LO MÁS DULCE
Por José R. Bourget Tactuk
No hay palabras más agradables y dignas de ser recordadas que las dichas bajo el pertrecho del amor, suspiradas entre susurros y besos, para siempre ser aprisionadas dentro de nuestra memoria como aprisiona el cielo a la luna y a las estrechas.
La palabra que le queda más cerca es llana pero elocuente, simple pero potente y a veces es dicha también como un susurro, o como un grito, o como un profundo sentir entre lágrimas. El que la dice la saca desde muy dentro y el que la recibe la ingiere como el más dulce y refrescante manjar.
Esa palabra es GRACIAS.
A días de un gran desastre, GRACIAS a todas las personas que de una forma u otra han hecho que los sufridos y los bienaventurados de sientan mejor, bendecidos, protegidos y también amparados.
No importa cuán mucho o cuán poco, si has hecho algo por alguien, con la fuerza de un buen deseo, de un buen gesto, o con los bienes provistos por gobierno o individuos, GRACIAS.
Hacer el bien para otros nos hace más humanos, más solidarios y mejores personas.l