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sábado, 1 de julio de 2023

Punto sin Retorno

 ¿Punto sin retorno?

Por José R. Bourget Tactuk



Es probable que Las Terrenas haya sobrepasado el punto de no retorno.

Ese punto sin retorno es el lugar donde el saqueo de sus recursos naturales ha sobrepasado su capacidad de regeneración.  

Muchos no lo verán así, sino que lo podrían ver como una oportunidad evidente y alcanzable de explotar todos los recursos existentes a su alcance con el fin de crear riqueza entre algunos, trabajo y crecimiento económico en el destino.  Ojo, crecimiento NO es sinónimo de desarrollo.

Si usted se pasa un día completo dándole la vuelta a Las Terrenas es posible que no encuentre ni una sola esquina donde no se haya empezado a desmontar, rellenar, aplanar y construir.  Ya no son villas individuales, son condominios, apartamentos y multi residénciales.  Ningún espacio cercano o lejano ha escapado a esa explosión habitacional.  Las Terrenas es deseada.

Por eso es que veo a Las Terrenas como a una prostituta deseada.  Todo lo que posee es deseado lujuriosamente por alguien.  Sus atractivos, cadencias, perfumes, formas y movimientos son la fuente de sueños y fantasías para todo el que viene.  Cientos caen seducidos ante sus encantos.

Y han venido, por dentro y por fuera, la han tocado, disfrutado, conquistado y hasta le han saqueado todo lo que ha podido dar y sigue dando.  En ese proceso es más lo que le han sacado que lo que le han traído y es muy probable entonces que sus atractivos comienzan a desfallecer, el ocaso triste de una oferta de todo y para todos.  No ha sido diferente para el nativo o para el foráneo, todos la han usado y muchos la siguen usando.

Es una explotación sin sostenibilidad.  Las apariencias parecen indicar que las aguas son inagotables, por mencionar un ejemplo.  A pesar de todas las experiencias del pasado, se sigue construyendo sin los espacios públicos para calzadas y calles adecuadas.  Por cada árbol cortado no se siembran diez y por cada sombra eliminada se siembra concreto por doquier.

Como no es posible obtener sostenibilidad sin un planeamiento adecuado y efectivo, a la presente alcaldía le corresponde el dudoso privilegio de conducir de la mano a esa prostituta y encerrarla en un cuarto de seda para ponerla al alcance del mejor postor. Y hay muchos.  Sus humedales, montes, playas, foresta, aguas subterráneas, caminos y manantiales están disponibles, nada es sagrado y todo es vendible.  Esta alcaldía ha sido el mejor maipiolo para nuestra reina.

Entonces, cuando hablo de punto sin retorno,  me refiero a que ya la romántica, coqueta, sutil y apetecible doncella dejó de existir.  Sus encantos se seguirán exhibiendo en las vitrinas de los maipiolos mejor entrenados para el negocio de ventas de encantos (porque, a pesar de todo, sus encantos permanecen en muchos aspectos), pero su naturaleza ha sido transformada irremediablemente.  Nadie hay que diga "pare", o "controla", sino que dicen "tómala", "úsala", "disfrútala".

En Las Terrenas se notan ahora las cinco problemáticas más graves de explotación turística (inmobiliaria y turística):

1. Depredación y deterioro del medio ambiente;

2. Dependencia excesiva del turismo;

3. Malas condiciones laborales y de calidad de vida para los residentes;

4. Conflictos entre residentes nativos y residentes temporarios;

5. Explotación humana y encarecimiento de la vida para los nativos.

Como hemos traspasado niveles permisibles de preservación y sostenibilidad, solamente nos queda quizás mitigar lo que ocurre o pueda ocurrir.  Para mitigar y sostener el híper crecimiento hará falta la presencia de capacidades internas claves entre los que manejan el destino municipal.  Capacidades enfocadas en el manejo interno de las condiciones imperantes y emergentes.  Sin embargo, la "cultura" del municipio nunca ha sido una tendiente a crear capacidades internas, ni a buscarlas con el fin de ayudar a producir sostenibilidad. Los desarrolladores "importan" capacidades.  

