martes, 3 de enero de 2012

Siameses



            Los siameses son gemelos que nacen unidos por alguna parte del cuerpo.  Son dos personas totalmente independientes que a veces puede ser separados pero que generalmente termina en un 50% de muertes para ambos.  La mayoría de los siameses son hembras.

            Quizás los más famosos fueron los hermanos Chang y Eng Búnker (derecha), nacidos en el reino de Siam en el 1811 (Siam comprendía lo que es hoy Tailandia, Camboya y Laos), pero se criaron y vivieron hasta los 65 años en los Estados Unidos trabajando como espectáculo central en el circo P.T. Barnum donde fueron muy populares con sus chistes, trucos y malabarismos.  Ambos se casaron y tuvieron 11 y 12 hijos respectivamente.  El nombre “gemelos siameses” proviene del nombre del reino Siam.  Chang se hizo alcohólico y sufrió un derrame cerebral que no afectó a su hermano, aunque eventualmente por causa de una bronquitis contrajo una neumonía y se murió en el sueño.  Su hermano Eng se dió cuenta que estaba muerto y esa misma noche murió causado por un choque al ver a su mitad sin vida (datos tomados de Wikipedia).

            Han habido unos 1400 nacimientos siameses registrados en el mundo siendo el primero en Armenia en el año 945 D.C.  En la República Dominicana han nacido varios gemelos siameses, los más recientes siendo las hermanitas María Teresa y Teresa Maria Tapia (izquierda), nacidas en abril pasado en el hospital Eduardo Aybar y separadas éxitosamente hace unas semanas en Virginia, Estados Unidos.  Ambas compartían el hígado, el duodeno y el páncreas y ya han regresado al pais.  Clara Altagracia y Altagracia Clara nacieron en Ocoa en el 1973 y fueron separadas éxitosamente en los Estados Unidos, pero Altagracia Clara murió en el 1976 por causa de un grano de habichuela que se introdujo por la nariz y le provocó la asfixia.  Antonio Ramón y Ramón Antonio Durán nacieron en Nagua en 1969 a una madre de apenas 15 años y fueron separados aunque uno de ellos también murió.  En el 1956 nacieron en el pais unos trillizos, dos siameses y uno separado aunque no tengo más datos sobre ellos (algunos datos tomados del DiarioLibre.com).  

            La madre de siameses más joven lo es una Argentina que los parió a los 13 años en el 1992.  Una brazileña de 14 años parió siameses en el 2002 y la naguera de 15 los parió en el 1969.  

            Los siameses a veces comparten un órgano crítico (Chuang y Eng compartían el hígado) y otras veces sólo los une el cordón umbilical.  Los que comparten el corazón generalmente no sobreviven, pero los que comparten otros órganos tienen mayores probabilidades de éxito.  (Derecha, Abigail and Britanny Hensel).

            Nacer siamés es una buena metáfora para la vida del dominicano.  Nacer “pegao” o “estar pegao” identifica a la persona bien favorecida porque está conectada a alguien poderoso.  El clientelismo político en el que vivimos no es otra cosa que la manutención de una dependencia económica con beneficios políticos para los poderosos. Una de las primeras cosas que aprenden los aspirantes a políticos es cómo crear y mantener esa dependencia para que los votantes sepan que si se separan de la misma se van a “morir.”   La situación es compleja, trágica y dramática.

            Al empezar este año eleccionario los dominicanos tenemos el desafío de aprender a vivir, a pensar y a decidir como entes independientes, rechazando el clientelismo político y aprendiendo a vivir cívicamente independiente.  El clientelismo político es el pan nuestro de cada día tanto al nivel local como al nivel nacional y muchos piensan que es incambiable.  Al igual que los siameses requeriría una cirugía de muchos riesgos y aunque la cirugía pudiera tener éxitos hay muchos que no sabrían vivir sin estar pegao.

            Ojalá que el nuevo año nos traiga nuevas oportunidades para un civismo informado, consciente y auténtico.



jueves, 15 de diciembre de 2011

Mi Deseo de Navidad *


            El hombre que me miraba a los ojos lo hacía de manera persistente, inquisitiva pero con la calma de la sabiduría.  No me acuerdo su nombre pero era un homme sagé (hombre sabio), uno de esas figuras que se encuentran en todas partes del mundo, en aldeas y ciudades, en callejones y balcones, inspirando vidas y aspirando mundos.  Era lunes de noche frente al mercado central de Djenné, en Mali, Africa Occidental y como todos los lunes se había terminado el mercado libre del pueblo.  Algunos vendedores guardaban sus cosas y detrás de las cortinas y particiones se podían ver las columnas de barro de la afamada mezquita de Djenné, dedicada por la UNESCO como una de las contribuciones culturales universales.  

