sábado, 17 de junio de 2006

Comezón

Comezón

Todos nosotros, en algún momento de nuestras vidas, hemos experimentado un comezón. No es nada del otro mundo siempre y cuando uno se pueda rascar. Lo malo es cuando el comezón nos llega en partes de nuestro cuerpo un poco incómodas (como la espalda), o un poco vergonzosas (como las nalgas). Es aún más malo cuando un ataque de comezón nos llega estando en público…y en un lugar algo embarazoso.

Yo he visto a personas rascarse un comezón entre los dedos de los pies, en las axilas, en el cuello, dentro de la nariz, en las orejas, en el cojollito de las nalgas y también en las areas genitales. Casi siempre se trata de hombres, porque los hombres siempre nos creemos con más derechos que el que le otorgamos a las mujeres. Raramente veo a una major rascándose en tales partes, aunque sí las he visto con el dedo entre la nariz.

Un comezón es una de las funciones más democráticas del mundo. Les llega a ricos y a pobres, nobles y plebeyos, campesinos y citadinos, profesionales y analfabetos, extranjeros y criollos, hombres y mujeres, niños y adultos, flacos y gordos, bellos y feos. Aunque por defecto literario en el idioma de Cervantes tengo que usar el género masculino para expresar el plural, claro que estoy incluyendo también al género femenino en cada una de esas categorías, por eso diré que el comezón les llega a calvas y a peludas, a altas y a menudas, a rubias y a morenas, a las bien vestidas y a las harapientas, a las corteses y a las maleducadas.

Porque no hay nada tan simple y tan impertinente como la urgencia inusitada de un sabroso comezón. Imagínense si cada comezón representara a una verdad que hay que decir. Pues al que le pica la nariz tiene una verdad pequeña, pero al que le pica las nalgas tiene a la madre de todas las verdades. Si a fulana le pica las axilas, eso fue que vió a una vecina diciéndole una verdad a otra vecina. Pero si se rasca entre el los dedos del pie derecho es simplemente que vió un un sueño muy realista y hay que decirlo…sin exageraciones.

Los únicos seres humanos a quienes no les pica nada es a los políticos. Como raramente dicen la verdad difícilmente les llega la ocasión de disfrutar de un buen comezón. De hecho, cuando un político se rasca…es porque padece de raquiña, pura y simplemente. Y la raquiña es tan común entre los políticos que cada uno anda con un pedacito de leña entre los bolsillos para poder razcarse como ninguna otra persona puede hacerlo.

La próxima vez que le llegue un comezón, siéntase esplendorasamente libre de decir la verdad, así se revelará toda su franca humanidad. Mientras más vergonzosamente situado esté el lugar del comezón más se podrá decir que usted es una persona fiel y verdaderamente veraz. Adelante, rásquese las nalgas, que eso quiere decir que es una persona totalmente verdadera. Y si tiene que entrarse el dedo en la nariz, hágalo sin pena, disfrutándolo plenamente, ya que eso quiere decir que alguien cerca de usted le tendrá gran aprecio por la verdad que piensa compartir. Ahora, si ve a alguien con un pedacito de leña en la mano, ¡¡váyase de ahi, carajo, cuán pronto pueda!!

Itch

Each of us, at some point in our lives, has experienced an itch. It’s nothing out of this world as long as you are able to scratch. The only bad thing about it is when the itch happens to be in a very uncomfortable or unreachable part of our bodies (like our backs), or in a highly embarrassing location (like our butt hole). It’s even worst if the itch occurs while we are in public…more if the itch is located in one of those embarrassing places!
I have seen people scratch an itch between their toes, in their underarms, in the neck, inside their nostrils, inside their ears, in their butt hole and even in their genital areas. Almost always I see men doing it because we men feel more entitled to such things than the women to whom we have given no such entitlements. Very rarely have I’ve seen a woman scratch an itch in an embarrassing location, though I confess to seeing a couple or them scratching inside their nostrils.

An itch is one of the most democratic functions in the world. It comes to the poor and the wealthy, to the nobility and to the proletariat, to hillbillies and to urban folks, to professionals and those who can’t read, to foreigners and natives, to men and women, to children and to adults, to skinny and to the overweight, to attractive and to ugly ones. In the same way it comes to balding or hairy folks, to tall and short people, to blondes and to dark ones, to those well-dressed or poorly dressed, to well-behaved or ill-behaved people as well.

Because there’s nothing as simple and as impertinent as the unexpected urgency of an itch. Imagine for a moment that an itch represents a truth that needs to be told. Those with an itch in their noses have a small truth to share, but those with an itch in their butt hole have a Big truth to say. If so and so has an itch in her underarms is because she saw a neighbor telling a truth to another neighbor. But is she scratches between the toes of her right foot then she simply had a very real dream and wants to share it…without exaggerations.

The only human beings that don’t itch are the politicos. As they rarely say the truth they hardly get a chance to enjoy a good itch. In fact, when a politician itches is because he or she may have a skin rash, as simple as that! And skin rashes are so common among politicians that they are used to carry a scratching stick with them everywhere they go, so that they can scratch themselves as no one else can.

Next time an itch comes to you go ahead and feel completely free to enjoy it in the fullness of its splendor. Tell the truth. That way the fullness of your humanity will shine through. The more embarrassing the location of the itch the more anyone will say how much of a truthful person you really are. Go right ahead, scratch your butt hole as that only means to show that you are a truly veritable person. And if you have to put your fingers inside your nostrils, go ahead and do it, without regrets, as it could only mean that someone close to you is about to enjoy a truth being said. Now, if you see someone with a little stick in their hands, by golly you better watch out!!

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