viernes, 27 de noviembre de 2009

Entre lo que somos y lo que deseamos ser


Entre lo que somos y lo que deseamos ser, los terreneros somos la mezcla incompleta—aunque sabrosamente sazonada—de idiomas, etnias, experiencias, música, nacionalidades, colores de piel, riquezas y pobrezas, entre muchas otras cosas. En Las Terrenas nada permanece oculto y todo es, al mismo tiempo, invisible. Con todo y por todo, si hay un lugar donde deseo estar es aquí, en Las Terrenas.

En una forma muy suya, Las Terrenas ofrece un menú mágico de realidades y sueños. El nagüero que vino a motoconchar, la maestra que viaja diariamente desde Sánchez, el parisienne que vendió su taxi y su apartamento, el alemán que vendía autos usados y ahora es plomero, el canadiense jubilado que todos los días se toma un cafecito frente al cementerio y hasta el capitaleño que viene los fines de semana para “botar el golpe”, todos, sin excepción, sueñan y entresueñan aquí en Las Terrenas.

Una tarde me paré frente al Banco León para contemplar a la vida pasar. En menos de 45 minutos mientras tomaba notas, escuché cuatro idiomas que no pude reconocer y otros 5 que sí pude reconocer (ruso, alemán, italiano, francés e inglés). La gente que hablaba tales idiomas andaban en pantaloncitos cortos, en sandalias, dorados por el sol o curtidos por el viento; miraban hacia todos los lados y señalaban a todas las cosas que encontraban (los motoconchos locos, la basura, los perros, los edificios, las personas y (curiosamente), uno se agachó para examinar el líquido turbio que corría cuesta abajo por el contén.

En otra ocasión, comprando vegetales donde Roberto, entraron en menos de media hora unas 15 personas: santiagueros, macorisanos, sancheros, nagüeros, capitaleños, micheros y hasta uno que vino desde Neiba. Díganme ustedes, ¿en qué otra ciudad del pais se pueden encontrar en un mismo día y a escasos metros de distancia los unos de los otros, a tantas gentes, tantos países, tantos idiomas y a tantas circunstancias? Si alguien quiere tener una idea de cómo era alrededor de la Torre de Babel cuando la construían que venga para acá, en Las Terrenas.

Las odiseas a que nos exponen tanta gente distinta en un lugar tan especial como éste, sólo se comparan con los fracatanes de aventuras que presenta el diario conducir por las calles del pueblo. Fuimos bendecidos con la menor reducción de accidentes de tránsito en los últimos dos años, gracias a los “cráteres” en las calles y a las constantes variaciones del tráfico vehicular de una vía, de dos vías, de ninguna vía y de todas las vías; pero, ahora las calles arregladas nos ofrecen igual peligro por lo que nada ha cambiado gracias a la impertinencia de los peores conductores del pais.

¿En qué parte del mundo se espera tan pacientemente que se destruya todo lo que se ha hecho? Imagínense que Felucho, el exsecretario de turismo, formó una compañía para darle 230 millones de pesos para que construyera el desague sanitario de Las Terrenas y lo que hicieron fue una payasada tan grande que hasta dá pena, pero a los terreneros no nos parece importar, seguimos parados o sentados sobre el mismo peligro de mierda desbordada.

El menú mágico del que estamos hablando no estaría completo si no incluímos a los nuevos vaqueros que nos llegan todos los fines de semana: los capitaleños. Muchos de ellos han descubierto que venir a Las Terrenas es menos de la mitad del tiempo que irse a La Romana o a Punta Cana, con menos peligro y con diez veces más las bellezas naturales. Todo el mundo sabe que en La Romana no hay playa que valga la pena, excepto en Bayahibe, mientras que en Las Terrenas diez kilómetros a la izquierda y veinte a la derecha es todo playa, en la que cada pedacito ofrece una experiencia diferente y un paisaje para quedarse ciego de lo bello que es.

Hay muchos terreneros que se levantan cada mañana y después de estregarse los ojos con jabón de cuaba, salen a la calle para admirar a su nueva metrópoli. Aquí se ven desde Hummers hasta cacharros sin bumpers y sin placas. Los otros días andando en el cacharro de mi bicicleta (que ya lleva 14 años conmigo) me pasaron por el lado los más flamantes quads, las más esbeltas motocicletas y los más pesados camiones de 8 ejes, todos por la calle Duarte, cariñosamente conocida por “calle principal.”