            El fuego de la hoguera daba a los ojos de este hombre la languidez del djeli, el griot que transporta cientos de años de historia sobre sus hombros, su mente y su corazón, los que interpreta con su música utilizando la tradicional kora, una especie de arpa construída con el coparazón de un jilguero..   Estaba vestido con un boubou morado brillante (vestido tradicional del oeste africano) y era tan brillante que la luz de la hoguera hacía que el boubou pareciera la pantalla de una televisión sobre la cual se proyectaba la historia de los mándingas (uno de los grupos étnicos mayoritarios).  A su lado, una mujer Fulani miraba al fuego cabizbaja, sus gigantescos aretes de oro puro reposando mansamente sobre sus hombros. (Djeli a la derecha).

            Eran casi las diez de la noche y el cielo estrellado me revelaba mucho más de ese universo especial, allende al Sahara, con el harmattan (nube de polvo que baja del desierto) todavía entre mis narices y el recuerdo todavía reciente de la chica francesa bajo el flamboyán gigante tocando guitarra, sus senos esculturales abiertos al universo como mangos injertos rellenos de azúcar y miel, mientras todos nosotros, hombres y mujeres, cantábamos con ella, suspirábamos por ella e idealizábamos fantasías imposibles bajo aquél cielo repleto de estrellas, repleto de historias, de experiencias y de máscaras senoufos, bámbaras y dogones al lado del río Niger.

            El djeli agarró su kora y entonó canciones inmortales en un idioma arrancado directamente del edén, como Salif Keita cantando “Moussoulou” mientras dos mujeres del callejón hacen fufu en el pilón (fufu es el mangú pero hecho en pilón de café).  Juro por todos los vientos que en ese momento de esa noche quería morir para que mi espiíritu se quedara girando para siempre sobre Djenné, abrazado a los pechos de esa trovadora anónima, tomando café hecho por el djeli y escuchando su música ancestral hasta que el polvo de mis entrañas regresara para siempre al Sahara montado en un bote sobre el Niger justo a la puesta de sol.  (Izq., Mujer Fulani de Mali, esos son aretes de puro oro).

Juro por todos los vientos que en ese momento de esa noche quería morir para que mi espiíritu se quedara girando para siempre sobre Djenné,

            Mi djeli me miraba mientras cantaba, pero no me miraba solamente a mi.  Me imagino que al mirarme pensaba en todos los otros rostros de todas partes del mundo, en todos los idiomas, de todas las nacionalidades y con todas las esperanzas que habrían llegado ante la puerta de su hogar frente a la plaza de Djenné.  Mientras el relataba con su canto historias perpetuas nosotros los oyentes creábamos nuestras propias historias, nuestras memorias, nuestra música y nuestros ensueños y fantasías.  Todo lo que se necesita para distanciarnos de la realidad es crear una memoria nueva, ardiente, tajante, crujiente, que nos acerque más al deseo universal que todos tenemos de poder abrazar a la humanidad más completa y más total, dejando atrás todas las pequeñeces y estupideces que cantan en nuestros oídos los demonios de la ignorancia.

            Ver el atardecer sobre las paredes de la mezquita de Djenné es una experiencia insuperable, ulular al compás de la melodía milenaria del djeli es abrazarse al presente besando el letargo del pasado; y, más que nada, sentir ese enlace profundo que une un alma al universo de nuestra compartida humanidad es tocar al paraíso con pies y manos.  (Der., puesta de sol sobre el río Niger, los colores tienen mucho que ver con el polvo del Sahara).

Mi deseo de navidad*

           Yo sólo espero que mis hermanos y hermanas de todo el mundo que pisan este terruño terrenero por primera vez puedan llevarse consigo memorias igualmente imperecederas, marcando sus vidas para siempre con la hospitalidad y el cariño de gente como nosotros, aspirantes de una visa al paraíso, no al Montecarlo degraciao ese que nos tiene casi jxdidxs.  Quiero un paraíso que se disfrute un día a la vez, un segundo a la vez, un canto a la vez, una bachata a la vez, un beso a la vez, pero repitiendo ese beso mil cuchocientas veces.  (abajo, puesta de sol en Las Terrenas, un mismo sol, un mismo universo).





