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sábado, 15 de octubre de 2022

Fiona: Eficiencia Vs Efectividad

 


FIONA, CALIDAD EN LA EFICIENCIA VS CALIDAD EN LA EFECTIVIDAD

Análisis Socio-Político por José R. Bourget Tactuk, 15 de octubre, 2022

Hay que ser muy mezquino para denegar los enormes esfuerzos desplegados por el gobierno central en ayuda para los ciudadanos de la provincia después de los efectos del huracán Fiona.

Sin temor a equivocarme, me atrevería a decir que la asistencia gubernamental ha sido amplia, generosa y abundante.  ¿Perfecta?  No, pero mejor que cualquiera que se pueda recordar en los últimos 20 años incluyendo al huracán Jeanne.

Si estoy en lo correcto, todos los estamentos del Estado deben ser reconocidos, incluyendo la decisión de incluir a los alcaldes, sean del partido que sea, en el reparto de bienes y servicios.  Justo hoy se celebró otro encuentro en la Gobernación donde generosas ayudas se ofrecieron a todos los municipios y distritos municipales en la provincia.

Felicidades a todas las entidades gubernamentales participantes en esos esfuerzos que han llevado alegria y comfort a miles de personas y familias.  En un aporte anterior nos preguntábamos si esta provincia recibiría lo que ameritaba según las circunstancias y para mí la respuesta es que en gran parte así ha sido.

Aunque no hay dudas sobre el valor de lo hecho, cabe preguntar si la eficiencia en la distribución de bienes es igualmente traducida en efectividad en obtener los resultados esperados.

Si usamos un tiro al blanco como ejemplo, eficiencia es la destreza de tomar un arco y una flecha y dispararla hacia el blanco de círculos concéntricos en la distancia. En otras palabras, eficiencia demuestra capacidad de obtener recursos, hacerlos llegar y ponerlos a la disposición de mecanismos de distribución.  En ese sentido, las entidades han sido muy eficientes porque hasta en las calles han repartido fundas a todo el que esté al alcance para recibirlas.

Efectividad es algo diferente, es hacer lo mismo que logra la eficiencia (tomar el arco, la flecha y dispararla) pero con una diferencia MUY significativa:  dar en el blanco.

"Dar en el blanco" podría tener dos aplicaciones en este contexto: 1) las ayudas llegaron de manera intencional y notable a los que más las necesitaban; y 2) las ayudas y toma de decisiones ayudaron a transformar significativamente la vulnerabilidad de los afectados, transformando las causas de su vulnerabilidad.

Por ejemplo, repartir fundas de INESPRE en las calles a todo el que pasa revela eficiencia en la entrega, pero muy baja efectividad en la entrega al que más la necesite.

Si los responsables del apoyo gubernamental aceptan ese criterio, entonces cabe hacerles varias preguntas de evaluación (toda programa e intención debe ser evaluado apropiadamente porque una evaluación sumativa, cualitativa y basada en objetivos es crucial, de otra forma es tirar tiros en el aire). 

Tratándose de una respuesta a una crisis post-facto, la parte de evaluación diagnóstico previo se obvía, aunque el levantamiento de necesidades que fue hecho parcialmente cumple en parte con esa función, sin importar lo deficiente que pudo haber sido el levantamiento (el levantamiento en si fue horrorífico por carecer de pautas y estándares basados en las mejores prácticas y por la alta variabilidad en los métodos utilizados).

Pregunta 1.  ¿Es La intención de las ayudas mitigar las condiciones resultantes de Fiona o transformar las vulnerabilidades reveladas por Fiona, o ambas?

Pregunta 2. ¿Existieron mecanismos adecuados para asegurar que las ayudas prestadas llegarán a quienes más las necesitarán?  Aunque siempre hay malversaciones, ¿son satisfactorios los niveles de integridad en las entregas?

Pregunta 3.  No se trabajó en base a un protocolo de respuesta existente y comprobado en el tiempo, ¿se piensan dar pasos para elaborar un protocolo para reducir a su mínima expresión las notables improvisaciones e ineficacias tanto en el diagnóstico como en las entregas?  Después de todo, vivimos en zona de huracanes y tormentas tropicales por lo que cada año nos enfrentamos a riesgos similares.

Pregunta 4.  Si el propósito era mitigar los impactos de Fiona, ¿qué medidas utiliza el gobierno para garantizar que la mitigación ha estado dentro de marcos deseables de satisfacción?  O sea, ¿hay evidencias de mejoras en la calidad de vida de TODOS  o de la gran mayoría de los afectados?

