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martes, 12 de diciembre de 2017

Vertederitis Agutitis


Vertederitis Agutitis
José Bourget

Otra vez nos enfrentamos al letal humo del vertedero en Las Terrenas.  Ese humo no se siente tanto durante el día porque las micropartículas en el aire se calientan con el sol y se elevan a la atmósfera, pero al caer la tarde se depositan nuevamente sobre el área, sobre todo si no hay vientos significativos.  Al reposarse en la tarde permanecen estáticas a menos de 50 metros de altura hasta las 7-8 am.  O sea, que todos nos pasamos unas doce horas respirando el aire contaminado.

¿Qué hay en ese aire?  El más común es el monóxido de carbono (el mismo emitido por los vehículos).  También metales pesados tóxicos;  igualmente, sustancias químicas tóxicas resultante de  mezcla de carbono con hidrógeno como lo son el metano, butano, propano, etano, pentano y hexano; bióxido de carbono, ozono, plomo, ceniza, material particulado.  Además, al quemarse los plásticos se produce una enorme cantidad de dioxinas.  La gran mayoría de esas sustancias son carcinógenas, afectando inclusive al feto en el vientre de la madre, porque se le transmite a través de la placenta.

No sólo es asunto de que se lo lleve el aire.  Muchas de esas sustancias se depositan como micropartículas sobre los árboles, los techos, las aguas, la almohada, las sábanas, las cortinas, las mesas y las sillas.  Se queda en nuestro entorno, en nuestras gargantas, en nuestra sangre, por horas, días, semanas y hasta nos puede enfermar y causar la muerte, sobre todo a personas débiles o con problemas de inmunodeficiencia.

¿Qué hacer?
O, mejor dicho, ¿qué puede hacer el ciudadano común?  No voy a hablar del “mundo ideal”, pero yo sí creo que el ciudadano común tiene mucho que aportar y que le pertenece la responsabilidad cívica de hacer algo ante un mal que afecta el bien común.  Creo que el ciudadano común tiene tres responsabilidades:
  • Educarse
  • Llevar a cabo actividades de incidencia
  • Ser resiliente y dar seguimiento a lo que empieza o dar apoyo a otros

En relación al humo del vertedero hay algo clave que hay que entender, quejarse, quejarse y quejarse no conduce a nada.  Hay que llevar el sentimiento, el conocimiento y las emociones al punto de hacer cosas que ayuden a transformar la condición quejosa, a eso se le llama “actividades de incidencia.”

El ciudadano común debe entender que hay niveles de incidencia y aunque vivimos en una sociedad jerárquica, autocrática e inefectiva, aún así el ciudadano tiene responsabilidad de actuar ante los canales disponibles.  Para facilitar ese proceso uso como ejemplo los niveles existentes ante el problema del humo del vertedero.  Contacte a cada persona en cada nivel y experimente los posibles éxitos y/o desalientos frutos de tomar parte activa y cívica en la solución de problemas tales:
  • Unidad de Gestión Ambiental Municipal (UGAM), una gestión de la alcaldía municipal, su encargado es el Sr. Riquelme Ortiz al 8293077188.  Las UGAM tienen la responsabilidad de aplicar a nivel municipal, las disposiciones de la Ley 64-00, las normas ambientales y la protección ambiental, siempre bajo la tutela del alcalde.
  • Alcalde municipal, Lic. Antonio García George, 809.916.7203.  El alcalde es el que dispone el uso de recursos y equipos para intervenir el vertedero cuando se prende y es el enlace con recursos externos que puedan ayudar en el uso de recursos para dar mantenimiento al vertedero.  Es también responsable del adecuado mantenimiento del vertedero para evitar incidentes como el que nos ocupa.
  • Encargada de la Dirección Provincial Medioambiental, Srta. Yocasta Green Shepard, 8094671314.  Contactada recientemente sobre el problema, la Srta. Green dijo que no se puede hacer nada al respecto, que hay que esperar a que se construya el anunciado vertedero provincial y que de esa forma se solucionara el problema.
  • Alejandro Jáquez, asistente al Ministro de Medio Ambiente, 8094803340. Esta al tanto del problema.
  • Denuncias ambientales directamente al Ministerio del Medio Ambiente, Línea Directa: 809-539-6400, Whataspp: 849-356-6400, desde el Interior sin Cargos: 1-809-200-6400.

¿Qué usted va a decir?  Exprese su queja como es su derecho y pida que intervengan para corregir el problema.  Lo principal que se puede hacer ahora es intervenir adecuadamente el vertedero, apagando el fuego, regando caliche y manteniendo vigilancia constante para cuando ocurran las explosiones generadas normalmente por el metano.  Y definitivamente demandar que no se queme el vertedero voluntariamente cuando personas le prenden fuego para reducir el volumen y poder rescatar artículos que revenden.
Es un problema complejo y hay formas de resolverlo.  Son costosas, demandan seguir medidas técnicas de avanzada y hasta pueden ser fuente de energía y de dinero para la alcaldía.
Use su teléfono, llame, escriba, contacte, denuncie y tome parte activa porque el ciudadano debe cumplir con su responsabilidad de proteger al medio ambiente y la calidad de vida suya y de todos.  Igualmente se puede organizar en grupos de incidencia o utilizar los existentes (iglesias, juntas de vecinos, clubes de madres, clubes, sindicatos y otras organizaciones).
Las protestas, marchas, huelgas, denuncias ante la prensa nacional (en ausencia de una prensa local) son igualmente actividades de incidencia, pero creo que la responsabilidad individual es primera y que las realidades conjuntas deben tener una estrategia bien definida y clara.  Hay que ser sabios y cautos, porque situaciones tales se prestan para múltiples manipulaciones.  Pero la peor incidencia es la que no se hace, así que infórmese, oriéntese, actúe y conviértase en un agente de cambio.

