jueves, 6 de marzo de 2008

El Exilio

Ha comenzado el exilio. Voluntario, pero exilio al fin. No comenzó ayer sino que tiene meses ocurriendo. ¿A qué me refiero? A que han habido muchas personas y familias que ya decidieron que Las Terrenas no es para ellos. ¿Y por qué? Por varias razones, las cuales no hay que necesariamente explorar aquí y la imaginación suya es tan buena como la mía. Lo que sí vale la pena hacer es considerar algunas circunstancias que se nos avecinan y para las cuales parece que no nos estamos preparando.

Hay que comenzar diciendo que en toda comunidad habrán siempre personas que van y vienen. Algunas se quedan, otras desearían poder quedarse. Algunos que han deseado quedarse no han podido porque, según dicen ellos, Las Terrenas es probablemente la comunidad más cara del pais. Yo me atrevería a asentir con ellos y por eso estoy haciendo un estudio al respecto.
Como científico social lo que más me preocupa son ciertos indicadores y aparentes patrones sociales que podrían tener una gran influencia sobre la calidad de vida en los años que vienen. Un ejemplo basta, quizás. La entrada de más de 2,500 habitaciones y apartamentos en complejos habitacionales cercanos a Las Terrenas hace intuir que próximamente habrá una gran necesidad de emplear a cientos de personas como electricistas, plomeros, jardineros, en seguridad, en transporte, en oficios domésticos y áreas afines. La pregunta inmediata es, ¿de dónde saldrán esas gentes? Bueno, Las Terrenas no tiene personal suficiente capacitado en todas las áreas y los que podrían capacitarse no querrán necesariamente capacitarse. Lo que probablemente ocurra es que mucha gente cualificada que se necesitará para muchos oficios vendrán de otros sitios y se mudarán a Las Terrenas.

Las Terrenas ya tiene un déficit habitacional y una carestía habitacional. También tiene cinturones de invasiones poblacionales y barrios de crecimiento hacinante. También tiene una escuela pública con capacidad insuficiente para el creciente número de niños que necesita sus servicios y un hospital público que, bueno, es mejor ni hablar de eso. No necesitamos 50 motoconchos más echando peste en la calle y tampoco necesitamos mayor inseguridad ni accidentes de tránsito en la calle. Además de la demanda en bienes y servicios que podrían crear decenas y hasta cientos de nuevas familias que se muden a Las Terrenas para ocupar los trabajos que los terreneros no están en posición de ocupar, hay que entender que no hay suficiente trabajo para tantas personas en el pueblo que no saben ni leer ni escribir, que no tienen preparación técnico-profesional o manera de emplearse y ganarse lo que necesitan para vivir.

La riqueza de algunos es pobreza de otros y las condiciones desventajosas en muchos son terreno fértil para desastres sociales predecibles como la delincuencia, la prostitución, el tráfico de drogas; además del impacto en bienes y servicios como el crecimiento en la basura, la mayor demanda en servicios básicos como el agua, la luz, salud y educación. Si las cosas están caras ahora, imagínese cómo estarán con 100 nuevas familias demandando agua, comida, transporte, alojamiento, educación, servicios médicos, entretenimiento, etc.

Hace más de un año que se sabían muchas de las cosas relativas al crecimiento de la comunidad (que en el caso nuestro ha sido sin planeamiento y sin estrategia), nadie que debió hacerlo se sentó o a decir, “señores, dentro de dos años vamos a necesitar 50 nuevos plomeros, 50 nuevos electricistas, 50 nuevos carpinteros, 10 nuevos herreros y 200 agentes de seguridad, vamos a capacitar a nuestra gente para que están preparados, reciban mejores salarios, puedan vivir decentemente y contribuyan al bienestar común en servicios, en impuestos, etc.” La falta de esa visión y de esa capacidad la pagaremos todo con las condiciones sociales que ya se observan y con las que vienen.

Los que se están yendo son gente que han observado a algunos de estos factores, han descubierto la demagogia entre los que debieron hacer algo (y siguen sin hacer nada) y han visto la carencia de estrategia, capacidad y la basta improvisación entre los que debieran saber cómo enfrentar algunas de las cosas que son hasta elementales. Ellos se han dado cuenta de que, en su manera de ver las cosas, es muy tarde para enfrentar lo que viene y que las cosas no mejorarán sino que empeorarán. La ciudad está pobremente preparada para enfrentar un mayor auge en el tránsito vehicular, en el estacionamiento, en el servicio de agua, en la recogida de basura, en los servicios públicos, en la educación y en la salud. Muchos terreneros han creído que tomando un pedacito de tierra y construyendo una tienda van a resolver sus problemas. Resolverán algunos pero en todos nuestros entornos se están produciendo problemas mayores, como el medio ambiente y seguriad ciudadana.

