domingo, 15 de mayo de 2022

Potenciar el Pueblo de los Pescadores

 Potenciar el Pueblo de los Pescadores

 


Por José R. Bourget Tactuk, Ph.D.

Mayo 8, 2022

El segundo incendio en el Pueblo de los Pescadores fue una tragedia para Las Terrenas.  Aunque traumático para empresarios, empleados, el público visitante y para la comunidad en general, al cabo de medio año desde el segundo desastre, tenemos una más amplia comprensión de las condiciones actuales y una mejor perspectiva de las futuras. 

Evidentemente, reconstruir igual o parecido y en el mismo sitio es el camino más expedito y potencialmente menos conflictivo.  Igualmente, podemos enfocarnos en la tragedia y responder de tal forma que la mayoría se pueda sentir mejor.  Eso ya fue hecho y produjo obvios beneficios políticos en un año de elecciones.  Si lo que buscamos es reducir conflictos por medio de una respuesta populista entonces la respuesta es obvia:  ahí mismo y como sea.  Pero, ¿será eso lo mejor para Las Terrenas? 

Por otro lado, si la tragedia es vista como una oportunidad de realizar algo potencialmente mejor, con un impacto más amplio y con ofertas más diversas, entonces hay tres factores a considerar.

El primer factor es el del impacto ambiental.  En una isla posicionada en el cuarto lugar entre los diez países más afectados por el cambio climático en el mundo (https://mepyd.gob.do/mepyd/wp-content/uploads/archivos/end/capitulo-6.-cambio-climatico.pdf)  y que se apresta a perder una porción significativa de su territorio nacional a las aguas del mar, resultaría contraproducente utilizar fondos del erario para construir en una zona de alto riesgo, ya evidenciada por eventos climáticos anteriores.  Se estima que la reconstrucción anterior costó unos 60 millones de pesos y con el alza de precios hacer algo similar posiblemente llegue a los 100 millones.  ¿Cómo podría el MITUR justificar el uso de 100 millones de pesos en una zona que dentro de una década podría estar cubierta de agua?  Aparte del riesgo financiero, el construir sobre la playa para que sea destruido por el mar contribuye a que la población continúe ciega ante la realidad del cambio climático, cuando lo que necesitamos es que la


gente despierte ante la crisis para que pueda modificar conductas destructivas.  Sería muy riesgoso y vergonzoso que el Estado invierta tanto cuando posee todos los conocimientos y evidencias de autoridades nacionales e internacionales para evitar construir en zonas de alto riesgo y de alta fragilidad ambiental.  Ninguna persona en su sano juicio construiría con sus propios fondos algo de valor en ese espacio; entonces, ¿por qué habría de hacerlo el MITUR con fondos del erario?  Eso sería irresponsable y altamente cuestionable éticamente.  Finalmente, ¿debería el MITUR construir sin el estudio de impacto ambiental correspondiente?  Si el Ministerio de Medio Ambiente fuera a hacer el estudio de impacto ambiental y concluye que la zona no es factible para una reconstrucción tal, ¿cómo debería responder el MITUR?  (Ver https://www.catedrarses.com.do/Portals/0/OpenContent/Files/468/Evaluacion_de_la_Vulnerabilidad_Climatica_en_Las_Terrenas_Mayo11-2016__compressed.pdf) 

El segundo factor es sicológico.  Mucha gente siente que el Pueblo debe estar ahí, donde siempre ha estado.  Tales sentimientos deben ser reconocidos bondadosamente por las autoridades y no ignorados irresponsablemente.  Creo, sin embargo, que el MITUR tiene una responsabilidad más amplia y más profunda y que para poderla afrontar necesita contemplar la situación desde el beneficio de un multiverso.  El uni-verso actual es claro y sencillo:  “ahí y como sea”; pero un análisis social e histórico más complejo revelaría que el Pueblo de los Pescadores, tal como originalmente existió y tal como la mayoría de la gente se lo imagina dejó de existir hace lustros.  Es cierto que antes del primer incendio el Pueblo mantenía cierta personalidad rústica y colorida que resultaba muy atrayente para el visitante y para los residentes, aparte del aporte culinario que sus variados restaurantes aportaban y del valor recreativo de sus bares y otros atractivos.  La reconstrucción después del primer incendio transformó la rusticidad y el colorido aburguesando el entorno en un estilo victoriano.  El cambio preservó el acceso a lo culinario y diversificó la oferta recreativa, pero ya no era el Pueblo como tal.  Es igualmente importante reconocer que, aparte del obvio beneficio político que conllevó la rápida reconstrucción, el modelo gerencial establecido provocó condiciones operativas indeseables que no ameritan repetición.  Reconstruir en el mismo sitio sería denegar una obvia realidad y reafirmar el espejismo existente en la imaginación de algunos.  Por otro lado, el Pueblo amerita ser honrado y recordado, por lo que la satisfacción sicológica podría resultar de la construcción de un monumento al Pueblo original, el cual podría contener interpretaciones visuales, escritas y monumentales al tiempo que la nueva apertura al mar sería como regresar el espacio a la imagen de los pescadores que dieron origen al Pueblo.  Una Plaza de los Pescadores con relevantes expresiones simbólicas podría ser una de las formas de honrar la memoria y sepultar, de una vez por todas, el espejismo irreconciliable con la realidad..

