Por más de 20 años el servicio eléctrico de Las Terrenas fue mantenido por un monopolio compuesto por la Distribuidora Luz y Fuerza y la Generadora Eléctrica de Samaná. El monopolio fue eliminado por medio de la interconexión y por la reciente resolución de la Comisión Nacional de Energía (CNE) que negó a la Generadora de Samaná la solicitud de concesión para operar. La Distribuidora Luz y Fuerza mantiene su concesión pero pasa a ser regulada por la Superintendencia de Electricidad (SIE) y sus tarifas deben ajustarse a las que imponga la SIE mensualmente. En el momento actual, las nuevas tarifas que ya entraron en efecto representan un ahorro de cerca de un tercio del costo bajo el monopolio para el 62% de la población y un ahorro de casi el 45% para los demás usuarios, salvo algunas excepciones.
El fin del monopolio fue una lucha tesonera de grupos de comunitarios, los que mantienen la lucha al solicitar una intervención adicional, que la SIE que se enfoque ahora a los factores relacionados al servicio de la Distribuidora por entender que son abusivos y algunos violatorios de la Ley de Electricidad.
Hay muchos factores dignos de análisis en la evolución de este fenómeno en nuestra comunidad, pero es aún más importante afrontar un tema aún más importante: ¿cuál debería ser el futuro del servicio eléctrico en Las Terrenas?
Desde ya conocemos que en 2-3 años la provincia entera estará conectada al sistema SENI en su totalidad y con acceso a mayor capacidad y potencia, posiblemente abaratando aún más los kilos de energía para todos los consumidores. Según explicaba la SIE, las líneas instaladas desde Sánchez fue decisión directa del Presidente Medina para responder a las demandas de los comunitarios luego de las protestas del pasado noviembre, pero el Estado ya preveía la interconexión de toda la provincia mediante un anillo energético cuya implementación todavía sigue en curso.
(Izq., miles de personas han participado en protestas contra Luz y Fuerza en los últimos siete años)
Aunque la interconexión al SENI tiene sus ventajas, una de ellas siendo la reducción en los costos para la mayoría de los consumidores, y aunque la eliminación de la concesión a la Distribuidora Luz y Fuerza por razones justas y legales continúa siendo una opción y una posibilidad, creo que limitarnos a ambas sería de corta visión para el futuro energético de Las Terrenas en particular y de la provincia en general. La provincia Samaná y Las Terrenas poseen ciertas características naturales y económicas que las convierten en un gran potencial para energías alternativas que, a largo plazo, la podrían convertir en modelo nacional y regional.
Los elementos claves en ese esquema no son ni fáciles ni sencillos, pero son posibles. Afortunadamente para nosotros hay prácticas existentes. Por ejemplo, el norte de Alemania es un buen modelo porque aunque tienen largos inviernos utilizan la producción de energía solar a lo máximo y ya han logrado producir hasta 25 GW por año. El éxito se debe a los 1.8 millones de sistemas solares distribuidos en todo el país beneficiando unos 8 millones de personas, muchos de los cuales viven en comunidades que producen su propia electricidad. En Alemania los cambios no sólo tienen que ver con el uso de la energía renovable sino en el uso que se le da a la energía en general. Algo similar ocurre en Italia, segundo en beneficios del uso de energía alternativa.
No es sólo asunto de generarEnergía de manera diferente,Es también de saber usarlaDe manera diferente
Samaná apenas tiene 100,000 habitantes y Las Terrenas apenas 20-25 mil, con sol abundante y terrenos disponibles para la instalación de paneles solares masivos. Además del potencial para el uso común, más y más usuarios y empresas deberían transformar sus fuentes de energía a renovable y aquí mismo en Las Terrenas ya existen modelos exitosos. Apenas somos unos 60 usuarios de paneles solares en Las Terrenas, pero podrían ser 600 dentro de los próximos 5 años.
La meta sería hacer de Las Terrenas un municipio que produzca su propia electricidad como lo han hecho cientos de comunidades en Alemania, utilizando un modelo cooperativista o de bien común, pero igualmente orientado al mejoramiento del uso de la energía por los mismos usuarios. O sea, se general diferente no para consumir más, sino para consumir menos, reduciendo nuestra huella de carbón sobre el planeta y elevando nuestra calidad de vida.
Para lograrlo hay que remover los obstáculos de tener una distribuidora que continúa sin ver más allá de sus narices y de un gobierno que debe encontrar la forma de facilitar la rápida pero efectiva transformación del servicio energético local. Las Terrenas (y potencialmente la provincia) saldría enormemente beneficiada bajo un modelo de generación alternativo propiedad de la comunidad y manejado con modelos de gerencia hábiles, técnicamente eficiente y orientado hacia el bien común. Además debe funcionar bajo un estricto modelo gerencial justo y legal.
Las Terrenas ha sido grandemente perjudicada por la apatía gubernamental que veía al monopolio como un beneficio, mientras la comunidad sufría por las acciones de un modelo gerencial prepotente y abusivo. Es hora de que Las Terrenas pruebe nuevos aires, nuevas opciones y que lo que resulte esté exclusivamente orientado hacia al bien común. El modelo alemán es bueno, ya ha tenido éxitos y pudiera replicarse aquí. El gobierno gana y nosotros también si invierte en hacer posible un sistema auto sostenible. Creo que es la mejor forma de usar un subsidio que a la larga mejora lo existente y beneficia a todos, incluyendo al mismo gobierno.
Hay muchos detalles por recorrer, pero lo importante es que el enfoque de nuestro futuro no debería estar orientado hacia mantener sistemas obsoletos y abusivos como Luz y Fuerza, ni tampoco hacia el sistema nacional existente que se pudre en sus profundas contaminaciones. No podemos echar vino bueno en odres viejos, hay que formularlo diferente desde sus raíces.
El futuro energético de Las Terrenas tiene gran potencial, pero va a necesitar de cosas que nunca se han hecho y de personas que tengan la conciencia y la capacidad para hacerlo.