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domingo, 16 de enero de 2011

Ballenas y Participación Ciudadana


El año pasado varias personas de Las Terrenas acudimos a Santo Domingo para formalmente hacer entrega ante la Embajada de Japón de una petición para que termine la caza global de ballenas, situación que afecta a los cientos de ballenas que vienen a Samaná cada año.  Esta petición comunitaria fue resultado de un movimiento internacional porque la Comisión Ballenera Internacional (CBI) hizo una propuesta para levantar la veda contra la caza de ballenas a principios del 2010.  Esto hubiera implicado, muy seguramente, la extinción de estos mamíferos, los más grandes del reino animal.

Afortunadamente organizaciones como Avaaz.org y otras mobilizaron las inquietudes a nivel mundial y un millón doscientas mil firmas fueron colectadas a nivel mundial pidiendo a la CBI que mantenga la veda.  La lista de firmas fue entregada a la CBI en Australia hace meses y finalmente, la protesta dió resultados ya que durante las reuniones de la CBI en Marruecos se votó mantener la veda.  Una victoria formidable, sin embargo importante lagunas legales permiten a paises como Japón a continuar la caza limitada, por lo que decenas de ballenas samanenses (nacen en nuestra bahía) y otras alededor del mundo seran exterminadas en un momento u otro.

La lucha continua dentro de cada uno de los paises que realizan aún esta caza criminal, la que pone en peligro el precioso y necesario balance natural a nivel mundial.  Los que participamos en el viaje a la capital y aquellos que expresaron apoyo a la veda de una forma u otra debemos sentirnos animados por haber sido parte de esta lucha de protección al reino animal.  Al igual que la protección a las ballenas hay muchas otras luchas para personas con conciencias ambientalistas y para los que piensan que la depredación de las riquezas naturales, o sea, su uso de manera insostenible, es un peligro para toda la humanidad.  Unase a http://www.avaaz.org yendo a su sitio Web o subscríbase al Foro Nacional de Areas Protegidas yendo a http://www.foroap.net.do.
Gandhi, invitado por el Virrey Inglés.

La participación ciudadana es importante en la búsqueda de un mundo más sostenible y balanceado.  Aunque la sociedad dominicana carece aún de los cambios sistémicos necesarios para la protección del medio ambiente y de los derechos ciudadanos no podemos cruzar los brazos.  Históricamente el mundo ha visto como los ciudadanos de la India bajo la dirección de Mahatma Gandhi pusieron de rodillas al imperio más grande del mundo en ese tiempo, logrando que India alcanzara su independencia.  Los ciudadanos de todo el mundo hicieron posible que el apartheid acabara en Sudáfrica y Nelson Mandela se convirtiera en su presidente.  Cientos de miles de ciudadanos protestaron contra las políticas económicas explotadoras logrando cambios significativos en las políticas del Banco Mundial y otros organismos de financiamiento.  Fue ese mismo tipo de participación ciudadana que en el campo local logró que no se construyera una cementera dentro del área de impacto de Los Haitises y que ahora impulsa la lucha para una educación pública digna a través del 4% del PIB y la no autorización de la Barrick Gold en Cotuí.  
Mandela pasó la mayor parte de su vida en la cárcel.

Si la participación ciudadana ha de tener éxito dependerá enormemente del desarrollo de la conciencia cívica y de la disposición de producir una distribución económica más equitativa, al tiempo que se preservan los recursos naturales que permiten una más elevada calidad de vida.  En el caso de Las Terrenas, los terrenenses, nativos o no, deben comenzar a mirar más profundamente las consecuencias de la explotación económica desmedida sin ningún aporte social significativo.  Ciertamente ha habido explotación, pero no la distribución equitativa correspondiente para que la riqueza adquirida esté mejor distribuída.  De hecho, la marginalización social es mayor que en años anteriores; o sea, el crecimiento económico observado por todos no ha resultado en un verdadero desarrollo social y económico para la mayor cantidad de personas posibles.  Todo ese crecimiento no ha producido mejor educación, mejor salud, mejores servicios comunitarios o mayores acceso al progreso económico de las mayorías.  Por lo tanto ha sido un crecimiento unilateral, homogéneo e indecente.  
Los ciudadanos de todas las edades "salvaron" a Los Haitises.

Lo observado en Las Terrenas es uno de los ejemplos del capitalismo explotador condenado, entre otros, por el fenecido Papa Juan Pablo II.  Ya que el sistema político actual ha abandonado a las grandes mayorías debe ser la conciencia y la participación ciudadanas las que ayuden a transformar las cosas.  Lo que sucedió con las ballenas es un ejemplo, lo que sucedió con la cementera fue otro, lo que está sucediendo con el 4% para la educación digna es otro.  Cabe preguntarnos, ¿y en Las Terrenas, en qué consistirá esa lucha?

La lucha social es un trabajo de conciencia.
Empecemos creando conciencia, luego empeñémosnos en la acción.  Prontamente saldrá a la luz una organización comunitaria empeñada en mejorar la calidad de vida en Las Terrenas desde el punto de vista de la acción comunitaria pro-desarrollo.  Hasta ahora nos llamamos Grupo Acción Pro-Desarrollo, una coalición mixta y diversa de comunitarios que incluye a obreros, profesionales, ingenieros, abogados, educadores, arquitectos, políticos y personas interesadas en un mejor futuro para Las Terrenas.  

