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sábado, 21 de mayo de 2022

Lo que el viento se llevó

 

"En nombre de la historia, la identidad y la cultura se ha cometido una palpable desgracia"

Por José R. Bourget Tactuk, 20 de mayo del 2022

 Desde el 4 de septiembre del 2021 cuando ocurrió el último incendio en el Pueblo de los Pescadores de Las Terrenas, hasta el 19 de mayo del 2022 cuando se declara que será reconstruído definitivamente en el mismo sitio, transcurrieron 257 días. 

En ninguno de esos días se juntó nadie en Las Terrenas para estudiar, analizar, ponderar y decidir sobre todos los factores que inciden en la ya aprobada reconstrucción.

El alcalde no llamó a una reunión.

Ni uno de los regidores llamó a una reunión.

El MITUR no llamó a una reunión.

La Unión de Juntas de Vecinos no llamó a una reunión.

La Federación de Clubes de Madres no llamó a una reunión.

La Confederación de Pastores Evangélicos de Las Terrenas no llamó a una reunión.

ASONAHORES no llamó a una reunión.

La Asociación de Taxistas no llamó a una reunión.

La Asociación de Motoconchistas no llamó a una reunión.

El Sindicato de Camioneros no llamó a una reunión.

La Asociación de Ferreteros no llamó a una reunión.

El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales no llamó a una reunión.

La “Asociación de Historia y Preservación de la Cultura Terrenera” no llamó a una reunión.

Y tampoco llamó a una reunión la “Asociación Pro Defensa de Las Terrenas en Contra de Todos los que Opinan en Contra de los Intereses del Pueblo de Las Terrenas, Inc.”


Hubo reuniones aquí y allí, sobre todo en los últimos días antes del 19 de mayo, para ir a “defender la cultura, la esencia y la identidad terrenera”, pero en ninguna de ellas se escuchaban a profundidad los temas vitales que tienen que ver con cultura, con identidad, con esencia, con impacto ambiental, con cambio climático, con gerencia, con municipalidad y, mucho menos, para explorar, analizar, estudiar cómo casar los temas cruciales (que sin duda alguna incluye consideraciones medio ambientales) para beneficio de todos.  Lo que vimos fue algo reaccionario e impulsivo, ciego e irracional.

En nombre de la cultura, de la historia y de la identidad terrenera se cometió una gigantesca tragedia ese 19 de mayo del 2022.  No fue tanto el que se aprobara la reconstrucción en ese mismo sitio, sino que se haya hecho con el desnudo extremismo populista, sin verdaderamente considerar todas las implicaciones para el municipio a mediano y largo plazo.  A corto plazo se va a construir (según el plano aprobado por David Collado y a todo color), pero es trágico ver cómo se llevó el proceso como chivo al matadero.  Los líderes sociales, habilitados por los políticos, escogieron el camino más fácil pero el más desinformado e inconsciente.

No sólo fue una tragedia al desnudo, sino que en defensa de la historia, de la cultura y de la identidad terrenera se acribillaron personas e ideas, denigrando y sacrificando lo más sacrosanto:  la integridad humana.  La peor de las falacias, ad hominem, en la que se ataca a la persona y no las ideas, fue el proceso común empleado.  “Si no estás conmigo te ataco y voy a llevar a los míos a atacarte también.  Y te atacaremos si tratas de opinar algo diferente en el mitin” (realmente no fue una vista pública.  Ganó el vox populi pero perdimos lo esencial en el proceso de toma de decisiones en una comunidad.

¿Cuál hubiera sido la alternativa constructiva?  ¿Qué pudo haber ocurrido en esos 257 días?  Que la alcaldía o el MITUR, las principales voces cantantes en la toma de decisiones, llamaran a conversatorios donde se exploraran todos los factores en juego, que se invitaran especialistas, que se conocieran más a fondos los temas y que se sopesaran las pérdidas y las ganancias.  Una vez se supo que el gobierno iba a asumir la reconstrucción ese mismo gobierno debió procurar la búsqueda de un consenso consciente.  Debió realizar verdaderas vistas públicas (no mítines políticos) en los que los participantes consideraran opciones e implicaciones, ponderaran los riesgos y los beneficios y luego consensuaran respuestas. Pero 257 días después de la tragedia fue terrible ver cómo colocaron a las juntas de vecinos, clubes de madres, organizaciones sociales y a la mayoría de los que estaban ahí en una posición insostenible en las que no les quedó otra alternativa que disparar desde los cojones y desde los ovarios.  Disparar así ocurre muy a menudo en Las Terrenas y es muy probable que por causa de ello tengamos muchos de los problemas que afrontamos.

Y si la próxima tormenta del 2022 se mete en el recién reconstruído Pueblo de los Pescadores, o si el río se entra y se lo lleva, o si viene una marejada y lo destruye, ¿iremos al mismo sitio a decir que si no se reconstruye ahí mismo perderemos la historia, la cultura, la identidad y la esencia terrenera? 

¿Cuántas veces tendrá que ser destruido para que entendamos que sin buenos conocimientos y prácticas no tendremos ni historia, ni cultura, ni identidad, ni la esencia, porque si no se las lleva el mar se las llevará el viento?


viernes, 20 de mayo de 2022

Collado y Jorge Mera: El Puente del Milagro

 


Collado y Jorge Mera:  El Puente del Milagro

José R. Bourget Tactuk

20 de mayo, 2022

De todos los balbuceos, arengas, protestas, demagogias e informaciones que dio el Ministro de Turismo, David Collado, el día de ayer, resaltan para mi las dos cosas más relevantes:  1) el Pueblo va aquí; y 2) hacerlo aquí crea problemas de impacto ambiental.  Y lo más importante que dijo, aunque con exagerada timidez, fue que hay que trabajarlo para reducir el daño ambiental mientras se complace a la gente.

Bingo!!!

Nadie sale beneficiado de un conflicto entre dos ministros y entre dos ministerios, Ministerio de Turismo y Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, David Collado y Orlando Jorge Mera.  Las Terrenas sería la más perjudicada de un conflicto tal.  Por eso creo que la reconstrucción del Pueblo de los Pescadores es un puente potencialmente milagroso para que ambos ministerios trabajen en búsqueda del mayor bien común:  reducir y mitigar el impacto ambiental negativo mientras que se construya una obra considerada de importancia para el pueblo y políticamente innegociable.