Ninguna administración edilicia (alcalde y Concejo Municipal) ha hecho lo suficiente para crear capacidad interna que ayude al municipio a poseer los conocimientos, destrezas y prácticas necesarias para el manejo sostenible de sus recursos naturales y humanos.  Mucho menos lo han hecho para controlar un crecimiento que obviamente desborda sus capacidades.  Es una ignorancia sutilmente planeada, para impedir que conocimientos transformadores y mejores prácticas les lleve a hacerlo diferente.  Poder seguir haciendo lo mismo permite que muchos se sigan beneficiando ENORMEMENTE del bien público, hasta entre aquellos llamados a proteger al erario.

Por otro lado, mucho más doloroso, los terrreneros y las terreneras que poseen o han poseído recursos, experiencias y visiones, no han dedicado ni de su tiempo ni de sus recursos para crear y mantener esas capacidades.  Tampoco ha sido parte de la cultura que en la toma de decisiones (como en el Concejo Municipal) se busquen los conocimientos, experiencias y mejores prácticas que existen entre los no terreneros.  La ausencia de una cultura de crear capacidad interna deja al municipio en el 2023 tan frágil como cuando se hizo municipio casi 30 años atrás.

Aún dentro de lo más terrible en ese cuadro kafkiano, el mejor desarrollo integral sigue siendo el producto del matrimonio feliz entre los factores económicos y las mejores prácticas políticas.  Lamentablemente, La política partidista local no ha estado a la altura del crecimiento económico ni a favor de una explotación discriminada de los recursos naturales. 

Los recursos económicos (capital e inversionistas) han aprovechado esa flaqueza para verdaderamente explotar el destino y sacarle el jugo al máximo sin pensar en sostenibilidad.  

Creo que para mejorar las condiciones del impacto económico hace falta un poder político verdaderamente comprometido con calidad de vida, justicia social, equidad, no corrupción y un fiel cumplimiento de la ley de municipios.  

Todos esos factores brillan por su ausencia en Las Terrenas, o carecen de una presencia notable. Los políticos le han fallado al bienestar común terrenero, pero han favorecido mucho a la explotación indiscriminada.  Por eso dudo que los actuales políticos en gestión y los otros terreneros que aspiran tengan los conocimientos, capacidades, destrezas y voluntad de cambiar las condiciones de nuestra prostituta deseada.

¿Qué hacer?

1. En este momento (en mi pensar utópico e impracticanente idealista) creo que la mejor opción es persuadir a los poderes económicos notables para que se conviertan en catalistas de una transformación profunda, invirtiendo ideas, planes y recursos en fomentar la sostenibilidad, incluyendo el uso de recursos para empujar al poder político a hacerlo diferente.  No debería ser el rol del poder económico, pero en ausencia de una sociedad civil y política a la altura de los desafíos (por ignorancias e ineficacias), entonces el poder económico es lo único que pudiera hacerlo.

2. Urge reencauzar las organizaciones cívicas, religiosas y profesionales para que adquieran capacidades de observación, de análisis y de respuestas, porque no es posible obtener sostenibilidad sin el concurso ciudadano "iluminado" por mejores conocimientos y destrezas.  La sociedad civil es y ha sido débil y seguirá siendo débil hasta tanto haya una transformación total y profunda en sus capacidades y conocimientos internos.

3. Divide y conquista. No creo posible responder a los problemas neurálgicos de Las Terrenas bajo su actual configuración edilicia administrativa. Creo que la loma debe ser un distrito municipal y tanto Cosón como Barbacoa-Portillo deben constituirse en centros de desarrollo económico semi-independientes bajo una fórmula legal pero creativamente original y flexible.  De esa forma una administración edilicia estaría solamente enfocada en los graves problemas neurálgicos del casco urbano del municipio, siempre confiado que en las otras zonas habrán iguales o mejores capacidades.

Más que nada, empecemos con aceptar nuestra realidad: estamos siendo explotados inmisericordemente y nadie al nivel local ni nacional está haciendo algo significativo para impedirlo o mitigarlo.  Es más, los grandes poderes económicos y los ministerios del gobierno son parte activa en el maipiolaje de nuestra reina.

