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jueves, 29 de septiembre de 2011

Le Sacrifice de Soi Jusqu’à Faire Mal

Peu d'images capturer la puissance du sacrifice de soi en signe de protestation plus que celle d'un moine bouddhiste Thich Quang Duc, sereinement posé dans la méditation dans une rue de Saigon que les flammes du rouleau immolation sur sa chair.  AP Photo / Malcolm Browne

        Mère Teresa de Calcutta a dit un jour que « Au moment de la mort, nous ne serons pas jugé pour la quantité de travail que nous aurons fourni, sinon pour le poids de l’amour que nous aurons mis dans notre travail. Cet amour doit être le résultat du sacrifice de soi et doit être senti jusqu’à faire mal ».

         La phrase de cette fameuse servante de l’humanité, décédée en 1997, a beaucoup de poids pour quelqu’un qui a travaillé 45 ans en faveur de centaines de milles de pauvres, malades, orphelins et moribonds. Un seul peut s’imaginer le labeur de toute une vie, parfois au risque de sa propre vie, afin de donner à quelqu’un quelque chose pour que sa vie soit un peu plus supportable. Une anecdote relate qu’elle a refusé une invitation à une réunion très importante avec des entrepreneurs intéressés à l’aider en disant : « Que ferais-je si l’un de mes petits vieux se meure pendant que je suis absente ? ». Evidemment ses priorités étaient bien définies.

         De penser à des gens comme Mère Térésa, Mahatma Gandhi, Martin Luther King Jr. ou Nelson Mandela nous rempli immédiatement de recueillement et respect. Mais, qu’en est-il de ceux qui font leur travail silencieusement, bénissant, soignant, faisant le bien et améliorant la vie des autres ?  Photo:  Mandela a passé la plupart de ses 27 ans de prison à Robben, l'Afrique du Sud.

Beaucoup de personnes de cette communauté travaillent en faveur des autres de manière silencieuse mais productive et nous avons perdu l’un deux il y a quelques jours. J’ai connu Jérôme il y a plusieurs années et la dernière fois que je l’ai vu fut le vendredi avant qu’il ne soit bassement assassiné chez lui. Nous participions à une réunion de la Bibliothèque Anacaona où il souhaitait participer comme bénévole pour la troisième fois. Nous avons convenu de nous retrouver le mercredi suivant pour élaborer un projet qui tenait à cœur à Jérôme : pouvoir aider le maximum possible d’étudiants pour qu’ils sachent utiliser un dictionnaire ou une encyclopédie et pouvoir rédiger des réponses intelligentes et critiques aux nombreux devoirs des écoles. Aider les personnes à élever leur capacité académique avait beaucoup d’intérêt pour Jérôme, lui qui dans son travail et son quotidien se dédiait à soigner des personnes, transmettant des thérapies alternatives, aidant à résoudre les problèmes physiques et psychologiques. Il était un guérisseur et une personne extrêmement compatissante. Souvent il aidait avec ses propres ressources les personnes nécessiteuses et tous ceux qui le connaissaient étaient au courant de ses bontés et de son grand cœur. Même si quelques personnes, dans leur ignorance et homophobie souhaitent diminuer et salir la dignité humaine et la capacité de service désintéressées de Jérôme, nous qui le connaissions savons qu’il s’agissait d’une personne exceptionnelle.


         L’assassinat de Jérôme a affecté beaucoup mon épouse. Elle a beaucoup pleuré, perdu le sommeil et s’est sentie profondément préoccupée par les conséquences et le futur de notre communauté. Je suis certain que l’expérience est similaire voire bien pire pour ceux et celles qui l’ont connu de plus près et pendant plus de temps. Jérôme est la personne la plus proche de nous qui a souffert les conséquences d’un accès de violence irraisonné. Beaucoup recherchent les causes dans des raisonnements de type ethnique mais la situation est bien plus complexe. Franchement, c’est un manque de respect à la mémoire de Jérôme que de penser que tout se résume d’une manière péjorative envers certains de notre communauté.

         Jérôme a payé le sacrifice final, celui de sa vie, en ouvrant sa porte à une personne connue qui certainement lui a demandait de l’aide. Il est possible qu’il se soit laisser abuser et qu’en fin de compte, faisant le bien jusqu’à se faire mal, il a payé de sa vie. C’est un sacrifice pénible et pour beaucoup d’entre nous, un sacrifice trop cher, trop fort, trop douloureux.  Photo, au centre, Jérôme avec des amies.

Traduit en français par Jacqueline Chautems.
 

lunes, 26 de septiembre de 2011

Hacer el Bien Hasta Que Haga Daño



         La Madre Teresa de Calcutta dijo cierta vez que "En el momento de la muerte, no se nos juzgará por la cantidad de trabajo que hayamos hecho, sino por el peso de amor que hayamos puesto en nuestro trabajo. Este amor debe resultar del sacrificio de sí mismos y ha de sentirse hasta que haga daño."
         La frase de esta afamada servidora de la humanidad quien murió en el 1997 tiene mucha validez tratándose de alguien que por 45 años trabajó a favor de cientos de miles de pobres, enfermos, huérfanos y moribundos.  Uno sólo puede imaginarse la labor de toda una vida a veces hasta a riezgo de la propia, con tal de dar a alguien algo para que su vida sea un poco más llevadera.  Una anécdota que escuché una vez cuenta que vinieron a invitarla a una reunión muy importante con hombres de negocios interesados en ayudarla y ella se negó a ir porque, decía ella, “¿qué hago si se me muere uno de mis viejitos mientras estoy fuera?”  Obviamente tenía sus prioridades bien enfocadas.