La reconstrucción ahí crea un tremendo conflicto y no sólo potencial, porque podría quitarle al ministerio de medio ambiente la autoridad para denegar permisos a otros proyectos, basado en que si el mismo Estado trabaja sin estudio de impacto ambiental, “por qué exigírmelo a mi”?  Es una consideración válida y delicada.  Sin un decreto presidencial de reconstrucción la objeción sería más valida por lo que sería indispensable que ese decreto salga para proteger el trabajo del Ministerio de Medio Ambiente. 

Pero lo peor de todo sería si el MITUR no produce el acercamiento con Medio Ambiente para que con la asistencia de sus técnicos y de otras entidades se trabaje protegiendo lo que hay, reduciendo los daños potenciales y mitigando los posibles impactos negativos.  Si los dos ministros/ministerios no se ponen de acuerdo en edificar ese puente del milagro estarían de facto creando las bases para una derrota política en varios ámbitos.

Vale reconocer, nos guste o no, que la decisión de Collado y, por ende, del Presidente Abinader, crea más conflictos que soluciones en el macro contexto de la situación.  Resuelve un problema estrictamente político-populista, pero crea muchos otros enredos que solamente son visibles a unos pocos.  Habrán compromisos débiles y habrán improvisaciones malsanas, de eso no le quepa la duda a nadie.  El Estado perdió su mejor oportunidad de hacerlo mejor, pero ganó la batalla del populismo.  Hoy no hay guerra ni en contra de Collado ni en contra de Abinader.

Lo cual me devuelve al tema del liderazgo ciudadano, porque sin verdaderamente sopesar todos los factores de una manera racional, científica y objetiva, el llamado “pueblo” pidió a voces (y a ciegas) que se haga ahí, perdiendo grandes oportunidades de hacerlo mejor sin hacerlo daño a nadie y sin crear conflictos legales e interministeriales.  El vox populi fue ciego, sordo y mudo, por lo que tendrá que vivir con las consecuencias que no se harán esperar.

No todo está resuelto aún señores, falta mucho camino por recorrer y de caminar en ese sendero vamos a aprender muchas cosas, o así yo espero, para que algún día podamos hacerlo mejor.


El verdadero trabajo empieza ahora



El verdadero trabajo empieza ahora

Por José R. Bourget Tactuk

Mayo 19, 2022

Doce horas antes del discurso del ministro de turismo, David Collado, en la medianoche del miércoles pasado, escribí “El Hito de la Reconstrucción”.  Mis predicciones se cumplieron a cabalidad doce horas más tarde y me alegra que haya sido así, porque al hacer realidad las aspiraciones de la mayoría de los presentes, el Ministro abrió potencialmente las puertas a un nuevo futuro para Las Terrenas.  

En la decisión de reconstruir el Pueblo en el mismo sitio no solamente “ganaron” los que abogaron por ello, sino también los que hacíamos resaltar los factores medioambientales que estaban siendo ignorados.  El Ministro no los ignoró sino que, por el contrario, los reconoció.  Aseveró que hay que trabajar los dos temas y encontrar el balance necesario para preservar tanto el sentido histórico de El Pueblo como el cuidado al medio ambiente.  Muy acertado aunque muy tímido de su parte.  Debió inmediatamente indicar cómo se protegerá la parte más débil, pero no lo hizo.

Lo sucedido en los últimos días con el tema de la reconstrucción y el discurso del Ministro Collado están preñados de factores que ameritan cuidado y ponderación.  No sería bueno abandonar el diálogo ni el desafío que ello crea.  Por ejemplo, el impopular diseño permanece y el Ministro escoge de manera altanera y despectiva ponerle “color” a los kioskos para complacer a los que se quejaron de la inapetencia del diseño.  A nadie pareció importarle que el obstáculo más importante al diseño fue totalmente ignorado.  Ciertamente, habrá un cambio fulminante en el ambiente y atmósfera del nuevo lugar, pero parece que esa conclusión se les escapó a todos. 

Echando a un lado todo lo que pudiera ser considerado demagógico, el discurso del Ministro fue a la vez una arenga y un reto.  La arenga era de esperarse de un político de connotadas aspiraciones y el reto, o retos, hay que sopesarlos muy cuidadosamente.  

El primer reto es “traducir”, en sus aspectos prácticos, las intenciones del Ministro para que esa protección al medio ambiente se haga realidad.  ¿Quién se encargará de ser veedor de ese aspecto de la reconstrucción?  El Ministro no lo indicó, aunque sí identificó quiénes serían los veedores de casi todos los otros elementos importantes.  Creo que el Foro Ambiental de Samaná podría ser invitado a que fuera el veedor para que al final de la reconstrucción se haya reducido a lo mínimo los riesgos medioambientales en el entorno.

Otro reto está en los pedidos de que se implemente un nuevo modelo gerencial, se otorgue un mayor beneficio económico para la ciudad y el crear mayor seguridad física para las nuevas facilidades.  Cada uno de esos factores y otros más ameritan de veedores, recordando que esos factores NO fueron considerados adecuadamente ni durante la existencia del viejo Pueblo, ni a raíz de la reconstrucción después del incendio,.  Si no queremos más de lo mismo, esta vez debe ser diferente y hay que lograrlo aunque el cambio de gerencia sería un reto político y un talón de Aquiles.

Un tercer reto sería el de clarificar y establecer la logística del entorno que causó muchas preocupaciones entre algunos de los que se oponían a la reconstrucción ahí, como lo eran los estacionamientos, el manejo del tránsito, la protección a los peatones y la diversificación de la oferta culinaria para incluir platos locales y nacionales, entre otros factores.  ¿Quién velará para que esos factores sean tomados en cuenta?

