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domingo, 20 de marzo de 2011

Los 50 de Fukushima


Planta nuclear de Fukushima donde ocurrió la explosión
 Fukushima es la ciudad del Japón donde una planta nuclear explotó el día siguiente al terremoto de Sendai del 11 de marzo. La prefectura (provincia) de Fukushima tiene apenas unos 750 kms² de extensión, o unos 100 kms² menos que Samaná, sin embargo hay 390,000 habitantes, o 200,000 más que en nuestra provincia. La distancia entre Fukushima y Tokio, la capital del Japón, es de 250 kms, casi la misma distancia que hay entre Santa Bárbara de Samaná y Santo Domingo por la autopista nueva.

Preparándose para entrar al reactor.

Las explosiones hicieron que mucha gente temiera no solamente por los 390,000 habitantes en Fukushima, sino también por los 36 millones de personas en Tokio y los muchos otros millones en otras partes del mundo. Escapes de radiación de la planta llegaron a Corea y a la costa oeste de los Estados Unidos en menos de 48 horas. Se han revelado daños potencialmente letales en áreas cercanas a la planta pero la verdad total tardará mucho en saberse tal como ocurrió con el accidente de Chernobyl en Ucrania el 26 de abril del 1986, considerado el peor de la historia.

Hay algo importante y transcendente en la manera en que se evitó un desastre mucho mayor. Cuando no se lograba enfriar al reactor por todos los medios mecánicos conocidos surgieron “los 50 de Fukushima”, conocidos así porque 200 voluntarios se ofrecieron a luchar contra el desastre y estaban divididos en turnos de 50 personas cada uno. Estas 200 personas son totalmente anónimas, algunas se piensan que son empleados ya jubilados de la planta que pertenece a la Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO), y algunos detalles han salido a la superficie porque algunos familiares han escrito en blogs y en la prensa, revelando algunas de sus realidades y ansiedades.

Familia en Fukushima

Una nota de prensa en Clarín.com revela las palabras de un familiar: “Mi padre se fue a la planta nuclear. Nunca había oído a mi madre llorar tanto. Pero nunca había estado tan orgullosa de él. Por favor papá, vuelve vivo.” Esto lo decía la hija de un empleado jubilado, el que entendió que era su deber acudir a ayudar, junto a bomberos y policías, para evitar un desastre mayúsculo sabiendo que podrían perder la vida si se exponían a cantidades letales de radiación.

La sociedad japonesa y muchas otras en el mundo los reconocen ahora como héroes, sabiendo que sin el esfuerzo de todos ellos, entrando al área del reactor para echarle agua, para filtrar la contaminada y para extinguir otros daños posibles, hoy en día pudiéramos estar lamentando la muerte de millones de personas.

Una comunidad que puede contar con hombres y mujeres como esos 200 es muy dichosa. Cabe notar que el mismo gobierno japonés exigió, bajo pena de multas y condenas, el que los 200 voluntarios no abandonen la planta, lo que quiere decir que están prácticamente condenados a morir allí. Todos ellos, mujeres y hombres voluntarios, a los que se les paga menos de US$150 al día por ese trabajo, sabían que podrían no salir con vida de la situación, pero aún así lo hicieron pensando en el bien mayor, en el bien de la comunidad, del mundo. Actos así enaltecen la raza humana y nos hacen partícipes de un ejemplo digno de emulación.

Aaron con "Chica" en la biblioteca.

