sábado, 6 de marzo de 2010

Paradigmas

Un paradigma es un modelo, un cuadro mental que nos permite seguir las cosas según concepciones premeditadas o inconscientes.

Por ejemplo, la mayoría de las mujeres viven bajo el paradigma de que ella son las que deben ocuparse del hogar, del cuidado de los niños, de la comida y de la salud familiar. La mayoría de los hombres viven bajo el paradigma de que ellos son los principales proveedores, los que se buscan el pan en la calle, los “padres de familia” que son responsables de mantener la casa. Otro ejemplo de una condición social paradigmática son los servicios del gobierno.

En el caso dominicano, a manera de ejemplo, se espera que el estado provea servicios de salud y de educación gratuitos, tal como lo manda la Constitución y las leyes, lo que hace malamente pero lo sigue haciendo aún. En un aspecto relacionado, el paradigma tradicional promueve el que los líderes políticos tiendan a ser autoritarios, que manden y trazen pautas de manera centralizada y por ello la gente espera que el líder político “resuelva,” porque para eso es jefe.

En estos tiempos ocurren “cambios paradigmáticos,” como la mujer que decide que no va a vivir bajo el modelo tradicional, que no va a vivir dependiendo del esposo, que no se va a quedar en la casa, que sale a trabajar fuera y que maneja su propio dinero y toma sus propias decisiones.

Para el marido tradicional esta mujer es una “rebelde,” para sus amigos y amigas es también una “rebelde” y no faltan quienes la puedan acusar de malatender a los niños, al marido y a la casa. Los religiosos tradicionalistas dirían igualmente que esta mujer rebelde no sigue el precepto de Dios de estar sujeta al marido y de atender a su casa “como Dios manda.”
En el aspecto político los cambios paradigmáticos fomentan un concepto del liderazgo menos centralizado, más participativo, más orientado al empoderamiento de la gente para que resuelvan en gran parte sus propios problemas. Las tradiciones paradigmáticas y los cambios paradigmáticos entran en conflicto cuando la gente no está preparada para los cambios de modelo o de paradigma. Si el marido o la sociedad no están listas para una mujer “liberada” entonces habrán conflictos; si la sociedad o la comunidad no está preparada para un líder político participativo entonces habrán conflictos.
En los modelos tradicionales a la gente no les importa que sus líderes sean corruptos, que roben, que gobiernen de manera centralizada y que beneficien sólo a unos pocos, porque creen que ese es el modeloel paradigmaa seguir. Es lo que han visto antes, es lo que tienen ahora y es lo que esperan en el futuro.
En los negocios y en las profesiones funcionan varios modelos o paradigmas. Un ingeniero que conozco me dijo hace un tiempo que él es un depredador. Lo que quiso decir es que a él no le importa construir donde tenga que construir, destruyendo lo que tenga que destruir y alterando lo que tenga que alterar, con el fin de hacer el trabajo deseado, al menor costo y con los mayores beneficios. Todo lo demás que se vaya “a la porra.”
Un cambio de paradigma implicaría construir una obra de ingeniería haciendo caso a las condiciones imperantes de tal manera que se destruya lo menos posible y se preserve lo máximo mientras se realiza el diseño de la obra de manera adecuada y eficiente. Un paradigma dice “métete por ahí sin importarte más nada,” mientras que otro modelo o paradigma dice “construye de manera sostenible.” (figura a la derecha, ¿puedes ver las dos figuras, una joven y una vieja?)
El modelo de sostenibilidad es un nuevo paradigma, el que invita a conservar lo que existe en el presente para que se beneficien igualmente las generaciones futuras. O sea, usa los recursos pero no para explotarlos o desperdiciarlos, sino preservándolos de tal manera que esos mismos recursos estén a la disposición de las generaciones futuras.
Los ventarrones políticos que se avecinan y que continuarán hasta Mayo 16 ofrecen amplias oportunidades para evaluar los paradigmas existentes. Si usted está conforme con las cosas como son entonces usted vive bajo los viejos paradigmas. Si usted ve la necesidad de cambios entonces usted busca nuevos paradigmas, nuevos modelos. Todo cambio trae conflictos, pero los resultados a mediano y a largo plazo prometen beneficios superiores a los actuales.
No todos los cambios son buenos, pero muchos son necesarios. Cambiar por cambiar no es razonable, pero cuando es obvio que las cosas podrían ser mejores entonces es tiempo de vivir bajo nuevos y mejores paradigmas.