Ali Farka Toure tocando la Kora



Dos gigantes, Salif Keita (Mali) y Cesaria Evora (Cabo Verde)



miércoles, 7 de diciembre de 2011

Sicofancia


                  Hay diferentes modelos para identificar las orientaciones sociales en relación al tiempo entre las culturas del mundo.  Sociedades asiáticas, africanas y del pacífico se les identifica como orientadas hacia el pasado por lo que sus idiosincracias, costumbres sociales, religiosas y políticas incluyen respeto a los ancestros y dar un rol preponderante a los padres, abuelos y ancianos. 

                  Las sociedades industriales como las del norte de Europa y en Norte América tienden a ser orientadas hacia el futuro.  Un valor cultural preponderante es el de mejorarse a uno mismo porque creen que el futuro siempre está lleno de posibilidades y las cosas siempre pueden cambiar hacia lo mejor. 

                  Hay otras sociedades, como la nuestra, que están preponderantemente orientadas hacia el presente. Sin duda alguna muchos de nosotros en Dominicana pensamos en el futuro y demostramos cierto nivel de respeto hacia nuestros antepasados y ancianos, pero la gran mayoría de nosotros vive enfocada hacia el presente, hacia el hoy, hacia lo que podemos ver, tocar, sentir y obtener en el presente.  De hecho, entre nosotros el futuro siempre se presenta como incierto, no sabemos quién va a gobernar, ni si las cosas van a ser mejores o peores.  Aquéllos en posición de poder o de control hacen promesas que muchas veces no cumplen y por eso nos sentimos empujados a darle más valor a lo que podamos conseguir ahora mismo.  En lenguaje eleccionario, romo en mano es mejor que barrica en almacén.

                  Cada cosa tiene sentido en su propio contexto por lo que no sirve de mucho valorizar o despreciar alguna de estas orientaciones pero sí vale la pena explorar y comprender mejor las implicaciones que puede tener para una sociedad emergente como Las Terrenas el vivir preponderantemente en el presente, o el tener percepciones y actitudes incoherentes e improductivas hacia el pasado.

                  En el ambiente socio-político local encuentro lamentable que los líderes actuales constantemente critican y desvalorizan a los servidores públicos del pasado argumentando que no hicieron nada y que es ahora cuando se ven obras hechas. Tal discurso es muy lamentable a parte de estar errado y refleja una nefasta vileza espiritual de parte de sus exponentes.  A diferencia de los individuos la vida en comunidad es realmente una red viviente de enlaces entre pasado, presente y futuro.  El mejor presente y el mejor futuro no se edifican sobre la mezquina desvalorización del pasado; por el contrario, debemos construir sobre el pasado, aprendiendo del mismo y honrando a los que han precedido y entonces, con nuevos bríos y con mayores recursos, continuamos en el camino del progreso presente y futuro. Pretender destruir el pasado de otros para levantar sobre sus escombros un ego-presente es una soberbia imperdonable e insensata por parte del que la propugne.

                  El discursillo salvífico de los que ostentan el poder local me acuerdan de la sicofancia, esa práctica alcahueta que se convirtió en arte en la antigua Roma y que consistía en acusar a opositores sin motivos razonables, o simplemente para sacar ventajas personales y políticas.  Hacia el final de su historia el imperio romano se corrompió en múltiples formas y, como ejemplo, los abogados no podían cobrar por sus servicios pero los que se inventaban acusaciones podrían percibir hasta una cuarta parte de lo que se cobrara injustamente, por lo que era más beneficioso convertirse en acusador (sicofante) que en defensor.  En esa nefasta época los cobradores de impuestos se inventaban acciones que terminaban en desalojo y pérdida para los que no se podían defender, los magistrados invitaban a sus casas a los poderosos para negociar acuerdos y posiciones burocráticas.   Beneficios económicos se otorgaban al mejor postor mientras que los políticos compraban votos con fondos personales o del estado para asegurarse una constante gestión de poder.  Los sicofantes inventaban acusaciones para desplazar enemigos y posicionarse en el favor de los que estaban dispuestos a creerles, utilizando inclusive a otros sicofantes como pistoleros a sueldos de la mentira.  Detrás de todo ello había un verdadero sistema de corrupción amparada por un imperio decadente y en franca descomposición, por lo que los corruptos locales se protegían por medio de los corruptores imperiales y todo en nombre de la República.

