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Lic. Antonio García George, Alcalde de Las Terrenas 2016-2020. |
Creo que el tradicional período de 100
días es muy escaso para identificar adecuadamente la capacidad de
función y gestión de un alcalde, sobretodo si es su primera vez.
Hoy se cumplen seis meses desde que el Lic. Antonio García George
(Alex) se convirtió en alcalde de Las Terrenas y por eso aprovecho
un marco de tiempo más amplio desde el cual se pueden identificar
acciones y patrones.
Con raras excepciones los alcaldes
tienden a ser el resultado de maquinaciones políticas, del populismo
o de una evolución social legítima. Ninguna se aplica en el caso
de Alex. No era político y por lo tanto no contaba ni con el apoyo
ni con la trayectoria política de otros dentro de su partido. Su
oposición no era solamente de los contrarios al PLD sino también
dentro de su propio partido, siendo los más notables el ex-sindico
José Alexis Martínez y el pre-candidato Willy Eduardo Esteban.
Hubo otros y todos estaban en contra de Alex.
Por otro lado, Alex tuvo una notoria
participación en la lucha contra el monopolio eléctrico y, sin duda
alguna, muchas personas en la comunidad lo apoyaron por ese rol.
Cabe mencionar, sin embargo, que un gran número de líderes
comunitarios, algunos de los cuales eran parte de la lucha por una
luz justa, expresaron sorpresa y rechazo ante su posible candidatura,
lo que imposibilitaba que Alex se convirtiera en un candidato
populista. Para ser populista un candidato no puede limitarse a su
partido, o a ningún partido, lo cual no se aplica al caso del actual
alcalde.
Alex tampoco fue el resultado de una
evolución social, no tenía una larga trayectoria de presencia o
inserción popular o comunitaria, no proviene de ser líder en una
junta de vecinos, en una iglesia, en un club juvenil o en un
movimiento social comunitario.
A pesar de esos factores el Lic. García
George obtuvo la mayor votación de cualquier otro candidato a
alcalde en la historia de Las Terrenas. Lo trágico es que seis
meses después de su ascención el Lic. García es, posiblemente, el
alcalde menos popular en toda la historia de Las Terrenas. Esa
ausencia de aceptación popular no se limita a sus opositores
políticos que no le dejan olvidar ningún traspiés, sino también
dentro de su propio partido y dentro de muchos sectores de la
sociedad civil.
¿A qué se debe ese alto nivel de
rechazo? No tengo una respuesta absoluta, pero sí tengo algunas
percepciones, muchas de ellas basadas en lo que mucha gente dice o
escribe. En grandes rasgos se resumen como sigue:
No cambies nada hasta que
puedas colocar algo mejor en su sitio. El caso emblemático fue
el de retirar los vertederos de la basura, dejando a la ciudad
desnuda en su capacidad de colocar una funda de basura dentro de un
contenedor. Regular horas y servicio es indispensable y todavía no
se ha completado la transición, pero el impacto del retiro de los
vertederos mostró improvisación e incapacidad. Se implementaron
remedios y horarios, ninguno de los cuales se cumple a plenitud. De
hecho, hay demasiada basura en Las Terrenas, por todas partes y en
todas las esquinas, una señal inequívoca de que lo hecho no
funcionó, pero se desconoce si hay un plan de mejoría de pronta
aplicación.
Las guerras son un último
recurso. La persuasión, la negociación, el convencimiento, el
diálogo son métodos lentos pero generalmente provocan mejores
resultados a largo plazo. El
actual alcalde empezó en guerra con
mucha gente, incluyendo los organizadores del Etnomix y las
Guerreras de la Paz, dos grupos visibles y notables con alta
capacidad de hacerle daño, no porque sean malvadas, sino porque
tienen amplias relaciones y largo alcance. No fueron los únicos,
incidentes en el callejón del cable TV, en el matadero, con algunos
empresarios y en algunos de los barrios. El manejo de los usuales
regalitos de diciembre resultó ser un arma de doble filo para el
alcalde. Ninguno de esos casos debió llegar a la confrontación.
Igualmente, el Alcalde ha creado tensiones innecesarias con las
juntas de vecinos, el grupo comunitario que más apoyo le dió, con
las que debió comenzar a crear un gobierno compartido desde un
principio. Las guerras sólo destruyen. Más abejas se atraen con
miel que con hiel, una lección que el Señor Alcalde no ha
aprendido aún.
La moderación llega más lejos
que la soberbia. El Alcalde Lic. Antonio García George tiene
una amplia reputación de ser una persona soberbia. No es una buena
reputación. Le crea enemigos instantáneos, pone a las personas a
la defensiva y crea tensiones innecesarias con su propio equipo y
fuera de él. Una persona moderada se dedica a abrir puertas y a
construir
puentes, a buscar puntos comunes y a persuadir sobre el
beneficio de acciones conducentes al bien común. Acciones
soberbias llevan a las personas a decir “sólo hace lo que le da
la gana” o “sólo quiere que se haga lo que él dice.” Va a
ser muy difícil cambiar la percepción aunque haga enormes
esfuerzos para convertirse en moderado. El Lic. García irá cuesta
arriba tratando de convencer a la gente de su nueva postura,
gastando mucha energía, sufriendo muchos desgastes y sin garantías
de que tendrá resultados. Lamentable.