Pregunta 5.  Si hubo desempeños por debajo de lo deseado, o si hubo problemas de desempeño por ineficacia o por la corrupcion, ¿qué medidas correctivas o disciplinarias se piensan tomar?

Pregunta 6.  Las intenciones de las ayudas fueron, muy claramente, neutrales políticamente, por lo que nadie puede decir que se privilegió a los miembros del partido de gobierno sobre otros (algo muy comendable), pero de cualquier manera, alegadamente hubo ciertas "irregularidades" en todas partes.  ¿En qué medida está satisfecho el gobierno a pesar de todo lo que ocurrió que pudo estar por debajo de lo deseado?

Pregunta 7.  Finalmente, ¿qué estrategias de monitoreo están en su lugar para garantizar que lo que está en curso o en planes pueda ser efectivo en cuanto al desempeño deseado o esperado?  Si el monitoreo no es efectivo no habrán garantías de que el retorno por la inversión es satisfactorio, lo que sería igual a tirar flechas en el aire o, en buen dominicano, "a lo que coja mi bon".

Hay mucho más que se puede escribir sobre eficiencia y eficacia, pero de mi parte felicito al gobierno y les deseo mejores y mayores éxitos en el cumplimiento de su misión ante Fiona.

https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=10160054777060071&id=735600070

martes, 27 de septiembre de 2022

Seguridad Habitacional

 








ANÁLISIS SOCIAL

Seguridad Habitacional

Por José R. Bourget Tactuk

La crisis creada por Fiona reveló un nivel de respuesta gubernamental adecuado y rápido, el cual fue transmitido por la cadena jerárquica a través de alcaldías, oficinas gubernamentales y organizaciones comunitarias.

Bien.

El evento igualmente permite y clama por otro análisis.

Revela, poderosa y elocuentemente, las debilidades en calidad de vida dentro de nuestra provincia, sobre todo relativo a la falta de seguridad habitacional entre los más necesitados.

Ahora los numeritos: ¿cuántos millones han invertido el gobierno y organizaciones privadas EN EFECTIVO?  ¿Cuánto se ha invertido en naturaleza y especie?  Y más importante aún, las ayudas actuales ¿transforman FUNDAMENTALMENTE las condiciones de fragilidad existentes?

Digamos que al terminar todo se habrán invertido 1000 millones de pesos, por decir un número redondo, que incluye gastos de transporte, de movilización, comidas, materiales de construcción, tiempo, etc.

Mil millones de pesos divididos entre 5,000 familias en condiciones de alta vulnerabilidad habitacional (en números redondos) representa 200,000 pesos por familia.

Pero esos 1,000,000,000 de pesos volverán a estar en riesgo nuevamente el año que viene y cada año que tengamos una temporada ciclónica.

Me parece que al gobierno y a los ciudadanos que pagamos impuestos le conviene más que el gobierno invierta en ELIMINAR TOTALMENTE la vulnerabilidad habitacional bajo un programa o estrategia QUE NO SEA UN DAO, sino un proyecto de inversión solidaria entre gobierno y los ciudadanos.  

Invertir un millón por unidad habitacional comparado a 200,000 en una respuesta puntual pero que no cambia las condiciones fundamentales y dejan a las familias en riesgo, sería una mejor inversión si resulta en viviendas seguras con mejoras permanentes en la calidad de vida.

Me refiero a 5000 unidades habitacionales construidas en lugares seguros con estructuras seguras.

No mencionaré los micro-detalles pero la idea básica es que toda esta buena energía y todos estos fondos podrían ser mejor utilizarlos en transformar las causas fundamentales de la vulnerabilidad habitacional.

¿Qué piensan ustedes?

martes, 29 de septiembre de 2009

Lo que el Presidente no dijo

En su última visita a Samaná el Presidente Dr. Leonel Fernández describió a las inversiones hechas y por hacerse como piedras fundamentales para el desarrollo de la provincia, tratándose de infraestructuras necesarias para su desarrollo turístico y económico. Sin duda alguna, el acueducto múltiple, nuevas y mejores calles y carreteras, un mejor servicio eléctrico, desagues sanitarios, puertos, un ferry, un aeropuerto internacional, la autopista a Santo Domingo, el Boulevard del Atlántico y otras cosas más que se le ocurran harán de Samaná un lugar mucho mejor que lo que era antes. De hecho, en este año eleccionario y con 900 millones de dólares en camino no me extrañaría que otras cosas más van a surgir de aquí a mayo, todas buenas y todas necesarias para el desarrollo de este polo turístico, según dejo entrever el presidente.

Hay cosas que el Presidente no dijo.

