¿Cuánto más cerca podremos estar del precipicio?
En tiempos recientes me he sentido profundamente compungido con el escenario político local (“toda política es local”, decía el fallecido vocero de la cámara baja del congreso norteamericano, Tip O’Neill). Por uno de esos idealismos irreconciliables con la obvia realidad, pensaba que los dos partidos mayoritarios, el Partido de la Liberación Dominicana que gobierna al pais, y el Partido Revolucionario Dominicano, ambos fundados por el insigne maestro Juan Bosch, de alguna manera u otra podrían recapturar el idealismo y los principios de su fundador y darían un salto milagroso hacia una plataforma nueva, honesta, transparente, ética y puntual, dentro del marco de las terribles condiciones sociales que afectan al municipio. Fue todo un idealismo, un sueño, un terrible espejismo.
A veces me pregunto, ¿qué pasa por la imaginación de nuestros líderes políticos cuando resulta obvio que gran parte de la población conoce de sus fechorías y de sus traspieses? ¿Cómo es que puede continuar haciendo lo que hacen como si no pasara nada? Claro está, nadie puede realmente culpar a nuestros políticos locales cuando hay políticos mundiales de la estatura de George W. Bush (USA), Silvio Berlusconi (Italia) y Toni Blair (Reino Unido) que han sido verdaderos payasos del haber político y social (reconozco que esa es mi opinión muy personal).
En el caso de las realidades políticas terreneras, algunos podrían argumentar que la comunidad poco a poco va madurando en su capacidad de elegir a sus líderes ya que, después de todo, éste sigue siendo un municipio relativamente joven. Muchas veces las esperanzas se colocan sobre personas consideradas como “capaces” aunque, recientemente, alguien comentó que tomando a Las Terrenas, El Limón, Santa Bárbara y Las Galeras como ejemplos el municipio que mejor ha hecho en sentido general (Las Galeras) es el único dirigido por una persona de limitada preparación académica pero que ha logrado desplegar honestidad, efectividad y amplia visión en la manera en que escogió estrategias y fomentó decisiones francamente ambiciosas y productivas.
De todos los síndicos que ha tenido Las Terrenas el actual parece ser el de mayor nivel académico, conquistando su licenciatura mientras está en funciones, siendo igualmente el más joven entre los que han dirigido al municipio. Es también la persona que despliega una ambición política algo desmedida. En el conjunto de esos factores el síndico actual ha desplegado igualmente las mayores incapacidades dentro del marco de un municipio de tanta riqueza y de tanto potencial, mientras que para sorpresa de muchos un buen número de munícipes sigue pensando que es el que más ha hecho aunque es el que más obviamente ha hecho caso omiso a leyes y a posibilidades, manejando la gerencia de manera autocrática y dictatorial. Cabe recordar el decir de que los pueblos se merecen los líderes que tienen, lo que me hace pensar acerca de qué es lo que tiene Las Terrenas para merecerse un líder tal. Las especulaciones abundan! (Derecha: el señor síndico de Las Terrenas; a veces me lo imagino sentado debajo de una mata de mango, riéndose de este pueblo!)
Si la preparación académica no es garantía de nada es probable que experiencia en ser “vivos” sea un requisito esencial, porque la política moderna frecuentemente se ha identificado con el neoliberalismo, fundado por Keohane y Nye, la filosofía igualmente atada a la economía en que el enfoque se centra en las “ganancias absolutas” y no en las “ganancias relativas.” De esa manera si alguien añade a la posibilidad de ganar el municipio (incluyendo haciendo alianza con personas que podrían ser altamente cuestionables pero que manejan fuerzas directas o indirectas) entonces ese es el candidato al que hay que darle apoyo.
El mejor ejemplo de ello lo constituye el actual síndico quien ha aportado muy poco al desarrollo integral del municipio y al que algunos de nosotros hemos acusado de severas faltas, pero quien ha logrado crear la impresión de poder otorgar la “ganancia absoluta” de reconquistar el municipio, sobretodo en el contexto de los otros dos candidatos, Guillermo y Willy, ante sus potenciales oponentes. Esto quiere decir que para el partido es mejor preservar el poder (ganancia absoluta) aunque eso signifique utilizar a una persona pobremente cualificada para hacerlo como debiera ser.