Hay que sabiamente escoger
prioridades. Las rejas del ayuntamiento son lindísimas, pero
no se tenían que instalar cuando se hizo. Habían prioridades más
urgentes. Bachear las calles no debió tomarse seis meses y darle
mantenimiento adecuado al vertedero era MUY DEFINITIVAMENTE una
mayor prioridad que ponerle rejas a la alcaldía. El mensaje fue
extremadamente claro: “la salud no es importante”, “el
turismo no es importante”, “lo que el Alcalde quiere es más
importante.” Nunca sabremos el impacto económico total que el
humo tóxico del vertedero causó pero estoy seguro que fue muy
alto, porque muchos turistas se fueron, muchos residentes se mudaron
y tantos otros decidieron no venir y cancelaron. Fue un capricho y
un descuido muy costoso para Las Terrenas. Ese vertedero no se
puede apagar de manera permanente, la pregunta obligada es qué va a
pasar cuando se prenda por tercera vez, ¿cuál será la prioridad
del alcalde cuando eso ocurra?
Soluciones técnicas son
indispensables. Las Terrenas tiene severas limitaciones en
cuanto al personal técnico necesario para manejar adecuada y
efectivamente al municipio tan complejo como el que tenemos,
sobretodo cuando el municipio tiene graves problemas de naturaleza
interna y externa. Este es un municipio invadido por problemas, con
todas sus calles rotas, sin hospital, con humo tóxico por todas
partes, con un tránsito vehicular terrible, con altos niveles de
ruído, con un manejo de desechos sólidos inadecuado, sin equipos,
sin fondos, con una creciente erosión en sus playas, con barrios y
áreas sin aguas, con un desague sanitario echando mierdas en las
calles, con un carnaval de por medio, con una semana santa a las
puertas, con una delincuencia creciente y con un gobierno central
haciendo todos tipos de disparates que alteran el estado moral y
sicológico de la gente. El Presidente Medina ha venido dos veces y
es como si no hubiera venido, con la excepción de la autopista y
“el puente de Margarita” en Cosón, financiado con fondos de
desastre a raiz de las emergencias de noviembre pasado. Cuando se
juntan todas esas condiciones se crea un estado sicótico en el que
todo se ve mal, hasta lo bueno que pueda estar sucediendo. El
alcalde necesita un mejor apoyo técnico para que las partes
técnicas del municipio (que son la mayoría) funcionen bien.
El Llanero Solitario. El
Lic. García está profundamente comprometido con la búsqueda de
recursos y soluciones por parte del gobierno central a través de
sus ministerios. Por eso es que
va a la capital cada semana, pero
lo hace solo. Es un error, desde un inicio debió crear alianzas e
identificar a personas ligadas al quehacer comunitario, incluyendo
empresarios, comerciantes, líderes eclesiásticos y profesionales,
nacionales y extranjeros, para hacer sus visitas en compañía de
personas que le dieran apoyo moral y logístico. Mientras más
personas se envuelvan en las posibles conquistas mayor el nivel de
beneficio compartido, en lugar del héroe solitario que conquista
todos los obstáculos. La verdad es que no ha logrado conquistar
mucho, pero cuando una docena de líderes comunitarios visitaron
tres oficinas gubernamentales vinieron con promesas que ahora se
están haciendo realidad. Fue una iniciativa que el alcalde debió
acompañar. No hay mérito alguno en resolver las cosas a solas,
como el salvador milagroso del municipio, aunque es el precedente y
la creencia común entre alcaldes y alcaldesas de patio que los
jefes son también los salvadores. Con esa imagen son crucificados
solos o suben a la gloria solitos. En seis meses esta manra de
trabajar no ha producido grandes resultados positivos, pero si sigue
trabajando solo se quedará aún más solo.
Tenemos dos orejas y una sola
boca. La diferencia entre un líder efectivo y uno errático es
a menudo su capacidad de escuchar. Los gurúes en temas de
liderazgo dicen que un líder puede ser bueno pero un líder es
grande cuando aprende a escuchar. Para saber escuchar se necesita
paciencia y junto a esa paciencia se necesita compasión. Escuchar
bien es una virtud y una destreza indispensable en un líder. Una
de las quejas más constantes escuchadas en varios niveles es que el
Lic. García no escucha y que solamente quiere hablar. Me recuerda
a la ex-alcaldesa Marianita y también al ex-alcalde José Alexis.
El Lic. García nunca llegará a ser un gran líder y ni siquiera un
buen líder a menos que aprenda a escuchar bien.