Los tapones que a veces se arman no tienen nada que envidiarle al elevado de la 27 de Febrero a las 7:45 de la mañana con la ventaja de que con todo y todo y en pleno mes de enero del 2009, todavía no tenemos el primer semáforo en todo el pueblo. Cuando nos llegue uno tendremos que cerrar la escuela (una costumbre muy común en Las Terrenas) y tirarnos todos a la calle para celebrar la llegada de uno de los objetos más inútiles en este país. ¿Y para qué servirá el semáforo cuando los terreneros no respetamos ni a una viejita cruzando la calle? ¿Y quién escribirá las violaciones al tránsito cuando los motoconchistas se “coman” la roja 20,000 veces al día? Un semáforo añadiría un elemento más al menú mágico-real de nuestra vida cotidiana en el paraíso.

Si alguien lo está pensando dos veces, o si algo piensa que sería demasiado para un solo día, permítanme decirles que estoy de acuerdo. El que viene a Las Terrenas se lo va a encontrar todo a la misma vez: muy mucho y muy poco, muy pobre y muy rico, muy loco y muy cuerdo, muy simpático y muy trágico, muy bello y muy feo, muy calmado y muy alterado. Verá las mujeres más bellas y los hombres más apuestos y para todos aquellos que creemos que por encima del cielo terrenero pasan dos campos energéticos, uno muy negativo y otro muy positivo, volvemos a repetirle a todo el que quiera escucharlo, que entre los extremos están todos los medios y que aquí, en Las Terrenas, se conjugan los sazones, los olores, los sabores, las escenas y los estragos más únicos, más especiales y más inigualables que se puedan encontrar en cualquier parte de la bolita del mundo y hasta más allá…

lunes, 23 de noviembre de 2009

La Penumbra del Presente

¿Cuánto más cerca podremos estar del precipicio?

Algunas personas me han preguntado que si aspiro a ser síndico. Siempre he respondido que no. Aunque creo que el servicio político honra y enaltece, hasta ahora no me he sentido llamado a realizarlo porque, más que todo, estoy ocupado en otro tipo de servicio comunitario. Además, en el sistema político dominicano para poder llegar a una posición de ese tipo es necesario ser miembro de un partido determinado y/o ser candidato reconocido de un partido. Como yo pienso que todos los partidos tradicionales en el momento presente le han faltado al pais por sus altos niveles de corrupción y de salinidad no me siento capaz de funcionar adecuada y efectivamente como parte de uno de ellos.

En tiempos recientes me he sentido profundamente compungido con el escenario político local (“toda política es local”, decía el fallecido vocero de la cámara baja del congreso norteamericano, Tip O’Neill). Por uno de esos idealismos irreconciliables con la obvia realidad, pensaba que los dos partidos mayoritarios, el Partido de la Liberación Dominicana que gobierna al pais, y el Partido Revolucionario Dominicano, ambos fundados por el insigne maestro Juan Bosch, de alguna manera u otra podrían recapturar el idealismo y los principios de su fundador y darían un salto milagroso hacia una plataforma nueva, honesta, transparente, ética y puntual, dentro del marco de las terribles condiciones sociales que afectan al municipio. Fue todo un idealismo, un sueño, un terrible espejismo.

A veces me pregunto, ¿qué pasa por la imaginación de nuestros líderes políticos cuando resulta obvio que gran parte de la población conoce de sus fechorías y de sus traspieses? ¿Cómo es que puede continuar haciendo lo que hacen como si no pasara nada? Claro está, nadie puede realmente culpar a nuestros políticos locales cuando hay políticos mundiales de la estatura de George W. Bush (USA), Silvio Berlusconi (Italia) y Toni Blair (Reino Unido) que han sido verdaderos payasos del haber político y social (reconozco que esa es mi opinión muy personal).