El tercer factor es mercadológico.  Las Terrenas como destino ha evolucionado y sigue creciendo. Aunque trágico y traumático para el psique terrenero, el fuero no destruyó el destino.  Los restaurantes existentes por todas partes han aumentado su clientela, muchos de los empleados del Pueblo han sido re-empleados y Las Terrenas sigue siendo un atractivo turístico, culinario y recreativo a pesar de la pandemia, tal como los últimos dos años lo demuestran.  Del Pueblo no quedan ni las cenizas, pero la gente sigue yendo a Las Terrenas, sigue disfrutando del creciente número de restaurantes y bares y los dueños de villas, apartamentos y condominios continúan siendo beneficiados por el creciente número de visitantes nativos y extranjeros.  La pasada semana santa añadió una nueva comprensión de la realidad.  La mayoría de los bares y restaurantes no se llenaron tanto como se esperaba, porque la mayoría de los visitantes trajo sus comidas y sus bebidas.  A la mayoría de los visitantes no le pareció importar la ausencia de El Pueblo.  De hecho, el ambiente carnavalesco y bacanal fue más expresivo que nunca antes y el grito de “Terrenas!!!” hizo eco en miles de visitantes.  Para mi hay un mensaje inferido en esa realidad, uno que parece indicar que un nuevo modelo de eje es necesario.  Un nuevo eje culinario, recreativo y cultural es posible, con un nuevo nombre, con una nueva imagen y con nuevas ofertas.  El Pueblo no será más, pero podemos diversificar, enriquecer y hasta abaratar un espacio que represente lo mejor de lo que era antes, aunque ajustado a las nuevas realidades y, más que todo, adaptado al futuro turístico del destino.  Entonces el principal desafío no está en seguir con más de lo mismo, sino en diseñar y construir un nuevo centro culinario, recreativo, cultural y artístico que represente la nueva realidad de Las Terrenas y sea simbólico de un futuro promisorio, diverso y enriquecedor.

Una respuesta populista es fácil y expedita, pero no representa ni la realidad actual ni el potencial futuro de Las Terrenas.  MITUR puede sentar una nueva pauta, una ajustada a las realidades ambientales, sociales, culturales, culinarias y gerenciales del municipio.  Una nueva pauta que establezca lazos firmes con el municipio para que éste sea beneficiado financieramente y compensado por los gastos que conlleva ser el destino turístico popular de mayor trascendencia en el país.  El MITUR puede hacerlo y el MITUR debe potenciar lo que fue el Pueblo transformándolo en algo mejor, más diverso y más enriquecedor.


domingo, 8 de mayo de 2022

El Pueblo de los Pescadores Ya No Existe

 

El Pueblo de los Pescadores Ya No Existe

Por José R. Bourget Tactuk

(Originalmente publicado el 17 de enero del 2022)

Debiera ser obvio, pero muchos persisten en la fantasía de un Pueblo de los Pescadores, algo que feneció cuando fue comprado y alterado a pedazos, cuando se quemó la primera vez hicieron algo pero ya no era el Pueblo de los Pescadores.  Y ahora, después del segundo fuego, seguirá no siendo el Pueblo de los Pescadores.

El concepto de un centro culinario de primer orden donde se junten la excelsa cocina Terrenera, la música y el arte, el cielo, la luna, las estrellas, los cocoteros y el inquebrantable romanticismo del Atlántico que nos besa debe persistir, ampliarse y pulirse.  Hay muchas ideas novedosas y posibilidades inmensas y únicas.

Pero su antiguo lugar debe ser otra cosa, porque no podrá ser lo que no es ni lo que ya fue.  Necesitamos ahí un espacio que capture la esencia del océano, cree una nueva dinámica abierto y de mejorada funcionalidad, que destape el tránsito y diversifique el atractivo para el peatón y para el turismo familiar.  Podría incluir un parque, un multiuso abierto, un mirador, una fuente de agua, un faro simbólico, un puente peatonal que entre al mar y tantas otras cosas que encajan ahí y no en ningún otro sitio.  

El lugar donde estuvo el fenecido Pueblo pudiera ser el primer y gran atractivo visual en Las Terrenas, aportando un pequeño museo interpretativo sobre el Pueblo de Las Terrenas en el marco del Faro Las Terrenas y del puente mirador.  Inclusive, el pequeño museo podría ser una réplica de una de las casitas originales.  Aceptemos lo que es, ya el Pueblo dejó de existir y hace mucho.

Como pueblo progresista abramos paso a un nuevo concepto, construyendo sobre el éxito del anterior y mejorando su oferta (incluyendo su gerencia).  Necesitamos facilidades para el peatón como para los vehículos.  Necesitamos pistas de baile bajo la luna y allende al mar.  Necesitamos áreas de descanso no comercial y necesitamos locales dinámicos, clásicos, modernos, diversos que potencien los talentos culinarios existentes y los nuevos.  Necesitamos sanitarios donde se pueda comer en el piso y necesitamos nuevas y variadas ofertas de empleos, incluyendo quizás gift shops y centro de información y promoción del destino y sus ofertas.