Tres Oportunidades

Estoy convencido que a todos nos llegan tres grandes oportunidades en la vida.

La primera es cuando nacemos y respiramos por primera vez.

Esa es una oportunidad innata, no solicitada, nos llega como un regalo y, forzosamente, como una obligación, porque la naturaleza se encarga de que les llegue a todos los nacidos de manera igual. Muchos pierden esa oportunidad por razones igualmente naturales, o por desgracias, o por circunstancias más allá de la capacidad de ese bebé de cambiar.

La segunda nos llega cuando con toda conciencia optamos por hacer algo malo.

Creo que todos los seres humanos nacemos con una tendencia a ver lo bueno y a hacer el bien, pero en algún momento de la vida y una vez adquirimos plena conciencia de nuestros hechos y de sus consecuencias, escogemos hacer el mal. Muchos siguen haciendo el mal en mayor medida que hacen el bien y se convierten en maldiciones vivientes para ellos mismos y para la humanidad.

Creo igualmente que todo ser humano tiene una habilidad innata de hacer el mal, como de hacer el bien, como en el caso de los niños que “se portan mal,” pero en el caso de los niños no se les puede adjudicar “plena conciencia.” La oportunidad a la que me refiere es la que se le presenta a todo ser humano una vez hay conciencia del bien y conciencia del mal. Escoger lo malo toma mucha energía y un cierto pensar, profundo pensar. El mal no se hace a ciegas, se hace con conocimiento.
La tercera oportunidad nos llega cuando optamos hacer la paz.

Hacer la paz significa no hacer nada que cause daño, sufrimiento, indignidades u ofensas a otras personas. Hacer la paz es una decisión, es una elección, es una motivación y no es nada fácil. Rodeados, como estamos, de tantas oportunidades de hacer tantas cosas, el escoger hacer la paz, crear la paz, potenciar la paz, es una gran oportunidad y una que tienen consecuencias poderosas y muchas veces impredecibles. Lo que sí yo sé es que mientras más hacedores de paz tengamos mejor viviremos en comunidad.

Si todavía no has escogido la paz, piénsalo. Es una oportunidad, una de las grandes oportunidades en la vida.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Derechos Humanos