En el caso de las realidades políticas terreneras, algunos podrían argumentar que la comunidad poco a poco va madurando en su capacidad de elegir a sus líderes ya que, después de todo, éste sigue siendo un municipio relativamente joven. Muchas veces las esperanzas se colocan sobre personas consideradas como “capaces” aunque, recientemente, alguien comentó que tomando a Las Terrenas, El Limón, Santa Bárbara y Las Galeras como ejemplos el municipio que mejor ha hecho en sentido general (Las Galeras) es el único dirigido por una persona de limitada preparación académica pero que ha logrado desplegar honestidad, efectividad y amplia visión en la manera en que escogió estrategias y fomentó decisiones francamente ambiciosas y productivas.
De todos los síndicos que ha tenido Las Terrenas el actual parece ser el de mayor nivel académico, conquistando su licenciatura mientras está en funciones, siendo igualmente el más joven entre los que han dirigido al municipio. Es también la persona que despliega una ambición política algo desmedida. En el conjunto de esos factores el síndico actual ha desplegado igualmente las mayores incapacidades dentro del marco de un municipio de tanta riqueza y de tanto potencial, mientras que para sorpresa de muchos un buen número de munícipes sigue pensando que es el que más ha hecho aunque es el que más obviamente ha hecho caso omiso a leyes y a posibilidades, manejando la gerencia de manera autocrática y dictatorial. Cabe recordar el decir de que los pueblos se merecen los líderes que tienen, lo que me hace pensar acerca de qué es lo que tiene Las Terrenas para merecerse un líder tal. Las especulaciones abundan! (Derecha: el señor síndico de Las Terrenas; a veces me lo imagino sentado debajo de una mata de mango, riéndose de este pueblo!)

Si la preparación académica no es garantía de nada es probable que experiencia en ser “vivos” sea un requisito esencial, porque la política moderna frecuentemente se ha identificado con el neoliberalismo, fundado por Keohane y Nye, la filosofía igualmente atada a la economía en que el enfoque se centra en las “ganancias absolutas” y no en las “ganancias relativas.” De esa manera si alguien añade a la posibilidad de ganar el municipio (incluyendo haciendo alianza con personas que podrían ser altamente cuestionables pero que manejan fuerzas directas o indirectas) entonces ese es el candidato al que hay que darle apoyo.
El mejor ejemplo de ello lo constituye el actual síndico quien ha aportado muy poco al desarrollo integral del municipio y al que algunos de nosotros hemos acusado de severas faltas, pero quien ha logrado crear la impresión de poder otorgar la “ganancia absoluta” de reconquistar el municipio, sobretodo en el contexto de los otros dos candidatos, Guillermo y Willy, ante sus potenciales oponentes. Esto quiere decir que para el partido es mejor preservar el poder (ganancia absoluta) aunque eso signifique utilizar a una persona pobremente cualificada para hacerlo como debiera ser.

Otro ejemplo lo es el actual senador y candidato a la reelección a la senaduría, el Dr. Prim Pujals, una persona que ni siquiera es miembro del partido de gobierno, pero forma parte de la maquinaria del Dr. Carlos Morales Troncoso, reformista aliado al Presidente Fernández y canciller de la república. La candidatura a senador es un regalo del Presidente Fernández a Morales Troncoso por su lealtad aunque el senador Pujals es, posiblemente, uno de los senadores más ineptos en el pais. Me pregunto muchas veces cómo es que una persona considerada por algunos como “inestable” pueda ser aceptada por el partido para la posición más alta en la provincia. No tiene sentido desde el punto de vista de “ganancia relativa”, pero sí desde el punto de vista de “ganancia absoluta.” O sea, ayuda a mantener a un aliado político nacional dentro del redil aunque eso signifique sacrificar a una provincia pequeña a nefastos resultados. (Foto izquierda: El Dr. Prim Pujals es acusado de ser loco pero la realidad es que de tonto no tiene nada!).
Yo creo que Las Terrenas debe abandonar el modelo neoliberal y que sus fuerzas políticas debieran reunirse en una cumbre para procurar un Pacto Por El Futuro, creando conciencia y fomentando los procesos necesarios que en los próximos séis años puedan colocar a Las Terrenas en un sitial envidiable y, sobretodo, para hacer frente a las tareas indispensables del desarrollo sostenible e integral del municipio. Para llegar ahí habría que abandonar los intereses individuales y partidarios en pos del mayor bienestar comunitario posible porque, como decimos en Terracción, “Las Terrenas merece lo mejor.” Por ejemplo, la pobreza y la marginalidad cunde por los cuatro puntos cardinales del municipio y, lamentablemente, no se escucha a nadie hablando de la necesidad de hacerle frente. La pobreza no es argumento de los políticos tradicionales, excepto para mantener a los más pobres bajo la dependencia del clientelismo político.

