe hacer en Las Terrenas. T...