Finalmente, el último reto y para mi el más importante tiene que ver con desarrollo social y humano.  Fue muy lamentable ver como muchos ciudadanos en general y líderes en la sociedad civil optaron por adoptar posturas ofensivas, palabras injuriosas, incluyendo amenazas e insultos, en contra de todos los que se oponían a la reconstrucción en ese sitio.  No lo puedo entender porque la lucha de ellos era una lucha ganada desde antes de empezar.  Políticamente hablando, hubiera sido un suicidio para David Collado no hacer lo que hizo y debió entonces verse, desde un inicio, que ya con una lucha ganada no era necesario adoptar posturas beligerantes o adversarias.  Se perdió una gran oportunidad de crear un espíritu de diálogo, consenso y compromiso entre las partes.  Imagínense si ese liderazgo en lugar de su hostilidad y pugna hubiera abierto las puertas al diálogo, atrayendo las partes y constituyéndose el modelo de la búsqueda de unidad de la cual habló el Ministro ayer.  Ignorando la perspectiva opuesta no se modela procesos comunitarios constructivos.  El líder sienta el tono.  Al fin de cuentas, el Ministro terminó reconociendo la validez de la diversidad de perspectivas, algo que debió ocurrir desde el comienzo del debate entre los líderes sociales.

Este reciente enfrentamiento de ideas no tenía que ser ni una pugna, ni una contienda, sobre todo cuando se predecía que una de las partes ya estaba ganada. Hay que aprender a tomar los conflictos de ideas como oportunidades para consensuar procesos que nos permitan crecer y trabajar juntos sin pugnas, sin ofensas y sin insultos.  De haber sido así, el liderazgo social pudo haber avanzado diez años en dirección al progreso; pero, lamentablemente, retrocedió diez.  En una comunidad creciente y progresista no se resuelven los conflictos de ideas como si fuéramos pistoleros, sino como si fuéramos cada voz y cada mente partes integrales para lograr el resultado deseado.

El líder sienta el tono y ese tono debe ser constructivo, creativo, edificante, tolerante, incluyente.  Hubo muy poco de eso en lo ocurrido y, por ello, constituye la meta más alta, más deseada y más difícil para nuestra comunidad, sobre todo cuando falta tanto por atar y cuando quedan aún muchos desafíos que afrontar.  El verdadero trabajo empieza ahora.

(Y te reto a leer https://acento.com.do/opinion/el-multiverso-terrenero-9042289.html)

martes, 17 de mayo de 2022

Uff da! El Quijote, Pirro y el Pueblo de los Pescadores

 


Uffda, el Quijote, Pirro y el Pueblo de los Pescadores

En el 1992 cuando me mudé a Chicago, tuve la oportunidad de leer el libro de Donald Norman, “The Design of Everyday Things” (El diseño de las cosas cotidianas, 1988), una introducción fascinante a la conexión entre lo cognitivo y la usabilidad.  Viviendo en Chicago, ciudad cumbre del diseño y arquitectura norteamericana, trabajando como director de servicios internacionales en el Illinois Institute of Technology, lugar desde donde enseñó Mies van der Roos (quien acuñó la frase “menos es más”), era fácil esconderse bajo las líneas y curvas de todos los sueños arquitectónicos legendarios, descubriendo el por qué del por qué algunas puertas giran y otras abren (por mencionar un ejemplo).  Desde ese entonces no hay ningún diseño que escape a mi observación crítica. 

Por ello, disfrutar del remanente del Pueblo cuando llegué a Las Terrenas hace 20 años y verlo resurgir de las cenizas (pero no como el Fénix) bajo un diseño aburguesado e insípido, aunque colorido, para luego ver el desastre bien intencionado del Ministro Collado en su primera propuesta, no podía más que sentir lo fácil que es manipular oportunistamente los sentimientos de una población con fines confesos e inconfesos, aunque siempre bajo el esquema de “lo que el pueblo quiere”.  

Algunas puertas giran, otras abren, otras no se entienden.  El pueblo no se expresó ni contribuyó al diseño del último Pueblo que se quemó, pero el mismo capturó la imaginación.  En la última versión de Collado, la gente no sale de su asombro y es encomiable que se hizo una “consulta” aunque post facto, ya que un buen diseño debe partir desde el lugar donde comienzan todos los buenos arquitectos:  el concepto del dueño. 

Y es que el Pueblo no ha tenido dueño.  Francisco Javier se constituyó en dueño por razones políticas muy oportunistas y logró su propósito cuando todos le rindieron pleitesía con su conquista.  Nuevos “dueños” enmarcados en lo esquemáticamente financiero heredaron el renacido Pueblo.  Llamarlo ahora “esencia” es, hasta cierto punto, desvirtuar la esencia del origen y su significado, porque no hay una sino varias. 


Es increíble que en una “Ciudad de Dios” personas de fé defiendan el centro de todo lo bacanal e impúdico que se exhibía allí.  Eso es quijotesco.  Quizás la testarudez macaboniana detrás de esa fijación con lo desaparecido se presta para esa narrativa quijotesca, pero al igual que los molinos de Cervantes, no tenemos suficientes Sanchos en el pueblo para hacernos descubrir la única y verdadera realidad:  que el Pueblo ya no existe. 

En el fondo, el pueblo vive los resultados de un trauma que no acaba de entender, después del cual no hubo visita al terapista y del cual permanecen la resaca de una gran pérdida, simbólica (porque el Pueblo no era del pueblo) pero sentida.  Entonces todo estos conflictos, argumentos y dilemas sobre la reconstrucción son en verdad el reflejo de algo complejo:  cognitivo, sicológico, emotivo, político, social, económico y más.  La gente quiere resolver los traumas del desastre y cree que volviendo a lo anterior es la mejor terapia, como el cónyuge abusado y maltratado que sigue volviendo a que le den más golpes, la lucha quijotesca contra los molinos.

Y cuando se construya, como en verdad se va a construir, en el mismo sitio y con similares características, el pueblo se sentirá victorioso, pero no como se sintió el rey Pirro de Epiro después de su desastrosa victoria en la Batalla de Heraclea contra los romanos, sino victorioso sin saber el por qué.  En ese sentido David Collado es un “habilitador” (enabler, como lo fue Francisco Javier, y como son los políticos tradicionales) en el sentido que contribuye a la permanencia del trauma en lugar de ayudarnos a confrontar la realidad y no solamente medioambiental. 


Collado puede (y lo hará) hacer lo que más le venga en gana porque tiene el poder y la bendición del Presidente, así como Francisco Javier vino a dar su bendición (con el León presente) al complejo turístico que más ha depredado los humedales de Las Terrenas.  Esa es la prerrogativa del poder. 