                  Si de algo nos puede servir esa historia pasada y ajena es para crear una memoria sobre lo que puede estar ocurriendo en el presente.  Lo que hicieron o no los pasados servidores públicos en el municipio debe servirnos para afinar el presente no para cementar nuevos y peores errores.  Acusar de ineptos a los líderes del pasado pone una carga espeluznante sobre los hombros de los sicofantes actuales y constituye un mísero cimiento para el futuro promisorio al que todos aspiramos.

(derecha:  Dios mío, cuándo se acabará esta mediocridad? )

sábado, 26 de noviembre de 2011

Imperios y Playas

Arriba, Las Terrenas 2015?


            El primer gran imperio mundial fue el de los Caldeos en Mesopotamia, lo que hoy es conocido como Iraq.  Mesopotamia significa “tierra entre dos ríos”, el Tigris y el Eufrates, y a esa zona se le conoce como la cuna de la civilización.  Fue en esos alrededores donde comenzó la escritura y, por ende, la historia.  Allí también comenzaron las grandes edificaciones, las grandes ciudades, los grandes ejércitos y los grandes imperios.  Pero este gran imperio que se extendía desde el Mediterráneo hasta Irán, desde los Cáucasos hasta lo que hoy es Omán dejó de existir en el año 2154 antes de Cristo después de más de 180 años de reinado.  ¿Qué pudo causar el declive y desaparición del primer gran imperio en la historia del mundo? 

            Otro gran imperio, quizás el más importante del continente Americano, desapareció después de más de 2,000 años de existencia.  Los Mayas no eran una tribu sino una nación imperio.  Grandes ciudades, pirámides, un sistema de irrigación y desague inigualable y un comercio creciente existieron bajo los Mayas.  Crearon un calendario de 365 días y se les atribuye la creación del concepto del 0.  Sin embargo, justo en la cúspide de su esplendor el imperio sucumbe.  Habían unos 20 millones de Mayas al momento de desaparecer el imperio alrededor del 1,200 D.C., y hoy en día hay unos 5 millones de Mayas principalmente en Guatemala. He conocido y he trabajado, viajado y compartido con Mayas y son gente maravillosa. ¿Cómo es posible que el más grande imperio mesoamericano, con sus profundas manifestaciones tecnológicas, culturales, religiosas, artesanales y gubernamentales desapareciera como lo hizo?

            Más al norte de mesoamérica, en lo que hoy es conocido como los estados norteamericanos de Nuevo Méjico, Arizona, Colorado y Utah, existió la nación Anazasi, los que también eran conocidos como grandes constructores, ingenieros de riego con extensas manifestaciones en la cerámica y en los tejidos. Edificaron las edificios más altos en toda norteamérica hasta tiempos recientes, poseyeron un sistema gubernativo increíblemente sofisticado y extenso, con grandes rutas, caminos, sistemas de riego y agrícolas, pero todo desapareció hacia fines del siglo XIII D.C.  Yo he visitado Mesa Verde donde excavaron sus casas en las laderas de montañas, observé secretamente sus danzas rituales de invierno y tuve el privilegio de ser invitado a descender en una Kiva, su lugar sagrado y presenciar rituales Kuchinas.  ¿Qué pudo causar la desaparición de su nación hace 800 años?

            Pudiera seguir mencionando imperios pero creo que estos ejemplos bastan para señalar que aunque no hubo una sola causa detrás de su desaparición hubieron dos factores preponderantes en medio de muchos otros igualmente importantes:  primero, abruptos cambios climáticos causados por daños medioambientales desastrozos; y, segundo, grandes desaciertos por parte de los líderes que poco hicieron para mitigar los problemas medioambientales que ellos mismos crearon y que actuaron con un alto nivel de ineptitud ante las profundas consecuencias sociales, económicas, políticas y religiosas.   Un medioambiente a la deriva coplado con un liderazgo político inepto es una fórmula para el desastre.
(Izq. lo que está pasando en Honduras, verlo aquí)
            Pienso en nuestras playas y en su impacto económico, social y cultural.  Más que el objeto de la codicia de muchos empresarios (buenos y malos), nuestras playas representan una cultura, un modo de vida, una oferta y una industria.  Pero nuestras playas están desapareciendo principalmente por causa del calentamiento global.  En los últimos 100 años el mar ha subido de 6-8 pulgadas y en los próximos 50-100 años se estima que subirá hasta un metro más.  Eso quiere decir que los niños de 10 años que se bañan hoy en día en nuestras playas estarán vivos cuando las playas de Las Terrenas desaparezcan.  El Club de Playa de Balcones estará bajo agua al igual que el cementerio y Casa Blanca.   Los que han vivido aquí en los últimos 10 años han notado las erosiones en Playa Bonita y frente a Casa Blanca, por lo que sólo los ciegos (física y moralmente) no se dan cuenta de lo que sucede.

