Anteriormente habíamos planteado que Las Terrenas se ha convertido en una comunidad de doble identidad, dos ciudades, una compuesta por la clase pudiente que invierte y construye, la otra compuesta por la clase no pudiente, la que se ha marginado a barrios y fuera del centro. Esta dualidad crea profundas tensiones sociales y en los últimos años ha hecho evidente las grandes diferencias entre los que pueden y los que no pueden, con ricos que son más ricos y pobres que son más pobres. Sin embargo, las condiciones de los últimos meses ha alterado aún más esa realidad y, en lugar de dos ciudades lo que tenemos ahora son tres ciudades en una. Una de las ciudades sigue siendo la clase marginada, la que apenas sobrevive, atropellada por el alto costo de la vida, por la carencia de servicios básicos y mantenida a los niveles de calidad de vida más bajos posibles. La segunda ciudad está compuesta por la clase más pudiente, propietaria, inversionistas medios, dueños de negocios y de bienes raíces, profesionales y, obviamente, aparte de la clase marginada visible y realmente. Pero ahora tenemos una tercera realidad, la presencia de una clase supra, los que nos llegan desde fuera con grandes bolsillos, los dueños de apartamentos y condominios que cuestan más de medio millón de dólares, los que se sentirían más a gusto pasando una aplanadora por la ciudad para quitar todo lo feo, lo sucio, lo pobre y lo marginado y así tener el entorno limpio, organizado, atrayente y necesario para que sus propiedades mantengan valor.
(Izq. Cap-Cana, así se ve Las Terrenas en el pensar de muchos en la Clase Supra).
Me temo que hay un matrimonio intencional o casi-intencional entre una administración municipal que está dejando que el municipio se auto destruya con la aparatosa y desastrosa condición de los servicios básicos (tránsito, basura, calzadas, etc.), y la clase social supra a quienes les convendría el caos absoluto para entonces “salvarnos” a su medida.
Hay demasiadas tensiones entre estas tres ciudades, hay demasiado peligro y es necesario que comencemos a ver estas cosas para poder responder tajante y efectivamente.