Las Terrenas seguirá hasta su destino final. Como no soy ni brujo ni profeta, sólo espero por un milagro y creo que no soy el único!

domingo, 17 de abril de 2022

Las Terrenas: Modelo Nacional de lo Indeseado

 


LAS TERRENAS, MODELO NACIONAL DE TODO LO INDESEABLE (Parte 2)

“Los últimos diez años han sido explosivos para Las Terrenas, en todos los aspectos, buenos y malos.  Los próximos diez años serán la tumba o la cumbre de este municipio.”

Por José R. Bourget Tactuk

Todo el mundo sabe que la mayoría de las cosas tienen un límite.  Hace diez años (2012) alguien debió haber dicho “basta”, pero faltaron bolas.  Diez años más tarde (2022) Las Terrenas se encuentra a las puertas del milagro económico jamás visto en este país, o ha cruzado el umbral del comienzo del fin.  Yo soy de los que piensan que en diez años en Las Terrenas no se podrá vivir.  Efectivamente, creo que Las Terrenas es el modelo de todo lo indeseable en el crecimiento económico.

Primero, es un crecimiento sin el más mínimo planeamiento u ordenamiento.  El crecimiento experimentado es entonces el mejor modelo de explotación irracional y auto destructiva que se pueda ver.

Segundo, es un municipio cuyos líderes políticos firman papeles de “no objeción” sin importarle lo que sucede después de estampar sus firmas sobre ese papel.  Es un nivel altamente irresponsable de gestión municipal y es peor ahora que nunca antes.

Tercero, es ninguna otra parte del país el flamante Ministerio de Turismo ha construido obras tan desastrosas como las que ha hecho en Las Terrenas.  Por ser destino turístico Las Terrenas no tiene una total soberanía municipal, por lo que el MITUR es quien decide en lo macro y nosotros sufrimos sus desastres en lo micro.

Cuarto, dos ministerios del Estado, Turismo y Medio Ambiente, son los responsables más directos por medio de sus acciones y sus inacciones del desmonte, depredación y explotación de todo lo bueno que existe en Las Terrenas, incluyendo lo más valioso que tiene, sus recursos naturales.  No hay nada en el aire, en los montes, en los ríos, en las playas, en el pueblo, en el subsuelo, en las lagunas y por doquier que no haya sido tocado por la más escandalosa ineptitud de esos dos ministerios en los últimos veinte años, peor en los últimos diez.

Quinto, las autoridades edilicias actuales son responsables del más extenso, colorido y flamante lavado de cara del municipio, tan grande y tan amplio que uno piensa que es el prometido paraíso terrenal, mientras que los mismos puntos neurálgicos de toda una vida siguen igualitos, en las calles, esquinas, callejones, entradas, salidas y en cada uno de los ámbitos de pertenencia de la gerencia municipal según la ley de municipios.

Sexto, aunque no hay agua, ni caminos, ni luz, ni internet, ni recogida de basura en cantidades suficientes, o de calidad, que llegue a todos de manera confiable, y aunque parecen no existir controles para el uso de los espacios públicos ni suficiente infraestructura en ningún aspecto, se sigue manejando el municipio y se toman decisiones como si nada importara.

Séptimo, el elemento que todos reconocen como el más emblemático del municipio, El Pueblo de los Pescadores, se ha convertido en el tácito ejemplo de todo lo indeseable de parte de la alcaldía y del MITUR, convirtiéndole en un verdadero teatro de horrores y errores sin par, con un puente peatonal aledaño y un tabloncillo que son peligros públicos mientras miles y miles de turistas caminan por ahí contemplando y tomando fotos a sus escandalosas condiciones.

Octavo, aunque Las Terrenas constituye la base económica de la provincia, ya Sánchez, Arroyo Barril, Santa Bárbara, Las Galeras, El Limón y otras zonas de la península tienen obras prometidas, ejecutadas o en proceso de ejecución mientras que en Las Terrenas nos seguimos chupando el deo, sin capacidad aparente en ningún nivel para solucionar nada trascendental o de importancia.

Noveno, dos de las tres entradas del pueblo (por Hoyo del Cacao y por La Ceiba) tienen condiciones que representan un verdadero peligro público y la mejorcita (por El Portillo) tiene una curva donde hay un hoyo del desague sanitario sin tapa aún en vísperas de semana santa.  Tiene meses así.