 (Der. lo que está pasando en México, aquí)
            En el caso de los imperios antiguos condiciones medioambientales acompañadas de ineptitudes en los gobernantes condujeron a su desaparición.  Algunos parchos como lo hecho frente al Hotel Atlantis en Playa Bonita, por mencionar un ejemplo, mitigan el impacto inmediato del calentamiento global, pero los daños causados por otros agentes como el cegamiento de humedales, la deforestación y las contaminaciones generalizadas tendrán sus terribles consecuencias. Por lo tanto, aprendamos a pensar a largo plazo y actuemos con un más pleno conocimiento de la  historia, de otra manera digamos adiós playa, adiós pueblo, adiós sueños. 

Abajo, cocos caen en Playa Las Terrenas, noviembre 2011.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Debido Proceso



           Inglaterra ha hecho contribuciones excepcionales al mundo.  No solamente el idioma inglés sino que las revoluciones agrícolas e industriales se originaron allá, al igual que grandes invenciones mecánicas como el tren, la turbina de gas, el propulsor a chorro de aviones y el automóvil.  Produjeron el mercantilismo, el libre comercio, fueron cuna del capitalismo y del liberalismo económico.  Además, su historia particular dió origen a la monarquía parlamentaria, mucho mejor que la monarquía absoluta (como la que funciona en la mayoría de los paises árabes) y no podemos dejar atrás a grandes manifestaciones de la cultura popular como los Beatles y los Rolling Stones.  

            No podemos dejar el drama de los monarcas y sus relacionados, nunca hubo tanto telenovela de primera clase como la que rodeo a la Princesa Diana desde su boda hasta su muerte (y más allá).  Pero los ingleses también fueron los grandes imperialistas del tiempo moderno, gobernando sobre el imperio más grande conocido en los cuatro puntos cardinales del mundo.  Ellos crearon y perdieron a lo que es hoy la gran nación del norte, los Estados Unidos de América; conquistaron, colonizaron y perdieron a la que era la nación más compleja y cosmopolita del mundo, la India; y de la misma manera los cartógrafos ingleses en sus oscuros sótanos de Londres inventaron naciones y partieron paises, creando grandes conflictos y guerras modernas (Pakistan-India-Kashmir, Israel-Palestina, Nigeria-Biafra, Chipre, China-Hong Kong).

            Científicos británicos formularon lo que hoy es Viagra y no habría época moderna sin un científico como Sir Isaac Newton cuyos procesos mecánicos e ideas filosóficas dieron paso a la revolución industrial y a grandes pasos en la comprensión del universo y su funcionamiento.  Inglaterra nos dió gran teatro y grandes autores, principal entre ellos a Shakespeare y aunque la cocina inglesa es probablemente una de las peores del mundo ellos sabiamente empezaron la famosa y valorada tradición del té.
            Pero más que todas las cosas, el menos conocido pero el más fundamental de sus contribuciones lo ha sido el origen y rol de la Carta Magna, el documento firmado el 15 de junio del 1215 entre el Rey Juan y sus Barones feudales, comprometiéndose al supremo compromiso del “debido Proceso” bajo la ley, por el cual ninguna persona estaba por encima de la ley, ni siquiera el rey.  Este “debido proceso” formó las bases de la Constitución de los Estados Unidos, sentando un ejemplo poderoso en todo el mundo, incluyendo el nuestro ya que Duarte y otros fundamentaron nuestra primera Constitución y el esquema de gobierno de nuestra nueva república sobre principios selectos de la Constitución Norteamericana.  