La promoción y protección de los derechos humanos ha sido una de las mayores preocupaciones para las Naciones Unidas desde 1945, fecha en la cual los países fundadores de la Organización, acordaron impedir que los horrores de la Segunda Guerra Mundial se reproduzcan. Tres años después, en la Declaración Universal de los Derechos, la Asamblea General exprimió que el respeto a los derechos humanos y a la dignidad de la persona humana "son los fundamentos para la libertad, justicia y paz en el mundo".
En 1950 la Asamblea General invitó a todos los Estados miembros y a las organizaciones interesadas a que observaran el 10 de diciembre de cada año como Día de los Derechos Humanos (resolución 423(V)). Con el Día se conmemora el aniversario de la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos por la Asamblea General en 1948. Con el transcurso del tiempo, se han desarrollado un conjunto de instrumentos y mecanismos desarrollados para asegurar la primacía de los derechos humanos y para hacer frente a las violaciones de los derechos humanos dondequiera que ocurran. (fuente de lo anterior: http://www.un.org/depts/dhl/spanish/humanrights/).
A mi entender los derechos humanos abarcan áreas importantes para la preservación de la dignidad humana: educación, salud, protección laboral, protección a la niñez, protección a la mujer y promoción de la igualdad de género. Detrás de esas áreas radican fundamentalmente la prevención del abuso, de la desigualdad, de la explotación y de la pérdida de la integridad física, emocional y espiritual de todas las personas, sin importar características de diferencia como lo son el género, la orientación religiosa, sexual o política, la clase social, el color de la piel, la etnia, el nivel educativo, los apariencias o destrezas físicas.
En la República Dominicana las áreas de mayor notoriedad que guardan relación con el status de los derechos humanos son: los femenicidios y constantes violaciones a la integridad física de mujeres, las violaciones a la integridad física de personas detenidas o perseguidas por organismos policiales o castrenses, las violaciones a ciertas garantías civiles a ciudadanos y ciudadanas haitianas, la explotación sexual y comercial de menores y adolescentes, la ausencia de servicios mínimos y de calidad en las áreas de salud y de educación, las condiciones de las personas minusválidas y de los envejecientes. Yo diría también que la desigualdad en el otorgamiento de privilegios entre las iglesias que operan en el pais tiene profundas consecuencias en los derechos humanos ya que el grupo religioso mayoritario (los católicos romanos) reciben formalmente muchos bienes y servicios del gobierno en comparación a lo que reciben congregaciones no católicas, tanto a nivel de constitución como de regulaciones y de beneficios. Y, quizás, la condición más preocupante es la creciente población de pobres y las condiciones macro-sociales que revelan que a pesar de los grandes endeudamientos externos y del crecimiento económico no hay avance sostenido en la creación de equidad social, sino que los pobres siguen pobres y hay más de ellos de manera sostenida.
Como miembro de la organización Amnesty Internacional trato de mantenerme al tanto de lo que ocurre tanto a nivel mundial como nacional. Las condiciones no son alentadoras y pareciera que los seres humanos tenemos una lucha constante en contra de nosotros mismos porque, tal como dijo Mahatma Gandhi, la deshonra contra uno es la deshonra contra todos.

Aquí en Las Terrenas hay, en mi opinión, seis áreas de importancia que ameritan la atención: a) la explotación sexual y comercial de niños, niñas y adolescentes; b) las actitudes y disposiciones en contra de ciudadanos y ciudadanas haitianas, sobretodo los que trabajan en la construcción, c) la creciente pobreza en sectores marginados de la comunidad, los que se hacen cada vez más invisibles por vivir en sectores apartados del pueblo, d) los recientes femenicidios y constantes abusos de mujeres por parte de sus esposos, amantes o compañeros, e) la pérdida de derechos civiles manifestada en la compra y venta de votos, reduciendo la capacidad de las personas de votar por conciencia, tal como se manifestó en las recientes elecciones primarias de los dos partidos mayoritarios, y, finalmente, f) las escandalosas limitaciones del sistema educativo público, las que contribuyen a la presencia de profundas deficiencias académicas y sociales, forzando a cientos de niños y niñas, jóvenes y señoritas, a permanecer en la pobreza por la obvia carencia de destrezas cognitivas, sociales, culturales y conductuales.

Mejorar la condición humana puede ser solamente el reflejo de un análisis profundo y objetivo, de un cometido personal e institucional, de una vocación de preservar la dignidad humana a toda costa, sostenida por convicciones profundamente espirituales. Cuando los más pobres y marginados mejoran en sus condiciones de vida toda la sociedad se beneficia. Mejorar las condiciones de los pobres y marginados constituye una loable meta para la comunidad y ojalá que el recordar la celebración del Día de los Derechos Humanos nos ayude a crear la mejor comunidad posible para Las Terrenas.

martes, 8 de diciembre de 2009

El Dolor Más Grande

La noticia del lunes trajo las malas nuevas de una madre en Bonao que perdió sus últimos dos hijos cuando murieron quemados. Ella dejó una vela prendida sobre la mesa mientras salía a llevarle la cena a su marido que trabaja como sereno y en ese tiempo su pequeña casita se quemó con los niños adentro. Eso es terrible. Lo que es más terrible aún es que a la misma madre tres años antes tres hijos perecieron bajo las mismas circunstancias: una vela dejada sobre la mesa que terminó quemando la casita.

