lunes, 23 de julio de 2012

Los Próximos Cinco Años



Una comunidad progresista se planifica.  Aquí intento resaltar algunos factores inaplazables, determinantes para nuestra evolución actual y para el futuro de la comunidad como entidad viable y sostenible.  Según el Proyecto Común Tierra que abarca desde México hasta el cono sur, una comunidad viable se conoce como la que es capaz de sostenerse a sí misma “sin poner en peligro el ecosistema local o mundial.”  O sea, es una comunidad que vive no sólo para el presente sino que intenta preservar lo más posible para futuras generaciones aquí y dondequiera.

La primera de tres grandes necesidades es la de crear un proyecto de comunidad que sea incluyente, progresista y sensato.  Un proyecto de comunidad incluyente atrae la participación de la mayor cantidad de actores, dando voz y formando voces que necesitan ser escuchadas, tengan o no alcance al poder o a los recursos.  Progresista implica que habrán expectativas claras que ayuden a sentar la diferencia entre ‘crecimiento’ y ‘desarrollo’ para saber cuándo escoger una o la otra e, incluso, para decidir crecer menos para desarrollarnos más.  Ser sensato quiere decir “tener sentido”, por lo que en el caso nuestro debemos dirigir nuestra atención al futuro turístico, creando un plan, una marca-destino y estrategias relevantes.  Un proyecto de comunidad no es el resultado de la acción heroica de uno, sino de la visión compartida entre muchos. 

La segunda necesidad es la de crear un proyecto de desarrollo económico cuyo centro sea el factor humano.  Para mi eso implica tres cosas:  eliminar el analfabetismo, capacitar en áreas técnicas y vocacionales, y encontrar suficientes fondos internos y externos que promuevan inversiones que produzcan riqueza interna para la mayor cantidad de personas posibles, nacionales y extranjeros.  Erradicando el analfabetismo lograremos obtener niveles de dignidad y potencial humano verdaderamente transformadores, porque saber leer y escribir adecuadamente abre las puertas a una mejor educación y a oportunidades formativas.  Tener una comunidad progresista requiere mejores niveles educativos en su población.  Ya se ha hablado muchas veces de crear un centro del INFOTEP en Las Terrenas, pero la idea siempre se ha quedado huérfana por un número de razones harto conocidas, por lo que simplemente requiere de alguien que “le meta mano.”  Finalmente, existen cientos de millones de dólares y de euros que podrían venir a Las Terrenas en los próximos cinco años si tuviéramos un centro de desarrollo cuyo principal objetivo sea el de escribir propuestas viables y dirigirlas a los organismos correspondientes, tanto gubernamentales como no gubernamentales, incluyendo fuentes externas.  Una vez obtenidos los fondos y los proyectos deben ser ejecutados de manera efectiva y transparente.

La tercera necesidad es pesarosa porque implica profundos cambios en tres factores críticos y al momento destructivos:  el alto costo de la luz, el alto costo de las rentas y el alto costo de la comida.  Yo estimo que en los próximos 3 años, si no antes, el problema Luz y Fuerza debe ser resuelto a como dé lugar.  Pienso que debe haber una manera de hacer que las rentas se reduzcan por lo menos a la mitad, sobretodo las rentas comerciales.  Y, finalmente, tenemos que buscar la manera de alimentarnos en su mayor parte en base a frutos y vegetales cultivados dentro del municipio, lo que es posible con una correcta estrategia económica de apoyo al agricultor y de un mercadeo sagaz.

De más está decir que las tres estrategias apuntan hacia un centro de acción que aún no existe y que nunca ha existido en Las Terrenas.  Lamentablemente, la administración edilicia actual carece de visión y del saber-hacer para llevarlo a cabo, pero nada de lo mencionado puede realizarse a plenitud sin su participación.  Esta triste realidad es una maldición.  Creo que la Sala Capitular deberá impulsar lo necesario aún ante la triste presencia de tantos factores distrayentes y contraproducentes.

En conclusión, el desarrollo humano debe ir mano a mano con el desarrollo económico.  El turismo es un factor preponderante pero no es el único.  Si no hay desarrollo humano las ganancias en turismo quedarán en manos de unos pocos.  Si hay desarrollo humano las ganancias se esparcirán por doquier.  No hay desarrollo sin equidad.  El desarrollo no es que unos cuantos se hagan rico con el patrimonio de todos, sino que los bienes de todos se utilicen para potenciar el desarrollo de la mayor cantidad de personas posible.  Crecimiento sin equidad es explotación.  Crecimiento con equidad conduce al verdadero desarrollo.  El verdadero desarrollo implica crecimiento económico, equidad social y la protección de los recursos naturales.  Ahí está la meta para los próximos cinco años.