Sólo ruego que cuando el mar o el río se entren no haya ni lloro ni crujir de dientes, sino la satisfacción pírrica de haber logrado lo deseado en contra de todo y de todos los que abogamos por una NUEVA esencia, más real, más auténtica y más beneficiosa.


domingo, 15 de mayo de 2022

Carta Abierta al Presidente Abinader y al Ministro David Collado

 

CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE LUIS ABINADER Y AL MINISTRO DE TURISMO DAVID COLLADO

Sobre la reconstrucción del Pueblo de los Pescadores en Las Terrenas

 Por José R Bourget Tactuk, (829) 330-0986, 15 de mayo del 2022.


RECONSTRUYAN EL PUEBLO EN EL MISMO SITIO DE ANTES

Señor Presidente y Ministro:

 

En su aparente MAYORÍA, el pueblo de Las Terrenas desea que el calcinado Pueblo de los Pescadores sea reconstruído en el mismo sitio.  Parece ser que para la MAYORÍA no hay posible visión de un Pueblo de los Pescadores si no es en el mismo lugar.  La MAYORÍA señala que el Pueblo en ese sitio y en ese sitio solamente simboliza la historia, la cultura, el espacio, el sentimiento, la experiencia y la imagen de Las Terrenas. 

Algunos argumentan que las consideraciones ambientales no son importantes en tanto que tanto el Ministerio de Medio Ambiente y el MITUR otorgan permisos y cartas de no objeción a proyectos de depredan otros recursos naturales.  Es obvio que en las mentes y corazones de la MAYORÍA existe una sola opción y es volver al espacio de antaño, donde están las memorias, los eventos y el “espíritu” del pueblo.

Esas ideas y sentimientos son legítimos.  Las personas que así se expresan lo hacen con pasión, con sentido de identidad, con certeza y con convicción.  No hay dudas en sus mentes, no hay realidades alternas y no estarían de acuerdo con perder su imagen de lo que fue, ni en aceptar una concepción diferente a la realidad.  Aunque nadie ha estimado científicamente los números de personas que piensan así, algunas personas notables entre los líderes sociales, políticos, económicos y de la sociedad en general aseguran que se trata de la MAYORÍA de los ciudadanos votantes en Las Terrenas.

Notablemente, la ausencia de una reconstrucción inmediata ha despertado las mayores críticas en contra del MITUR y del gobierno, porque muchos ciudadanos estiman que si antes fue posible reconstruirlo en tres meses que igualmente se pudo haber hecho ahora.   Desafortunadamente, la ausencia de noticias, de detalles y de una respuesta a la altura del trauma reveló cuán profundo son los sentimientos a favor de una reconstrucción ahí mismo y cuán amplio el rechazo a la ausencia de una resolución por parte del MITUR.  Las quejas abundan, reflejo fiel de la lealtad hacia el concepto que posee la MAYORÍA.

Es por esto que lo más expedito políticamente y lo más popular sería hacer lo mismo que hizo el ministro de turismo anterior, el que con dinero en mano, sin permisos ni estudios, reconstruyó el Pueblo después del primer incendio para alegría de todos y para ganancia política de su partido.  Si se desean los mismos resultados entonces ustedes, Señor Presidente y Señor Ministro, deben hacer lo mismo.

 

NO RECONSTRUYA EL PUEBLO EN EL MISMO SITIO DE ANTES

Señor Presidente y Ministro:

Nosotros en la MINORÍA, pensamos que reconstruir el Pueblo de los Pescadores en otro lugar más sustentable es posible, deseable y más juicioso.  Sería menos populista, pero representaría la defensa de los mejores intereses locales y nacionales.

La MINORÍA reconoce que sería contraproducente para el gobierno violentar sus propias leyes y reconstruir sin los permisos ambientales correspondientes.  Sería dar validez a la creencia de que el Estado es el primero en no cumplir con sus regulaciones y que, tal como en el viejo oeste, cada quien puede hacer lo que guste siempre y cuando tenga “al pueblo” apoyándolo.

La MINORÍA sostiene que hay suficientes informaciones sobre cambio climático y su impacto en el país como para argumentar que el lugar actual es de gran riesgo y que sería inmoral que el erario invierta 60-100 millones de pesos en un espacio que podría ser anegado o destruido por la naturaleza en los próximos 5-10 años, o antes.

La MINORÍA igualmente sostiene que el Pueblo de los Pescadores como tal dejó de existir hace mucho y que las condiciones cambiantes y de desarrollo de Las Terrenas podrían ser mejor utilizadas para crear algo mejor ajustado a esas nuevas realidades, con mayor variedad, nuevas ofertas y más amplias y mejores condiciones para un público diverso.

La MINORÍA argumenta que dado el uso intensivo de un espacio tal, el entorno no reúne las condiciones de tránsito, aparcamiento, seguridad, impacto ambiental y sostenibilidad que el Pueblo requiere en un municipio que en los dos últimos años ha explotado masivamente en la cantidad de turistas nativos y extranjeros que lo visitan.  Reconstruir en otro sitio no sería ni popular ni populista, pero sería lo más sensato y lo más adecuado a corto, mediano y largo plazo.

DADAS LAS POSTURAS ENCONTRADAS HAY UNA CONSIDERACION MUY RELEVANTE

Realmente no es necesario realizar una nueva vista pública cuando se sabe el sentir popular.  Si el objetivo de la vista pública es buscar aprobación ya la misma existe.  Si lo que se quiere es que voces opuestas se escuchen el evento podría ser un buen ejercicio y nada se pierde, pero se sabe desde ya el resultado final. 

Sin embargo, el ejercicio de la vista pública como fue explicado no es ni democrático, ni representativo, ni objetivo, pero ayudaría a crear la impresión de que hubo una tribuna libre y democrática cuando, en realidad, sirve sólo para crear una excusa simple y expedita para justificar lo ya decidido.

Por otro lado, lo que el Estado carece es de informaciones más amplias, profundas y relevantes en cuanto a las condiciones del espacio y sus características, según la ciencia.

El MITUR ya ha actuado múltiples veces en Las Terrenas causando serios daños y en total sordera a los reclamos de la MINORÍA, como lo fue en el caso del sistema de desague sanitario y planta de tratamiento y también con el caso de los gaviones que comienzan a deteriorarse, entre otros.  Que lo haga una vez más sería de esperarse, pero recurrir a las evidencias científicas daría visos de mayor seriedad aunque no las siga.