Esta semana pasada estuvo con nosotros mi amigo de infancia de Constanza, el Ing. José Abraham Abud. Vino desde Pennsylvania donde vive para recorrer los mismos pasos que dió su hijo Aaron, quien fue voluntario en la Biblioteca Anacaona en septiembre pasado y quien lamentablemente falleció, con apenas 18 añitos, a raíz de un accidente de motor mientras visitaba a sus familiares en Constanza. El viernes en la tarde, junto a un grupo de 12 voluntarios de Minnesota, los que vinieron a ayudarnos a terminar el parquecito infantil en la escuela pública, colgamos una foto de Aaron en la que se le veía jugando fútbol en el multiuso con niños de Las Terrenas. José Abraham no pudo contener las lágrimas mientras le decía a los niños y niñas presentes en la ceremonia lo contento que se encontraba Aaron aportando su granito de arena a este pueblo. Su familia pagó un sacrificio muy alto, sin precio. Así lo están pagando las familias de los 200 voluntarios de Fukushima.

Ante ejemplos tales debemos quitarnos el sombrero y aspirar, pura y sencillamente, a poder hacer por nuestra comunidad aunque sea un chin chin chin de lo que dieron a su pueblo y al mundo “los 50 de Fukushima.”

lunes, 13 de septiembre de 2010

La Vida Pasa

Tuve la oportunidad de ser asistente del capellán en el Hospital Bella Vista de Mayaguez, Puerto Rico, hace exactamente 24 años. La experiencia fue inolvidable: las visitas diarias, las conversaciones con enfermeros/as y con doctores/as, las rondas a media noche, o de madrugada y también los rostros felices en las madres y padres cuyos hijos/as nacían en el lugar.

Menos agradable, pero igualmente impactante, fueron las visitas a enfermos próximos a morir, las muchas veces que fuí llamado a las habitaciones bajo un “code blue” (código azul), el equipo de emergencia tratando de salvar la vida a un paciente sufriendo un infarto, un derrame o, simplemente, una falla del sistema de algún tipo. Perdí la cuenta de las veces en que delante de mis ojos el paciente perdía la vida a pesar de los esfuerzos del equipo y yo, pues tenía la tarea de salir de la habitación para ir a dar la noticia a los familiares.

Los cuatro hermanos adolescentes que llegaron a emergencia fue un caso particular, luego de haber sufrido un accidente de automóvil saliendo de un juego de basquetbol, llegaron prácticamente hechos pedazos, piernas y brazos en posiciones grotescas, tejido interno expuesto, sangre por doquier. En la sala de emergencia el equipo médico hacía intentos por salvarles la vida, colocar los órganos en sus lugares apropiados, enderezar rodillas y piernas, coser por aquí y por allá. Después de un tiempo interminable observando la escena y escuchando lo que decían los doctores salí para hablar con los padres, una pareja de personas bien acomodadas de la sociedad de Mayaguez. Estaban recién divorciados pero en ese momento los encontré abrazados, llorando, dándose la noticia de lo que había pasado. Más tarde, sentados en mi oficina, compartimos impresiones, lloramos, de sus labios brotando palabras de esperanza, necesitando toda la compasión del mundo.

En esos momentos uno crea palabras, responde a emociones intensas, crece los oídos para escuchar las más íntimas expresiones de dolor y, dentro de lo posible, uno responde de la mejor manera posible.

Cuando supe de lo que le ocurrió a Aarón había perdido, sin duda alguna, todas las destrezas aprendidas en aquél entonces. Me quedé sin palabras, fustigado terriblemente por una inmensa necesidad de dar para atrás al tiempo. Aaron había tenido un accidente de motor en Constanza donde había ido a visitar a su abuela después de dos semanas de voluntariado con la Fundación Mahatma Gandhi en la Biblioteca Anacaona. Aarón era el hijo de mi amigo de infancia, Ing. José Abraham Abud. José Abraham vino en persona a traer a su hijo, pasamos juntos un par de días, durmió en casa y le enseñamos el pueblo, visitando la biblioteca y compartiendo comidas con nosotros.