Otro ejemplo lo es el actual senador y candidato a la reelección a la senaduría, el Dr. Prim Pujals, una persona que ni siquiera es miembro del partido de gobierno, pero forma parte de la maquinaria del Dr. Carlos Morales Troncoso, reformista aliado al Presidente Fernández y canciller de la república. La candidatura a senador es un regalo del Presidente Fernández a Morales Troncoso por su lealtad aunque el senador Pujals es, posiblemente, uno de los senadores más ineptos en el pais. Me pregunto muchas veces cómo es que una persona considerada por algunos como “inestable” pueda ser aceptada por el partido para la posición más alta en la provincia. No tiene sentido desde el punto de vista de “ganancia relativa”, pero sí desde el punto de vista de “ganancia absoluta.” O sea, ayuda a mantener a un aliado político nacional dentro del redil aunque eso signifique sacrificar a una provincia pequeña a nefastos resultados. (Foto izquierda: El Dr. Prim Pujals es acusado de ser loco pero la realidad es que de tonto no tiene nada!).
Caramba, quizás debiera considerar seria y humildemente candidatearme como síndico.
Algunas personas me han preguntado que si aspiro a ser síndico. Siempre he respondido que no. Aunque creo que el servicio político honra y enaltece, hasta ahora no me he sentido llamado a realizarlo porque, más que todo, estoy ocupado en otro tipo de servicio comunitario. Además, en el sistema político dominicano para poder llegar a una posición de ese tipo es necesario ser miembro de un partido determinado y/o ser candidato reconocido de un partido. Como yo pienso que todos los partidos tradicionales en el momento presente le han faltado al pais por sus altos niveles de corrupción y de salinidad no me siento capaz de funcionar adecuada y efectivamente como parte de uno de ellos.
En tiempos recientes me he sentido profundamente compungido con el escenario político local (“toda política es local”, decía el fallecido vocero de la cámara baja del congreso norteamericano, Tip O’Neill). Por uno de esos idealismos irreconciliables con la obvia realidad, pensaba que los dos partidos mayoritarios, el Partido de la Liberación Dominicana que gobierna al pais, y el Partido Revolucionario Dominicano, ambos fundados por el insigne maestro Juan Bosch, de alguna manera u otra podrían recapturar el idealismo y los principios de su fundador y darían un salto milagroso hacia una plataforma nueva, honesta, transparente, ética y puntual, dentro del marco de las terribles condiciones sociales que afectan al municipio. Fue todo un idealismo, un sueño, un terrible espejismo.
A veces me pregunto, ¿qué pasa por la imaginación de nuestros líderes políticos cuando resulta obvio que gran parte de la población conoce de sus fechorías y de sus traspieses? ¿Cómo es que puede continuar haciendo lo que hacen como si no pasara nada? Claro está, nadie puede realmente culpar a nuestros políticos locales cuando hay políticos mundiales de la estatura de George W. Bush (USA), Silvio Berlusconi (Italia) y Toni Blair (Reino Unido) que han sido verdaderos payasos del haber político y social (reconozco que esa es mi opinión muy personal).
En el caso de las realidades políticas terreneras, algunos podrían argumentar que la comunidad poco a poco va madurando en su capacidad de elegir a sus líderes ya que, después de todo, éste sigue siendo un municipio relativamente joven. Muchas veces las esperanzas se colocan sobre personas consideradas como “capaces” aunque, recientemente, alguien comentó que tomando a Las Terrenas, El Limón, Santa Bárbara y Las Galeras como ejemplos el municipio que mejor ha hecho en sentido general (Las Galeras) es el único dirigido por una persona de limitada preparación académica pero que ha logrado desplegar honestidad, efectividad y amplia visión en la manera en que escogió estrategias y fomentó decisiones francamente ambiciosas y productivas.