Por lo tanto, propongo que el MITUR obtenga evaluaciones científicas por parte de la Academia de Ciencias de la República Dominicana, de la Sociedad Ecológica del Cibao, de la Nature Conservancy, del CEBSE en Samaná, del Foro Ambiental de Samaná y de los técnicos y expertos del Ministerio de Medio Ambiente antes de una decisión final, lo cual podría ser realizado dentro de los próximos 30 días.  Luego, en base a las evidencias científicas obtenidas y en base a lo conocido del sentir popular, el MITUR tomaría una decisión no a ciegas, sino amparada por las evidencias, científicas o no. 

Pienso que hacerlo así daría más propiedad al Estado y estaría a la altura de lo que se espera de todo gobierno juicioso que respeta sus propios reglamentos, normativas y que utiliza los recursos a su alcance para llegar a la decisión que más le conviene al futuro del destino. 

El Estado es soberano y siempre puede actuar por decreto porque es su prerrogativa, pero una decisión tal que ignore el impacto ambiental y las evidencias científicas que resulten del estudio daría paso a serios cuestionamientos de juicio y de acción, sobre todo si ocurre un desastre o una pérdida notable de lo invertido.

El Estado no pierde nada esperando 30 días más y recolectando las evidencias científicas que puedan ser necesarias.  Una vez obtenidas, el MITUR puede llamar a múltiples vistas públicas para llegar a la diversidad de audiencias interesadas en la comunidad y si “el pueblo” decide en contra de lo que las evidencias científicas pudieran revelar entonces el Estado podría lavarse sus manos aunque eventualmente le cueste una pérdida de hasta 100 millones de pesos y una posible pérdida de prestigio.

Ver https://terrenero.blogspot.com/2022/05/potenciar-el-pueblo-de-los-pescadores.html

https://terrenero.blogspot.com/2022/05/el-pueblo-de-los-pescadores-ya-no-existe.html

https://terrenero.blogspot.com/2022/03/el-multiverso-terrenero.html

Potenciar el Pueblo de los Pescadores

 Potenciar el Pueblo de los Pescadores

 


Por José R. Bourget Tactuk, Ph.D.

Mayo 8, 2022

El segundo incendio en el Pueblo de los Pescadores fue una tragedia para Las Terrenas.  Aunque traumático para empresarios, empleados, el público visitante y para la comunidad en general, al cabo de medio año desde el segundo desastre, tenemos una más amplia comprensión de las condiciones actuales y una mejor perspectiva de las futuras. 

Evidentemente, reconstruir igual o parecido y en el mismo sitio es el camino más expedito y potencialmente menos conflictivo.  Igualmente, podemos enfocarnos en la tragedia y responder de tal forma que la mayoría se pueda sentir mejor.  Eso ya fue hecho y produjo obvios beneficios políticos en un año de elecciones.  Si lo que buscamos es reducir conflictos por medio de una respuesta populista entonces la respuesta es obvia:  ahí mismo y como sea.  Pero, ¿será eso lo mejor para Las Terrenas? 

Por otro lado, si la tragedia es vista como una oportunidad de realizar algo potencialmente mejor, con un impacto más amplio y con ofertas más diversas, entonces hay tres factores a considerar.

El primer factor es el del impacto ambiental.  En una isla posicionada en el cuarto lugar entre los diez países más afectados por el cambio climático en el mundo (https://mepyd.gob.do/mepyd/wp-content/uploads/archivos/end/capitulo-6.-cambio-climatico.pdf)  y que se apresta a perder una porción significativa de su territorio nacional a las aguas del mar, resultaría contraproducente utilizar fondos del erario para construir en una zona de alto riesgo, ya evidenciada por eventos climáticos anteriores.  Se estima que la reconstrucción anterior costó unos 60 millones de pesos y con el alza de precios hacer algo similar posiblemente llegue a los 100 millones.  ¿Cómo podría el MITUR justificar el uso de 100 millones de pesos en una zona que dentro de una década podría estar cubierta de agua?  Aparte del riesgo financiero, el construir sobre la playa para que sea destruido por el mar contribuye a que la población continúe ciega ante la realidad del cambio climático, cuando lo que necesitamos es que la


gente despierte ante la crisis para que pueda modificar conductas destructivas.  Sería muy riesgoso y vergonzoso que el Estado invierta tanto cuando posee todos los conocimientos y evidencias de autoridades nacionales e internacionales para evitar construir en zonas de alto riesgo y de alta fragilidad ambiental.  Ninguna persona en su sano juicio construiría con sus propios fondos algo de valor en ese espacio; entonces, ¿por qué habría de hacerlo el MITUR con fondos del erario?  Eso sería irresponsable y altamente cuestionable éticamente.  Finalmente, ¿debería el MITUR construir sin el estudio de impacto ambiental correspondiente?  Si el Ministerio de Medio Ambiente fuera a hacer el estudio de impacto ambiental y concluye que la zona no es factible para una reconstrucción tal, ¿cómo debería responder el MITUR?  (Ver https://www.catedrarses.com.do/Portals/0/OpenContent/Files/468/Evaluacion_de_la_Vulnerabilidad_Climatica_en_Las_Terrenas_Mayo11-2016__compressed.pdf) 

El segundo factor es sicológico.  Mucha gente siente que el Pueblo debe estar ahí, donde siempre ha estado.  Tales sentimientos deben ser reconocidos bondadosamente por las autoridades y no ignorados irresponsablemente.  Creo, sin embargo, que el MITUR tiene una responsabilidad más amplia y más profunda y que para poderla afrontar necesita contemplar la situación desde el beneficio de un multiverso.  El uni-verso actual es claro y sencillo:  “ahí y como sea”; pero un análisis social e histórico más complejo revelaría que el Pueblo de los Pescadores, tal como originalmente existió y tal como la mayoría de la gente se lo imagina dejó de existir hace lustros.  Es cierto que antes del primer incendio el Pueblo mantenía cierta personalidad rústica y colorida que resultaba muy atrayente para el visitante y para los residentes, aparte del aporte culinario que sus variados restaurantes aportaban y del valor recreativo de sus bares y otros atractivos.  La reconstrucción después del primer incendio transformó la rusticidad y el colorido aburguesando el entorno en un estilo victoriano.  El cambio preservó el acceso a lo culinario y diversificó la oferta recreativa, pero ya no era el Pueblo como tal.  Es igualmente importante reconocer que, aparte del obvio beneficio político que conllevó la rápida reconstrucción, el modelo gerencial establecido provocó condiciones operativas indeseables que no ameritan repetición.  Reconstruir en el mismo sitio sería denegar una obvia realidad y reafirmar el espejismo existente en la imaginación de algunos.  Por otro lado, el Pueblo amerita ser honrado y recordado, por lo que la satisfacción sicológica podría resultar de la construcción de un monumento al Pueblo original, el cual podría contener interpretaciones visuales, escritas y monumentales al tiempo que la nueva apertura al mar sería como regresar el espacio a la imagen de los pescadores que dieron origen al Pueblo.  Una Plaza de los Pescadores con relevantes expresiones simbólicas podría ser una de las formas de honrar la memoria y sepultar, de una vez por todas, el espejismo irreconciliable con la realidad..