Un futuro nuevo debe comenzar con un concepto nuevo, ágil y atractivo.  Un viejo Pueblo en el mismo sitio es una idea desgastada.  Las Terrenas puede hacer algo nuevo y mejor. Un nuevo concepto en un sitio nuevo es prometedor, ambicioso e innovador.

Y unamos al Faro/Puente Mirador al lado del río Las Terrenas, saneado y canalizado, con el nuevo centro culinario/recreativo en el otro lado del pueblo mediante un sistema de transporte ecológico y constante que revitalice toda la costa, a través del cual el turista nativo y extranjero pueda subirse y bajarse en múltiples puntos, reduciendo así el tránsito vehicular pero aumentando el tránsito peatonal y colectivo mientras multiplica el potencial de consumo y disfrute de la ruta.  


Además de ese transporte ecológico (carritos de golf o minibuses abiertos eléctricos), ampliar el sendero creado por el nuevo farallón artificial de gaviones para así unir al Faro con el nuevo centro en lo que sería un verdadero parque peatonal para disfrute de individuos, grupos, familias y convertir a Las Terrenas en una mayor y mejor oferta culinaria, recreativa, social y cultural.  Muchas otras innovaciones se añadirían a ese trayecto.  Todo eso aumentaría las posibilidades de empleo, de consumo y diversificación de la oferta.

No podemos seguir arrastrando lo que dejó de ser, pero honremos su memoria haciéndolo mejor.  Estoy totalmente a favor de un nuevo concepto y de un rediseño del espacio anterior.  Es tiempo del cambio y de dar pasos gigantesco hacia nuevas, mayores y mejores ofertas.

domingo, 17 de abril de 2022

Las Terrenas Dividida


Las Terrenas Dividida

“Divide y conquista” (Julio César)

 Por el Dr. José R. Bourget Tactuk

Ha llegado el momento de dividir a Las Terrenas.  Me refiero a su territorio, a su potencial de crecimiento y de desarrollo y a su organización política.

A grandes rasgos, creo que las zonas de Playa Bonita, La Noria y Cosón debe ser convertidas en un distrito municipal.  Igualmente las zonas Abra Grande, El Portillo y Barbacoa deben ser otro distrito municipal.  Y, finalmente, “la loma”, comenzando con El Jamito e incluyendo a Los Puentes, Laguna Grande, Los Naranjitos y Las Guázaras, debe ser otro distrito municipal. 

En cada una de esas zonas las infraestructuras y servicios básicos deben ser separados.  Por ejemplo, plantas de tratamiento, acueductos, tránsito terrestre, seguridad ciudadana y todo lo que tenga que ver con desarrollo económico.  Eso implicaría grandes inversiones del gobierno central en dos áreas principales en las que falló enormemente:  agua potable y planta de tratamiento.  No hay forma de aceptar que el acueducto actual y que la mal construida y diseñada planta de tratamiento responderán a las necesidades municipales actuales y mucho menos a las futuras.  Cada una de las zonas descritas necesitan su propio acueducto y su propia planta de tratamiento.  Además, esto podría resultar en la creación de una red de carreteras y calles para una zona cuyo límite vehicular fue alcanzado hace mucho.

Las razones más elementales son:  1) la complejidad en Las Terrenas ha crecido por encima de la capacidad de un solo alcalde y de un solo concejo municipal para manejarlo; 2) la deficiencia en los servicios básicos, principalmente el desague sanitario y el acueducto señalan a la necesidad de una multiplicidad de sistemas; 3) como vivimos en un desastre territorial por la ausencia de un planeamiento y un ordenamiento municipal, sería más eficiente y más efectivo separar esas áreas porque cada una es distinta y ameritan respuestas diferentes.

La razón más estratégica es que el casco urbano está convertido en un verdadero desastre en todos los aspectos en que se pueda analizar:  arrabalización, tránsito terrestre, medio ambiente, higiene y limpieza, espacios públicos, servicios básicos, seguridad y hasta el turismo, por mencionar algunos.  El casco urbano necesita de toda la atención, mitigación, solución y decisión que un alcalde y un concejo municipal le puedan prestar. 

La segunda razón estratégica es que al tomar decisiones de construcciones, uso de suelo, aprobación de proyectos y cartas de no objeción, las alcaldías recientes y sus concejos municipales (incluyendo el actual) han demostrado una total ineptitud para afrontar el acelerado crecimiento de una manera organizada, controlada y sostenible.  Es posible que quitándole la toma de decisiones sobre esas zonas al actual alcalde y concejo municipal podría resultar en una mejor organización, planeamiento y administración del bien público en todo el territorio.

Y, en tercer lugar, la reorganización territorial forzaría al gobierno central a formular nuevos esquemas de población de tal manera que las asignaciones presupuestarias de ley podrían duplicarse y hasta triplicarse.  Contribuciones más altas para territorios más pequeños resultaría en una significativa mejora presupuestaria ya que la atención a esas zonas periféricas no dependería del sentir medalaganario de un alcalde ni de un presupuesto participativo extremadamente limitado.  Siempre y cuando la burocracia en cada territorio se mantenga a un nivel razonable, la mayoría de esos fondos deberán ser dedicados a mejores programas y servicios.  Además, cada una de las nuevas zonas recibirían nuevos fondos de los proyectos en desarrollo en sus territorios.