Aarón había venido a Las Terrenas buscando una oportunidad de re-conocer al pais de su padre (Aarón era oriundo del estado de Pennsylvania, USA), de empatizar con su gente y con la intención de prestar un servicio a la comunidad. Fue uno entre 170 voluntarios de 24 países que han venido a Las Terrenas en los últimos cuatro años y medio para ofrecer un servicio desinteresado a través de la Fundación Mahatma Gandhi. Entre todos ellos recuerdo a Aarón como una persona muy especial. Era un muchacho de sanas intenciones, de deseos profundos de hacer el bien, lo que había empezado años antes en su ciudad de origen. En dos semanas habló poco pero hizo mucho: jugaba, leía, compartía, aprendía y daba un servicio a niños, niñas y jóvenes de esta comunidad.

A las dos semanas se fue de Las Terrenas pensando en volver para una estadía de servicio más larga. Lo llevé a la parada de la guagua y me despedí de él. Su padre, once días antes, se había despedido de él parado en la playa de Las Terrenas. Ni su padre ni yo volvimos a ver a Aarón vivo. Después de su accidente nunca recuperó el conocimiento. Fue llevado a Miami para una posible operación en el cerebro pero cada uno de sus órganos fue fallando hasta que el corazón le falló.

Los que han perdido hijos o hijas de 18 años de edad deben comprender lo que José Abraham y Susan, sus padres, experimentaron el sábado 4 de septiembre, cuando el cuerpo de Aarón sucumbió ante el daño que había sufrido su cuerpo. Yo he dirigido muchos funerales y he visto a familiares y amigos partir al descanso final, pero el incidente de Aarón me sirvió para recordarme nuevamente cuán importante es celebrar la vida de las personas.

Aarón, te fuiste a deshora pero celebro tu vida, tus dos semanas de servicio a favor de personas desconocidas, lo que hiciste por el simple hecho de ser humano y de querer compartir tu humanidad con otras personas. Celebro todo lo que hiciste antes, en tu escuela, con tu familia, en tu vecindario. Celebro las cosas que tus compañeros de estudio, tus familiares, tus amigos, tus vecinos, tus maestros y los que te conocieron, dijeron acerca de ti en tu funeral y en el libro de memorias. Gracias José Abraham y Susan por compartir su hijo con nosotros y con el pueblo de Las Terrenas; gracias Ariana y Sophia, hermanas de Aarón, por animarlo a venir.

Gracias a ti, Aarón. Celebro lo que representas y celebro igualmente, aunque parezca contraproducente, el dolor que me causó tu partida porque me recuerda que en algún momento yo también partiré y, francamente, quisiera ser recordado como lo has sido tú.

lunes, 8 de junio de 2009

La Raza Inmortal


(Arriba: Monumento a los Héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo en el Centro de los Héroes de Santo Domingo).

Este fin de semana se conmemora el 50 aniversario del nacimiento de la “raza inmortal,” compuesta por aquellos que salieron desde Cuba hacia Constanza, Maimón y Estero Hondo, buscando liberar al país de la tiranía del General Leonidas Trujillo. Son conocidos como “héroes” porque sacrificaron sus vidas al servicio de la patria, buscando liberarla y purificarla.

Lo que ocurrió aquél 14 de Junio del 1959 debería servirnos de ejemplo de lo que cuesta la patria y de lo que vale ser libres. Los que sobrevieron la gesta fueron terriblemente torturados con pinzas, con alicates, con descargas eléctricas, con agua, con golpes, con instrumentos punzantes, con golpes, con hambre, con sed y hasta con el sufrimiento de seres queridos. Esa raza inmortal no estaba compuesta por cobardes, sino por hombres valientes, dispuestos a “todo por la patria.”

(Derecha, los expedicionarios se entrenaron en Cuba).

Este 50 aniversario es una oportunidad sublime para reflexionar sobre el significado de la palabra “patria” y sobre el sacrificio “expiatorio” de esa raza inmortal. Nadie se tira ante la posibilidad de la muerte y la tortura para disfrutarla, sino que los que así ofrecen sus vidas lo hacen porque piensan que a través del sacrificio hecho por otros ofrendan a la patria el mayor servicio.

