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lunes, 28 de febrero de 2011

Estándares y Normas

 (Escher, "Inverso")

En un artículo anterior detallábamos que la Ciudad Inteligente (CI) posee conocimientos y destrezas técnicas al igual que humanas.  Una parte esencial de esa inteligencia es la presencia de estándares y normas aplicadas a todas las funciones propias del ayuntamiento, tanto en su manejo de personal como en las funciones básicas y extraordinarias que realiza.

El estándar es una norma, una regla, un parámetro que se aplica consistentemente para una función determinada.  Por ejemplo, la construcción de una calle implica que se apliquen normas para la anchura de la calzada (por donde transitan los vehículos), para la acera (por donde transitan los peatones) y para el contén (que separa a ambos y facilita el correr del agua).  Digamos que el estándar para la calzada es que tenga 6 metros de ancho, lo que permitiría el paso adecuado de vehículos en ambas direcciones,  mientras que la acera debería tener un metro de ancho por lo menos.  Si observamos las calles y aceras de Las Terrenas nos damos cuenta de que no hay estándares, porque en algunas partes hay o no hay aceras y en otras las calzadas (o calles) son de cuatro, cinco o séis metros de ancho.

La ausencia de estándares en el manejo del espacio público permitió que personas construyeran sus casas sin tomar en cuenta el acceso común, quedando muchas partes con simples callejones.  Hoy en día cuando la ciudad ha crecido tanto, la ausencia de calles y aceras adecuadas constituye una condición inadecuada para el progreso de la ciudad y para la seguridad de transeúntes y peatones.  Además, la ausencia de esos mismos estándares hizo que la gente colocara tuberías de agua, líneas eléctricas, de cable, de teléfono y de desague por todas partes lo que crea tremendo dolor de cabeza si se desea elevar las prácticas existentes al nivel de estándares nacionales o internacionales.
Los estándares son fijados por las asociaciones de expertos sobre un tema dado tomando en cuenta altos niveles de ejecución, prácticas comprobadas, bajo costos de mantenimiento y la meta final de una mayor calidad de vida para los beneficiarios.  Por eso las asociaciones de ingenieros formulan los estándares para construcciones, las asociaciones de ingenieros hidráulicos establecen las normas para tuberías y flujo de agua, los cirujanos plásticos establecen los estándares para cierto tipo de cirugías y los educadores establecen los contenidos y estándares para un nivel de curso dado.  El objetivo es hacer las cosas mejores, más duraderas, con bajos costos de mantenimiento, efectivas en sus funciones y así ahorrar tiempo y dinero mientras el servicio se provee adecuadamente.  Dentro del marco de una ciudad inteligente eso significa que se hace más, mejor y con menos recursos.

En el caso de un espacio viviente, como lo es un municipio, es importante que existan estándares para los servicios y para el crecimiento del mismo porque la ausencia de éstos crea caos y una pérdida de la calidad de vida.  Una gerencia carente de “inteligencia” es buena en cobrar los arbitrios pero no en la aplicación de estándares adecuados, lo que resulta en que cada uno hace lo que más conviene a sus intereses, como la construcción de edificaciones sin áreas de estacionamiento, el irrespeto al paso libre del peatón, el destruir lo público para construir lo privado sin reconstruir adecuadamente lo destruído.
El irrespeto a los más mínimos estándares de servicios y prácticas municipales ha producido que la comunidad de Las Terrenas permanezca desorganizada, que exista un franco caos en múltiples servicos y prácticas y que vivamos sumidos en la incertidumbre y parados sobre una bomba de tiempo en lo que se relaciona a los niveles mínimos de calidad de vida.

¿Qué hacer?  Primero, yo propondría un congelamiento de toda actividad municipal en la que no se apliquen las normas establecidas nacionalmente.  Segundo, creo esencial que el personal humano y técnico del ayuntamiento reciba las capacitaciones esenciales para que pueda aplicar las normas en sus áreas respectivas, aunque lo ideal es que se emplee a personas con la capacidad técnica ya comprobada.  Tercero, establecer un plan técnico de mitigación y de mejoramiento a las peores condiciones existentes, una manera de tratar de reparar el daño hecho por la presente administración y las anteriores, de tal manera que, digamos, en diez años Las Terrenas pueda ser una ciudad a la altura de los estándares nacionales e internacionales.  Quién sabe, podríamos convertirnos en una Ciudad Modelo algún día.

Existen “indicadores globales para ciudades” los que ayudan a medir y a monitorear el desempeño de ciudades pero no están estandarizados aún.  Lo que si existen son descripciones o “indicadores” de lo que constituye “un buen desempeño” y un “nivel de calidad de vida adecuado.”   