Socialmente hablando, muchos de los viejos que pueden, los que han tenido tierras y han acumulado riquezas, se dan cuenta de que sus hijos carecen de la capacidad para preservar lo acumulado, porque ni estudiaron ni tienen mente para pensar sobre su comunidad. Como tantos otros parecería que van a gastarlo todo en mujeres, alcohol y vicios. Si esa es la realidad, ¿qué se puede esperar del futuro de Las Terrenas?

La cuaresma es tiempo de reflexión. Yo no soy ni católico ni cristiano, pero creo mucho en la reflexión espiritual y en los valores y dignidad humanas. Hay que reflexionar. Yo creo que es tiempo de parar la demagogia política, de reconocer donde estamos y de abrir nuestros ojos a lo que hay que hacer. La tentación a salir de aquí es grande (porque uno tiene que pensar en la calidad de vida de su familia) e igualmente presente como lo es la de querer hacer algo al respecto.

Pero, señores, el que quiere hacer algo en este pueblo, ¿a quién acude? ¿adónde va? ¿cómo lo hace? Muchos se han "exiliado" porque queriendo hacer algo no han encontrado cómo.

miércoles, 23 de enero de 2008

Honrar La Vida

El Caso Miriam Brito

Esto hay que leerlo. Fuente original: http://rosasilverio.blogspot.com/2008/01/miriam-brito.html. Autora: Rosa Silverio.

Les voy a contar la historia de Miriam Brito.