Educar Para Liberar



La vida es complicada por lo que las decisiones que tomamos requieren de las mejores ideas y de las mejores ejecuciones.  Para resolver las complejidades en la vida es necesario el mejor conocimiento y la mejor “ingeniería mental,” o sea, las mejores capacidades de elegir y de accionar.  Llegar a ese nivel de capacidad es un ejercicio de toda la vida que empieza en el hogar y se expande en la escuela.

La niñez es el lugar para aprender a responder a las complejidades de la vida y lo que hacemos con nuestros niños y niñas en la casa y en la escuela se cosechará durante toda la vida.  “Enseñar puede cualquiera, educar sólo aquél que sea un evangelio vivo,” dijo José de la Luz y Caballero, lo que sugiere que la educación, en la casa y en la escuela, no es el proceso de depositar cifras, nombres y hechos en el disco duro interno del educando, sino que la mejor educación libera a la persona para convertirse en el mejor ser humano posible, tanto en su visión de la vida como en sus conceptos y en sus acciones.

Una educación tal requiere de maestros calificados en el arte de escuchar, de observar, de compartir y de dirigir.  No es un camino de una vía donde el educando lo recibe todo y el maestro es el centro de lo que ocurre.  El educador integral es, en verdad, un agente de cambio, reconociendo los talentos y capacidades inherentes o creadas en el educando, aportando lo necesario para un desarrollo individual y colectivo al ritmo adecuado.  Las capacidades innatas y creadas en el educador son indispensables para una buena educación, ya que un maestro bien entrenado y con adecuadas experiencias evita improvisaciones y aporta  la mayor solidez académica posible de acuerdo al nivel sicológico y cognitivo del educando.

La mejor educación requiere también de un ambiente conducente al aprendizaje.  Un lugar limpio, ambientalmente sano, que exponga a los educandos a la naturaleza y a la libertad de movimiento, al ejercicio de destrezas físicas para una mejor salud y un mejor desarrollo corporal es lo ideal.  El ambiente es importante porque el mejor ser humano es el que puede vivir en armonía con su medio ambiente y esa aptitud se cultiva en la casa y se expande en la escuela.

El contenido de las clases y la manera en que se imparten es clave para el desarrollo integral y liberador, porque en lugar de depositar conocimientos, tal como se deposita dinero en un banco, la educación liberadora aporta conocimientos auténticos, o sea, vitales para la vida.  Igualmente, la solidez académica se basa no sólo en el contenido sino también en la manera de pensar y de enseñar, por lo que la mejor educación fomenta calidad de pensamiento al igual que calidad de contenido.

Creo que Las TerrenasInternational School (LTIS) es un colegio que promoverá sólidez académica en un ambiente armónicamente integral, con maestros nativos en el idioma inglés altamente calificados, entrenados en los Estados Unidos y comprometidos con el desarrollo de todas las capacidades en los educandos, incluyendo la capacidad para resolver las complejidades en la vida.  Además de liberar las capacidades internas y crear las que el nivel social y sicológico del educando permitan, los/las estudiantes del LTIS aprenderán inglés al nivel nativo, disfrutarán de recreación y deportes dirigidos por maestros alemanes especializados, tendrán acceso a la biblioteca más grande del nordeste y a un laboratorio de computadoras con recursos inigualables.  Igualmente cultivarán el amor por la naturaleza y la búsqueda de respuestas no violentas a las complejidades propias de la vida.

Invito a mis lectores a darle un vistazo al sitio Web http://ltis2.wix.com/ltis donde aprenderán más sobre el colegio, para que puedan invertir ahora en la educación de sus hijos, lo que les ahorrará mayores gastos en el futuro y les será devuelto en mayores beneficios personales y sociales.  Las Terrenas posee ahora una amplia oferta de centros educativos, la más amplia y diversa en todo el nordeste, lo que permite a padres y tutores a escoger tanto para el presente como para el futuro.

domingo, 15 de julio de 2012

El Sendero Oculto


El joven Ramón Antonio me confiesa que está cansado, hastiado, desencantado de la vida.  Para una persona de apenas 22 años es mucho para decir, habiendo sucumbido ante la desesperanza y la obsesión por el bien vivir, inalcanzable para él. Su compañera se le fue, me dijo que ella le dijo hace dos noches que aunque es buen muchacho y de buen corazón “no sirve pa’na”, no consigue trabajo, no puede hacer nada, no tiene cuartos y no puede ofrecerle nada.