Según Transparencia Internacional se estima que toda obra mayúscula implica que un 30% de su presupuesto final es dedicado al soborno y a la corrupción. O sea, todas esas obras gubernamentales implicará que un tercio de su costo final irá a parar no a las gentes de Samaná sino a los “pejes gordos” que trafican con la corrupción. Las infraestructuras señaladas harán posible que las dos grandes empresas claves detrás del desarrollo turístico—la construcción y las bienes raíces—serán las más beneficiadas. A nivel mundial y según Transparencia Internacional (Indices de Fuentes de Soborno), las industrias de construcción y bienes raíces están en el tope de la corrupción, acompañadas por las empresas dedicadas a las ventas de armamentos y a las ventas de petróleo y de gas.

Nuevamente, los beneficios finales a percibirse por las infraestructuras antes dichas quedarán, en gran parte, en manos de unos pocos que manejan dos de los tipos de empresas más corruptas a nivel mundial.

Igualmente, según Transparencia Internacional, la República Dominicana es percibida como uno de los países más corruptos de Latinoamericana, principalmente en lo que se refiere a altos dirigentes nacionales, a personas encumbradas en la administración pública y en dependencias del estado. Si eso es así, es de estimarse entonces que de los miles de millones de pesos invertidos en infraestructura una buena tajada quedará en los bolsillos de personas encumbradas (incluyendo secretarios de estado) por ser éstos los que manejan los fondos y los que hacen posible que se determine quién hace qué, cuándo, por cuánto y en qué manera.

El Presidente no dijo nada sobre el porcentaje del costo de la infraestructura que será dedicado al soborno, al desfalco, a la prevaricación y a los manejos turbios, acciones todas condenadas en el Código Penal dominicano.

No importa cuánta infraestructura exista o se construya, si no se invierte en la gente no habrán resultados a largo plazo ni se sacará a la mayoría de la gente de la pobreza.

El Presidente no dijo nada de la inversión en el desarrollo humano.

El Presidente no dijo nada de la inversión social en la provincia, una de las más pobres del país.

Mientras el hacha va y viene el Presidente no dijo en qué manera toda esa infraestructura cambiará el que 1 de cada 4 personas en Samaná viva por debajo del consumo calórico alimentario necesario para mantenerse vivo; ni dijo en qué manera se ocuparán 30% de la población que dice que “no tiene nada que hacer”, o cómo cambiará la cosa para el 50% de la población que dijo que en los últimos 12 meses no trabajó; tampoco dijo cómo la infraestructura ayudará a que más personan terminen la escuela primaria (sólo el 60% de la población la terminó), o la secundaria (sólo 1 de cada 5 completó la secundaria).

Parece que el Presidente no sabía que en Samaná 1 de cada dos personas es considerada pobre y que 1 de cada 10 es indigente (incapaz de sostenerse a sí misma). Parece que nadie le dijo que en Las Terrenas 12 de cada 100 niños tiene una desnutrición crónica (el promedio provincial es 11 de cado 100 niños, o sea un poco más del 10% de la población). En la provincia el 56% de los hogares son pobres y el 9 por ciento de los hogares viven bajo una pobreza extrema (menos de 1 dólar al día) y, como ejemplo, 6 de cada 10 hogares solamente tiene una letrina y 3 de cada 10 tiene un inodoro (1 de cada 10 hogares no tiene nada).

Pero si hay corrupción, si gran parte de la infraestructura y el desarrollo toma lugar en dos de los ámbitos más corruptos y si por lo menos el 30% del valor invertido queda en los bolsillos de unos pocos, entonces qué quedará para las PERSONAS en Samaná, ese 60% de pobres e indigentes, que apenas terminó la escuela primaria, los que probablemente no serán empleados en ninguna de las obras de infraestructura.

El Presidente no habló de desarrollo humano.

Qué pena. Eso es lo que más necesitamos en Samaná.

(Cifras de la Oficina Nacional de Estadística).

SIN DESARROLLO HUMANO NO IMPORTA CUANTO CREZCA LA INFRAESTRUCTURA. Infraestructuras y desarrollo humano deben ir mano a mano.

Esperamos su próximo discurso, señor Presidente, sobre las decenas de miles de millones de pesos que se invertirán en el desarrollo humano de nuestra provincia. O, simplemente, asegúrese de que la gente envuelta en las infraestructuras no se quede con un solo centavo del pueblo y use eso en desarrollo humano. Eso sería más que suficiente.

Carta Abierta Para los Concejales

  Carta abierta a los concejales de Las Terrenas CONCEJALES PARA UN FUTURO MÁS CERTERO Por José Bourget, comunitario Querid@s Concejales: Si...