Miriam Brito asesinó a José Castro o según consta en los juzgados, fue la autora intelectual ya que quien lo asesinó fue su doméstica, la señora Deidania González, quien dijo haberlo hecho porque éste la violó en un par de ocasiones y porque cuando le dijo que quería irse de la casa, éste se negó a pagarle el dinero que le correspondía. También consta en los juzgados que ésta actuó en complicidad con la viuda del difunto. Según otra versión, el asesinato de José Castro fue un acto planeado entre Miriam Brito, sus dos hijos mayores (José Manuel y Ariel) y la doméstica.
Otra versión también dice que el verdadero asesino es el hijo mayor de Brito y que ésta, junto a su empleada, lo han estado encubriendo.Miriam Brito es dominicana. Su esposo era un adinerado arenero reconocido en su localidad, con mucho poder e influencia. Junto a este señor, Brito procreó cinco hijos.
Su historia comenzó cuando con tan sólo 14 años, Castro se la llevó sin el consentimiento de sus padres (y según ésta ni de ella misma) y la hizo suya. Se casaron. Luego de un tiempo Miriam salió embarazada, sin embargo, un día su esposo se enfadó (por un motivo irrisorio), le cayó a patadas y ella perdió el embarazo. El tiempo volvió a pasar y ella volvió a quedar embarazada, parió, volvió a embarazarse, volvió a parir, hasta tener cinco hijos junto al rico arenero dominicano.José Castro no era un hombre fácil. Tenía un temperamento colérico, bebía mucho, despreciaba a las mujeres, hablaba mal de su propia madre y hasta a sus hijas las trataba con desdén sólo por su sexo.
Portaba un arma y cuando se alegraba, cuando estaba triste, borracho, enfadado, nervioso o sin hacer nada, disparaba al aire o a lo primero que se le ocurriera. En 1986 fue preso por violación, pero por arte de magia o por “arte del dinero” salió de la cárcel sin expiar su culpa. Según cuenta Miriam, luego de eso Castro volvió a violar a otras muchachas, algunas de las cuales se presentaron en el juicio que se les hizo a Brito y a la doméstica Deidania por asesinato.
El matrimonio de Miriam con José Castro duró veinte años. Durante ese tiempo, tanto ella como sus hijos fueron salvajemente maltratados. Para ilustrarlos mejor, les cuento que un día en que José Castro se molestó (por otro motivo irrisorio) le cayó a golpes a su hija menor cuando ésta tenía tan sólo diez años y le partió la dentadura. Otro día encerró a dos de sus hijos en una perrera junto a los perros y ahí los hizo pasar la noche. Otro día lanzó a Miriam del segundo piso de la casa. Otro día le rompió dos brazos a uno de sus hijos. Otro día le cayó a golpes a su hijo mayor, lo encañonó con su pistola, hizo que los niños menores lo golpearan, lo obligó a desnudarse, lo enterró en una zanja y luego le disparó, aunque por suerte el tiro tan sólo le rozó la cabeza. Y el resto del tiempo que no golpeaba a sus hijos, se la pasaba mordiendo, dándole trompadas, patadas, golpes contra la pared, correazos y encañonando con su pistola a su esposa, la que actualmente tiene el cuerpo lleno de cicatrices que son la principal evidencia de esta historia.
Pero Miriam Brito no fue una mujer pasiva. No aceptó los maltratos tranquilamente. A pesar de que José Castro era un hombre con mucho poder económico e influencias, a pesar del terror sicológico que una persona como él provoca en sus victimarios, a pesar de eso ella tuvo el valor para interponer contra él 114 querellas en distintos puestos policiales durante sus 20 años de matrimonio. No estamos hablando de 20 ni de 30, sino de 114 querellas presentadas por una ciudadana dominicana, las cuales siempre eran desestimadas, eran silenciadas por el dinero de José Castro y las autoridades corruptas que fueron cómplices de este criminal.
En una ocasión, obligadas por la insistencia de esta mujer maltratada, esas autoridades fueron a la casa de Miriam a investigar lo que ocurría y al final concluyeron en su informe que ella “estaba montada de un todo”, que su agresor era un buen proveedor y buen padre. En otra ocasión, obligadas también por la insistencia de esta madre y mujer abusada, las autoridades de la Secretaría de Estado de Educación hicieron una evaluación sicológica a los cinco menores, llegando a la conclusión de que ellos estaban perfectamente bien.
Ante la advertencia de que no se le ocurriera llevarse a los hijos, Miriam optó en varias ocasiones por huir sola del hogar (quizás con la esperanza de que talvez así menguara la violencia de su agresor), llegando incluso a trabajar como doméstica en varios pueblos del país. El dinero no era lo que importaba para esta mujer, sino su seguridad y tranquilidad. Pero José Castro, el arenero, el hombre de los cuartos, siempre la encontraba y la obligaba a regresar, y cuando no era eso, era ella quien acosada por la nostalgia por sus hijos y el miedo de que a ellos les pasara algo, regresaba a la casa. En una ocasión pudo juntar unos chelitos e irse a trabajar a Argentina, pero decidió regresar rápidamente porque sabía en manos de quién había dejado a sus vástagos.
Una noche, como otra noche cualquiera, en la casa de Miriam Brito y José Castro se escuchó un disparo. Nadie hizo caso. Era común escuchar ese tipo de estruendos en aquella vivienda. Sin embargo, en aquella ocasión, el disparo no había sido tirado al aire ni a la cabeza de uno de los hijos de Miriam, ni a la cabeza de ella, sino que quien lo había recibido y había muerto de manera inmediata había sido el arenero.
Una paradoja, ¿no? La historia de Miriam Brito era como la “crónica de una muerte anunciada" de Márquez, con la diferencia de que quien todos esperaban que muriera asesinada eran quien sobrevivía.Al final del juicio que le realizaron a Miriam Brito y a la doméstica Deidania González, estás fueron encontradas culpables y condenadas a 20 y 30 años respectivamente. Una por ser la autora intelectual y otra la material. Aunque en principio Deidania confesó el crimen, luego cambió su versión y afirmó que ella era inocente, que un desconocido (o conocido) entró a la casa y efectuó el disparo.
Hasta la fecha Miriam sostiene que ella es inocente y que ni ella ni sus hijos conspiraron nada en contra de Castro.Yo no sé si es cierta la historia que cuenta Brito, ni la que cuenta Deidania. Tampoco me interesa mucho. Puede que la verdadera historia nunca lleguemos a saberla. Lo que yo sí sé es que Miriam no es culpable. Si Miriam tomó la pistola de su marido y le voló la tapa de los sesos, ella no es culpable. Si uno de los hijos tomó la pistola y le disparó, éste tampoco es culpable. Sí, habrán cometido el hecho, serán responsables por el asesinato de José Castro, pero la sociedad no puede condenarlos.
En todo caso, la sociedad les debe una disculpa. El sistema dominicano les debe… y mucho. Porque, ¿qué otra cosa podía hacer una mujer que ve como masacran a sus hijos y que sufre las embestidas del hombre que prometió amarla, cuidarla y protegerla? ¿Qué otra cosa podía hacer una mujer cuya vida, y la de sus hijos, estaba amenazada y prácticamente sentenciada a muerte? ¿Qué otra cosa podía hacer una mujer que acude una y otra vez, una y otra vez, a las autoridades y éstas no le hacen caso? ¿Qué otra cosa podía hacer una mujer a la que el sistema que debe garantizarle su seguridad le falla?
Algunos de ustedes dirá que nadie es Dios para tomar la justicia por sus propias manos. Algunos de ustedes preferiría verla muerta y no sentir que su ideal de valores y de moral es cuestionado. A algunos se les olvidará también lo que es el instinto de supervivencia, el amor que impulsa a una madre a proteger de toda maldad y todo peligro a sus hijos. A otros también les dará igual que la justicia no haya funcionado y que Miriam Brito haya tenido que chuparse durante 20 largos años los golpes y las vejaciones de un hombre que impunemente se imponía como un Dios vanagloriado por todos y por todo, incluso por las mismas autoridades que tenían que protegerla y que nunca lo hicieron, y que como no cumplieron su papel ahora quieren pasarle factura a esta mujer que hizo lo que cualquier ser humano con un poco de amor a la vida habría hecho: Intentar sobrevivir… a toda costa.
Claro, no nos olvidemos que Miriam Brito sostiene su inocencia, pero yo hablo para aquellos que la han condenado y en el caso supuesto de que esto fuera tan sólo una mentira para poder evadir la cárcel.