La transformación es posible y si los lectores desean ser parte de ese nuevo intento de transformación comunitaria les invito a escribirme para ponerles al tanto de esta coalición.  Las Terrenas se merece un mejor presente y un mejor futuro.  ¿Quieres ser parte de la transformación?

lunes, 7 de diciembre de 2009

Cementera, Elecciones y Barrick Gold

Pueblo Viejo, ¿se repetirá la historia? El próximo frente.
El éxito del movimiento para impedir la instalación de una cementera próxima al parque nacional Los Haitises revela aspectos notables del evolucionar político-social en la República Dominicana y, muy posiblemente, en Las Terrenas. Si es así amerita que reflexiones profundamente sobre sus implicaciones en esta comunidad, el ombligo del pais.
Entre todas las características del movimiento a favor de mantener la integridad de la zona aledaña a Los Haitises, la más preponderante fue, a mi juicio, el nivel de compromiso con el bien común manifestado por los participantes. Luchando contra el gobierno, contra un consorcio empresarial extremadamente poderoso, contra organismos de fuerza del estado y contra oponentes políticos comprometidos, los jóvenes y simpatizantes se mantuvieron en firme y enarbolaron persistentemente el mismo himno de guerra: Los Haitises merece ser preservado porque el bien común está por encima del bien comercial que podría obtenerse con la cementera.
Esta búsqueda por el mejor bien posible para la comunidad es sumamente transcendental, sobretodo tomando en cuenta nuestras realidades sociales, las que incluye un nivel de corrupción nacional sumamente alto, según lo revelado por Transparencia Internacional en informes recientes. También por las percepciones que esos mismos informes revelan en cuanto al nivel de interés entre l@s ciudadan@s dominican@s acerca del estado de la sociedad dominicana. Lo que ocurrió con la cementera rompe los estereotipos. Los que lucharon contra la cementera no encajan con el perfil de personas apáticas o poco informadas.
Como me ha tocado dirigir dos eventos de protesta, La Marcha por el Pueblo del 3 de agosto y el Concierto por las Playas del 6 de noviembre, me resulta más fácil entender lo que ha ocurrido con la cementera. En ambos eventos no habían ni agitadores ni subversivos. Los que habían eran personas comunes, preocupadas por las condiciones de su comunidad, expresándose de manera cívica y pacífica y haciendo ver que vale la pena aún empoderarse de temas de preocupación común para juntos buscar el bien común.
Eventos recientes resaltan aún más lo ocurrido en la cementera y lo ocurrido en Las Terrenas en esos dos eventos. Personalmente, me he sentido profundamente compungido con el escenario político local, sobretodo a raíz de las acusaciones y contra acusaciones después de las primarias del PLD (“toda política es local”, decía el fallecido vocero de la cámara baja del congreso norteamericano, Tip O’Neill). Anticipo que algo similar podría suceder con las primarias del PRD. Por uno de esos idealismos irreconciliables con la obvia realidad, pensaba que los dos partidos mayoritarios, el Partido de la Liberación Dominicana que gobierna al pais, y el Partido Revolucionario Dominicano, ambos fundados por el insigne maestro Juan Bosch, de alguna manera u otra podrían recapturar el idealismo y los principios de su fundador y darían un salto milagroso hacia una plataforma nueva, honesta, transparente, ética y puntual, dentro del marco de las terribles condiciones sociales que afectan al municipio. O sea, pensé que estarían más preocupados por el bien común. Fue todo un idealismo, un sueño, un terrible espejismo.
La política moderna frecuentemente se ha identificado con el neoliberalismo, fundado por Keohane y Nye, la filosofía igualmente atada a la economía en que el enfoque se centra en las “ganancias absolutas” y no en las “ganancias relativas.” De esa manera si alguien o algo añade a la posibilidad de ganar la meta política escogida (sea el municipio o el establecimiento de una cementera) entonces se amarran todos los cabos posibles para lograrlo, aunque el resultado final no sea necesariamente el bien común. Lo que el partido oficial, PLD, ha hecho desde el gobierno central es espeluznante, con niveles de corrupción e impunidad únicos.
En estos casos lo que se desea es ganar, pura y sencillamente, de la misma manera en que una compañía busca hacerse dueña de un segmento del mercado mediante estrategias mediáticas y de mercadeo. Ganar ese segmento no quiere decir que el producto sea necesariamente mejor, sino que simplemente logró mercadearse mejor.
La gente que luchó contra la cementera nos enseña que hay alternativas y que el actuar con conciencia resulta apetecible. El gobierno pretende ahora darle diez veces más derechos a la compañía minera Barrick Gold, la compañía lider a nivel mundial en la explotación del oro. Entre su junto de directores está Gustavo Cisneros, venezolano, presidente del Grupo Cisneros, el mismo que obtuvo grandes extensiones de terreno en el área de Miches y amigo personal del Presidente Fernández. Esa es la misma compañía que pretende destruir dos glaciares en la frontera Argentina-Chilena, área de Pascua Lama, para llegar al oro y que ha despertado múltiples protestas desde hace años. Recordemos que cada onza de oro produce 70 toneladas de desperdicio tóxico mientras se utilizan y se contaminan espeluznantes cantidades de agua.
El contrato actual de la Barrick Gold es un insulto a la dignidad del pais y amerita ser rechazado y sólo hay que fijarse en lo que la compañía ha hecho en Africa y Latinoamérica para saber lo que va a ocurrir aquí. Anticipo que las minas de Cotuí serán el próximo frente de lucha.
Cuando las autoridades de un pais o de un municipio actúan en franca contraposición a los intereses del bien común necesitan de una respuesta precisa, macisa, concisa e incisa de parte de la población. Vimos lo que se pudo lograr aquí en Las Terrenas y vimos lo que se obtuvo a raiz de lo que sucedió con la cementera. Es un nuevo despertar, hay nuevas esperanzas. No la perdamos de vista.
Las Terrenas merece lo mejor!

Carta Abierta Para los Concejales

  Carta abierta a los concejales de Las Terrenas CONCEJALES PARA UN FUTURO MÁS CERTERO Por José Bourget, comunitario Querid@s Concejales: Si...