Ramón Antonio me confiesa que su compañera es muy bonita, “muy sersy”, con ojos claros que alumbran un rostro de nariz aguileña, labios llenos y mejillas levantadas.  Cuando vi su foto comprendí lo que decía, Luisa se veía de lado, sonrisa a flor de piel, juguetona en sus ojos y con esa aura de entrega que puede volver loco a cualquier amante que se le acerque a dos pulgadas de distancia. 

Harta de pasar hambre salió unas noches antes a uno de los bares donde van turistas, “pa’verlo que aparece” y se le apareció un tipo que la engalanó, la sedujo y le ofreció lo que Ramón no podía darle:  una buena cena, una cama cómoda y sexo impredecible, sorprendente, cautivante y prohibido.  Y dos mil pesos en la cartera.  Descubrir tantas cosas en una sola noche era más de lo que podía soportar su pobre corazón de 17 años y desde ese momento descubrió que tenía vocación para sentir placer, dar placer y ganarse la vida haciéndolo.  A partir de ahí no había camino de regreso, el sendero oculto de la vida se le hizo claro, pernicioso y ganancioso. 

La  vida es amplia, compleja y, hasta cierto punto, infinita.  Sus secretos se convierten en descubrimientos estrafalarios, sus guaridas son impredecibles, sus cuevas y escondrijos pueden ser indescriptibles y hasta nefastos.  Como en muchas otras instancias de la vida, a veces es mejor vivir en ignorancia que delatar los secretos que pueden hacernos felices. Luisa y Ramón Antonio descubrieron vidas diferentes, una llena de desesperanza y la otra, llena de placeres y sorpresas.

Vivimos vicariamente las experiencias de trabajadores sexuales que vemos a nuestro alrededor.  Nos preguntamos cómo es porque ya entendemos el por qué.  Yo admiro profundamente a los y las personas que se buscan la vida ofreciendo placer a cambio de dinero.  No me atrevo a levantar un solo dedo de condena ni de acusación, porque con qué virtudes propias puedo criticar la realidad más evidente de todas:  hay que vivir y hay que ayudar a vivir a los que amamos.  Si tu arte es ser plomero, vive de tu plomería; si es ser carpintero, vive de tu carpintería; pero si es tu arte es seducir y conquistar, ofertando placeres de otra forma inalcanzables para algunos, regalando fantasías, sueños bacanales y mentiras piadosas, entonces vive de tu arte.

Yo sé, muy dentro de mi, que si estuviera en iguales circunstancias probablemente estaría haciendo lo mismo para vivir, para que mis hijos vivan, para mantener a mi madre, para ayudar a mi familia.  O, simplemente, porque me da placer, independencia y control.  No señores, se merecen respeto, aunque en el fondo sintamos la inevitable sospecha de lo prohibido, del sendero oculto que avistamos como autodestructible.

Me gustaría encontrarme con Luisa, dejarme seducir por sus ojos claros, por su sonrisa coqueta, por sus besos plenos de placer. Quisiera me abrazara en sus cabellos, me apretara con sus manos y me hiciera disfrutar lo prohibido.   ¿No es eso lo que buscan todos?  Siento pena por Ramón Antonio, por ese pobre diablo que no puede hacer nada para cambiar su destino.  Es muy tarde para él cuando apenas amanece para Luisa.

Así es la vida, nos trae sorpresas en cada esquina. Si ven a Luisa por ahí, por favor díganle que quiero conocerla, que si desea platicar con un viejo calvo, rechoncho y aburrido que yo soy un buen candidato, que deseo me ayude a descubrir el sendero oculto que sólo ella me podrá develar.