Para llegar hacia donde debiéramos estar es urgente establecer una gerencia en base a estándares y normas adecuadas, derivada de un plan estratégico municipal, no sujeta al capricho político, económico o medalaganario de los llamados “líderes” municipales.

miércoles, 2 de junio de 2010

El Gran Desafío

El cambio del dólar en el día de hoy ronda en los 36.6 pesos. Alrededor del mundo hay 1,200 millones de personas que subsisten con 36 pesos cada día, o sea, con un dólar por día. En ese mismo mundo hay 854 millones de personas que pasan hambre y 114 millones de niños y niñas en edad escolar que no van a la escuela (la mitad de ellos son niñas). Cada día mueren 30,000 niños y niñas en su mayor parte por causa de enfermedades fácilmente tratables, para las cuales existen medicinas buenas y baratas. Lamentablemente 1400 mujeres mueren cada día durante la maternidad o dando a luz y, como si fuera poco, un tercio de las personas en el mundo, o sea, una de cada tres personas, no tiene acceso a agua potable.
Cuando hablamos del “mundo” enseguida se piensa en otras personas, en otras ciudades y en otros países. Lo colocamos en lo remoto, en lo extraño, en lo ajeno a nosotros, pero no debiéramos hacerlo así. Aquí mismo en Las Terrenas hay miles de personas sin acceso al agua potable, una gran cantidad de niños y niñas no van a la escuela, muchos de esos niños y niñas padecen de enfermedades fácilmente curables pero no tienen acceso a ese cuidado. Al mismo tiempo hay muchas personas que pasan hambre y una gran cantidad de hombres y mujeres no tienen fuentes ni seguras ni permanentes de empleo. Otro número significativo de familias viven en habitaciones, casas y chozas que no son aptas para una vida sana y decente, careciendo muchas de ellas de servicios sanitarios adecuados.
¿Por qué?
Raramente se puede identificar la causa de un problema de manera sencilla y directa. La mayoría de los problemas sociales se derivan de situaciones complejas y algunas condiciones no se pueden cambiar o mejorar ni rápida ni totalmente. La búsqueda de soluciones a problemas sociales generalmente requieren de tres procesos indispensables.
El primero es el diagnóstico de la situación. Un diagnóstico implica identificar, describir y definir una situación social. Por ejemplo, la situación es “hogares sin servicios sanitarios.” El diagnóstico busca contar e identificar el lugar donde dichas casas, contándolas e identificándolas en diversas maneras. Según el último censo, la cantidad de hogares sin ningún tipo de inodoro, retrete o sanitario es 14%, lo que quiere decir que si en Las Terrenas hay 5,000 hogares entonces habrán 700 de ellos en esa condición. El promedio provincias es de 3.8 personas por hogar, lo que implica que habrían cerca de 2,600 personas en esa situación. ¿A quién le duele que hayan tantas personas yendo “al monte” a hacer sus necesidades sanitarias?
Lo segundo es una estrategia de cambio. La meta podría ser la de reducir en un 50% la cantidad de hogares sin facilidades sanitarias dentro de los próximos 3 años. En esos 3 años 350 hogares o 1,300 personas mejorarían su calidad de vida en ese aspecto. Una estrategia de cambio adecuada identifica los recursos que harían posible la mejoría deseada.
Lo tercero es la definición y ejecución del plan con su requerido monitoreo y evaluación. Primero se determina qué facilidad sanitaria se va a proveer (ejemplo, retretes ecológicos), qué áreas del municipio serían beneficiadas, cuántos retretes ecológicos se construirán cada 3 meses y cómo se instruirá a los miembros del hogar en el uso y mantenimiento de los mismos. Aunque simples e incompletos, estos detalles nos dan una idea de lo posible.
Para el mundo existe una estrategia de cambios sociales denominada como Objetivos de Desarrollo del Milenio. Los Objetivos incluyen erradicar la pobreza extrema y el hambre; lograr la enseñanza primaria universal; promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer; reducir la mortalidad infantil; mejorar la salud materna; y garantizar el sustento del medio ambiente.

En el año 2000 147 países, incluyendo el nuestro, firmaron un documento en las Naciones Unidas sobre estos Objetivos del Milenio. La República Dominicana recibe ayuda de un grupo de organizaciones internacionales en la búsqueda de esos cambios y ha identificado metas específicas con sus indicadores. Hoy en día sin embargo, el pais está muy por detrás en TODOS los objetivos del milenio y no podrá cumplirlos para la fecha límite que es el 2015.

A nivel municipal no tenemos objetivos tales para mejorar la calidad de vida en base a los objetivos del milenio dentro del municipio, algo que sería responsabilidad de la administración municipal. A manera de contraste, yo estimo que a raíz de las recientes elecciones municipales los partidos políticos gastaron en este municipio entre 20 y 40 millones de pesos, pero ni un solo peso fue dedicado a cambiar las condiciones que crean las terribles condiciones sociales que hemos descrito.

Es una terrible ironía social el que se invierta tanto en un sistema político que prácticamente hace demasiado poco para cambiar las terribles condiciones sociales entre las mismas personas que eligen a los políticos.
Por eso es que, al empezar un nuevo y largo período de gobierno municipal, sería bueno que todas las personas con conciencia social en el municipio, nacionales y extranjeros, hiciéramos lo posible para atacar la pobreza y la desigualdad, con la meta de que para el 2016 hayan menos personas viviendo mal y, por ende, más personas disfrutando de una mejor y mayor calidad de vida.

Eso sí que sería una buena política.

Carta Abierta Para los Concejales

  Carta abierta a los concejales de Las Terrenas CONCEJALES PARA UN FUTURO MÁS CERTERO Por José Bourget, comunitario Querid@s Concejales: Si...