Décimo, los terreneros vivimos del cuento y todo parece ser un gran teatro, desde camiones en la loma hasta Macos andando como vaqueros locos por las calles, desde calzadas putrefactas hasta una falta de estacionamiento increíble.  Nada importa y na’e’na, por lo que no nos debe extrañar que cada quién hace lo que le venga en gana.

Hay muchas cosas más, pero dejémoslo ahí.  ¿Cómo es posible que el modelo nacional de crecimiento económico sea el peor modelo de gestión municipal, tanto por parte de la alcaldía como por el gobierno central?  Las condiciones existentes y los daños provocados son tales que se tomarán años en remediarlos y transformarlos en algo mejor o aceptable.  Lo que sí es cierto es que en los próximos diez años se decidirá si este fabuloso destino sobrevive o sucumbe por nuestra ineptitud e inacción.

Yo me siento defraudado por la actual administración edilicia, la que nada fundamental ha cambiado y la que ha permitido que problemas transcendentales para la calidad de vida y el manejo del municipio permanezcan sin cambio y sin mejora.  Me siento igualmente defraudado por el MITUR, el que ha complicado innecesariamente todo lo que podría estar haciendo para mejorar ya que, después de todo, por ser un destino turístico ellos piensan que son los que mandan y mandan MUY mal.

¿Qué hacer?  Creo firmemente que lo único que puede cambiar las cosas es si los ciudadanos y las ciudadanas de conciencia despiertan del estupor de su apatía, se empoderan con conocimientos y prácticas que les permitan hacerse dueños y actores de las transformaciones necesarias.  De otra forma, en diez años aquí no se podrá vivir.


viernes, 27 de julio de 2012

Re-Creando Las Terrenas



Las Terrenas es uno de los mejores destinos turísticos del país al desnudo, au naturel.  Llega a esa posición principalmente en virtud de sus bellezas naturales, pero también en base a la ingenuidad de un grupo diverso de inversionistas y, en manera particular, a raiz de la exótica conjunción que produce la mezcla de etnias, culturas, idiomas, músicas, cocinas y una amplia gama de ofertas afrodisíacas.

La gente viene a Las Terrenas porque ve pueblo y gente, playas y montañas, lo mejor de la cocina gourmet y ese je ne sais quoi que tiene mucho que ver con su perfume salvaje y excitante.  Si algo atrae de Las Terrenas es que escapa a cualquier definición ortodoxa.

En el contexto del negocio turístico, principal fuente de empleos y divisas, todo eso suena muy bonito aunque igualmente limitante.  El mercado externo demanda más que un desnudo, requiere niveles de sofisticación que brillan por su ausencia y presiona a la oferta para que se ajuste a las presiones del mercado.  Para empezar, Las Terrenas no es un Punta Cana, ni un Sosúa, ni la Zona Colonial.  Es sui generis y, como tal, requiere de repuestas que reconozcan su naturaleza.

Lo mejor de Las Terrenas sólo se compara con lo peor de su suerte:  una administración edilicia incapaz, ineficiente, apática, malversa y sin el saber-hacer que corresponda a la realidad actual y a las mejores aspiraciones futuras de todos.  Esa gerencia ha estado ausente de la evolución turística en los últimos séis años, justamente cuando el potencial ha sido el más alto, los recursos han estado más asequibles y ha disfrutado de la intervención gubernamental directa en una variedad de frentes.  La ausencia de una gerencia municipal efectiva y visionaria crea un vacío que ha sido llenado con lo peor del capitalismo explotador.  No hay crecimiento sin capital, pero el capital por sí solo es explotador.  Sin equidad no hay desarrollo.  Tanto en lo macro como en lo micro, los poderes que sí pueden están  haciendo fiesta con los haberes y bondades del lugar, mientras que la comunidad en general se encuentra marginada.  Ha habido una denegación de equidad.  Cuando el gallo no está las gallinas hacen fiesta.