Caramba, quizás debiera considerar seria y humildemente candidatearme como síndico.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Conciencia y Acción Social en Las Terrenas

Padre Rogelio Cruz Ofrecerá Taller en Las Terrenas
El Padre Rogelio Cruz conducirá un taller sobre Conciencia y Acción Social como parte de los eventos que el proyecto comunitario Terracción tiene preparado para este fin de semana. El taller se celebrará en la Biblioteca Anacaona de la Fundación Mahatma Gandhi a partir de las 9:30 am hasta el mediodía del sábado 7 de noviembre.
El taller comenzará con un desayuno ligero para los participantes y las diversas dinámicas del encuentro permitirán que los participantes experimenten con la metodología liberadora de Paulo Freire, a través de las cuales los asistentes ayudan a construir y a desarrollar sus propias realidades partiendo de lo que saben, de lo que sienten y de lo que viven.
La conciencia social transformadora es el resultado de profundas reflexiones que llevan al descubrimiento de realidades antes no exploradas, pero que empujan a la acción social íntegra y auténtica, no en las manipulaciones clásicas del liderazgo tradicional. El Padre Rogelio Cruz ayudará a los participantes a descubrir el valor y el uso de la conciencia y la acción social en nuestro municipio de Las Terrenas.
El taller está abierto para todos los líderes comunitarios ya sean barriales, en asociaciones, sindicatos, juntas de vecinos, clubes de madres, iglesias y grupos deportivos, profesionales y estudiantiles. El cupo está limitado y para reservar su espacio por favor contacte a José Bourget al 809-371-0986, o escribiendo a josebourget@gmail.com.

jueves, 29 de octubre de 2009

Pobre, Sanki, Político y Pistolero


Rafelito era un muchacho cualquiera: alto, moreno, flaquito, pelo crespo, una cicatriz encima de la ceja izquierda, nalgudo y comparón. Lo de comparón es debatible, pero las chicas que lo conocen dicen que como tiene los ojos claros se cree más chulo que nadie. La verdad es que hace un tiempo se fue a bailar a La Caldera, un barcito típico cerca del hotel Los Cocos, y allá se le pegó una sueca despampanante con la que se pasó una semana entera y desde esa fecha se sigue creyendo que es un mamito. No importa que la sueca le llevara 20 años, lo que vale es que era despampanante.

Yo no creo que era sueca ni nada, pero sí era rubia y de ojos azules. Yo estaba ahí, yo lo ví. Además, Rafelito nunca había tenido una noviecita rubia jincha y desde ese día todos pensamos que algo le dijo la gringa que lo hizo sentir ciudadano de los cielos y compañero de las nubes.

Bueno, Rafelito vivía en El Hoyo, uno de los barrios más feos que pueda haber, y después del episodio de La Caldera alguien le dijo que como ya era un chulo debía meterse en política, sobretodo por el hecho de que ya estudiaba derecho. El no le puso mucha atención al principio pero una noche se soñó acompañando al presidente de la república en un recorrido por la provincia y desde ese momento se soltaron las aguas. Se juntó a uno de los políticos ambiciosos del lar local, el que se amarró con uno de los gobernadores más ineptos y corruptos y con todos los amarres que hicieron ganaron la candidatura de su partido. (foto derecha, Rafelito era un muchacho cualquiera).

De la noche a la mañana Rafelito dejó de ser el muchacho alto, moreno, flaquito, pelo crespo, nalgudo y comparón y se convirtió en un chulo de la política. Lo pusieron a manejar los cuartos y él, que nunca se imaginó tal cosa, se infló de deseos, presunciones y hasta de autoridad. Como sabe todo el mundo, lo peor que se le puede dar a un ignorante es un poquito de autoridad porque se le sube a la cabeza, pero la política tradicional se basa en darle a un grupo de ambiciosos una pequeña cuota de poder (y de dinero) suficiente como para que se sientan hambrientos para coger más y, de ahí en adelante, nadie los para. Bueno, eso pasó con Rafelito. No solamente se llenó de autoridad sino que se infló de orgullo y vanalidad. Se compró una yipetica y mantenía a dos novias. ¿Quién diría que el morenito de El Hoyo, el de la vieja sueca, terminaría en esas alturas? Bueno, así son las cosas de la política…