Ese sacrificio nos hace recordar hoy lo que nos hace falta en demasía: patriotismo. No me refiero al patriotismo fanático del que reclama derechos y condiciones simplemente porque lo considera necesario o para expresar, en sus propios términos, la manera en que se debería conducer la nación. Esos son los que hablan de cómo hacernos más dominicanos (negando la nacionalidad a otros), de cómo purificar la patria (haciéndonos más blancos) y de cómo enriquecernos más (que sólo los dominicanos trabajen). El patriotismo al que me refiero es el manifestado a través del servicio a favor de la comunidad.

(Izquierda: Jiménez Moya, comandante de las fuerzas invasoras)

Por contraste, nunca, nunca, nunca antes había habido tanta corrupción entre líderes gubernamentales y politicos y esos corruptos han perdido su conciencia patriótica porque han usado sus posiciones privilegiadas para servirse a sí mismos. A diferencia de la raza inmortal que se inmoló para servir a otros, estos senadores, diputados, síndicos, regidores, burócratas, empresarios, profesionales u obreros corruptos actúan simplemente para su beneficio personal, utilizando los mecanismos del Estado y los privilegios de sus posiciones.

La celebración del 14 de Junio es una bofetada a los corruptos anti-héroes del momento, porque les enseña la virtud del servicio supremo a favor de la patria. Nunca, nunca antes, necesitábamos tanto ser recordados de esta gesta histórica, para que quizás muchas personas se acuerden de que la patria es la meta común que todos fabricamos con nuestros esfuerzos, con nuestras manos, con nuestro fervor y con nuestro servicio.

Honremos a los heroes del 14 de Junio y para así hacerlo publico sus nombres esperando que al leer cada uno de ellos nos acordemos de lo que ellos hicieron y de lo que nosotros debemos hacer: servir a la patria. En este país nos hacen falta muchas cosas, pero más que todo nos hacen falta verdaderos patriotas. Salve Raza Inmortal!

(Izquierdo, José Menso, mientras era torturado en La 40 con choques eléctricos)

He aquí la lista de los participantes en la gesta de junio de 1959, elaborada por la Fundación de Héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo.

Constanza: Antonio Javier Achécar Kalaf, Augusto Juan Alfonseca Espaillat (Puro), Juan Antonio Almánzar Díaz, Juan Antonio Batista Cernuda (Chepito), Gaspar Antonio Rodríguez Bou (Napy), Carlos Luis Cabral Manzano, Félix de los Santos Peralta (Esperanza), Alejandro César Domenech Russo, Miguel Angel Feliú Arzeno (Miguelucho), Pedro Pablo Fernández Cruz, Freddy Guerra Aponte, Ing. Leandro Efraín Guzmán Abreu, Pedro Pablo Fernández Minaya, Rafael Henríquez Rodríguez (Chapú), Francisco Napoleón Hermón Machuca (Papito), Cmdte. Enrique Augusto Jiménez Moya, Leopoldo Jiménez Nouel, Héctor Mateo Calcagno (Mateíto), Dr. Rafael Mella, Rafael Moore Garrido (Fellín), José A. Patiño Martínez (Chepito), Rafael Tomás Perelló Díaz, Federico Augusto Pichardo Díaz, Juan Enrique Puig Subirá Miniño (Johnny), Héctor Enrique Ramírez Castillo (Henry), Cosme Augusto Rojas Pérez, José Andrés Rolán Pérez, Rafael Osvaldo Ross Thomen, Luis Conrado Ruiz (Peligro), Reinaldo Santiago Pou, José Antonio Spignolio Mena (Cuco),Alcibíades Antonio Tavares Pepín (Pigin), Alejandro Fidel Torres (Langue), Juan de Dios Ventura Simó, Víctor Eligio Mainardi Méndez, Rafael Parache.

