Anatomía de un Desastre en Las
Terrenas
Mediante una simple observación
se puede nota que por la tapa del desague sanitario frente a la entrada del
hospital se vierten en la calle unos 10 litros de agua contaminada con
excrementos cada minuto. En un metro
cúbico de agua hay 1000 litros de agua, eso quiere decir que desde esa tapa se
estaría expulsando aproximadamente un metro cúbico de agua cada hora y media. Mil litros de agua es el equivalente a un
tinaco de 250 galones. Eso quiere decir
que solamente por esa tapa se tiran a la calle cada día unos 16 tinacos de 250
galones o 4,000 galones por día.
Si multiplicamos lo que produce
ese hoyo frente al hospital con la que se produce en otros cinco puntos en el
pueblo estamos diciendo que 20,000 galones de agua contaminada (80 metros
cúbicos) proveniente del sistema de alcantarillado y séptico corre por
contenes, calles, patios, cañadas cada día.
¿Adónde va esa agua contaminada? Pasa por los contenes del barrio del hospital
y por la cañada que la rodea, por el Caño Seco y sus calles aledañas, por los
contenes y cañadas en Abra Grande, por la calle Gregorio Luperón que comunica
al barrio del hospital con el BTA, por la calle Francisco Alberto Caamao Deñó
frente al antiguo Hotel Cacao Beach y quién sabe donde más. La podredumbre en el Caño Seco se une a la
podredumbre del Río Las Terrenas que comienza por el vertedero y termina en la
playa frente al destacamento policial.
La podredumbre del barrio del hospital paso por la cañada que desemboca
en la Laguna Maricó y eventualmente termina en Playa Las Ballenas. Hay calles, casas y patios donde la
podredumbre pulula a flote por haberse saturado el subsuelo.
Esa agua contaminada no es
solamente excrementos y orina, sino que está mezclada que el agua subterránea
que se introduce en las tuberías.
Además, no todas las aguas contaminadas salen a flote, algunas permanece
en el subsuelo, terminan en las aguas subterráneas, contribuyen a la
debilitación del suelo, poniendo en riesgo a corto y a largo plazo la
salubridad en nuestros hogares, de los ríos y las playas.
A manera de contexto, usando el
método de evaluación rápida de contaminación de agua, aire y suelo de la
Organización Mundial de la Salud, el Centro para el Eco-Desarrollo de la Bahía
de Samaná y su Entorno (CEBSE) realizó una evaluación en el 1994 para los
municipios de Sánchez y Samaná (ver
http://www.bvsde.paho.org/bvsaidis/puertorico/xiii.pdf), Según el estudio realizado por el CEBSE, el
río Las Terrenas descarga a la playa 40,000 metros cúbicos de agua residuales
residencial y hotelera por año y 540 toneladas por año de residuos
sólidos. Esto causa una contaminación
microbiológica y físico-química a través de todo su cauce y en las playas que
son utilizadas por turistas y lugareños.
De acuerdo a ese estudio que data del 1994, Las Terrenas producía 1,500
toneladas de basura al año depositada a cielo abierto y 64,000 metros cúbicos
de agua residual doméstica y hotelera vertida a cielo abierto.
Este estudio debe ser replicado o
una nueva metodología de medición utilizada, para evaluar los niveles actuales
de contaminación después del desastre medioambiental causado por el
alcantarillado mal construído, 20 años después del estudio original. Estimamos que los resultados no revelarían
mejora, sino un desequilibrio y condiciones mucho mayores.
¿Quién va a someter a Felucho Jiménez y al
ingeniero José Aponte por provocar en Las Terrenas los excesivos niveles de
contaminación en nuestras casas, calles, ríos, cañadas, lagunas y playas a raíz
de un sistema de desague inefectivo, mal construido e inoperante? ¿Quién someterá a esas personas y a los que
observaron lo que ocurría, como las autoridades edilicias de ese entonces, la
gobernación, los encargados de los departamentos correspondientes del gobierno
central? ¿A quién haremos responsables por
provocar enfermedades gastrointestinales, en la piel y todas las otras cosas
que resultan de oler, tocar, pisar y llevar a nuestros pisos y patios
excrementos líquidos, condiciones difíciles de computar en término a pérdidas
económicas, de calidad de vida pero que afectan a niñ@s, ancian@s y personas en
general? ¿Será posible que las consecuencias
de esa podredumbre no nos duela lo suficiente como para permitir que las
culpables y responsables permanezcan impunes mientras Las Terrenas se ahoga en
excrementos?
La Planta de Tratamiento y Alcantarillado en la Prensa
Según el informe del Ministerio
de Turismo, la planta de tratamiento de Las Terrenas fue construída con fondos
del CEIZTUR (Comité Ejecutor de Infraestructuras en Zonas Turísticas) por un
monto de
RD$213,561,383.00
millones de pesos. Las obras fueron
dirigidas por el titular de la CEIZTUR, ingeniero José Aponte bajo la gestión
del ministro de turismo Felix (Felucho) Jiménez. O sea, lo que ocurrió en Las Terrenas con el
sistema de desague y la planta de tratamiento se lo debemos a la gestión del
exministro de turismo Felucho Jiménez al que muchos recuerdan como uno de los
mejores “amigos” de Las Terrenas. Según
la prensa nacional en el 2011 (ver
http://elnuevodiario.com.do/app/article.aspx?id=238367)
, el gobierno invirtió 892 millones de
pesos en obras de infraestructura en Las Terrenas. En las palabras del Ministro de Turismo con
esos fondos se construyeron el sistema de alcantarillado, la planta de
tratamiento de aguas residuales, la reparación de la carretera Sánchez-Las
Terrenas y el asfaltado de calles en el municipio.
En visita realizado por el
expresidente Leonel Fernández en septiembre del 2009, el entonces ministro de
Obras Públicas Víctor Día Rúa explicaba que la planta de tratamiento en
construcción en esa fecha daría solución a los problemas sanitarios en la
comunidad (ver
http://elnuevodiario.com.do/app/article.aspx?id=167696). Ahora, cinco años más tarde, no se han
solucionado los problemas sanitarios sino que se han empeorado por obras
realizadas por ese mismo gobierno.