El Refugio de la Mentira


Mentimos constantemente.  Lo hacemos por no saber la verdad, o por temor a las consecuencias de decir la verdad, o porque mentir es más fácil. Por encima de todo, mentimos por la más democrática de las razones:  somos humanos y los humanos mienten, queriendo y sin querer queriendo. 
La mayoría de los estudios sico-sociales revelan que detrás del deseo de engañar o de mentir se encuentra una estima propia baja.  Mentir es un mecanismo de defensa en contra del ambiente de mentiras y desengaños que nos rodea.  O sea, mentimos para defendernos de las mentiras de los demás (y de las nuestras).
A pesar de las apariencias, mentir es complicado.   Si yo digo “soy mentiroso”, ¿cuál es la verdad, que soy de verdad mentiroso o que miento al decir que soy mentiroso?  Ay, esto dá dolor de cabeza. Todos conocemos el dilema del vaso a medio llenar, el que algunos ven medio lleno y otros medio vacío.  Pero si alguien te dice una media mentira, ¿es la otra mitad toda verdad?  O si alguien te dice una media verdad, ¿es la otra mitad toda mentira?  Cualquiera sea tu respuesta una cosa es cierta, nada sustituye tan bien a la verdad como una mentira.  Lo que sé es cierto es que mentir tiene consecuencias muy penosas y autodestructivas.  Un proverbio judío reza “con una mentira suele irse muy lejos, pero sin esperanzas de volver.”  Es innegable que a los humanos nos escanta irnos de paseo muy lejos. 
En Dominicana somos maestros en el arte de la complicidad con la mentira.  Por ejemplo, sé de muchos que no saben nada de plomería, ni de electricidad, ni de albañilería, ni de pintura, pero si alguien les pregunta si pueden hacer uno de esos trabajos en seguida responden “claro que sí”.  Si alguien les pregunta si son dueños de la tierra en venta dicen que sí aunque no lo sean.  Parecería que no nos gusta ni quedar mal ni que el otro se sienta mal, por eso le decimos al otro lo que quiere escuchar y nosotros sentimos gran satisfacción mintiendo porque esa mentira hace que el otro se sienta mejor (y nosotros también nos sentimos mejor).
Nuestras mentiras más notorias posiblemente tienen que ver con la política. El próximo 16 de agosto el recién electo presidente Lic. Danilo Medina subirá su mano derecha para juramentarse como tal bajo la premisa de que los dominicanos ejercimos el voto libre y soberano y lo elegimos democráticamente.  Embuste, todo el mundo sabe cómo fue elegido, pero convertimos ese gran teatro en una mentira colectiva que satisface nuestra necesidad de vivir bajo la falsedad.  Pagar a otros, comprar cédulas, utilizar fondos públicos para hacer campaña y hacer todas las marañas posibles para ganar es parte del gran teatro de la mentira donde encontramos refugio y amparo, donde nos complace decirnos a nosotros mismos “lo logramos, engañamos pero lo logramos.”  Quisiera poder decir que eso sólo ocurrió en estas elecciones y con este candidato, pero no, es sistémico, en todos los partidos y en todas las elecciones, locales y nacionales.
El inglés Lord Chesterfield aseguró que “decir mentiras constituye el único arte de la capacidad mediocre y el único refugio de los hombres viles.”  El mentiroso vil se “infla”, se enamora de sus propias mentiras y tiende a ser un neurótico narcisista cuya misión es convencerse a sí mismo de que su mentira siempre es verdad.  En la sicoterapia se identifica el “patrón narcisista” como aquel que manifiesta “sentimientos de importancia y grandiosidad, fantasías de éxito, necesidad exhibicionista de atención y admiración, explotación interpersonal.”  El narcisista crónico se masturba mentalmente con sus propias mentiras, se refugia en el eterno vaivén de verdades a medias, convirtiéndolas en gigantes irrefutables dentro de su mente, como los molinos de don Quijote.
“La verdad siempre triunfa por sí sola, la mentira necesita siempre complicidad”, dijo Epicteto.  Entonces es posible que aquí vivamos en un pais de cómplices compulsivos, compartiendo nuestras mentiras con nuestros compañeros de vida, celebrando y disfrutando las mentiras de políticos, artistas y compañeros de trabajo.  Aunque vivamos en base a mentiras, en el fondo sabemos qué es verdad, a menos que seamos bipolares y confundamos una cosa con la otra hasta tal punto que a veces no sabemos si estamos viviendo en el refugio de nuestras mentiras o en el teatro de nuestras verdades. 
Hay algo terriblemente hermoso y humano en nuestro mentir.  El refugio de la mentira es encantador, su ulular nos atrae como sirena voraz, su abrazo es una cadena en nuestros cuellos.  Por eso mentimos cuando amamos, para liberarnos de la pasión que nos esclaviza.  Por eso mentimos cinco, diez, quince, veinte veces al día, porque vivir constantemente en la verdad nos destruiría.

lunes, 2 de julio de 2012

El Embrujo de la Violencia



Hace unos días un niño vino cerca de la Biblioteca Anacaona con un tirapiedras. Sin razón alguna le tiró una piedra al letrero de la biblioteca, haciendo un hoyo y destruyendo el centro del mismo. Le pregunté a algunos vecinos si habían visto lo ocurrido y me dijeron que sí, pero que no pudieron hacer nada. Obviamente se trata de un chico algo violento, quizás con alguna afección emocional o, quizás alguien acostumbrado a ver o a experimentar actos de violencia y por ello lo ve como algo normal.


