lunes, 15 de diciembre de 2014

La basura y el futuro de Las Terrenas



La alcaldía se apresta a realizar una licitación de contrato para la recogida de basura en el municipio.  El presidente del Concejo Municipal y la alcaldesa interina anuncian vistas públicas y la participación de varias empresas.  El proceso es transcendentalmente importante para la ciudad y compromete a todo ciudadano de conciencia a prestar cuidadosa atención. 


La recogida de la basura es relativamente sencilla, se necesitan obreros, equipos adecuados, un sistema eficiente y un horario pertinente.  El problema, sin embargo, no es la recogida sino la disposición final de la basura.  En Las Terrenas tenemos el sistema más común de manejo de desechos sólidos, un depósito a cielo abierto donde va a parar todo lo que se recoge.  Ese depósito ha alcanzado su plena capacidad varias veces y hace apenas unos meses que la alcaldía lo reacondicionó para extender su vida útil

Los cientos de toneladas de basura que se recoge cada año constituyen un severo problema medioambiental que incluye daños al suelo, al subsuelo, contaminación del aire y de las aguas tanto subterráneas como superficiales, afectando la vegetación, afeando el paisaje y degradando la calidad de vida de las personas que viven cerca y en todo el pueblo.  El vertedero local está localizado cerca del manantial que da origen al río Las Terrenas y la contaminación que produce atraviesa los barrios La Granja, Come Pan, Caño Seco, Pueblecito, parte del corredor turístico y, finalmente, termina en la playa.  Contratar a una empresa para hacer lo mismo de años anteriores es negarnos a aprender de nuestras experiencias recientes y condenarnos a los mismos sufrimientos de décadas anteriores.  Además, todo vertedero tiene un tiempo de vida útil limitado y contratar a una empresa para seguir haciendo más de lo mismo es posponer la decisión de hacer algo mejor por el bien de la comunidad.
                                                                                  
Entre los materiales orgánicos e inorgánicos de los vertederos a cielo abierto se producen reacciones químicas y biológicas de gran impacto en la salud humana, animal y de la tierra misma.  Sustancias poderosamente dañinas pasan al subsuelo y cuando llueve bajan por la superficie hacia los ríos y cañadas (lixiviados).  Al quemarse ya sea por auto combustión del metano o para reducir el volumen se llena la atmósfera de toxinas carcinogénicas, muchas de las cuales producen afecciones respiratorias.  Los vertederos son focos de enfermedades infecciosas por los roedores y moscas que los habitan y por la misma actividad humana que transporta la insalubridad a las casas y barrios.  Todos esos factores constituyen una constante amenaza a la salud, al medio ambiente, al paisaje y a la vida marina y turística.

El manejo tradicional de la basura tiene otros inconvenientes.  Cada mini vertedero
colocado en las calles contamina igualmente el ambiente y tiene un impacto visual y olfativo negativo.  Aunque son mejores que fundas plásticas en las calzadas, continúan siendo fuentes de infecciones por el entorno insalubre que crean en calles y calzadas, atrayendo a roedores y otras pestes.  Los  mini vertederos multiplican el efecto dañino del vertedero central y la experiencia reciente de tener 200 de ellos en las calles de Las Terrenas deja mucho que desear.  Para un sitio turístico como el nuestro es una constante estocada de insalubridad.

Entonces, ¿qué podemos hacer?  Meses atrás decíamos a la alcaldesa interina que contratar a una empresa que cobra por el peso de lo que recoge es crear un barril financiero sin fondos.  No hay aliciente para mejorar al medio ambiente, ni para compostar, ni para reciclar porque lo que la empresa necesita es volumen y peso, para cobrar mucho.  Una contrata tradicional basada en volumen y peso condena al municipio a prácticas dañinas a corto, mediano y largo plazo.  Refleja una carencia de visión, de decisión y de liderazgo ante uno de los problemas más comunes relativos a uno de los servicios municipales esenciales. 


La respuesta al manejo de los desechos sólidos no está en seguir haciendo más de lo mismo, sino en aprovechar este preciso momento para transformar el problema y convertirlo en oportunidad.  Con motivación, educación y liderazgo Las Terrenas pudiera convertirse en un municipio modelo.  Por ejemplo, casi la mitad de la basura es orgánica y en lugar de ir al vertedero podría dar paso a la creación de mini empresas que la conviertan en abono o en energía eléctrica.  Casi la mitad del resto de la basura es reciclable totalmente (metales, vidrios, cartones y ciertos plásticos) por lo que sería una lástima que el manejo de desechos sólidos no resulte en algo más fructífero y provechoso para la ciudad.

Este es el momento de hacer de Las Terrenas un municipio que recicla, que composta y que genera energía de su basura, convirtiéndola  en el principal negocio del municipio, contribuyendo a su estabilidad financiera, mejorando el medio ambiente y potenciando al futuro turístico por el impacto positivo que tendría en la comunidad.  Yo estoy dispuesto a pagar por un manejo tal, pero no por el que terminaría enfermando al medio ambiente y enfermando a mi familia. 


Reciclar no debiera ser una mala palabra.  Existen técnicas y procesos dentro del país que utilizan la materia orgánica de la basura y la convierten en fertilizante o en energía eléctrica.  Existen también agencias internacionales que proveen asistencia técnica, aportando fondos y capacitando el personal humano.  No ocurrirá de la noche a la mañana pero el futuro de Las Terrenas requiere una inversión de uno o dos años para obtener los conocimientos, establecer los sistemas, implementar las prácticas y adquirir los equipos necesarios que nos permitan evitar las contratas millonarias de una empresa que nos dejará igualitos a como siempre hemos estado, con el mismo problema, con los mismos daños y, posiblemente, con cientos de miles de pesos “sucios” repartidos por ahí.  Al final de la contrata estaremos peor que cuando empezamos y más pobres.  Eso es estúpido.


Una contrata tradicional es la respuesta de un gerente de corta visión porque le permite resolver un problema a corto plazo mientras crea otros a largo plazo.  Más que una respuesta de conveniencia Las Terrenas necesita una estrategia visionaria.  Los métodos arcaicos de una contrata convencional son perjudiciales para la seguridad financiera y para el desarrollo sostenible del municipio.  Podemos y debemos hacerlo mejor. 

Las Terrenas necesita de una visión estrategia integral para el manejo de sus desechos sólidos.  Los ciudadanos tenemos la responsabilidad de cambiar conductas dañinas en el manejo de la basura, pero el gobierno municipal tiene el deber y la urgencia de ejecutar prácticas sostenibles.   Si este Concejo Municipal se limita a más de lo mismo estaría desperdiciando los desafíos y las oportunidades que las tecnologías de punta en el manejo de desechos sólidos pueden traer al municipio. 


Concejales, NO al método tradicional de recogida de basura.  Infórmense y tomen la más sabia de las decisiones.   Si deseamos un cambio no podemos seguir haciendo lo mismo.  Ciudadanos y ciudadanas, hablen con sus concejales y con la alcaldesa interina, asistan a cualquier vista pública y demanden enérgicamente para Las Terrenas un futuro más limpio, más saludable, más sostenible, más progresista, ecológico y cómplice de la naturaleza, el que resultará en menos ruido, en ríos, playas, cañadas y aire más limpios y en un mejor futuro para nuestros hijos y nuestras hijas.  

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