Esos poderes han sabido manejar lo macro para beneficiarse en lo micro y ejemplos de ellos son Balcones del Atlántico (el mayor depredador en el municipio y principal peligro para un futuro equitativo local), el Ministro de Turismo (por crear un precedente formidablemente destructivo con la reconstrucción del Pueblo de los Pescadores en la manera en que lo hizo), Bahía Príncipe El Portillo (por su notable ausencia en el desarrollo social balanceado local, limitando su presencia a la simple explotación de su monopolio como todo incluído), algunos de los dueños de propiedades y proyectos en Playa Bonita (por la manera en que han accionado en relación a la protección de la playa convirtiendo algo muy bueno en algo malvado) y el mismo Alcalde municipal (quien tiene la triste costumbre de enlodar todo lo que toca).

Aunque existe una percepción de lo que podemos ofertar como marca-destino, la verdad es que existe solamente en la mente de algunos y requiere que sea el resultado de un más amplio consenso cuyo proceso mismo podría ser profunda e indispensablemente formativo.   La informalidad es enemiga del desarrollo y la ausencia de planificación estratégica hace malgastar los recursos.  Las pirañas pescan más en mar revuelto. 

Igualmente, nada nos afecta más en la búsqueda de un consenso adecuado o de acciones contundentes que la carencia de conocimientos y prácticas fundamentales de desarrollo sostenible a nivel de pueblo.  Fue contraproducente ver muchos que marcharon para defender las playas defendiendo firmemente que no se recuperara la playa del Pueblo de los Pescadores, sobretodo cuando habían otras opciones viables.  El Pueblo de antes se fue para siempre y muchos no han salido del trauma de la pérdida con consecuencias desastrosas para el municipio.

Por otro lado, muchos igualan desarrollo a inversión, lo cual es profundamente errado.  Los estándares aprobados internacionalmente determinan que el desarrollo debe proteger los recursos naturales (sostenibilidad), debe crear equidad económica y debe contribuir al desarrollo humano.  Ese “triple play” ha estado ausente en nuestro medio de manera notoria y fortuita.

Personalmente, a través de los años, he tratado de fomentar a través de la Fundación Mahatma Gandhi y de manera personal la formulación de decisiones y estrategias integrales, mientras respondo a lo que siento debe ser confrontado.  Primero lo hicimos como coordinador de la Comisión de Seguimiento del Lic. Luis Simó, luego con La Declaración de Las Terrenas, luego con las denuncias en contra de la depredación medioambiental durante la reconstrucción del Bahía Príncipe de la que hizo eco el programa televisivo “El Informe” de Alicia Ortega.  Luego intentamos impulsar dos veces la creación  del Cluster Eco-Turístico de Las Terrenas, hicimos también la denuncia por la depredación de 30,000 m2 hecha por Balcones del Atlántico cuyos resultados negativamente impactantes fueron confirmados por la Universidad INTEC y el Ministerio de Turismo (para luego ser premiados con un decreto del Presidente Fernández y el título de “proyecto ecológico” hecho por el Ministro de Turismo Francisco Javier).  Organizamos una Marcha y Concierto Por Las Playas y además de numerosos artículos y propuestas en diversos medios, últimamente participamos en una propuesta a favor de la reconstrucción del Pueblo de los Pescadores en un lugar viable y sostenible y en contra de la manera contraproducente en que se hizo, creando unprecedente destinado a castigarnos por años.  También, hace un par de semanas,  trajimos al Dr. Juan Lladó para que contribuya a la exploración de lo posible en el ámbito del desarrollo turístico.

Pienso que lo que se necesita debe ser el resultado de un diálogo amplio e ilustrado, la búsqueda de un “conversao” acompañado de una buena tacita de café o un juguito de chinola, con la mente amplia, el corazón abierto y los ojos aguzados.  Debemos ‘entrarle’ al asunto francamente, sabiendo que los capitalistas explotadores que nos cunden buscan lo suyo, pero con la esperanza de que encontremos el balance de las cosas, por el bien de la comunidad.