Finalmente, creo que la separación territorial antes descrita produciría, o debería producir, una mejor y mayor atención al principal desastre en el municipio, las devastaciones y depredaciones de los recursos naturales en todos los sentidos.  La reorganización territorial podría traer en consecuencia un mejor enfoque hacia la protección medioambiental y una mitigación y corrección a los daños ya causados, algunos de los cuales son, lamentablemente, irreversibles.

Creo que esa reorganización territorial sería la respuesta más pro-activa, constructiva y beneficiosa a largo plazo para el bien común.  Aunque no hay garantía de mejoras si no hay gestión efectiva, es de esperarse que menos es más, por lo que territorios más pequeños y manejables producirían mejores resultados que los que se ven actualmente. 

Aunque la frase de Julio César tuvo la intención de expresar cómo vencer a un enemigo, creo que en nuestro caso es indicativa de como vencer al pantano que nos atrapa.


Las Terrenas: Modelo Nacional de lo Posible

LAS TERRENAS, MODELO NACIONAL DE TODO LO POSIBLE (Parte 1)

“Los últimos diez años han sido explosivos para Las Terrenas, en todos los aspectos, buenos y malos.  Los próximos diez años serán la tumba o la cumbre de este municipio.”

Por José R. Bourget Tactuk

Las Terrenas bien podría ser el municipio de mayor puje económico del país.  En los últimos diez años se han producido expansiones en todos los ámbitos del municipio.  Las ferreterías, tiendas de ropa y de enseres domésticos, colmados, restaurantes, talleres, alquileres de vehículos, centros educativos, salones de belleza, academias de bailes, centros de yoga y de recreaciones alternativas, camioneros, taxistas, motoconchistas, constructores, carpinteros y, prácticamente, todas las ocupaciones se han multiplicado, expandido y diversificado.  Hace tiempo que pasa un día sin que se empiece una nueva cosa, condominio, calle, proyecto o negocio.

Todos vienen por las playas.  Con menos de 40,000 habitantes, Las Terrenas cuenta con unos 20 kilómetros de playas consideradas como las mejores del país, cada una con una personalidad diferente.  Si medio millón de visitantes llegaran a sus costas, cada persona podría estar parada a 20 metros de distancia de otras personas a su alrededor.  Y el que no quiera estar parado en la arena podría estar parado dentro del agua, hasta a 50 metros de la playa sin necesidad de nadar.

Todos también vienen por la comida.  Su oferta gastronómica no tiene paralelo inclusive si se la compara con municipios diez veces más grandes. El visitante y los residentes pueden comprar pescado fresco cada día, disfrutar del plato del día en 30 sitios diferentes y probar las ofertas culinarias de los siete continentes.  No tienes que ir al restaurante, te llevan lo que quieras a tu casa y si lo deseas el chef viene y cocina en tu propia villa mientras descansas sobre una mesa de masaje, con piedras calientes sobre tu espalda, o disfrutando de un baño de chocolate o de aceite de coco.  Los instructores de baile están disponibles en la playa, en el estudio o en tu casa.

Las Terrenas es igualmente un espacio embrujador.  Rodeado de montañas, repleto de manantiales, cruzado por un río, con amaneceres y puestas de sol inigualables y con el apacible meneo de miles de cocoteros, el municipio es considerado por muchos como un lugar ideal.  Por ello, miles (sí, miles) de extranjeros de más de 40 países viven en su medio y cientos de ellos han comprado condominios y villas.  Cientos más construyen casas de ensueño frente al mar o en sus cientos de lomas. Para ellos Las Terrenas representa el balance inexplicable de lo estable, lo loco, lo salvaje y lo impredecible, con suficientes comodidades para pasarla bien y con suficientes irracionalidades para emborracharte en sus aires de excentricidad.  Al igual que los extranjeros, miles de dominicanos de todas partes del país han comprado o construido viviendas mientras que cientos de ellos son visitantes regulares cada fin de semana.

Las Terrenas siempre ha sido atractiva por esas y muchas otras razones, pero en los últimos diez años ha explotado en todos los aspectos, preñada y pariendo villas y castillas por doquier.  Ahora parecería que durante la pandemia ha ocurrido el milagro deseado por decenas de otros destinos, ya que inversionistas, turistas, viajeros y extraterrestes se sentaron a pensar y decidieron que es en Las Terrenas donde quieren comprar, construir, vivir y disfrutar de “la vida loca”.

El crecimiento pandemia y post pandemia no tiene paralelo en la historia del municipio y parece no tener fin.  Uno se acuesta y al levantarse se pregunta “¿qué más van a construir en Las Terrenas?”  Yo quisiera que la realidad terminara ahí y que selláramos este análisis diciendo que Las Terrenas ES el modelo de crecimiento económico para todo el país y que por ello todo el mundo vende, compra y permuta lo que hay y lo que no hay.  Vengan y vean este modelo de increíble crecimiento sin ton, ni son, sin pausa y sin límites.  Diez años de eso y aún creciendo como el primer guandul!!