Las guerras son terribles. Descuartizan cuerpos tanto de adultos como de niños, incluyendo a muchos inocentes. En Iraq solamente cerca de 100,000 civiles inocentes han muerto en la guerra, o sea, el equivalente a la población total de la provincia de Samaná.

Cientos de niñas mueren cada año por causa de la circuncisión femenina, la que a veces conlleva la remoción total de la labia, o del clítoris, o ambos. Generalmente son niñas entrando a la pubertad y la operación es realizada bajo mínimas condiciones de higiene. Generalmente las niñas son llevadas por sus propias madres para ser mutiladas.

El hambre es una de las condiciones más terribles que puedan existir. El fotógrafo sudafricana Kevin Carter tomó fotos en el Sudán que resultaron espantosas, como la del buitre presto a comerse a un niño hambriento y desahuciado, ganadora del premio Pulitzer. Kevin terminó suicidándose, aparentemente incapaz de hacerle frente a las memorias y a las realidades de su continente.

Las muertes por causas provocadas son igualmente terribles, como cuando un padre o una madre le da un trago de “tres pasitos” (un raticida) a un hijo o hija para que muera, o cuando un ex esposo o amante le cae a palos a su compañera hasta matarla, o cuando alguien le cae a machetazos a propósito a una persona, o cuando alguien simplemente toma una pistola y le da un par de balazos en la sien a otra persona.

¿Qué haría usted al saber que algo que se puede evitar va a causar la muerte, al igual que sufrimientos increíbles, a cientos de personas y que provocará graves consecuencias médicas a niños, además de daños irreparables a fetos, lo que conllevará nacimientos de criaturas anormales? ¿Cuánta riqueza es necesaria para que a usted no le duela la muerte de millones de peces en el agua, miles aves en el cielo y cientos de personas que fallecerán lentamente y por décadas y décadas? Piense solamente en lo está pasando por el rock ash en los alrededores de Arroyo Barril.

El Estado Dominicano, garante de la seguridad ciudadana, en la persona del Sr. Presidente, ha puesto en las manos de la compañía canadiense Barrick Gold, un contrato leonino, dándole todos los beneficios y quedándose sin nada, aún sabiendo que las consecuencias serán nefastas a seres humanos y al medio ambiente. Más aún, le va a permitir hacerlo sin recibir ni un solo centavo a cambio. Ese contrato fue aprobado por la mayoría de los diputados, incluyendo los dos diputados de la provincia.

El decreto del Presidente Leonel Fernández (arriba). Ver el artículo de Ivan Salcedo en http://toyjarto.com/2009/12/05/sobre-la-minera-de-pueblo-viejo/
Si esa mina de oro estuviera en Los Naranjitos y contaminara todas las lomas hasta traer el cianuro vía cañadas y ríos hasta la playa, donde morirían los peces, se enfermarían los turistas y se destruyera químicamente las playas, ¿estaría usted igualmente de acuerdo en que se saque el oro por los millones que le podría producir aún cuando implique destruir nuestro sistema de vida en este municipio?

Si eso le preocupa, infórmese. Dígale a los diputados que usted no está de acuerdo con el voto que echaron y ejerza ahora su derecho ciudadano de hacer oir su voz, porque si no lo hace hoy entonces un día de estos nos van a traer un muerto parecido por aquí. ¿Cuánto oro necesita que le den a usted para que usted ni vea, ni escuche, ni hable cuando esas cosas ocurren a su alrededor?