Una vez hubo un lío con un inversionista que tenía una propiedad cercana a la playa y que quería adueñarse de un pedazo de terreno. Lo único es que el pedacito de terreno era un camino que conducía de una playa a la otra, caminito que usaban turistas y locales desde tiempos inmemoriales para llegar de un sitio a otro. El inversionista echó piedras, caliche, alambres de púas y hasta hormigón armado y cerró el paso a todo el mundo. Para lograrlo le dio un millón de pesos a Rafelito y decenas de miles de pesos a los regidores, quienes muy alegremente ni dijeron ni hicieron nada. Rafelito realmente maneja esos fondos para el síndico de la misma manera en que habla de cobrar solamente el 50% de los impuestos para el quedarse con el otro 40% (los inversionistas se ahorran un 10%). (Foto izquierda, Rafelito con la sueca).

Con todas esas lugubriedades Rafelito muy pronto se convirtió en un verdadero cacique político. Aunque terminó la universidad ya no necesita ese título. Tiene suficientes cantidades guardadas para durarle un buen rato, dió ejemplo de cómo convertirse de nada en algo y ayudó a inspirar en muchos jóvenes el deseo de hacer lo mismo. Esa es una de las vainas de este asunto, que el impacto de la malo perdura por generaciones cuando otros pobres desgraciados se dan cuenta de que la única manera de llegar a un sitio es robando y engañando, sobretodo porque nadie dice nada ni hace nada.

Rafelito nos presenta un dilema ético y social. Nosotros que contemplamos a Rafelito desde lejos debemos reflexionar sobre algunas cosas. ¿Por qué Rafelito llegó donde llegó? ¿Cómo es que un cualquiera puede adueñarse de tanto en tan poco tiempo? ¿Qué aprenden los jóvenes de las experiencias de personas como Rafelito? Si la única manera de llegar a ser alguien es siendo corrupto y robando ¿querrá eso decir que en este pais la única esperanza de los pobres es convertirse en político y aliarse con los más corruptos? (Foto derecha, Rafelito hecho un verdadero "pistolero".)

Cuando pienso en Rafelito doy gracias al universo por las personas honestas y sensibles, las que tratan de hacer algo con sensatez, con justicia y con integridad. ¿Qué bueno sería si algunos nos levantáramos a la altura de la bandera para exigir una transformación, para provocarnos a la honestidad y para darle una pela bien dada en las nalgotas jinchas de tipos como Rafelito.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Cine Club en Las Terrenas, Comienza 2 de noviembre

Cine Club
El cine que ya deberías haber visto
Lunes, Noviembre 2, 9, 16, 23 en El Mambo Social Club (detrás de Pizza Coco), a partir de las 8 pm. $100 por persona.
Además de disfrutar el evento estarás ayudando a una buena causa.
Gracias a Ana, Sandro y Susy por hacerlo posible.

sábado, 24 de octubre de 2009

La Increíble Torpeza de Don Marcos

Todo el que se sienta a pensar por lo menos durante cinco minutos cada día sabrá que hay dos cosas que nunca se pueden hacer: lavar platos con una cortada en un dedo y estornudar cuando el bebé está durmiendo.

Don Marcos era un viejo torpe y tozudo que se sentaba al frente de su casa recostado sobre una mecedora semi-pintada a la que le hacía falta uno de los brazos. “La mece se parece a mi,” decía Don Marcos, “está chueca y jodida, como todos los que nos dirijimos a la tumba.”

Eso lo decía don Marcos cada día cuando los que pasaban frente a él lo saludaban. “Aquí como esta maldita mecedora, listo pa’ irme de aquí.” Eso se lo decía a los hombres porque a las mujeres, sin importar edad, tamaño, color de la piel, vestimenta, color de los ojos o de los zapatos, lo que le decía era “adiós buena polla, tú si tá’ elegante hoy, aquí toy yo, tu gallo.”

Don Marcos era un “fre’co”, de esos a los cuales nada ni nadie podía enmendar.