Los eventos recientes (reconstrucción de la Aldea de los Pescadores, el bloqueo al acceso motorizado a Playa Bonita, la pérd5da del camino de Maricó, la falta de acceso en Cosón, la privatización de la playa de Balcones del Atlántico, entre otros) requieren de una empresa con recursos que tenga el ánimo de ser el catalista para semejante proceso, el cual estoy dispuesto a facilitar de ser necesario como experto en procesos participativos.  Pero no tengo que ser yo.  Digo una empresa porque lamentablemente quien debiera hacerlo, el gobierno municipal, carece de lo necesario para hacerlo y nada ha hecho en ese ámbito en 6 años de gobierno.  Pienso que debe ser un proceso de 3 meses, 10 reuniones de 2 horas cada una y no lo creo mucho ni pesado porque Las Terrenas se merece una propuesta robusta, de la cual partamos hacia un mejor destino como comunidad turística y eso requiere tiempo y disponibilidad.  Hay que hablar y hay que escuchar, hay que pensar y hay que decidir, hay que teorizar y hay que aterrizar; pero, más que nada, hay que actuar.  Creo que todos saldremos ganando y ninguno perdería si logramos un plan ejecutable de respuestas al conjunto de circunstancias que nos rodean, principalmente las de mayor potencial.

PROPUESTA:  aprovechar las inquietudes creadas por eventos recientes para que una empresa de alto cometido financie y promueva un proceso de diálogo formativo entre actores empresariales, sociales, comunitarios y gubernamentales, con el objetivo de responder a las necesidades imperiosas relacionadas al desarrollo sostenible del municipio de Las Terrenas en el ámbito turístico.  Al final de todo, habremos ayudado a re-crear Las Terrenas, tomando lo mejor de lo que tenemos para lanzarnos hacia algo aún mejor.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Desarrollatropellamiento


El desarrollo se trata de personas.   El desarrollo sostenible se trata de TODAS las personas, por lo que busca que la mayor cantidad de bienes y mejoras posibles beneficie a la mayor cantidad de personas posibles sin importar estratos socio-económicos, religiosos, políticos o comerciales.  Algunos en nuestro medio han confundido el crecimiento en la explotación y en la especulación económica con desarrollo sostenible y se han equivocado.  Tres razones.

Primera.  No hay tal desarrollo a menos que haya desarrollo humano y las inversiones de capital, al igual que las expansiones en infraestructuras, no resultan necesariamente en desarrollo humano a menos que vayan mano a mano con iniciativas planificadas que produzcan mejoras en las condiciones de vida de la gente (salud, educación, vivienda, empleomanía y seguridad).  En otras palabras, con tantas calles nuevas, con tantos nuevos proyectos, con las nuevas autopistas, acueductos y con la llegada de los ricos de la capital, ¿cómo es que hay más pobreza, más marginalización, más delincuencia, más quiebras, más tensiones sociales, más contaminación, más inseguridad, más inestabilidad, menos y peor educación, más insalubridad y más descontento en LA MAYORIA de la gente?  Claro, hay muchos que viven mejor, tienen más y se han enriquecido, pero ¿quiénes son?  Mire a su alrededor, ¿quiénes son?  Siguen siendo los mismos pocos de siempre amparados por los politiquitos a quienes les cae su borona.

Segunda.  El desarrollo sostenible se sustenta en procesos que convierten en partícipes colaboradores a las personas que serían más afectadas por los cambios.  Lo que hemos visto en los últimos años es un escándalo por haberse realizado sin claras políticas sociales, políticas y medioambientales.  Pore so es que los que piensan que el crecimiento económico se iguala a una mayor seguridad económica para la mayoría de las personas se equivoca.  Por ejemplo, un proyecto conlleva a veces la creación de nuevos empleos y eso indudablemente beneficia a ciertas personas, pero los salarios y las condiciones de trabajo no siempre permiten a esos empleados vivir decentemente sino simplemente sobrevivir.  Igualmente, por no haberse contemplado el desarrollo humano local muchos otros vienen de fuera, impactando negativamente las infraestructuras ya deficientes en la comunidad (recogida de basura, vivienda, transporte, seguridad) y poniendo presiones sociales insostenibles.