De todos los síndicos que ha tenido Las Terrenas el actual parece ser el de mayor nivel académico, conquistando su licenciatura mientras está en funciones, siendo igualmente el más joven entre los que han dirigido al municipio. Es también la persona que despliega una ambición política algo desmedida. En el conjunto de esos factores el síndico actual ha desplegado igualmente las mayores incapacidades dentro del marco de un municipio de tanta riqueza y de tanto potencial, mientras que para sorpresa de muchos un buen número de munícipes sigue pensando que es el que más ha hecho aunque es el que más obviamente ha hecho caso omiso a leyes y a posibilidades, manejando la gerencia de manera autocrática y dictatorial. Cabe recordar el decir de que los pueblos se merecen los líderes que tienen, lo que me hace pensar acerca de qué es lo que tiene Las Terrenas para merecerse un líder tal. Las especulaciones abundan! (Derecha: el señor síndico de Las Terrenas; a veces me lo imagino sentado debajo de una mata de mango, riéndose de este pueblo!)
Si la preparación académica no es garantía de nada es probable que experiencia en ser “vivos” sea un requisito esencial, porque la política moderna frecuentemente se ha identificado con el neoliberalismo, fundado por Keohane y Nye, la filosofía igualmente atada a la economía en que el enfoque se centra en las “ganancias absolutas” y no en las “ganancias relativas.” De esa manera si alguien añade a la posibilidad de ganar el municipio (incluyendo haciendo alianza con personas que podrían ser altamente cuestionables pero que manejan fuerzas directas o indirectas) entonces ese es el candidato al que hay que darle apoyo.
El mejor ejemplo de ello lo constituye el actual síndico quien ha aportado muy poco al desarrollo integral del municipio y al que algunos de nosotros hemos acusado de severas faltas, pero quien ha logrado crear la impresión de poder otorgar la “ganancia absoluta” de reconquistar el municipio, sobretodo en el contexto de los otros dos candidatos, Guillermo y Willy, ante sus potenciales oponentes. Esto quiere decir que para el partido es mejor preservar el poder (ganancia absoluta) aunque eso signifique utilizar a una persona pobremente cualificada para hacerlo como debiera ser.
Otro ejemplo lo es el actual senador y candidato a la reelección a la senaduría, el Dr. Prim Pujals, una persona que ni siquiera es miembro del partido de gobierno, pero forma parte de la maquinaria del Dr. Carlos Morales Troncoso, reformista aliado al Presidente Fernández y canciller de la república. La candidatura a senador es un regalo del Presidente Fernández a Morales Troncoso por su lealtad aunque el senador Pujals es, posiblemente, uno de los senadores más ineptos en el pais. Me pregunto muchas veces cómo es que una persona considerada por algunos como “inestable” pueda ser aceptada por el partido para la posición más alta en la provincia. No tiene sentido desde el punto de vista de “ganancia relativa”, pero sí desde el punto de vista de “ganancia absoluta.” O sea, ayuda a mantener a un aliado político nacional dentro del redil aunque eso signifique sacrificar a una provincia pequeña a nefastos resultados. (Foto izquierda: El Dr. Prim Pujals es acusado de ser loco pero la realidad es que de tonto no tiene nada!).
Yo creo que Las Terrenas debe abandonar el modelo neoliberal y que sus fuerzas políticas debieran reunirse en una cumbre para procurar un Pacto Por El Futuro, creando conciencia y fomentando los procesos necesarios que en los próximos séis años puedan colocar a Las Terrenas en un sitial envidiable y, sobretodo, para hacer frente a las tareas indispensables del desarrollo sostenible e integral del municipio. Para llegar ahí habría que abandonar los intereses individuales y partidarios en pos del mayor bienestar comunitario posible porque, como decimos en Terracción, “Las Terrenas merece lo mejor.” Por ejemplo, la pobreza y la marginalidad cunde por los cuatro puntos cardinales del municipio y, lamentablemente, no se escucha a nadie hablando de la necesidad de hacerle frente. La pobreza no es argumento de los políticos tradicionales, excepto para mantener a los más pobres bajo la dependencia del clientelismo político.
Caramba, quizás debiera considerar seria y humildemente candidatearme como síndico.
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