La capacidad de gestión es la
medida de todo. Resolver los problemas es lo que la mayoría
espera de sus líderes. Cuando no existe un plan de trabajo
estratégico, cuando no se hace un levantamiento adecuado de puntos
neurálgicos y se los ataca, cuando algunas condiciones permanecen
sin cambios notables como los hoyos en las calles, entonces la gente
comienza a identificar la gestión como incapaz. Eso es lo que he
oído en bocas de nacionales y extranjeros. Creo que en parte
proviene por el hecho de que el Lic. García creó grandes
esperanzas para una buena gestión, expectativas que abundaron
antes, durante y después de su elección. Mucha gente creyó
profundamente que las cosas serían mucho mejor rápidamente. Al no
ocurrir y al empeorarse algunas cosas la gente se ha sentido
desencantada. Las expectativas no se han cumplido. A los seis
meses de gestión todavía se desconoce la existencia de estrategias
y la gestión en servicios sigue siendo deficiente.
Los peores enemigos están
dentro de la casa. Es lamentable que no exista unidad política
ni estratégica dentro del partido que llevó al Lic. García a la
alcaldía. Notables miembros y líderes del partido son los
primeros en atacarlo y en hacerle la vida imposible. Antes, durante
y después de la elección, el Lic. García ha estado defendiéndose
y luchando contra esos ataques internos al partido. Eso es sin
contar con los de afuera. Es difícil trabajar cuando hay tanta
división y me temo que eso va a durar cuatro años, a menos que
ocurran profundas transformaciones en el estilo de liderazgo del
Alcalde. Esa división interna produce mayores dificultades para
obtener apoyo en los ministerios del gobierno central, aparte de las
características notables en la personalidad del alcalde que hacen
que muchos en posición de ayudarlo decidan no apoyarlo. No se lo
dicen directamente, pero es lo que dicen mucha gente en este pueblo
que representan a algunos de esos ministerios.
Es asunto de estilo. El
estilo representa la manera en que el líder realiza sus acciones y
maneja sus recursos. Hay una amplia diversidad de descripciones
sobre liderazgo (autocrático, democrático, laissez-faire,
carismático, manipulador, burocrático, orientado a personas,
orientado a resultados, natural, transformativo, etc.), pero sin
importar el título lo más importante para ser un líder efectivo
es su capacidad de inspirar. El líder inspirador influye sobre las
personas de manera permanente, crea un ir y venir emocional,
comparte y recibe, fomenta la creación de ideas y de la
imaginación, sienta pautas y ejemplos, crea ambientes abiertos y
productivos, acepta los temores y errores como pasos para aprender y
crecer, no es yoísta y reconoce sus limitaciones. Las Terrenas es
un municipio difícil, no sólo por condiciones históricas y por
sus muchas problemas, sino porque es difícil encontrar
personas
comprometidas con el trabajo por el bien común. Los mayores
precedentes son de clientelismo y corrupción. Es uno de los pocos
municipios con un alcalde que tuvo que ser removido de su cargo por
corrupción. Existen limitados precedentes de vocación de
servicio. Y a pesar de ser el municipio de mayor movimiento
económico en la provincia su alcaldía carece de los recursos
necesarios para hacer un buen trabajo. En presencia de todas esas
cosas el estilo de liderazgo determinará si el municipio echa
adelante o no. El punto clave es entender la pregunta clave:
“¿cuál es el estilo de liderazgo capaz de inspirar los cambios
necesarios?” El Lic García carece de experiencia en gestión
municipal o gubernativa por lo que es normal que cometa errores,
pero más que nada le falta reflexionar profundamente sobre su
estilo de liderazgo para poder inspirar los cambios que lo ayuden a
convertirse en un gran líder.
De este análisis la pregunta obligada
es, ¿qué opciones tiene el Lic. García? Primera, seguir haciendo
lo mismo, lavarse las manos y no asumir responsabilidad alguna.
Segunda, ejecutar una profunda transformación de estilo, gestión y
estrategia, atrayendo recursos y personas que pueden ayudar a
transformar lo que hay. Tercera, esperar que ocurra un milagro, como
sea, cuando sea y con quien sea.
Yo soy de la convicción que todo lo
aprendido en los seis meses pasados constituye la mayor reflexión
para encaminarse en la dirección que Las Terrenas necesita. Nunca
es tarde para redirigir ideas, compromisos, energías, pensamientos y
el corazón en la dirección adecuada. En el fondo el Lic. García
aspira a hacer un buen trabajo. No es carencia de energía, es saber
dirigir las energías en la dirección correcta. Al final de los
cuatro años se podrá decir “comencé mal y dí muchos tropiezos,
pero logré lo que buscaba, ser de servicio a Las Terrenas y a mi
gente y lo hice bien.”
Yo sinceramente deseo que esas palabras
se puedan decir pronto, muy pronto.