El tercer factor es mercadológico.  Las Terrenas como destino ha evolucionado y sigue creciendo. Aunque trágico y traumático para el psique terrenero, el fuero no destruyó el destino.  Los restaurantes existentes por todas partes han aumentado su clientela, muchos de los empleados del Pueblo han sido re-empleados y Las Terrenas sigue siendo un atractivo turístico, culinario y recreativo a pesar de la pandemia, tal como los últimos dos años lo demuestran.  Del Pueblo no quedan ni las cenizas, pero la gente sigue yendo a Las Terrenas, sigue disfrutando del creciente número de restaurantes y bares y los dueños de villas, apartamentos y condominios continúan siendo beneficiados por el creciente número de visitantes nativos y extranjeros.  La pasada semana santa añadió una nueva comprensión de la realidad.  La mayoría de los bares y restaurantes no se llenaron tanto como se esperaba, porque la mayoría de los visitantes trajo sus comidas y sus bebidas.  A la mayoría de los visitantes no le pareció importar la ausencia de El Pueblo.  De hecho, el ambiente carnavalesco y bacanal fue más expresivo que nunca antes y el grito de “Terrenas!!!” hizo eco en miles de visitantes.  Para mi hay un mensaje inferido en esa realidad, uno que parece indicar que un nuevo modelo de eje es necesario.  Un nuevo eje culinario, recreativo y cultural es posible, con un nuevo nombre, con una nueva imagen y con nuevas ofertas.  El Pueblo no será más, pero podemos diversificar, enriquecer y hasta abaratar un espacio que represente lo mejor de lo que era antes, aunque ajustado a las nuevas realidades y, más que todo, adaptado al futuro turístico del destino.  Entonces el principal desafío no está en seguir con más de lo mismo, sino en diseñar y construir un nuevo centro culinario, recreativo, cultural y artístico que represente la nueva realidad de Las Terrenas y sea simbólico de un futuro promisorio, diverso y enriquecedor.

Una respuesta populista es fácil y expedita, pero no representa ni la realidad actual ni el potencial futuro de Las Terrenas.  MITUR puede sentar una nueva pauta, una ajustada a las realidades ambientales, sociales, culturales, culinarias y gerenciales del municipio.  Una nueva pauta que establezca lazos firmes con el municipio para que éste sea beneficiado financieramente y compensado por los gastos que conlleva ser el destino turístico popular de mayor trascendencia en el país.  El MITUR puede hacerlo y el MITUR debe potenciar lo que fue el Pueblo transformándolo en algo mejor, más diverso y más enriquecedor.


domingo, 8 de mayo de 2022

El Pueblo de los Pescadores Ya No Existe

 

El Pueblo de los Pescadores Ya No Existe

Por José R. Bourget Tactuk

(Originalmente publicado el 17 de enero del 2022)

Debiera ser obvio, pero muchos persisten en la fantasía de un Pueblo de los Pescadores, algo que feneció cuando fue comprado y alterado a pedazos, cuando se quemó la primera vez hicieron algo pero ya no era el Pueblo de los Pescadores.  Y ahora, después del segundo fuego, seguirá no siendo el Pueblo de los Pescadores.

El concepto de un centro culinario de primer orden donde se junten la excelsa cocina Terrenera, la música y el arte, el cielo, la luna, las estrellas, los cocoteros y el inquebrantable romanticismo del Atlántico que nos besa debe persistir, ampliarse y pulirse.  Hay muchas ideas novedosas y posibilidades inmensas y únicas.

Pero su antiguo lugar debe ser otra cosa, porque no podrá ser lo que no es ni lo que ya fue.  Necesitamos ahí un espacio que capture la esencia del océano, cree una nueva dinámica abierto y de mejorada funcionalidad, que destape el tránsito y diversifique el atractivo para el peatón y para el turismo familiar.  Podría incluir un parque, un multiuso abierto, un mirador, una fuente de agua, un faro simbólico, un puente peatonal que entre al mar y tantas otras cosas que encajan ahí y no en ningún otro sitio.  

El lugar donde estuvo el fenecido Pueblo pudiera ser el primer y gran atractivo visual en Las Terrenas, aportando un pequeño museo interpretativo sobre el Pueblo de Las Terrenas en el marco del Faro Las Terrenas y del puente mirador.  Inclusive, el pequeño museo podría ser una réplica de una de las casitas originales.  Aceptemos lo que es, ya el Pueblo dejó de existir y hace mucho.

Como pueblo progresista abramos paso a un nuevo concepto, construyendo sobre el éxito del anterior y mejorando su oferta (incluyendo su gerencia).  Necesitamos facilidades para el peatón como para los vehículos.  Necesitamos pistas de baile bajo la luna y allende al mar.  Necesitamos áreas de descanso no comercial y necesitamos locales dinámicos, clásicos, modernos, diversos que potencien los talentos culinarios existentes y los nuevos.  Necesitamos sanitarios donde se pueda comer en el piso y necesitamos nuevas y variadas ofertas de empleos, incluyendo quizás gift shops y centro de información y promoción del destino y sus ofertas.

Un futuro nuevo debe comenzar con un concepto nuevo, ágil y atractivo.  Un viejo Pueblo en el mismo sitio es una idea desgastada.  Las Terrenas puede hacer algo nuevo y mejor. Un nuevo concepto en un sitio nuevo es prometedor, ambicioso e innovador.