            Pero hay algo trágico en esa historia.  Justo después de esa firma histórica de la Carta Magna vinieron los reinos de Enrique III y de Eduardo I bajos los cuales la “alta traición”, o sea, la deslealtad criminal en contra del gobierno por uno de sus ciudadanos, era condenada con una pena que consistía en el ahorcamiento, la castración, la destripación y el descuartizamiento.  O sea, una persona condenada por alta traición primero era llevada a la horca (ahorcamiento) y justo antes de morir la bajaban del lazo y la colocaban amarrada sobre una escalera para que todos lo vieran.  Totalmente desnudo le cortaban el pene y los testítulos (castración), luego, mientras la persona todavía estaba viva, le abrían la panza y le sacaban las entrañas (destripación) para que el condenado viera sus propias tripas y, si tenía suerte, le sacaban igualmente el corazón.  Finalmente cortaban lo que quedaba en cuatro partes (descuartizamiento) y las colocaban en varias partes de la ciudad para que la gente lo viera.  (Izq. tomada de Wikipedia http://en.wikipedia.org/wiki/Hanged,_drawn_and_quartered).

            ¿Cómo era posible que gente tan civilizada hiciera semejante atrocidad?  Bueno, los ingleses no eran tan civilizados en ese entonces pero lo que hay que comprender más que cualquier otra cosa es que los gobiernos y sus líderes son capaces de cometer cualquier desfachatez o abuso, cualquier atropello o exceso, cualquier ilegalidad o arbitrariedad, en el nombre de la seguridad nacional o de los intereses partidiarios.  Eso se traduce tanto al nivel nacional como municipal.  Cualquier persona que se niegue a reconocer la autoridad y acciones del “monarca” sea Leonel Fernández, Hipólito Mejía o José Alexis Martínez va a ser ahorcado, castrado, destripado y descuartizado, simbólica o literalmente (por así decirlo). 

            Como estamos en un año eleccionario los ciudadanos de conciencia, a los que nos preocupa el insensato endiozamiento de los monarcas modernos por boca y acciones de pistoleros a sueldos que han vendido su alma al mejor postor, debemos vivir con ojos abiertos pero también listos a defender el principio del “debido proceso”, del imperio supremo valor de las leyes aún cuando el mismo gobierno (nacional o municipal) sea el principal violador de las mismas.
            Si no estamos dispuestos a expresarnos, a protestar, a demandar, a denunciar y a proponer mejoras entonces a Dios que reparta suerte.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Día Internacional de la Interconectividad

 Interconectados 11/11/11
Día Internacional de la Interconectividad
El 11 de noviembre A las 11 a.m. saca 11 minutos para conectarte
·      Contigo mismo
·      Con otros
·      Con el resto de la humanidad
·      Con la naturaleza

¿Qué es interconectividad?  Es cambiar la dirección de nuestro enfoque, en lugar de mirar solamente en nuestra dirección, en lo que nos conviene, en nuestros beneficios la interconectividad nos ayuda a encontrar vínculos o enlaces que nos permitan vivir mejor en comunidad, entender a otros, trabajar con otros y hacer conjuntamente lo que resultará en beneficio de todos.  La interconectividad puede ser virtual, emocional, física, espiritual o funcional.  Lo importante es abandonar el utilitarismo de lo individual y encontrar formas de vivir mejor en comunidad. 
Ante los tremendous desafíos que nos confrontan tenemos la opción de responder a ellos solos o en comunidad.  No es asunto de quién sabe más o de quién pueda más o de quién tenga más.  Es asunto de buscar soluciones comunes a problemas comunes. 
Para ello necesitamos conectarnos, encontrar los elementos fundamentales que pueden ayudarnos a encontrar una manera diferente de vernos a nosotros mismos, a nuestra comunidad y al mundo que nos rodea.  Si tú piensas que conectándonos es mejor entonces saca 11 minutos de tu tiempo a las 11 de la mañana el 11 de noviembre del 2011 y medita en cuanto a lo que tú puedes contribuir para una mejor vida en comunidad, aquí en nuestro terruño terrenero.
Auspicia la Fundación Mahatma Gandhi.  Si esto te anima a trabajar con otros a favor de tu comunidad llámanos al 829-330-0986, http://fundacionmahatmagandhi.com.

Desarrollatropellamiento


El desarrollo se trata de personas.   El desarrollo sostenible se trata de TODAS las personas, por lo que busca que la mayor cantidad de bienes y mejoras posibles beneficie a la mayor cantidad de personas posibles sin importar estratos socio-económicos, religiosos, políticos o comerciales.  Algunos en nuestro medio han confundido el crecimiento en la explotación y en la especulación económica con desarrollo sostenible y se han equivocado.  Tres razones.