Parte 2 (próximo artículo abajo):  Modelo Nacional de Todo lo Indeseable


Las Terrenas: Modelo Nacional de lo Indeseado

 


LAS TERRENAS, MODELO NACIONAL DE TODO LO INDESEABLE (Parte 2)

“Los últimos diez años han sido explosivos para Las Terrenas, en todos los aspectos, buenos y malos.  Los próximos diez años serán la tumba o la cumbre de este municipio.”

Por José R. Bourget Tactuk

Todo el mundo sabe que la mayoría de las cosas tienen un límite.  Hace diez años (2012) alguien debió haber dicho “basta”, pero faltaron bolas.  Diez años más tarde (2022) Las Terrenas se encuentra a las puertas del milagro económico jamás visto en este país, o ha cruzado el umbral del comienzo del fin.  Yo soy de los que piensan que en diez años en Las Terrenas no se podrá vivir.  Efectivamente, creo que Las Terrenas es el modelo de todo lo indeseable en el crecimiento económico.

Primero, es un crecimiento sin el más mínimo planeamiento u ordenamiento.  El crecimiento experimentado es entonces el mejor modelo de explotación irracional y auto destructiva que se pueda ver.

Segundo, es un municipio cuyos líderes políticos firman papeles de “no objeción” sin importarle lo que sucede después de estampar sus firmas sobre ese papel.  Es un nivel altamente irresponsable de gestión municipal y es peor ahora que nunca antes.

Tercero, es ninguna otra parte del país el flamante Ministerio de Turismo ha construido obras tan desastrosas como las que ha hecho en Las Terrenas.  Por ser destino turístico Las Terrenas no tiene una total soberanía municipal, por lo que el MITUR es quien decide en lo macro y nosotros sufrimos sus desastres en lo micro.

Cuarto, dos ministerios del Estado, Turismo y Medio Ambiente, son los responsables más directos por medio de sus acciones y sus inacciones del desmonte, depredación y explotación de todo lo bueno que existe en Las Terrenas, incluyendo lo más valioso que tiene, sus recursos naturales.  No hay nada en el aire, en los montes, en los ríos, en las playas, en el pueblo, en el subsuelo, en las lagunas y por doquier que no haya sido tocado por la más escandalosa ineptitud de esos dos ministerios en los últimos veinte años, peor en los últimos diez.

Quinto, las autoridades edilicias actuales son responsables del más extenso, colorido y flamante lavado de cara del municipio, tan grande y tan amplio que uno piensa que es el prometido paraíso terrenal, mientras que los mismos puntos neurálgicos de toda una vida siguen igualitos, en las calles, esquinas, callejones, entradas, salidas y en cada uno de los ámbitos de pertenencia de la gerencia municipal según la ley de municipios.

Sexto, aunque no hay agua, ni caminos, ni luz, ni internet, ni recogida de basura en cantidades suficientes, o de calidad, que llegue a todos de manera confiable, y aunque parecen no existir controles para el uso de los espacios públicos ni suficiente infraestructura en ningún aspecto, se sigue manejando el municipio y se toman decisiones como si nada importara.

Séptimo, el elemento que todos reconocen como el más emblemático del municipio, El Pueblo de los Pescadores, se ha convertido en el tácito ejemplo de todo lo indeseable de parte de la alcaldía y del MITUR, convirtiéndole en un verdadero teatro de horrores y errores sin par, con un puente peatonal aledaño y un tabloncillo que son peligros públicos mientras miles y miles de turistas caminan por ahí contemplando y tomando fotos a sus escandalosas condiciones.

Octavo, aunque Las Terrenas constituye la base económica de la provincia, ya Sánchez, Arroyo Barril, Santa Bárbara, Las Galeras, El Limón y otras zonas de la península tienen obras prometidas, ejecutadas o en proceso de ejecución mientras que en Las Terrenas nos seguimos chupando el deo, sin capacidad aparente en ningún nivel para solucionar nada trascendental o de importancia.

Noveno, dos de las tres entradas del pueblo (por Hoyo del Cacao y por La Ceiba) tienen condiciones que representan un verdadero peligro público y la mejorcita (por El Portillo) tiene una curva donde hay un hoyo del desague sanitario sin tapa aún en vísperas de semana santa.  Tiene meses así.

Décimo, los terreneros vivimos del cuento y todo parece ser un gran teatro, desde camiones en la loma hasta Macos andando como vaqueros locos por las calles, desde calzadas putrefactas hasta una falta de estacionamiento increíble.  Nada importa y na’e’na, por lo que no nos debe extrañar que cada quién hace lo que le venga en gana.

Hay muchas cosas más, pero dejémoslo ahí.  ¿Cómo es posible que el modelo nacional de crecimiento económico sea el peor modelo de gestión municipal, tanto por parte de la alcaldía como por el gobierno central?  Las condiciones existentes y los daños provocados son tales que se tomarán años en remediarlos y transformarlos en algo mejor o aceptable.  Lo que sí es cierto es que en los próximos diez años se decidirá si este fabuloso destino sobrevive o sucumbe por nuestra ineptitud e inacción.