Estero Hondo: Carlos Aponte Willard, Simplicio Belfod Santos, Pedro Antonio Casado Jiménez, José Antonio Campos Navarro (Tony), Máximo Emilio D'Oleo Gimbernard, Vicente Mario Gómez Monatán, Persio Oscar Grullón Castro, Alberto Herrera Moreno (Bertico), Manuel Lorenzo Carrasco, Andrés Lozano Guzmán, Dr. Felipe Maduro Sanabia, Víctor Manuel Mainardi Reyna (Sillín), Jaime Manuel Martínez Rodríguez, Antonio de Jesús Minaya Fernández, Héctor Bienvenido Olivier Romero (Papi), Alberto Perdomo, Manuel de Jesús Perozo Chicón (Masú), Elpidio Sanabia Valverde (Pillo), Dr. Octavio Augusto Mejía-Ricart Guzmán, Doctor Guillermo Augusto Sánchez Sanlley, Alfonso José Santiago, Francisco A. Ubiera, José Rafael Federico Valverde Cruz, Rafael Quezada Jiménez (Lulú), Dr. Aquiles Rodríguez (Quilito).

Maimón: Miguel Alies Messon, Doctor Miguel Alvarez Fadul, Miguel Jacobo Amarante Sevillano, Francisco José Aponte Williard, Ramón José Sebastián Asensio Valverde, Alejandro Báez y Báez, Enrique Belliard Sosa, Dr. Toribio Bencosme Rodríguez, José Fabio Bergés (Grillito), Pedro Julián Bonilla Aybar, Domingo Cabrera Martínez, Julio César Castillo Cruz, Fernando Cestero Martínez (Chichí), Rubén Cordero García, José Ramón Enrique Cordero Michel, Ramón Aníbar Castro Sánchez, Manuel Delgado López, Héctor Emilio de Giudice Herrera, Manuel José del Orbe, Augusto Eufemio Dohse Jorge (Buby), Silvio Augusto Domínguez López, Guillermo Eustaquio Ducoudray Mansfield, Julio Raúl Durán García, Gabriel Emilio Fernández Mármol (Pipí), Juan Figueroa Reyes, Bienvenido Fuertes Duarte, Ercilio García Bencosme (Cilo), Sergio Manuel Ildefonso Genao (Capori), Fernando Gody, Francisco José Grullón Martínez (Frank), Eugenio Grullón González, César Federico Laranquent, José Caonabo Lora Martínez, Juan José Mateo Adames, Conrado Martínez Hernández, Eduardo Salvador Martínez Saviñón, Miguel Meléndez, Dr. Antonio Moca Ricart (Tony), Fernando Ozuna, Herminio Ripoll, Moisés Rubén Agosto Concepción, Dr. José Horacio Rodríguez Vásquez.

Cubanos: Enrique Betancourt Carilli, Froilán Flores, Ramón López López (Nene), Frank López Rodríguez, Roberto P. Pichardo Caminada, Oscar Reyes Medina (Cohetico), Aldo Rodríguez Pérez, Antonio Sánchez Pérez, Ricardo Vasallo Alfonso, Oscar Luis Vega Acosta, Luis Cárdenas Betancourt.

Español: Francisco Alvarez.

Puertorriqueños: Luis Alvarez, Luis Ramón Reyes, Juan Reyes, Ramón Ruiz.

Venezolanos: José Altagracia Arias Quintero, Diego Avila Piller, Juan Cárdenas Soto, José Isaac Molina González, Generoso Hernández, Pedro José Linares Badillo, Luis Alfonso Medina Rosales, José Luis Rodríguez, Luis Cárdenas Betancourt.

Norteamericanos: Larry Beevins, Charles White.

lunes, 6 de abril de 2009

Cuida y Alimenta

Lavando mondongo en el barrio Caño Seco.

http://imaginalasterrenas.blogspot.com/

EN RESUMEN: para los que conmemoran la semana santa y la ven como una oportunidad para la reflexión, basta recordar que una de las ideas centrales entre Jesús y sus seguidores era la del servicio. Este artículo (perdonando su extensión) arguye que la mejor manera de recordar este evento y continuar las enseñanzas recibidas es en el servicio comunitario desinteresado.