En diciembre pasado Miriam fue indultada gracias al esfuerzo de un grupo de organizaciones que trabajan brindándole apoyo a la mujer. Después de pasar un año entero en la pisión Najayo Mujeres, esta superviviente de la violencia de género fue libre al fin (libre de su agresor y del sistema) y pudo volver a reencontrarse con sus hijos. Para muchos la liberación de ella ha sido un flaco servicio de la justicia, pero no lo fue durante los 20 años en que ella fue pisoteada por su marido y por el sistema judicial dominicano.Este caso me hace reflexionar mucho. Pienso, por ejemplo, que la historia de Miriam Brito debería servir para que los diferentes estamentos a los que esto le atañe se cuestionen y se hagan una revisión profunda y concienzuda, de modo tal que otra Miriam Brito dominicana no se sienta desamparada por la justicia y reciba la protección que contempla la ley. De esta manera, ninguna Miriam Brito, o Juana Almonte, o Juan Pérez, deberán tomar la justicia en sus manos (en el caso de que ella lo haya hecho) porque la justicia funcionará correctamente.
También, esto debería mover a serias reflexiones jurídicas, ya que estamos hablando de una víctima con una amenaza de muerte constante que de repente se convierte en victimaria para defender su vida y la de sus hijos. Pienso además, en la complicidad y la indiferencia de una sociedad que todavía cree que la violencia intrafamiliar es "un pleíto de marido y mujer en el que nadie se debe meter", en lugar de pensar que este es un asunto que todos y todas debemos repudiar.
Por otro lado, ahora que finaliza el día, ahora que en República Dominicana se ha puesto el sol y desde la calle me llega el pregón que desde un megáfono hace un señor que ofrece naranjas y verduras, pienso en que yo también pude haber sido ella, en que nadie esta salvo en este país de mierda, en este puto país que amo tanto y en el que cada día las cosas se desmoronan porque coño, yo también, yo también si hubiera sido ella, si hubiera sido Miriam Brito, si hubiera sido esa mujer masacrada, olvidada y reducida a lo más ínfimo, me habría cobijado el corazón con una mano y con la otra habría tomado la pistola y le habría disparado a mi marido.
*Imagen: Miriam Brito junto a tres de sus cinco hijos.

Enamórate de Las Terrenas


Cuando tenía 13 años me enamoré perdidamente de Chavela. Chavela era la muchacha más linda del mundo—me gustaban sus ojos, sus orejas, su cabello, sus labios, sus manos, sus brazos, su mirada, su voz, su sonrisa, su cuello, su espalda. Una vez se estaba riendo tanto conmigo que se le zafó un peo y hasta eso me gustó. Porque, señores y señoras, cuando uno está perdidamente enamorado todo le cae bien a uno.