Que nos ocurriera lo mismo, damas y caballeros, sería un dolor muy grande.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Cementera, Elecciones y Barrick Gold

Pueblo Viejo, ¿se repetirá la historia? El próximo frente.
El éxito del movimiento para impedir la instalación de una cementera próxima al parque nacional Los Haitises revela aspectos notables del evolucionar político-social en la República Dominicana y, muy posiblemente, en Las Terrenas. Si es así amerita que reflexiones profundamente sobre sus implicaciones en esta comunidad, el ombligo del pais.
Entre todas las características del movimiento a favor de mantener la integridad de la zona aledaña a Los Haitises, la más preponderante fue, a mi juicio, el nivel de compromiso con el bien común manifestado por los participantes. Luchando contra el gobierno, contra un consorcio empresarial extremadamente poderoso, contra organismos de fuerza del estado y contra oponentes políticos comprometidos, los jóvenes y simpatizantes se mantuvieron en firme y enarbolaron persistentemente el mismo himno de guerra: Los Haitises merece ser preservado porque el bien común está por encima del bien comercial que podría obtenerse con la cementera.
Esta búsqueda por el mejor bien posible para la comunidad es sumamente transcendental, sobretodo tomando en cuenta nuestras realidades sociales, las que incluye un nivel de corrupción nacional sumamente alto, según lo revelado por Transparencia Internacional en informes recientes. También por las percepciones que esos mismos informes revelan en cuanto al nivel de interés entre l@s ciudadan@s dominican@s acerca del estado de la sociedad dominicana. Lo que ocurrió con la cementera rompe los estereotipos. Los que lucharon contra la cementera no encajan con el perfil de personas apáticas o poco informadas.
Como me ha tocado dirigir dos eventos de protesta, La Marcha por el Pueblo del 3 de agosto y el Concierto por las Playas del 6 de noviembre, me resulta más fácil entender lo que ha ocurrido con la cementera. En ambos eventos no habían ni agitadores ni subversivos. Los que habían eran personas comunes, preocupadas por las condiciones de su comunidad, expresándose de manera cívica y pacífica y haciendo ver que vale la pena aún empoderarse de temas de preocupación común para juntos buscar el bien común.
Eventos recientes resaltan aún más lo ocurrido en la cementera y lo ocurrido en Las Terrenas en esos dos eventos. Personalmente, me he sentido profundamente compungido con el escenario político local, sobretodo a raíz de las acusaciones y contra acusaciones después de las primarias del PLD (“toda política es local”, decía el fallecido vocero de la cámara baja del congreso norteamericano, Tip O’Neill). Anticipo que algo similar podría suceder con las primarias del PRD. Por uno de esos idealismos irreconciliables con la obvia realidad, pensaba que los dos partidos mayoritarios, el Partido de la Liberación Dominicana que gobierna al pais, y el Partido Revolucionario Dominicano, ambos fundados por el insigne maestro Juan Bosch, de alguna manera u otra podrían recapturar el idealismo y los principios de su fundador y darían un salto milagroso hacia una plataforma nueva, honesta, transparente, ética y puntual, dentro del marco de las terribles condiciones sociales que afectan al municipio. O sea, pensé que estarían más preocupados por el bien común. Fue todo un idealismo, un sueño, un terrible espejismo.
La política moderna frecuentemente se ha identificado con el neoliberalismo, fundado por Keohane y Nye, la filosofía igualmente atada a la economía en que el enfoque se centra en las “ganancias absolutas” y no en las “ganancias relativas.” De esa manera si alguien o algo añade a la posibilidad de ganar la meta política escogida (sea el municipio o el establecimiento de una cementera) entonces se amarran todos los cabos posibles para lograrlo, aunque el resultado final no sea necesariamente el bien común. Lo que el partido oficial, PLD, ha hecho desde el gobierno central es espeluznante, con niveles de corrupción e impunidad únicos.
En estos casos lo que se desea es ganar, pura y sencillamente, de la misma manera en que una compañía busca hacerse dueña de un segmento del mercado mediante estrategias mediáticas y de mercadeo. Ganar ese segmento no quiere decir que el producto sea necesariamente mejor, sino que simplemente logró mercadearse mejor.
La gente que luchó contra la cementera nos enseña que hay alternativas y que el actuar con conciencia resulta apetecible. El gobierno pretende ahora darle diez veces más derechos a la compañía minera Barrick Gold, la compañía lider a nivel mundial en la explotación del oro. Entre su junto de directores está Gustavo Cisneros, venezolano, presidente del Grupo Cisneros, el mismo que obtuvo grandes extensiones de terreno en el área de Miches y amigo personal del Presidente Fernández. Esa es la misma compañía que pretende destruir dos glaciares en la frontera Argentina-Chilena, área de Pascua Lama, para llegar al oro y que ha despertado múltiples protestas desde hace años. Recordemos que cada onza de oro produce 70 toneladas de desperdicio tóxico mientras se utilizan y se contaminan espeluznantes cantidades de agua.
El contrato actual de la Barrick Gold es un insulto a la dignidad del pais y amerita ser rechazado y sólo hay que fijarse en lo que la compañía ha hecho en Africa y Latinoamérica para saber lo que va a ocurrir aquí. Anticipo que las minas de Cotuí serán el próximo frente de lucha.
Cuando las autoridades de un pais o de un municipio actúan en franca contraposición a los intereses del bien común necesitan de una respuesta precisa, macisa, concisa e incisa de parte de la población. Vimos lo que se pudo lograr aquí en Las Terrenas y vimos lo que se obtuvo a raiz de lo que sucedió con la cementera. Es un nuevo despertar, hay nuevas esperanzas. No la perdamos de vista.
Las Terrenas merece lo mejor!