Una de las celebraciones de semana santa es la commemoración de la cena en el aposento alto, el lugar donde según las creencias cristianas Jesucristo participó de su última cena con los discípulos. Eso quiere decir que el jueves santo se verá la luna llena y también que los Judíos estarán celebrando en el mismo día lo que se denomina como la Pascua.

La pascua cristiana celebrada hoy tiene sus orígenes en la pascua judía y ésta tiene su origen en tradiciones nómadas del medio oriente, aunque para el creyente no es así, sino que es algo que su Dios instituyó en Egipto, cuando un ángel enviado por Dios para matar a todos los primogénitos en la tierra del Faraón egipcio no entraba a los hogares marcados con sangre de cordero en el dintel. De esa manera los primogénitos de los judíos (y otros) fueron salvados y Moisés luego comandó a todos los judíos a conmemorar el evento de su “salvación” celebrando la Pascua.

Según las escrituras cristianas Jesucristo la noche de la pascua judía (la primera luna llena después del equinoccio de primavera que ocurre el 21 de marzo) celebró lo que hoy es conocido como “la santa cena” y allí compartió con sus discípulos pan y vino, llamándolos “mi carne y mi sangre”. “Haced esto en memoria de mi,” dijo él según los evangelios. Algunos cristianos en las primeras décadas recordaron el mandato pero no fue hasta el 325 D.C. cuando la iglesia Católica Romana adoptó al evento como una de las fiestas eclesiásticas oficiales.
Halando moñitos en la Calle El Carmen.

Muchas cosas de alto sentido simbólico ocurrieron durante la cena y, una vez acabada la misma, Jesús y sus discípulos salieron al Monte de las Olivas. No bien habían llegado cuando él les dijo que esa misma noche ellos negarían ser sus discípulos. Pedro, el colérico Pedro, el más vocal, el más directo, el más violento (en unos minutos le cortaría la oreja a un soldado), el más líder entre los líderes, enseguida ripostó: “aunque todos te nieguen yo no lo haré,” lo que provocó la respuesta de Jesús diciendo, “de verdad te digo que esta misma noche, antes de que cante el gallo, me habrás negado tres veces” (Mateo 26:34).

Según Lucas el apóstol Pedro fue el primero en ser escogido discípulo (Lucas 6), fue también el primero en caminar sobre el agua y tendía a ser el primero en hablar, el primero en dirigir y el primero en meterse en problemas. Era un líder nato y era también impulsivo pero muy fiel. Nadie recibió más atención que Pedro, el único entre los discípulos a quien Jesús le cambió el nombre. La Iglesia Católica Romana lo coloca como la figura eclesiástica por excelencia. La “silla de Pedro” es la silla del Papa romano. El término P-A-P-A proviene de la primera letra de cuatro palabras latinas Petrí Apostolis Potestatem Accipiens y se traducen como “el que recibe la potestad del apóstol Pedro.”
"Buzos" viviendo del vertedero municipal en Las Terrenas.

Y fue a ese Pedro a quien los evangelios identifican como el único de los discípulos que definitivamente negó a su Maestro tres veces, antes de cantar el gallo un jueves de noche, de luna llena.

Hace 40 años los eruditos Dr. Lawrence J. Peter and Raymond Hull publicaron un libro titulado “El Principio de Pedro” en el que argumentaban que en una jerarquía cualquiera los empleados tienden a ser elevados a su nivel de incompetencia. O sea, después de trabajar y ascender por la jerarquía organizativa se les nombra a una posición muy por encima de sus capacidades. Si volvemos al caso del apóstol Pedro (de donde provine el título del libro) vemos que el apóstol más cercano, el más leal y el más destacado fue el que primero y más fácilmente ascendió al nivel de negación imcompetente. A la hora del none se volvió una etcétera. A la hora de la verdad se mostró incompetente de confesar su fé en su Maestro. El que se sentaba a la derecha de Jesús, el que daba las órdenes a otros, el que comandaba autoridad e iniciativa, ese fue el que se mostró más incompetente de todos.
Viviendo en hacinamiento en el Barrio La Granja, Las Terrenas.