Tercera.  El desarrollo para ser sostenible debe ser planeado. El desarrollo comunitario, el desarrollo económico y el desarrollo social no ocurren por casualidad.  Cuando el objetivo final de las inversiones y de las estructuras es el mejoramiento de las clases favorecidas (sociales, económicas y políticas) no hay que planearlo porque los intereses personales y comerciales son motus propio.  (foto a la derecha, 30,000 metros cuadrados de humedal fueron ilegalmente destruídos por Balcones del Atlántico para construir lujosos apartamentos y luego fueron premiados via decreto presidencial del Dr. Leonel Fernández).  Sin embargo, para repartir los beneficios que se derivan de un plan es necesario hablarlo, compartirlo, debatirlo, socializarlo y establecer una ruta crítica de implementación.  No basta refugiarnos en el quemado esquema de que “aquí no se vive así, eso es para los gringos,” porque muchas veces los mismos gringos no han sabido hacerlo; pero en otras partes del mundo hay esquemas, sociedades y prácticas que sí  nos enseñan cómo hacerlo y no todos están en El Norte.

Los que creen que una nueva autopista, o un nuevo acueducto, o un nuevo aeropuerto, o un nuevo ferry o un nuevo peaje traerán por consecuencia automática una mejoría sostenible en la calidad de vida de la gente se olvidan de que los grandes y mayores beneficiarios de los mismos son unos pocos, los que ya tienen capital, los que ya tienen lo suyo arreglado, los que seguirán sacando el jugo y haciéndose dueño de todo.  El capital engendra capital.  El rico se hace más rico y ellos son los principales beneficiarios de ese crecimiento aleatorio, desbalanceado y hegemónico.

El capital es necesario pero no su explotación.  El desarrollo humano es indispensable, no así las limosnas clientelares llámense bonos, cursitos o empleaditos.  La suprema medida del desarrollo sostenible es la erradicación de la pobreza, el reto supremo de un mundo en el que cada vez más los ricos son más ricos y los hijos de machepa siguen machete en mano.  Los que buscamos la justicia social nos sentimos constantemente desafiados con lo que se ve a diario afectando a muchos y provocado por unos pocos, los que siempre actúan por poder, no por conciencia.

Desarrollo sostenible sí y nos have mucha falta.  Explotación no y, lamentablemente, está por todas partes. 