viernes, 27 de noviembre de 2009

Triste Aniversario del Crimen Medioambiental de Balcones del Atlántico



Entre lo que somos y lo que deseamos ser


Entre lo que somos y lo que deseamos ser, los terreneros somos la mezcla incompleta—aunque sabrosamente sazonada—de idiomas, etnias, experiencias, música, nacionalidades, colores de piel, riquezas y pobrezas, entre muchas otras cosas. En Las Terrenas nada permanece oculto y todo es, al mismo tiempo, invisible. Con todo y por todo, si hay un lugar donde deseo estar es aquí, en Las Terrenas.

En una forma muy suya, Las Terrenas ofrece un menú mágico de realidades y sueños. El nagüero que vino a motoconchar, la maestra que viaja diariamente desde Sánchez, el parisienne que vendió su taxi y su apartamento, el alemán que vendía autos usados y ahora es plomero, el canadiense jubilado que todos los días se toma un cafecito frente al cementerio y hasta el capitaleño que viene los fines de semana para “botar el golpe”, todos, sin excepción, sueñan y entresueñan aquí en Las Terrenas.

Una tarde me paré frente al Banco León para contemplar a la vida pasar. En menos de 45 minutos mientras tomaba notas, escuché cuatro idiomas que no pude reconocer y otros 5 que sí pude reconocer (ruso, alemán, italiano, francés e inglés). La gente que hablaba tales idiomas andaban en pantaloncitos cortos, en sandalias, dorados por el sol o curtidos por el viento; miraban hacia todos los lados y señalaban a todas las cosas que encontraban (los motoconchos locos, la basura, los perros, los edificios, las personas y (curiosamente), uno se agachó para examinar el líquido turbio que corría cuesta abajo por el contén.

En otra ocasión, comprando vegetales donde Roberto, entraron en menos de media hora unas 15 personas: santiagueros, macorisanos, sancheros, nagüeros, capitaleños, micheros y hasta uno que vino desde Neiba. Díganme ustedes, ¿en qué otra ciudad del pais se pueden encontrar en un mismo día y a escasos metros de distancia los unos de los otros, a tantas gentes, tantos países, tantos idiomas y a tantas circunstancias? Si alguien quiere tener una idea de cómo era alrededor de la Torre de Babel cuando la construían que venga para acá, en Las Terrenas.