Lo que le ocurrió a Pedro me revela lo que ocurre en la vida real y moderna cuando organizaciones y partidos políticos escogen a personas, encumbrándolas a posiciones de franca incompetencia. Muchas veces son personas no probadas por el fuego del liderato efectivo y en el servicio a la comunidad. Hartas veces se encumbran no porque son capaces sino porque saben decir lo que hay que decir, saben moverse entre los demás, saben qué palabras escoger y qué movidas hacer y es por eso que llegan hasta la mano derecha del poder. Cuando llega el momento de confesar la lealtad que deben dispensar—al pueblo—esos mismos "líderes" se vuelven una etcétera total.

Al “principio de Pedro” se le conoce también como el “principio del pozo séptico” porque la mierda flota hacia el tope.

Después de la infausta noche de traición los evangelios dicen que Jesús resucitó y luego se apareció a sus discípulos tres veces. La primera fue al grupo en general. Luego ante Tomás y, finalmente, se les acercó en la playa después de una larga noche sin pescar. Desde la playa le gritó al pescador más cansado y desilusionado, el que lo había intentado todo y logrado nada, diciéndole “echa la red hacia la derecha.” Y la pesca fue tan maravillosa que la red se rompía.

Fue Pedro el que recibió el mensaje, el que parado en la punta del bote tiró la red, el que pensó que Jesús se había olvidado de él después de dos apariciones sin contacto directo alguno y el que enseguida comprobó que habían tantos peces que parecía que la red se rompería. Entendió que era su Maestro quien lo llamaba y no esperó, sino que impulsivamente se tiró al agua para llegar a la playa mientras los otros seguían en bote. Ese era Pedro, el colérico, el impulsivo, el líder. En la red contaron 153 peces (Juan 21). Y después de desayunar el Maestro restaura a Pedro preguntándole tres veces “¿me amas?” Tres veces Pedro lo había negado en su incapacidad y tres veces Jesús lo restauró haciéndole la misma pregunta.
Cuidar y alimentar significan crear esperanza.

Lo que Jesús le dijo a Pedro debe ser una lección para todo aquél que se crea líder, ya sea político, eclesiástico o comunitario. Jesús pedía después de cada una de las declaraciones de amor de Pedro “cuida de mis ovejas” y “alimenta mis ovejas.” No hay ni siquiera que ser cristiano para reconocer que esto es un llamado al servicio, no al servicio interesado y demagógico sino al servicio a favor de otros.

¡Ay! ¿Cómo sería si cada pastor de iglesia en lugar de construir emporios, villas y castillas dedicara más tiempo al servicio en la comunidad?

¿Cómo sería si cada iglesia mirara más hacia afuera que hacia adentro?

¿Cómo sería si cada empresario dedicara al servicio una limosna de lo que se gana?

¿Cómo sería si cada político encumbrado (como se encumbra la M en el pozo séptico) prestara un mejor servicio a su comunidad y al pais?

¿Cómo sería si cada individuo dedicara un tiempo a la labor voluntaria al servicio de los demás?

En esta así llamada “semana santa” vamos a recordar que podemos subir como la M, o bajar como le pidió Jesús a Pedro, a cuidar al pueblo.


(a propósito de servicio comunitario, déle un vistazo a http://fundacionmahatmagandhi.com/centro.html).

Carta Abierta Para los Concejales

  Carta abierta a los concejales de Las Terrenas CONCEJALES PARA UN FUTURO MÁS CERTERO Por José Bourget, comunitario Querid@s Concejales: Si...