Y unamos al Faro/Puente Mirador al lado del río Las Terrenas, saneado y canalizado, con el nuevo centro culinario/recreativo en el otro lado del pueblo mediante un sistema de transporte ecológico y constante que revitalice toda la costa, a través del cual el turista nativo y extranjero pueda subirse y bajarse en múltiples puntos, reduciendo así el tránsito vehicular pero aumentando el tránsito peatonal y colectivo mientras multiplica el potencial de consumo y disfrute de la ruta.  


Además de ese transporte ecológico (carritos de golf o minibuses abiertos eléctricos), ampliar el sendero creado por el nuevo farallón artificial de gaviones para así unir al Faro con el nuevo centro en lo que sería un verdadero parque peatonal para disfrute de individuos, grupos, familias y convertir a Las Terrenas en una mayor y mejor oferta culinaria, recreativa, social y cultural.  Muchas otras innovaciones se añadirían a ese trayecto.  Todo eso aumentaría las posibilidades de empleo, de consumo y diversificación de la oferta.

No podemos seguir arrastrando lo que dejó de ser, pero honremos su memoria haciéndolo mejor.  Estoy totalmente a favor de un nuevo concepto y de un rediseño del espacio anterior.  Es tiempo del cambio y de dar pasos gigantesco hacia nuevas, mayores y mejores ofertas.

miércoles, 20 de junio de 2012

La Aldea--A Blatant and Unnecessary Provocation


The reconstruction of the Aldea de los Pescadores is a provocation.
Let me explain.

Like most people who frequented the Aldea de los Pescadores, I rather enjoyed and appreciated its existence and its many contributions to the social and cultural life in the community. At the same time I was painfully aware of its noticeable security problems, the environmental pollution caused by kitchens and toilets, and of the obvious consecuences of a highly attractive but monolithic tourism offer. I was not, nor am I now opposed to the fabulous culinary offerings and the enchanting nature of diverse environments that such a concept can offer. I'm neither opposed to sustainable economic development or to meritorious benefits to workers, investors and entrepreneurs.

The list of assets and benefits of the former Aldea, what's about to happen is truly a crude provocation created by those least in the position of being provocateurs: the central government and the local government. As far as I know, the Ministry of Tourism lacks the presidential decree necessary for the building of structures such as the one that appears to be under construction at the former site (though the Minister of Tourism is eagerly pursuing it). The local government has not intervened, so far, to prevent the obviously illegal reconstruction at a place where it shouldn't be.


As expected, the level of misinformation and the lack of transparency creates confusion and blindness in everyone. What's being done, who is doing it, how, for how much, directed by whom? We don't know. As rumored, are they going to give each of the previous owners 10 million pesos? We don't know. Are the previous owners receiving the new locations for free? We don't know. What are the legal, social and economic basis for doing one thing or the other? We don't know. In the presence of clearly stated, legal statutes governing the building of such structures so close to the water and in the midst of fragile ecosystems, why do it at all and why do it this way? Is it true that powerful people, well-connected to the government, are among the beneficiaries? We do not know....and so forth!


At the end the Minister of Tourism will get away with murder on this one and, according to rumors, will finish the work before August 16. In doing so, he would have fulfilled a promise made the afternoon of the fire and will consequently embellish our memories with yet another demonstration of how to make fun of Dominican laws and the Dominican Constitution, all in the good name of tourism development, as demonstrated by his opportunistic leadership style worthy of a troglodyte. Once everything is done, we will go to eat, drink, dance and enjoy wonderful new locations and will be reminded of how it was done, by whom and why, and will all share in the knowledge of the failed state in which we live, where those most called to enforce the Constitution and the laws are the first ones to use them as toilet paper.

Is it possible that the “Monte Carlo of the Caribbean" will be built on similar foundations, using similar methods, without regards to the laws, environmental regulations, without the proper decrees and always looking after the benefits of the few over the benefits of the majority?

(Left: From these ruins we should build what's legal, sustainable, viable, equitable, transparent and in compliance not only to the Constitution and laws but also to the best practices in sustainable tourism development. It is counterproductive for the Minister of Tourism to be the principal culprit in the violation of Dominican laws, provoking with his actions the worst possible inconsistencies in regards to principles of sustainable tourism development)


I, among many others who love the concept of the Aldea, feel that it doesn't have to be built at its former site. We can built something similar and even better, but elsewhere. In a previous article I suggested the area further ahead towards Playa Las Ballenas as a possible location and, in a recent contribution, architect Marcelo Albuquerque has suggested the area around the current police station.
I'm sure there could be other viable proposals and the one suggested by architect Albuquerque may even add the entire section from the cemetery to the former Aldea de los Pescadores, and could even include the construction of a pedestrian bridge over Rio Las Terrenas, the design of an attractive cultural center that includes boutiques, artisan shops, art galleries, as well as plenty of gastronomic offers. Not everything has to be in the same place the way it was in the former Aldea and nothing prescribes that things have to be as they were, particularly if something better and more beneficial is possible.

On the other hand, the town of Las Terrenas as a legal, civic, political and autonomous entity should intervene through its City Council (I do not think that the Mayor has the least interest in going against the wishes of the Minister of Tourism). If the City Council does nothing, then no one could prevent the Ministry of Tourism and other entities, governmental or private, to commit similar violations of the law and the Constitution. What is happening now is more of the ongoing demonstration of how the city has lost its autonomy and sovereignty in the years since Mr. José Alexis Martinez has been Mayor. Inaction on the part of the City Council will provoke additional dents to city processes and procedures.

I'm fully in support of a reconstruction of the Fishermen's Village but better, which means that no environmental laws would be violated, that we would broaden and enrich the economic potential of the resulting model and that the sovereignty of the city would be respected.
We cannot build a future on the quicksand of intransparency, the abuse of power and the absence of institutionality. In fact, many social problems and much of the economic problems we face today are the result of having acted that way years ago. Why provoke similar results now?

What to do now? Stop the construction! At a town hall meeting in City Hall inform what the plans are. Consult with broad sections of the community, making sure you make it possible for diverse views to be heard. Ensure that the intentions and the actions comply with current laws and the Constitution. Acting unfairly to the economic community at large will create disastrous results because whatever it's done cannot be just for the benefit of the lucky few. Hopefully, the potential beneficiaries themselves can see and understand these factors and will push for legal actions that favor the common good. If not, they'd be contributing to the planting of a pernicious, harmful, painful and fruitless weed, to the detriment of all of us.