Las odiseas a que nos exponen tanta gente distinta en un lugar tan especial como éste, sólo se comparan con los fracatanes de aventuras que presenta el diario conducir por las calles del pueblo. Fuimos bendecidos con la menor reducción de accidentes de tránsito en los últimos dos años, gracias a los “cráteres” en las calles y a las constantes variaciones del tráfico vehicular de una vía, de dos vías, de ninguna vía y de todas las vías; pero, ahora las calles arregladas nos ofrecen igual peligro por lo que nada ha cambiado gracias a la impertinencia de los peores conductores del pais.

¿En qué parte del mundo se espera tan pacientemente que se destruya todo lo que se ha hecho? Imagínense que Felucho, el exsecretario de turismo, formó una compañía para darle 230 millones de pesos para que construyera el desague sanitario de Las Terrenas y lo que hicieron fue una payasada tan grande que hasta dá pena, pero a los terreneros no nos parece importar, seguimos parados o sentados sobre el mismo peligro de mierda desbordada.

El menú mágico del que estamos hablando no estaría completo si no incluímos a los nuevos vaqueros que nos llegan todos los fines de semana: los capitaleños. Muchos de ellos han descubierto que venir a Las Terrenas es menos de la mitad del tiempo que irse a La Romana o a Punta Cana, con menos peligro y con diez veces más las bellezas naturales. Todo el mundo sabe que en La Romana no hay playa que valga la pena, excepto en Bayahibe, mientras que en Las Terrenas diez kilómetros a la izquierda y veinte a la derecha es todo playa, en la que cada pedacito ofrece una experiencia diferente y un paisaje para quedarse ciego de lo bello que es.

Hay muchos terreneros que se levantan cada mañana y después de estregarse los ojos con jabón de cuaba, salen a la calle para admirar a su nueva metrópoli. Aquí se ven desde Hummers hasta cacharros sin bumpers y sin placas. Los otros días andando en el cacharro de mi bicicleta (que ya lleva 14 años conmigo) me pasaron por el lado los más flamantes quads, las más esbeltas motocicletas y los más pesados camiones de 8 ejes, todos por la calle Duarte, cariñosamente conocida por “calle principal.”


Los tapones que a veces se arman no tienen nada que envidiarle al elevado de la 27 de Febrero a las 7:45 de la mañana con la ventaja de que con todo y todo y en pleno mes de enero del 2009, todavía no tenemos el primer semáforo en todo el pueblo. Cuando nos llegue uno tendremos que cerrar la escuela (una costumbre muy común en Las Terrenas) y tirarnos todos a la calle para celebrar la llegada de uno de los objetos más inútiles en este país. ¿Y para qué servirá el semáforo cuando los terreneros no respetamos ni a una viejita cruzando la calle? ¿Y quién escribirá las violaciones al tránsito cuando los motoconchistas se “coman” la roja 20,000 veces al día? Un semáforo añadiría un elemento más al menú mágico-real de nuestra vida cotidiana en el paraíso.

Si alguien lo está pensando dos veces, o si algo piensa que sería demasiado para un solo día, permítanme decirles que estoy de acuerdo. El que viene a Las Terrenas se lo va a encontrar todo a la misma vez: muy mucho y muy poco, muy pobre y muy rico, muy loco y muy cuerdo, muy simpático y muy trágico, muy bello y muy feo, muy calmado y muy alterado. Verá las mujeres más bellas y los hombres más apuestos y para todos aquellos que creemos que por encima del cielo terrenero pasan dos campos energéticos, uno muy negativo y otro muy positivo, volvemos a repetirle a todo el que quiera escucharlo, que entre los extremos están todos los medios y que aquí, en Las Terrenas, se conjugan los sazones, los olores, los sabores, las escenas y los estragos más únicos, más especiales y más inigualables que se puedan encontrar en cualquier parte de la bolita del mundo y hasta más allá…

Sísifo y el Fénix

  LA DESGRACIA DE SÍSIFO Y LA PROMESA DEL FÉNIX (Escrito en el 2009) Todo el mundo tiene una idea de lo que se debe hacer en Las Terrenas. T...