Un día se puso a lavar la tazita de café después del almuerzo y se dio cuenta de que tenía una cortada en un dedo. Parece que uno de los clavos que agarraba al brazo ya desaparecido de la mecedora lo había cortado. El no sintió nada, pero cuando comenzó a fregar sintió una quemazón y un picor enorme y entonces se miró el dedo.

-“Carajo,” dijo, “hasta los dedos se me están picoteando.”

En eso entró al aposento para buscar una curita en su mesita de noche y en la cuna estaba el primogénito de su nieta, casi recién nacido. Cusa era el apodo que tenía la nieta la que tuvo su primer bebé a los flamantes 15 años, fruto de una recogida inocente un martes de noche en la Esquina Verde. Un carajito de 16 años le ofreció una cerveza y los dos terminaron ya saben ustedes dónde. Nueve meces y dos días más tarde nació Ramoncito, de 5 libras exactas.

Ramoncito no estaba muy fuerte y era de muy mal dormir. Cusa estaba tratando de coger un sueñito cuando Don Marcos entró en la habitación. Cuando él se agachó a buscar la curita en la gaveta de la mesita de noche le salió tremendo estornudo.

-“Tiquituá!!!” Se estralló don Marcos con una fortaleza que no sabía tenía todavía.

Ramoncito dio un salto en la cunita y enseguida pegó un grito y comenzó a llorar.

“C-ñ-,” gritó Cusa desesperada, habiendo pasado una mala noche con Ramoncito y casi gritando de desespero entre estar dormida y estar despierta. Sólo las madres que pasan malas noches con sus hijos saben lo que sentía Cusa en ese momento.

Don Marcos se sintió mal pero se sintió peor cuando se dio cuenta de que la herida del dedo comenzó a sangrar cuando buscando la curita en la gaveta se abrió la herida y se hizo otra con una navaja de afeitar que se había olvidado estaba ahí.

-“Al deo malo to’ se le pega,” acertó a decir el viejo, mientras hacía el intento de salir de la habitación lo antes posible, antes de que a Cusa se le antojara decir que se encargara del bebé y tratara de dormirlo en la mecedora. “Ya yo no toy pa’ fuñir con muchachitos mocosos y sucios, ya yo crié lo’ mío”, concluyó antes de desaparecer por la puerta de entrada.

Lo que don Marcos no sabía era que una ciguita se había posado en el asiento de la mecedora y en los breves segundos en que estuvo ahí le dejó un “paquetito,” un pequeño mojoncito húmedo y resbaladizo. Cuando el viejo se sentó sintió algo húmedo en el trasero, pero no pudo imaginarse lo que pudo haber sido. “Yo no tengo diarrea” fue lo que pensó, así que se quedó sentado tranquilito mientras que el mojoncito se esparcía por todo el fundillo.

Me imagino que así nos pasa a todos los que nos estamos poniendo viejos, una cosa viene detrás de la otra y el día menos pensado nos damos cuenta de que la vida sigue su camino, que "el mundo sigue girando, girando” y que para sentir el aire en los pulmones, la saliva en la boca y el hedor en los sobacos no hace falta más que estar vivitos y coleando.

Las Dos Ciudades


Si las cosas siguen como van pronto habrán dos ciudades: Las Terrenas 1 y Las Terrenas 2. ¿Por qué? Porque el crecimiento descontrolado, sin planificación ni estrategia, ya comienza a producir múltiples realidades sociales en nuestro medio, siendo una de las peores la marginalización de sectores. La marginalización tomará dos formas: privilegiada (como en los sectores de playas y de alta valorización) y depreciada (como la de los barrios pobres y económicamente marginados).

El casco urbano de Las Terrenas se ha comercializado siendo más visibles las plazas y el creciente número de negocios de varios tamaños. Antiguas casas de familias son ahora tiendas de ropa, bancas (las que aparecen sin control), colmados y supermercados, boutiques, bares y restaurantes. Las familias se han mudado a otros sectores y los que vienen a vivir a Las Terrenas, fruto de la migración interna, carecen de los recursos para pagar altos costos de alquiler, por lo que se van a los barrios depreciados y marginales.

Las nuevas avenidas, según el sentir de algunos, servirá para encerrar y/o separar los unos de los otros, facilitando fácil acceso a las clases privilegiadas que no tendrán que pasar por el pueblo, mientras que las clases marginadas quedan en cordones de pobreza real o potencial.