Yo me siento defraudado por la actual administración edilicia, la que nada fundamental ha cambiado y la que ha permitido que problemas transcendentales para la calidad de vida y el manejo del municipio permanezcan sin cambio y sin mejora.  Me siento igualmente defraudado por el MITUR, el que ha complicado innecesariamente todo lo que podría estar haciendo para mejorar ya que, después de todo, por ser un destino turístico ellos piensan que son los que mandan y mandan MUY mal.

¿Qué hacer?  Creo firmemente que lo único que puede cambiar las cosas es si los ciudadanos y las ciudadanas de conciencia despiertan del estupor de su apatía, se empoderan con conocimientos y prácticas que les permitan hacerse dueños y actores de las transformaciones necesarias.  De otra forma, en diez años aquí no se podrá vivir.


lunes, 21 de marzo de 2022

En la Boca del León

(Publicado originalmente en Facebook el 15 de enero del 2022)

ANÁLISIS SOCIAL TERRENERO

En la boca del león (o a Dios que reparta suerte)

Por José R. Bourget Tactuk

En una comunidad de grandes potenciales pero de intereses diversos y a veces encontrados, las mejores respuestas son muchas veces el resultado de la tensión creativa entre las partes, a través de procesos de participación e inclusión consensuados y balanceados.  

Cuando las partes cuentan con una clara percepción de que el interés supremo debe ser el bien común se manejan de tal forma que todos salen ganando, incluyendo las mayorías no representadas.

Esa no es la realidad de Las Terrenas.

Las Terrenas carece de voces sociales que defiendan los intereses diversos, complejos y equitativos para beneficio de la mayoría.  Las juntas de vecinos, las iglesias, los clubes de madres, los sindicatos, los gremios profesionales y las organizaciones afines existentes no son las voces ni presentes ni vocales para ayudar a crear balance.  Pudieran serlo pero no lo son.

Tenemos un presidente ABINADER de provenencia empresarial, multimillonaria, acomodada, que no es ni Juan Bosch, ni un Fidel Castro, ni un Casmaño.  Es quien es y no lo escondió y lo sabe todo el mundo.  No tenemos razones para pensar que va a ser un transformador social.  De lo que sí ya ha dado muestras es de que su visión es orientada por el capital y por la protección de los intereses del capital.  Es su idiosincrasia normal y no es intrinsicamente mala, como todas las cosas es una orientación social, política y económica que tiene sentido para él y para muchos como él.  No lo hace un dios, lo que lo hace es un presidente con una clara concepción de quién es y a quiénes representa y ellos lo saben.

Similarmente, tenemos al alcalde Eduardo ESTEBAN Willy de igual provenencia empresarial, cuyo historial y presencia profesional ha estado ligada a intereses comerciales y no necesariamente a los temas más críticos para el pueblo llano y para los barrios.  Es su derecho, es su vida, son sus valores notables, no son malos intrinsicamente y ni los oculta ni nos engaña.  Es lo que es.  No debe sorprendernos entonces que tome decisiones afines a su valoración personal, orientado por sus experiencias y sus convicciones.  No se le puede culpar de nada en ese aspecto.

Tenemos un senador, Pedro CATRAIN, de igual provenencia social y profesional, cuyas orientaciones teóricas ERAN progresistas y alternativas, algunos dirían "de izquierda" (para los que aún siguen prisioneros del sistema binario) pero quién en medio del afán político-partidista no ha dado muestra de esa orientación socio-política, sino que da muestras de abrazar el status quo con todos sus ganchos, sus halagos y sus manejos.  No es algo diferente y está en su derecho.  Al igual que Abinader y Esteban, tiene posturas orientadas por su apreciación del lugar donde está y del lugar hacia dónde va.  Entre los tres ha sido el más camaleón.

Y los que localmente están en la cúpula socio-económica, hombres y mujeres que han estado en el medio social y político municipal, algunos de los cuales han sido candidatos y candidatas, miran a lo qué hay y a lo que es posible desde una óptica similar, donde cada quien busca meter la mano (y los dos pies) lo mejor que puedan y dónde aprovecharán a lo máximo lo que han comprado y lo que han vendido para llegar al poder, para beneficiarse del mismo y para mantenerse ahí.

Catrain no llegó solo, Willy no llegó solo y hay que estar vuelto loco y sin ideas para pretender que van a mantener una posición política sin atender a los intereses de los poderes económicos del medio.

TODO ESO ES NORMAL Y NO ES INTRINSICAMENTE MALO.

Lo que es malo, nefasto, mortal y muy lamentable es la ausencia de las fuerzas sociales que ayuden a crear balance, que tengan el peso, la visión, las personas y el poder para crear el balance.  En ese sentido Las Terrenas está huérfana y no es de ahora.

Cuando no hay fuerzas para crear balance el desbalance impera.