Casi a diario veo casos similares: los niños que atacan aves y animalitos sin razón alguna, hermanitos dándose golpes, padres o madres amenazando verbalmente a sus pequeños por cualquier cosa, llamándolos ofensivamente y hasta golpeándolos. En la calle veo a motoristas que transitan de manera impulsiva y violenta, se cruzan delante de uno, se atraviesan, hacen gestos groseros, protestan, amenazan, gritan. Los políticos nos engañan, nos roban, nos avasallan, abusan de sus privilegios y toman medidas violentas en contra del bien común. Todo es violencia..

En lo que va de año cerca de 100 mujeres han sido muertas por compañeros, amantes, esposas. Niños matan a niños. Dos amiguitos juegan juntos y minutos después uno le pega un botellazo al otro y lo mata, por un pleito de carritos. Otro hombre se corta el pene despechado porque la persona que ama lo rechaza. La policía mata con o sin razones, los vecinos se lanzan pedradas o disparos, otros echan basura en la propiedad ajena y otros tantos rayan carros o dañan lo que no es suyo. Igualmente maltratamos a los animales, quemamos los árboles, por comer un mango maduro tumbamos a 20 de los verdes y nada parece importarnos. El mar se ensucia, los humedales se cegan, los lomas de queman, los árboles de cortan, los ríos se contaminan. Todo es violencia. En la radio hablan mal, insultan, ofenden, mienten. Todo es violencia.

Parece que vivimos totalmente infatuados con la violencia, una violencia que nos abraza, nos besa, nos hace el amor, se acuesta con nosotros, se viste de nosotros, nos perfuma, nos maquilla, nos peina y, finalmente, nos da color, sabor, textura, forma y movimiento. Vivimos embrujados por esta violencia.

¿Qué hacer? Decía Gandhi que todo lo que se obtiene con violencia “sólo se puede mantener con violencia” y es por ello que a veces los resultados de la violencia son hasta peores que la violencia misma al reducirnos a la impotencia, al desespero, a la frustración y al desencanto. Cuando alguien actúa con violencia física o emocional contra nosotros puede que sintamos que no hay nada que podamos hacer. El engaño, el robo, los insultos, las injurias, las mentiras, los abusos, los golpes y la muerte son todas formas diversas de violencia en contra de las cuales a veces no sabemos qué hacer. Si usted se siente agobiado o agobiada por la violencia recibida no se sienta mal, a todos nos pasa lo mismo.

Admiro mucho el pensamiento de Francisco, un italiano del pueble de Assisi en la zona de Perugia en el centro de Italia entre Roma y Florencia. Nació en una familia rica en el siglo XII y disfrutaba ampliamente de la vida, hasta que recibió una visión diferente de la vida y volvió a su casa para convertirse en un pordiosero. Fundó la orden de los Franciscanos y de las monjas claretianas que hacen votos de pobreza. Se le considera como el santo patrón de los animales y del medio ambiente. En una de sus meditaciones escribió una oración profundamente inspiradora que quizás pueda ayudarnos a responder la pregunta “qué hacer” ante tantas formas de violencia. Dice Giovanni Francesco:

Oh, Señor, hazme un instrumento de Tu Paz
Donde hay odio, que lleve yo el Amor.
Donde haya ofensa, que lleve yo el Perdón.
Donde haya discordia, que lleve yo la Unión.
Donde haya duda, que lleve yo la Fe.
Donde haya error, que lleve yo la Verdad.
Donde haya desesperación, que lleve yo la Alegría.
Donde haya tinieblas, que lleve yo la Luz.

Oh, Maestro, haced que yo no busque tanto ser consolado, sino consolar;
ser comprendido, sino comprender;
ser amado, como amar.

Porque es:
Dando , que se recibe;
Perdonando, que se es perdonado;
Muriendo, que se resucita a la
Vida Eterna.

Entonces la respuesta es quizás que nos convirtamos en agentes de cambio y provoquemos una alteración en el curso "normal" de las cosas violentas. Como dijo Gandhi “sé tú el cambio que deseas ver en el mundo.”

Sísifo y el Fénix

  LA DESGRACIA DE SÍSIFO Y LA PROMESA DEL FÉNIX (Escrito en el 2009) Todo el mundo tiene una idea de lo que se debe hacer en Las Terrenas. T...