Consciousness, gentlemen, conciencia!

martes, 19 de junio de 2012

Sembrando Cizaña


La reconstrucción del Pueblo de los Pescadores es una provocación.
Me explico.

Al igual que la mayoría de las personas que frecuentaban la Aldea de los Pescadores yo disfrutaba del lugar y apreciaba su presencia y su aporte a la vida socio-cultural de nuestro pueblo.   Al mismo tiempo vivía consciente de sus profundos problemas de seguridad, de contaminación medioambiental y hasta de la ceguera que causaba al fomentar una prominente mono-oferta turística. No estaba ni estoy opuesto a las fabulosas ofertas culinarias y a la diversidad y modalidad de sus ambientes, tampoco al desarrollo económico o al beneficio meritorio de trabajadores, inversionistas y empresarios turísticos.

A pesar de todo lo anterior y de lo que se le pueda añadir la provocación es causada por los menos llamados a crearla: el gobierno central y el gobierno local. Que yo sepa el Ministerio de Turismo carece del decreto presidencial que de acuerdo a lo que se conoce es lo único que puede permitir construcción de estructuras como la que aparentemente se erige en ese lugar.


Como hay mucha desinformación e intransparencia parece que no se conoce a ciencia cierta lo que está pasando, lo que va a pasar, cómo, para quién y por qué. ¿Se le van a dar 10 millones a cada uno de los antiguos propietarios? No sabemos. ¿Se le van a regalar los locales? No sabemos. ¿Cuál es el fundamento jurídico, social, económico para una cosa o la otra? No sabemos. Además, si existen leyes y procedimientos claramente establecidos en relación a construcciones en zonas frágiles como esa, ¿por qué hacerlo? ¿Será verdad que hay personas poderosamente asociadas al gobierno entre los beneficiarios? No sabemos.
Como es muy probable que el Ministro de Turismo se salga con la suya y, según los rumores, concluya la obra antes del 16 de agosto, lo que se verá ahi será el cumplimento de su promesa, pero también un ejemplo cabal de cómo un gobierno se puede burlar de sus mismas leyes y de su propia Constitución en nombre de algo muy bueno como el desarrollo turístico y por medio de un estilo de liderazgo troglodita y oportunista. Cuando acudamos a comer, beber, bailar y disfrutar del nuevo ambiente seremos recordados de cómo se hizo, quién lo hizo y por qué se hizo, un nuevo monumento al pais de relajo en el que vivimos, donde los llamados a cumplir las leyes y la Constitución son los primeros en quebrantar ambos. 

¿Será que el “Montecarlo del Caribe” se va a construir sobre los mismos fundamentos, sin apego a la ley, sin protección medioambiental, sin decretos y beneficiando a algunos en detrimento del bien común?

(Derecha:  sobre estas ruinas debe levantarse algo legal, sostenible, viable, equitativo, transparente y en apego no sólo a la Constitución y las leyes sino también a las mejores prácticas de desarrollo turístico sostenible.  Es contraproducente que sea el mismo Ministro de Turismo el principal violador de todas esas prerrogativas deseables y el más enérgico provocador de las peores muestras de incongruencias en el desarrollo turístico)


Yo, entre otros que amamos el concepto de la Aldea de los Pescadores, entiendo que no tiene que construirse ahi, que puede hacerse algo similar y mejor en otro lugar más adecuado. En un artículo anterior sugerí más adelante, hacia la Playa de Las Ballenas y, recientemente, el Arq. Marcelo Alburquerque sugiere el área alrededor del actual destacamento policial.

Francisco Javier García
Ministro de Turismo
De "mecenas" a Provocateur

Es probable que existan otras propuestas viables. Partiendo de la idea del Arq. Alburquerque se podría ampliar la zona desde el parquecito municipal hasta la vieja Aldea de los Pescadores, incluyendo un puentecito turístico y múltiples concepciones culturales, comerciales, turísticas, artesanales, artísticas y gastronómicas. No todo tiene que existir en un solo sitio y nada ni nadie prescribe que lo que hay que hacer tiene que ser igual a lo que existía. Puede ser algo mejor.

Por otro lado, el municipio de Las Terrenas como entidad jurídica, cívica, política y autónoma debe intervenir a través de su Sala Capitular (no creo que el Alcalde tenga ni la voluntad ni el interés de ir en contra del Ministro de Turismo). Si la Sala Capitular no actúa habrá sucumbido ante los mismos estamentos que se atreven a violar la Constitución y las leyes, una muestra más de la pérdida de soberanía que hemos disfrutado bajo el gobierno municipal del Lic. José Alexis Martínez y provocando a través de la inacción una nueva desinstitucionalidad municipal.

Estoy totalmente a favor de una reconstrucción de la Aldea de los Pescadores pero mejor, lo que implica que no se violenten las regulaciones medioambientales, que se amplíe y enriquezca el potencial económico y que se respeten los derechos económicos y patrimoniales del municipio.
No podemos construir un futuro sobre la arena movediza de la intransparencia, del abuso del poder y de la falta de institucionalidad.

De hecho, los problemas sociales y gran parte de los problemas económicos que tenemos hoy son el resultado de haber hecho lo mismo años atrás. ¿Por qué provocar más intransigencias?

¿Qué hacer ahora? Parar los trabajos inmediatamente. Informar al pueblo de los planes y de los pasos en mente. Consultar con amplios sectores las intenciones y procurar que se cumpla lo máximo posible la Constitución y las leyes. Para ser equitativo no podemos privilegiar a algunos en detrimento de otros, porque el resultado será desastroso. Ojalá que los mismos beneficiarios potenciales puedan verlo y comprender que ellos/as debieran ser los primeros en procurar que se actúe con legalidad y con el bien común en mente y en primer lugar. De no ser así están contribuyendo a la siembra de una cizaña perniciosa, dañina, dolorosa e infructuosa.

Conciencia, señores, conciencia!!

Carta Abierta Para los Concejales

  Carta abierta a los concejales de Las Terrenas CONCEJALES PARA UN FUTURO MÁS CERTERO Por José Bourget, comunitario Querid@s Concejales: Si...