El capital por su propia naturaleza es depredador.  Personas y poderes de conciencia social son necesarios e indispensables para ayudar a ponerle control al capital explotador y manipulador.  No todos los que tienen capital son demonios, pero como los buenos son minorías los más caníbales se hacen dueño de casi todo en detrimento de los más que tienen menos.  Sí, es lamentable, si evalúas a la gente más visible de Las Terrenas, se notan por su ausencia del diálogo, no tienen voz, no hacen acto de presencia.  Por eso digo que el nivel de conciencia con poder para crear un balance brilla por su ausencia en Las Terrenas aunque lo necesitamos desesperadamente. 

Si estoy medianamente en lo correcto, entonces las decisiones que se avecinan en relación con pautas de intervención gubernamental (como el Pueblo de los Pescadores) y de planeamiento urbano (como aprobaciones de proyectos y el uso o mal uso de los recursos naturales) van a estar gobernadas por las partes e individuos que tienen el poder económico y la voz unilateral sin que muchas veces prime el bien común.  Inclusive, es posible que ya hayan "comprado" o convencido a los que pudieran ofreces otras  voces, pero parece que ya ellos ni ven, ni oyen, ni hablan.

Soy falible y puedo estar equivocado.  Ojalá ojalá ojalá que lo esté.  Pero si no lo estoy...ya tú sabes!!

¿Qué piensas tú?

sábado, 12 de marzo de 2022

Willy, El Corrupto

 