         Pensar en alguien como Madre Teresa, o Mahatma Gandhi, o Martin Luther King, Jr., o Nelson Mandela, enseguida nos llena de recogimiento y respeto.  Pero, ¿y qué de aquéllos que hacen su trabajo silenciosamente, bendiciendo, sanando, haciendo el bien y mejorando la vida de los demás? 

         Esta comunidad tiene muchas personas que trabajan a favor de los demás de manera silenciosa pero productivamente y hace unos días perdimos a uno de ellos.  Conocí a Jerome hace varios años y la última vez que lo ví fue el viernes antes de ser vilmente asesinado en su casa.  Estábamos en una reunión de voluntarios de la Biblioteca Anacaona donde por tercera vez prestaría sus servicios como voluntario y nos pusimos de acuerdo para juntarnos el miércoles y así elaborar un proyecto que a Jerome le interesaba mucho:  el poder ayudar a la mayor cantidad de estudiantes posibles a que sepan como usar un diccionario, una enciclopedia y a poder escribir respuestas inteligentes y críticas a muchas de las tareas que tienen en sus escuelas.  Ayudar a las personas a elevar su capacidad académica era de mucho interés para Jerome quien en su trabajo y diario vivir se dedicaba a sanar a las personas, a darles terapias alternativas, a ayudarles con problemas físicos y síquicos y así por el estilo.  Era un sanador y era una persona extremadamente compasiva.  Muchas veces de su propio pecunio ayudaba a muchas personas en necesidad y todos los que lo conocíamos sabíamos de sus bondados y de su buen corazón.  Aunque algunas personas en su ignorancia y homofobia quieran disminuir y enlodar la dignidad humana y la capacidad de servicio desinteresado de Jerome, los que le conocimos sabemos que se trataba de una persona excepcional.

         El asesinato de Jerome afectó mucho a mi esposa.  Ha llorado mucho, le ha quitado el sueño, se ha sentido profundamente preocupada por las consecuencias y por el futuro de nuestra comunidad.  Estoy seguro que la experiencia ha sido similar y hasta peor para muchos y muchas que lo conocieron mucho más cerca y por más tiempo.  Jerome es la persona más cercana que hemos tenido que ha sufrido las consecuencias de un brote de violencia irrazonable.  Muchos tratan de buscar chivos expiatorios en razonamientos de tipo étnico, pero la situación es mucho más compleja y es, francamente, una falta de respeto a la memoria de Jerome el pensar que todo se puede resumir en una palabra despectiva hacia algunos en nuestra comunidad.
         Jerome pagó el sacrificio final, el de su vida, al abrir su puerta a una persona conocida que, seguramente, fue pidiendo ayuda para algo.  Es posible que sufrió el escarnio del engaño y, al fin de cuentas, haciendo el bien “hasta que haga daño” culminó pagando con su vida.  Es un sacrificio penoso y, para muchos de nosotros, ha sido un sacrificio muy caro, muy fuerte y muy doloroso.

sábado, 23 de mayo de 2009

Marcha Mundial Por la Paz

¿Qué tienen en común

Penélope Cruz (actriz española)

Evo Morales (presidente de Bolivia) Isabel Allende (escritora chilena) Michelle Bachelet (presidenta de Chile) Rigoberta Menchu (guatemalteca premio Nobel de la Paz) Cristina Fernández de Kirchner (presidenta de Argentina) , y Pedro Almodóvar (director de cine español) ?Todos son signatarios de la

Marcha Por la Paz y la No Violencia
2 de octubre 2009 al 2 de enero 2010

Marche Mondiale Pour La Paix et la Non-Violence
World March for Peace and Non-Violence
Marcia Mondiale per La Pace e la Non Violenza

En la República Dominicana ha comenzada la búsqueda de signatarios. Usted puede unirse yendo a http://marchamundialdominicana.blogspot.com/.

El 2 de octubre es el natalicio de Mahatma Gandhi y en esa fecha se celabra el Día Mundial de la No Violencia.

Unete a los signatarios en Las Terrenas
José R. Bourget, Annette M. Snyder y la Fundación Mahatma Gandhi

Para descubrir más sobre la paz
¿Por qué violencia? ¿Por qué no paz?
del Consejo Mundial de Iglesias

Sobre el Pacifismo aquí
Poesía de la Paz aquí
Poemas por la paz aquí
Biografías de pacifistas aquí
Para meditar:
¿Qué puedes hacer para retirar en ti, en tu contexto, en la nación y en el mundo las causas de la violencia? ¿Cómo puedes hacerte un agente de la paz?

"Sé el cambio que deseas ver en el mundo" Mahatma Gandhi
"Hazme un instrumento de tu paz", por Francisco de Assissi, aquí.


Carta Abierta Para los Concejales

  Carta abierta a los concejales de Las Terrenas CONCEJALES PARA UN FUTURO MÁS CERTERO Por José Bourget, comunitario Querid@s Concejales: Si...