martes, 24 de febrero de 2009

Educando Para la Esperanza

El potencial más grande que tiene la educación básica dominicana es que su audiencia principal son las mayorías desposeídas, por lo que la posibilidad de hacer el bien es directamente proporcional a las necesidades vigentes en esas mayorías.
La verdadera educación básica es la que educa para la ciudadanía, pero la gran mayoría de los alumnos de educación básica ni saben de los componentes más básicos en la vida cívica productiva, ni son entes participantes del proceso democrático, ni saben los elementos básicos de la lectura, la escritura y la aritmética. Son veletas humanas a quienes las fuerzas auto-destructivas las llevan de aquí para allá..
El sistema político actual se nutre de la ignorancia de las masas.
Una democracia efectiva requiere de una ciudadanía crítica y pensante. Por eso es que el clientelismo político no podría disfrutar de sus malvadas aspiraciones si las masas votantes estuvieran mejor educadas y es por eso que resulta muy fácil pensar que al político tradicional no le conviene una mejora trascendental en la educación.
¿Sería posible pensar que entre los mandamás de los partidos políticos existe una conjura universal, secreta pero efectiva, de que al pueblo hay que mantenerlo ignorante porque así pueden manipularlo mejor? Nadie es más amante de una conspiración que el dominicano y yo, como dominicano, soy el peor de los amantes; o sea, yo creo que en el momento en que una persona aspira a un cargo político ya aspira también a mantener al pobre dominicano tan bruto como sea posible, por medio de la ignorancia que fluye de nuestra aulas y que nutre la sangre y los huesos del clientelismo político.
La semana pasada hablaba de que los padres y las madres son actores centrales en esta comedia de cuadros en la que nuestros niños y niñas asisten a la escuela para no aprender, para ser más ignorantes, para pulirse en el arte de ser pobre. Decíamos que cuando los padres y las madres no forman parte activa del proceso educativo le roban tanto o más del futuro de sus hijos e hijas que lo que le roba el estado al sistema educativo negándole los recursos que necesita. Cuando los padres y las madres le roban de esa forma a sus hijos los están condenando a una vida de pobreza y frustraciones y los están preparando, cebándolos, para el actual sistema político clientelista y explotador. En ese sentido, los padres y las madres conspiran junto a los políticos corruptos para mantener a los futuros votantes en un estado de ignorancia embriagante.
Pero los padres y las madres no son los únicos. Lamentablemente, la búsqueda de logros profesionales y de clase entre los maestros durante tres décadas o más, ha creado entre muchos de ellos quizás la mayoría la idea de que al ejercicio de la pedagogía se llega para lograr metas personales, no para servir al desarrollo nacional a través de la excelencia educativa. El maestro que deja de prepararse y de estudiar, que no procura su desarrollo intelectual y pedagógico, que se presta a las jugarretas políticas de los líderes de su clase y que persiste en hábitos de trabajo perniciosos y detractores de la conciencia cívica es igualmente un ladrón y una ladrona del futuro democrático, económico, cívico y social de sus educandos.
Nuestros maestros tienen muchas excusas y razones para persistir en la creencia de que no pueden enseñar bien porque no hay ni recursos ni condiciones.
El estribillo es tan común que ellos mismos se lo creen. Pero la verdad es que para maestros mediocres nunca habrán suficientes recursos para hacer su trabajo. Por otro lado, en cada educando esos mismos maestros tienen razones suficientes para aspirar a ofrecer una mejor enseñanza, con o sin recursos. O sea, cada persona que como alumno/a entra a un aula entra también a un templo donde el sagrado don de la enseñanza se imparte por medio de sacerdotes y sacerdotisas al servicio del bienestar común. Cuando los maestros no se ven a sí mismos prestando a su comunidad el más alto y el más digno servicio cívico se prestan ellos mismos al sistema político explotador del cual se quejan.
Las muchas demandas de la sociedad actual, las constantes transiciones sociales que los tiempos modernos nos crean, los grandes desafíos económicos, culturales y sociales de esta sociedad dominicana tan golpeada por constantes luchas y desigualdades requieren de una ciudadanía capaz de enfrentar tales factores con sabiduría, constancia, inteligencia y destreza. Si esa ciudadanía no está preparada, entonces, como decimos popularmente, “se la va a comer el cuco.” Fortalecer la sociedad civil, aumentar el desempeño cívico, incrementar las destrezas en el ejercicio de la democracia, ameritan una educación en y para la ciudadanía, en y para el desarrollo, en y para el enriquecimiento económico y cultural, en y para el diálogo constructivo en comunidad.
Por otro lado, el error más grande de la educación básica dominicana es que no transciende a la sociedad en general.
Ni los alumnos mismos, ni los maestros mismos creen que hay valor en lo que sucede en dichas aulas. No se dan cuenta (y si de dieron cuenta una vez ya lo han perdido), que una educación básica sólida, la que se logra por medio de la excelencia educativa, abre anchamente las puertas a conquistas sociales indispensables para la dignidad humana y para la convivencia civilizada.
Cómo carajo van a vivir bien los que nunca han adquirido las destrezas mínimas para saber cómo llegar a vivir bien y cómo mantenerse viviendo bien. Cómo van a vivir bien si lo único que aprendieron es a vivir esclavizados por la ignorancia y la ineptitud, arrodillados como estuvieron ante el santuario de la más vil de todas las maldades: la desesperanza.
La educación básica deficiente no sólo enseña para la pobreza, sino también para la desesperanza.
De todos los males en la vida el peor de ellos es no tener esperanza. Lamentablemente, cada día en nuestras aulas muchos de nuestros niños y niñas pierden las esperanzas. Si es cierto que hay que tener valor para educar ante nuestras actuales circunstancias, igualmente es cierto que hay que ser muy cobarde para dejar que la educación siga como va.
No te quedes ahí leyendo mis palabras, ¡Haz algo! !Corre, grita, huye! !Zozobramos en la desesperanza! ¡Auxilio! ¡Socorro! ¡Sálvase quien pueda! Padre, madre, maestro, maestra, políticos, salvemos a la educación. Enseñemos para la democracia, eduquemos para un mejor futuro, aspiremos a la excelencia educativa.

Carta Abierta Para los Concejales

  Carta abierta a los concejales de Las Terrenas CONCEJALES PARA UN FUTURO MÁS CERTERO Por José Bourget, comunitario Querid@s Concejales: Si...