El descuido criminal del centro urbano, principalmente causado por la acumulación de basura y el pasmoso tráfico vehicular tienden a crear presiones sicológicas de escape; o sea, la gente desea menos y menos tener que “pasar por el pueblo.” Como ya hemos podido ver, señales de tránsito y nuevas zonas de estacionamiento no resultaron en un mejoramiento del tránsito vehicular. De hecho, la gente se estaciona a diestra y siniestra, no existe un enforzamiento de las señales de tránsito y cada uno continúa haciendo lo que le venga en gana en relación al movimiento vehicular. Hay horas y días en que, francamente, es mejor quedarse uno trancado en su casa que aventurarse a las calles.

Las Terrenas 1 no tendrá tales problemas. Mejores calles, iluminación vial, recogida efectiva de la basura, protección de guardianes privados, acceso directo a las playas y los beneficios privados de complejos residenciales con todas las garantías de placer y comodidad. Las Terrenas 2, por el otro lado, será un “sálvese quien pueda.”

Un ejemplo singular lo constituyen las torres o antenas de teléfono, construídas en el mismo centro del pueblo, a escasos metros la una de la otra y sin atención a los peligros reales y potenciales causados por la exposición a las radiaciones que producen. Tales cosas quedarán en Las Terrenas 2 y no estarán presentes en Las Terrenas 1.
Con una nueva Constitución al servicio de intereses particulares uno puede imaginarse Las Terrenas 1 con proyectos turísticos desde Punta Popy hasta La Barbacoa, cada uno con privilegios de acceso y protección a sus playas “privadas.” Eso quiere decir—bajo la nueva Constitución—que para proteger la inversión privada se podrá controlar el acceso a tales playas. Muchos que viven y/o tienen negocios desde la Aldea de Los Pescadores hasta Las Ballenas podrían reclamar lo mismo, quedando para el pueblo solamente el frente de playa desde Casa Blanca hasta la desembocadura del Río Las Terrenas (frente a la Policía). Pero ni siquiera esa porción estaría totalmente protegida. El Sindicato/Cooperativa de pescadores en proceso de formación ya se ha dado cuenta del peligro que corren y han empezado a luchar por la preservación de las playas.

Si ellos se han dado cuenta el resto de nosotros los terreneros debemos abrir los ojos aún más grandes.

Claro está, esas son especulaciones mías y no habrá quien se sienta con derecho a insultar mi osadía. Pero, ¿qué pasaría si tuviera la razón aunque sea parcialmente? ¿A quién le afectaría y qué deberían hacer?

La mejor forma de garantizar cambios permanentes y estables es a través de una gestión municipal progresista, educada y visionaria. En el argot de desarrollo comunitario se habla de una gestión que ayuda a crear “políticas de gestión,” o sea, el manejo de los temas, recursos y funciones principales de la comunidad. Cada política de gestión conlleva prácticas, estrategias, recursos, personal y objetivos. En el momento presente no hay ni gestión ni política de desarrollo municipal, tampoco hay estrategias ni funciones estratégicas en base a objetivos específicos. Como no hay tales cosas tenemos un caos.

Mi temor es que Las Terrenas 1 será una ciudad moderna, cosmopolita, bien organizada y gobernada por los intereses muy particulares de aquellos que dejan a los inversionistas decidir y tomar acción. Después de todo a ellos les conviene que las políticas preserven el buen estado de sus inversiones y la satisfacción de sus inversionistas. Lo contrario sucedería con Las Terrenas 2, donde el caos, la falta de planeamiento, el clientelismo político y tantas otras faltas que se podrían mencionar simplemente convertirían “al pueblo” de Las Terrenas en un desastre de inmensas proporciones.

Los que piensan que los próximos 6 años son como otros cualquiera más les vale aguzarse. Los terreneros debemos actuar sabiamente y empezar a informarnos debidamente, de tal manera que podamos actuar en consonancia con un mejor sentido común y con una visión más amplia de la comunidad que deseamos.

Todavía estamos a tiempo!

Sísifo y el Fénix

  LA DESGRACIA DE SÍSIFO Y LA PROMESA DEL FÉNIX (Escrito en el 2009) Todo el mundo tiene una idea de lo que se debe hacer en Las Terrenas. T...