WILLY, EL CORRUPTO
Nadie lo pudo haber imaginado, pero ahora ya sabemos la verdad. Todos los acontecimientos alrededor de este personaje son parte de una trama con estilo de filo de navaja y nadie, nadie en absoluto, se lo había imaginado ni lo había sospechado hasta ahora. Pero es cierto y todo va a terminar muy feo, tal como se explica en “El Suicido de Willy Malpica”, un libro digital esperando por ti, escrito por Daniel Ferrairó.
Okay, ahora que capturé tu atención (jajaja) quiero hablarte del Willy que mejor conoces, el Alcalde Willy, de Las Terrenas. Ya casi se acerca a los dos años y es tiempo de que consideremos las opciones que tiene el alcalde para que su trama política termine como todos lo deseamos, no como un corrupto ni en un suicidio, sino total y plenamente feliz!!
Es muy fácil estar contento en estos momentos en que casi cada otro día leemos sobre otro logro más para el municipio gracias a los esfuerzos que el gobierno de Luis Abinader hace para abrir puerta tras puerta para el alcalde. No sólo los ministros y programas de Luis Abinader, sino que hay muchas otras personas, empresarios y particulares, que de muchas formas le han dado la mano y lo han apoyado. Lo hacen porque piensan que ahora es el tiempo de hacer presencia junto a alguien que despierta su confianza y también, posiblemente, porque les abre las puertas a inmensas posibilidades.
En este momento, en lugar de pensar en todos esos factores, meritorios o no, voy a enfocarme al lugar y tiempo específico llamado 16 de agosto del 2028. Ese es el día en que terminará el segundo período de Eduardo (Willy) Esteban como alcalde del municipio de Las Terrenas y es también el día en que todos miraremos hacia atrás, hacia el 2022, para pensar sobre a) lo que fue; o, b) lo que pudo haber sido y no fue. Yo, el 16 de agosto del 2028, no quiero mirar hacia atrás y decirme a mi mismo “debí decirle algo”, como en arrepentimiento de lo que pude haber dicho y no dije. Por eso me atrevo a cometer la torpeza de decirle a Willy hoy, “estas son tres cosas que pienso debes considerar cuidadosamente” (el Sr. Willy no tiene por qué prestarme caso, raramente lo hace y a veces nada más para que me calle, pero bueno…).
Primero, podrás llenar las calles de oro, pero si no construyes capacidad interna has dejado al municipio igualito o peor a como lo encontraste. Para mi no me cabe ninguna duda de que a Las Terrenas le hace falta tener un grupo de personas debidamente capacitadas en las funciones claves del manejo del municipio. Esas personas parecen existir ya en el manejo admini$trativo del municipio, no así en las áreas técnicas. Empezando por el Concejo de Regidores, el municipio necesita de personas que puedan asumir completamente su rol, no solamente de acuerdo a la ley, sino también de acuerdo a una visión, misión, valores y objetivos que superen el desempeño del municipio hasta ahora, a principios del 2022. Cuando no hay un "equipo" calificado lo que existe es un caudillo. Parece ser que el municipio carece aún de conocimientos, estrategias y recursos que permitan resolver rápida y eficientemente la enormidad de puntos neurálgicos que nos aquejan, desde el tránsito hasta la basura, desde las lagunas de aguas en las calles hasta los puntos contaminados del río, desde la destrucción de lomas y humedales hasta el diseño y planeamiento de nuevas zonas residenciales. Si en el 2028 (por no decir el 2024) Willy sigue siendo un caudillo y no deja en el ayuntamiento a un personal plenamente capacitado, técnicamente hábil y empoderado con descripciones y planes de trabajo, funciones, recursos y estrategias funcionales, entonces lo habrá dejado igualito a como lo encontró. Además, Willy habrá seguido siendo lo que es ahora, un caudillo, igualito a sus predecesores, para quienes la rueda giraba según su voluntad, no según la voluntad de la institucionalidad. Y si no logra desde ahora separarse del caudillismo, atrayendo y preparando a personas, hombres y mujeres, con una mejor y mayor conciencia de su rol como Concejales, los que son teóricamente el corazón de la gerencia municipal, entonces será más de lo mismo. Y eso no es bueno para el municipio. El caudillismo es un terrible castigo para la política dominicana y terrenera y para Willy abandonarlo debe crear una institución sólida y mínimamente personalista.
Segundo, el municipio necesita una sostenibilidad soberana. Es bueno, maravilloso, deseable, beneficioso, productivo y de gran ayuda, contar con el gobierno central y sus ministerios para que vengan en auxilio del municipio. Pero no es sostenible. Antes, el alcalde se quejaba de que el gobierno no ayudaba (una situación insostenible) y ahora el gobierno está ayudando y mucho (pero sigue siendo insostenible para el municipio). Si el gobierno echa para atrás, o si ocurren situaciones políticas desventajosas para Willy, todo eso se puede perder mientras que las necesidades siguen igualitas y hasta podrían aumentar, porque el municipio sigue (lamentablemente) creciendo sin ton ni son. El alcalde debe crear las condiciones, aprovechando su creciente (y beneficiosa) luna de miel con el gobierno central, para enfocarse en la meta REALMENTE más perentoria del municipio: el desarrollo de capacidades humanas y técnicas en todos los niveles de la alcaldía. De esa forma creo que podrá mantener un manejo financiero y técnico que producirá un desempeño soberano y sostenible a corto, mediano y largo plazo. Vivir de la dependencia no garantiza ni desarrollo ni sostenibilidad. Así que, Willy debe enfocarse en obtener fondos y recursos técnicos para dejar 30, 40, 50 técnicos (hombres y mujeres) en todas las áreas técnicas indispensables para un municipio sostenible, progresista y solvente. Si sigue buscando cosas que solamente lavan la cara y que crean y mantienen una dependencia de “los de fuera”, entonces no vamos a llegar a la meta. Alguien podría decir “es mucho pedir”, o “ningún municipio tiene tales capacidades”, o “la política no lo permite” y es posible que tengan razón. Pero Las Terrenas no es cualquier municipio y tenemos mucha capacidad humana que fue formada (a costa del erario) y nunca fue utilizada. Además, las condiciones y necesidades del municipio han cambiado y continúan cambiando rápida y complejamente, por lo que es aún más necesario contar con especialistas que sean nombrados y empleados no en base a su membresía y favoritismo político, sino en base a capacidades técnicas demostrables que encajan con las necesidades técnicas de este pujante municipio. Pero no es solamente capacitarlos y nombrarlos, sino también dotar creativamente al municipio con los recursos, materiales, equipos e implementos que hagan posible una función municipal eficiente y efectiva. Lamento decir que Willy sigue preso de la politiquería y aún no ha provisto evidencia de una visión de desarrollo humano relevante y sensible a las condiciones “técnicas” del municipio.
Tercero y último, yo le diría a Willy que, a pesar de todos sus esfuerzos, de sus lavados de cara y de la ayuda del gobierno central, aún no tenemos una visión de destino, ni una marca destino, ni un emblema ágil, ni un logo representativo, ni una identidad municipal visionaria que refleje lo que hemos aprendido (y sufrido) hasta ahora, pero que también nos empuje hacia el futuro sostenible que todos deseamos. Por el contrario, si en algo se puede identificar la gerencia de Willy es en el “status quo”, porque el que destruía sigue destruyendo, los que desean destruir tienen las puertas abiertas, las infraestructuras continúan insuficientes y los viejos puntos neurálgicos siguen existiendo. Yo pienso que tenemos lo mismo de siempre, pero con una peluca nueva. Si lo fundamental no ha cambiado entonces seguimos igualitos. El cambio hasta ahora es superficial, el perfume es nuevo y el mono está vestido de seda. Para una transformación vital es imperante una visión y marca de destino, porque eso es lo que somos, un destino. Ya NO SOMOS un pueblo cualquiera lleno de la misma gente de siempre. No, Las Terrenas NO ES lo que era y ha perdido su identidad de pueblo para convertirse en el DESTINO de los que vienen a producir capital para los que ya tienen capital. El capital engendra capital y Las Terrenas es el mejor ejemplo de ello. Y en ese proceso vamos perdiendo nuestra calidad de vida porque calidad de vida sería que tanto los visitantes del destino como los que habitamos en el pueblo disfrutamos a plenitud lo que tenemos.
Señores y señoras, Las Terrenas se está convirtiendo inhabitable. No es culpa de Willy, pero lo será en el 2024 y en el 2028 si no fomenta su transformación y no nos cabrá otro recurso que llamarlo, como en el famoso cuento infantil, “la locomotora que pudo”, pero al final no pudo.
Entonces, antes del 2024 y del 2028, le digo a Willy a) enfócate en crear capacidad interna, b) enfócate en la sostenibilidad soberana, y c) enfócate en la visión/identidad/marca destino. Creo que si lo logras habrás cumplido con el mayor de los desafíos de cualquier persona en esa posición. No debes ser uno más. Puedes ser el que realice la transformación profunda que todos deseamos y que el municipio necesita.
¿Te enfocarás, Willy?

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