Primera.  No hay tal desarrollo a menos que haya desarrollo humano y las inversiones de capital, al igual que las expansiones en infraestructuras, no resultan necesariamente en desarrollo humano a menos que vayan mano a mano con iniciativas planificadas que produzcan mejoras en las condiciones de vida de la gente (salud, educación, vivienda, empleomanía y seguridad).  En otras palabras, con tantas calles nuevas, con tantos nuevos proyectos, con las nuevas autopistas, acueductos y con la llegada de los ricos de la capital, ¿cómo es que hay más pobreza, más marginalización, más delincuencia, más quiebras, más tensiones sociales, más contaminación, más inseguridad, más inestabilidad, menos y peor educación, más insalubridad y más descontento en LA MAYORIA de la gente?  Claro, hay muchos que viven mejor, tienen más y se han enriquecido, pero ¿quiénes son?  Mire a su alrededor, ¿quiénes son?  Siguen siendo los mismos pocos de siempre amparados por los politiquitos a quienes les cae su borona.

Segunda.  El desarrollo sostenible se sustenta en procesos que convierten en partícipes colaboradores a las personas que serían más afectadas por los cambios.  Lo que hemos visto en los últimos años es un escándalo por haberse realizado sin claras políticas sociales, políticas y medioambientales.  Pore so es que los que piensan que el crecimiento económico se iguala a una mayor seguridad económica para la mayoría de las personas se equivoca.  Por ejemplo, un proyecto conlleva a veces la creación de nuevos empleos y eso indudablemente beneficia a ciertas personas, pero los salarios y las condiciones de trabajo no siempre permiten a esos empleados vivir decentemente sino simplemente sobrevivir.  Igualmente, por no haberse contemplado el desarrollo humano local muchos otros vienen de fuera, impactando negativamente las infraestructuras ya deficientes en la comunidad (recogida de basura, vivienda, transporte, seguridad) y poniendo presiones sociales insostenibles.

Tercera.  El desarrollo para ser sostenible debe ser planeado. El desarrollo comunitario, el desarrollo económico y el desarrollo social no ocurren por casualidad.  Cuando el objetivo final de las inversiones y de las estructuras es el mejoramiento de las clases favorecidas (sociales, económicas y políticas) no hay que planearlo porque los intereses personales y comerciales son motus propio.  (foto a la derecha, 30,000 metros cuadrados de humedal fueron ilegalmente destruídos por Balcones del Atlántico para construir lujosos apartamentos y luego fueron premiados via decreto presidencial del Dr. Leonel Fernández).  Sin embargo, para repartir los beneficios que se derivan de un plan es necesario hablarlo, compartirlo, debatirlo, socializarlo y establecer una ruta crítica de implementación.  No basta refugiarnos en el quemado esquema de que “aquí no se vive así, eso es para los gringos,” porque muchas veces los mismos gringos no han sabido hacerlo; pero en otras partes del mundo hay esquemas, sociedades y prácticas que sí  nos enseñan cómo hacerlo y no todos están en El Norte.

Los que creen que una nueva autopista, o un nuevo acueducto, o un nuevo aeropuerto, o un nuevo ferry o un nuevo peaje traerán por consecuencia automática una mejoría sostenible en la calidad de vida de la gente se olvidan de que los grandes y mayores beneficiarios de los mismos son unos pocos, los que ya tienen capital, los que ya tienen lo suyo arreglado, los que seguirán sacando el jugo y haciéndose dueño de todo.  El capital engendra capital.  El rico se hace más rico y ellos son los principales beneficiarios de ese crecimiento aleatorio, desbalanceado y hegemónico.

El capital es necesario pero no su explotación.  El desarrollo humano es indispensable, no así las limosnas clientelares llámense bonos, cursitos o empleaditos.  La suprema medida del desarrollo sostenible es la erradicación de la pobreza, el reto supremo de un mundo en el que cada vez más los ricos son más ricos y los hijos de machepa siguen machete en mano.  Los que buscamos la justicia social nos sentimos constantemente desafiados con lo que se ve a diario afectando a muchos y provocado por unos pocos, los que siempre actúan por poder, no por conciencia.

Desarrollo sostenible sí y nos have mucha falta.  Explotación no y, lamentablemente, está por todas partes. 

Sísifo y el Fénix

  LA DESGRACIA DE SÍSIFO Y LA PROMESA DEL FÉNIX (Escrito en el 2009) Todo el mundo tiene una idea de lo que se debe hacer en Las Terrenas. T...