(Foto: José Alexis Martínez, escuchando la sentencia en su contra por desfalco)
Los eventos de los últimos
cuatro meses en Las Terrenas revelan la presencia de una dinámica profundamente
reveladora en el pensar político de muchos actores claves dentro del Partido de
la Liberación Dominicana. La más concreta
realidad es que el alcalde del PLD fue puesto en prisión domiciliaria a raíz de
un proceso iniciado por los tres regidores del PRD. A pesar de tres intentos en la corte para que
no se ejecutara la medida de coerción (uno de ellos verdaderamente vergonzoso),
o de que se alterara sus resultados (los dos últimos), el Alcalde sigue
sometido bajo la medida (aunque no hay control para sus entradas y salidas).
A raíz de todo el
proceso se han escuchado voces que han sugerido o afirmado lo siguiente: a) que fue todo un tramaje político; b) que
la Dra. Mariana Vanderhorst ha promovido y financiado todo el proceso; y c) que
José Alexis vuelve y vuelve y que el PLD local está ahora unificado detrás de
él y el PLD nacional va a defenderlo en la corte. Hay otras ideas relacionadas a los hechos
centrales pero cabe la pena examinar el contexto más amplio y reducirlo a su
más mínima expresión, no como una oferta de razonamiento concluyente sino para
fertilizar aún más nuestras exploraciones sociales porque, ciertamente, lo que
ha ocurrido es histórico y tiene un gran potencial para que todos aprendamos y
nos enriquezcamos del mismo.
La más mínima expresión
radica en dos palabras: forma y
fondo. Los defensores de José Alexis se
enfocan en la forma, en todas las posibles y reales manifestaciones de personas
que llevaron al mencionado a la corte amparado por una auditoría de la Cámara
de Cuentas correspondiente al año 2010.
No debemos olvidar que de eso se trata, fue sólo el año 2010, mientras
que el Alcalde ha sido la autoridad edilicia desde el 2006, o sea, por 8
años. Arguyen que hubo manipuleo
“político” y que los opositores de José Alexis han manipulado la corte y han
utilizado recursos y procedimientos para condenarlo que no se fundamentan en la
realidad de los hechos. Bajo la
sombrilla de ese argumento, que “fue todo político” pretenden descartar la
validez del proceso. Tienen razón, fue
todo politico, porque la administración edilicia, los procesos para obtenerla,
su manejo y sus resultados son todo políticos y cuando sale bien se benefician
los politicos que la sostienen y cuando sale mal ocurre lo contrario.
Llamar algo “politico”
no debe ser una maldición, ni una acusación, porque dentro de una democracia la
política es el proceso para ejercer autoridad y para manejar los recursos
disponibles del Estado. Pero los que se
concentran en la “forma” parecen olvidarse del “fondo” del asunto. El fondo es simple: todos los actores politicos locales, sin importar
partido, pero más que todos los actores politicos dentro del PLD, desde
regidores pasados hasta los presentes, administradores edilicios, presidentes y
directivos de intermedios, hasta dirigentes provinciales y nacionales saben lo
que ha estado ocurriendo en la alcaldía desde el 2006 y que el estilo, la
persona y las acciones del Alcalde han sido altamente cuestionables en muchos
aspectos. Ministros y dirigentes de su
propio partido han conocido y conocen la mayoría de las acciones del Lic. José
Alexis y de los que han estado con él, lo hablan entre ellos, lo discuten y critican
entre ellos y lo desaprueban, algunos más que otros.
Ese es el fondo, o sea,
que José Alexis verdaderamente había conducido un gobierno municipal corrupto, mal
administrado, que se manejaron mal los fondos dedicados al bien común, que unos
pocos se han beneficiado del mal manejo y que detrás de “indelicadezas” y malos
procesos administrativos se han cometido atrocidades inconfesables.
El fondo es que hay
razones suficientes para admitir que se actuó mal para perjuicio de todos,
incluyendo del mismo José Alexis, quien pudo haberse vestido de gloria, pero
prefirió enlodarse. Concentrarse en la
“forma” y decir que todo fue una trama financiada ocultamente y que hasta la
corte está envuelta en eso es ocultar que el cadáver hiede. La corrupción en Las Terrenas hedía todo el
trayecto hasta el palacio nacional y eso lo conocen todos los dirigentes
peledeístas. Los que recientemente fueron
a beber un cafecito con José Alexis lo saben y lo sabían, los que argumentan
que pronto vuelve lo saben y lo sabían y los que pretenden tapar el sol con un
dedo también saben que el fondo del asunto es real y no es invento.
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