En esos tiempos no era posible vernos a solas porque sus padres no sabían de nuestros amorcitos de pariguayos. Por fin una noche nos pusimos de acuerdo para juntarnos por sólo 5 minutos en la esquina del liceo donde no había luz. Señores y señoras, cuando uno está más enamorado que un burro en luna llena cinco minutos es toda una eternidad. Y en esos cinco minutos con sólo verla se paró el tiempo, dejaron de correr las aguas, aunque era pleno invierno en Constanza donde vivía, esa noche yo me estaba derritiendo del calor. Y todo lo que pude hacer fue darle un besito estúpido en la mano porque un carro se apareció en la esquina y tuvimos que salir corriendo.

Imagínense si ese amor que uno siente por otra persona se pudiera sentir de igual manera hacia su pueblo. Imagínense usted enamorado de sus calles, de sus cañadas, de sus playas, de sus árboles, de su clima, de su aire, de su sol, de sus montañas, de su gente, de sus contenes, calzadas, colmados, ventorrillos, cunetas, ciénagas, ríos y playas.
Imagínense si en Las Terrenas hubieran cien personas enamoradas del Caño Seco. ¿¡Que sucedería!?

Civismo se define en el diccionario como la "Actitud del ciudadano que cumple con sus obligaciones para con la comunidad." Yo defino al civismo como la actitud del ciudadano que está enamorado de su comunidad. Es como lo que dijo Juan Pablo Duarte, "Trabajemos por y para la patria, que es trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos."

Las Terrenas se merece todo el amor que podamos darle. Enamorémonos de Las Terrenas, mantengámosla limpia, no echemos basura, evitemos la contaminación, seamos honrados, paguemos nuestros impuestos, seamos corteses en las calles, en las calzadas, en los negocios, estudiemos, preparémonos para ser útiles y productivos. Cada acción cívica de su parte es como darle un beso apretado al amor de su vida, a su pueblo.

No hay nada tan bueno y tan sabroso como un beso a escondidas, pero el beso a lo claro es todavía mucho mejor. A uno hasta se le sale la babita de la boca. Y tan bueno es eso como lo es vivir rodeados de ciudadanos con conciencia cívica, ciudadanos enamorados de su pueblo.

Terrenero de nacimiento, Terrenero inmigrante, Terrenero visitante, enamórate de Las Terrenas.

Si Duarte Pudiera Reir










Si Duarte Pudiera Reir…

...Reiría con nosotros al mirar cómo preservamos la tierra, cuidando de sus ríos y cañadas, evitando contaminarlos con basura, evitando destruir permanentemente sus ciénagas y pantanos con rellenos abusivos e ilegales, sembrando y no talando sus árboles de manera desenfrenada, manteniendo una atmósfera limpia sin venenos, evitando contaminar irrevocablemente sus playas y ríos, porque cuidando nuestra tierra nos cuidamos a nosotros mismos.
El que nos dijo: "Trabajemos por y para la patria, que es trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos." ¿No reiría con nosotros al ver como valoramos profundamente a la madre tierra y a sus muchas bendiciones?

El que nos dijo: "Todo poder dominicano está y deberá estar siempre limitado por la ley y ésta por la justicia, la cual consiste en dar a cada uno lo que en derecho le pertenezca." ¿No reiría con nosotros al ver como ciudadanos y líderes actúan en pro del bienestar común, buscando la manera de beneficiar al mayor número de personas con su buen ejemplo, con su integridad y con sus acciones efectivas y justas?

El que nos dijo: "Unidad de las razas, los blancos, morenos, cobrizos, cruzados, marchando serenos, unidos y osados, la Patria salvemos de viles tiranos, y al mundo mostremos que somos hermanos." ¿No reiría con nosotros sabiendo que actuamos sin prejuicios, sin racismo, sin discriminación hacia los demás?
SE HACE PATRIA HONRANDO A DUARTE.
Gocémonos con él, construyendo una patria noble, limpia y hospitalaria.
Honremos a Duarte honrando la tierra.

Sísifo y el Fénix

  LA DESGRACIA DE SÍSIFO Y LA PROMESA DEL FÉNIX (Escrito en el 2009) Todo el mundo tiene una idea de lo que se debe hacer en Las Terrenas. T...