miércoles, 2 de agosto de 2017

(Otra Vez) EL VERTEDERO

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Nada ni nadie apagará el vertedero.  A menos que…

Algunas puntualizaciones
1.        El problema no es de ahora. Lo que tenemos hoy es el resultado de la ineficiencias de todos los que han tomado decisiones respecto al vertedero, desde su inicio hasta el momento presente.
2.        La alcaldía actual puede y debe hacer más para mitigar la situación.  Al igual que antes y que siempre, es un asunto de gestión efectiva.
3.        Mudar el vertedero es duplicar el problema.  El nuevo vertedero, bajo las condiciones actuales en el manejo de los desechos sólidos, es igual a crear el mismo problema para las generaciones futuras.  O sea, más de lo mismo pero en otro sitio.  O sea, envenenarnos por dos frentes.
4.        Aunque muden el vertedero, el que tenemos actualmente se va a seguir quemando.  Los problemas actuales no van a desaparecer con la creación de un nuevo vertedero.  La respuesta a largo plazo no es crear un nuevo vertedero, es manejar adecuadamente los desechos sólidos.
5.        Sólo hay dos formas de controlar el vertedero actual:  a) vaciándolo totalmente con los procesos y mecanismos adecuados (y una millonada de dinero); b) sellándolo con unas membranas especiales, controlando el flujo de metano y controlando las sustancias que resultan del proceso resultante.  Estimo que el costo de este último proceso puede llegar a los 20-30 millones de pesos, y cuidado si más.
6.        Mudar el vertedero sin un plan adecuado de manejo de desechos sólidos que incluya el reciclaje, el uso del compostaje y el manejo adecuado de los lixiviados y de las sustancias altamente nocivas es condenar a Las Terrenas a una condición PEOR que la actual.
7.        El vertedero actual y cualquier otro nuevo puede ser una fuente de beneficios económicos para el municipio.  Como hemos escrito ya hace años (desde la gestión del Lic. José Alexis Martínez), el manejo adecuado de la basura es una minita de oro para el municipio.
8.        La solución integral es mejor y debe radicarse en el gobierno municipal, con toda la ayuda que pueda recibir de donde sea que provenga.  Yo NO LE TENGO CONFIANZA A LAS ACCIONES DEL GOBIERNO CENTRAL.  Pero es un mal inevitable en el momento actual porque el municipio carece de los recursos para hacer lo que hay que hacer.
9.        Los que apuntan solamente a la actual alcaldía lo hacen por demagogia.  El problema no es del alcalde ni de la actual sala capitular.  El problema es de todos y es, esencialmente, un desafío técnico pero igualmente educativo y de gestión.  Esos problemas no son nuevos.
10.      El primer paso a una transformación total de la situación es aprisionar al alcalde y a los miembros de la sala capitular dentro de un espacio donde no puedan salir ni a hacer pipi y traer personas que ellos reconozcan como autorizadas para que le expliquen lo que hay y lo que pueden hacer.  Estoy siendo sarcástico, pero la verdad es que podemos quejarnos todo lo que queramos, protestar todo lo que queramos, pero sin una gerencia municipal informada y capacitada sobre este asunto tan crítico (alcalde y sala capitular) simplemente estaremos recirculando y sufriendo los abates de un problema grave que no desaparecerá con buenos deseos.  Si el alcalde y los miembros de la sala capitular dicen que saben lo que hay que hacer, entonces ¿por qué no lo han hecho?  Y si no saben, ¿qué esperan para aprender?

Soluciones prácticas
1.              Comenzar controlando el manejo de los plásticos porque cuando se queman por combustión propia o provocada son los que producen los químicos que mayor daño causan.  El plástico se controla a) reciclando lo reciclable, b) prohibiendo o limitando su uso, c) con severas sanciones a violadores de las normativas que se creen, y d) creando incentivos económicos para su reducción o eliminación.  Modelos tales existen ya en otros países.
2.             Comenzar a separar lo orgánico de todo lo demás y utilizar lo orgánico para la producción de abono, o sea, crear una industria de abono para el municipio (ya se ha hecho en el país y en otros paises).  Se estima que el material orgánico es un poco más de la mitad de toda la basura.  Si además de lo orgánico separamos los plásticos, los metales, los cartones y papeles entonces al verdadero llegaría una cuarta parte de lo que se le echa ahora.
3.             Los malos hábitos son difíciles de cambiar, la generación actual tendrá grandes dificultades reaprendiendo.  Por eso es que hay que empezar con la generación que está subiendo desde el pre-escolar y confiar que dentro de 15 años tendremos una generación de ciudadanos que habrán aprendido a no envenenarse con la basura.  Cambiar las cosas actuales sin una profunda transformación en los que están subiendo es condenarnos a repetir más de lo mismo.
4.             Es más difícil cambiar a todo el pueblo, mejor dividirlo en zonas y comenzar a implementar los cambios deseados poco a poco, comenzar por las zonas más fáciles y luego meterle diente a las más difíciles.  No habrán cambios profundos hasta que cada barrio sea empoderado con la educación, conocimiento y recursos necesarios para cambiar las cosas.

5.             Hay que buscar los cuartos.  Hay que empezar a pagar por el servicio de recogida de desechos sólidos.  Hay que hacerlo de manera auditada, transparente y justa.  Hay que hacerlo y yo no sé por qué no ha empezado todavía.

Para los que les guste leer:
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Carta Abierta Para los Concejales

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