lunes, 27 de abril de 2020

Willy el Alcalde y el Toque del Poder (3 de 3)

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Por José Bourget
“Casi todos podemos soportar la adversidad, pero si queréis probar el carácter de un hombre, dadle poder.” Abraham Lincoln
“La mejor victoria es vencer sin combatir”, Sun Tzu
Ser alcalde es mucho trabajo y una inmensa responsabilidad. No es el mejor salario del mundo ni los más grandes beneficios. Cuando toca ser alcalde de un municipio con inmensos problemas uno tiene que cuestionar la sanidad del que quiere serlo. Uno puede también admirar el valor, la vocación de servicio y la disponibilidad de alguien profundamente convencido de que puede hacerlo y de que puede hacerlo bien.
Willy es alcalde hoy por la razón más simple y más elocuente: sustituye a un alcalde que no era re-elegible. La primera misión de un elegido es ser reelegido, pero el anterior alcalde cometió gravísimos errores sociales, políticos, gerenciales y, sencillamente, de relaciones humanas. Si hubiera sido lo contrario Willy no sería alcalde hoy. Willy asciende con la premisa de que lo hará mejor. Obviamente no llegó solo, sin los aspirantes a regidores que le acompañaron en la boleta no hubiera ganado, así que ganó por la magia tripartita de calar en la imaginación de muchos nuevos votantes, ir a la contienda bien acompañado y gozar del rechazo masivo a su predecesor.
En la entrega anterior decíamos que su elección le otorga poder y que el poder es como un gusanito. El gusanito es la representación del poder interior, el que puede ser bueno o malo, o medio bueno o medio malo. Ese poder interior no vale para nada quedándose en el interior, debe ser manifestado, articulado, hecho realidad a través del ejercicio del poder. Ese ejercicio constituye “el toque” del empoderado. Por ejemplo, sus primeras declaraciones y sus primeras acciones son prácticas y a la vez simbólicas. Comienzan a darle un “aire” y una proyecció, o sea, su toque.
Muchas veces lo simbólico es tan o más poderoso que las acciones prácticas y, por ello, un buen líder se cuida de crear buenas impresiones porque en la mente común “percepción es realidad”. Willy fue mercadeado para crear una percepción y ahora debe convertir esa percepción en realidades prácticas y también simbólicas. Creo que ha tenido buen comienzo en ello y ha capturado la imaginación (la “percepción”) de mucha gente y ya eso mismo está siendo mercadeado en su justa dimensión.
Hace más de 3,500 años hubo un rey en Frigia llamado Midas quien le pidió al dios Dionisio que le concediera el don de que todo lo que tocara se convirtiera en oro. Dionisio le concedió el deseo a tan avaricioso rey y, de esa forma, una piedra, una rama, una copa, todo lo que tocaba se convertía en oro. Lamentablemente le llevaron una copa de vino que no pudo beber porque al tocarla se convirtió en oro, le llevaron un plato de comida y no se la pudo comer porque al tocarla la convirtió en oro. Y en un momento se le acercó su hija Zoé y al tocarla se convirtió en oro.
Tamaña desgracia!! Con el corazón roto y con mucha sed y hambre fue corriendo de vuelta al dios Dionisio y le suplicó que revirtiera el don recibido, lo cual el dios le concedió al ordenarle que fuera al río a bañarse. Así lo hizo Midas y se pudo liberar del “don” de convertir en oro todo lo que tocaba y, hasta el día de hoy, la arena de ese río en lo que hoy es Turquía son de color oro.
Me pregunto qué le ha pedido Willy a su Dios. De seguro le ha pedido capacidad, sabiduría, paciencia, fortaleza, salud, destrezas y (con un poquito de suerte) humildad. Son todas buenas peticiones y de seguro que hay muchas más. Si su Dios le concede tales peticiones Las Terrenas será muy bendecida y a todos nos conviene que sea así porque Las Terrenas merece un gobierno municipal MUCHO mejor y uno que logre integrar exitosamente al Concejo Municipal y al poder ejecutivo del alcalde en pos del bien común.
Nos hace falta una gerencia orientada a la calidad y falta por verse si la alcaldía abandonará las constantes improvisaciones y ausencia de soluciones adecuadas ante los problemas por más pequeños o grandes que sean. Me pregunto si adoptará un modelo de respuestas y acciones técnicas a la altura de una gerencia moderna y adecuada, donde los procesos, mecanismos, funciones y servicios estarían a mano de personas debidamente capacitadas, entrenadas y orientadas a realizar una función deseable, al tiempo que son empoderadas con mecanismos, recursos y libertad de ejercicio de sus mini-poderes. Hacerlo así implicaría el abandono de la autocracia que ha sido tan común en las alcaldías anteriores. Me gustaría que Willy le pidiera a su Dios, “Dios mío ayúdame a trabajar bien y a dejar que los otros también hagan su trabajo”. Sería muy sabio de su parte.
Como el “toque” es tan importante, si yo fuera Willy le pediría al Universo cuatro toques principales, uno por cada orientación de la tierra:
a) NORTE, ejecutar una gestión limpia, justa y, sobre todo, transparente, lo que por obligación requeriría el fin al clientelismo y la ejecución de una gestión gerencialmente efectiva, progresista y fiscalmente responsable;
b) SUR, establecer un plan de ordenamiento municipal que constituya la base para el verdadero y profundo desarrollo económico municipal, ya que sin ordenamiento no habrá verdadero desarrollo, con plena convicción de que Las Terrenas tiene enormes recursos y potenciales que ofrecer, humanos y físicos, que no han sido descubiertos o han sido mal manejados, muchas veces para el exclusivo beneficio de algunos pocos;
c) ESTE, convertir al municipio en un modelo de sostenibilidad, lo cual requiere dar prioridad a la protección medioambiental, porque sin la debida atención a los recursos naturales no habrá futuro para Las Terrenas y porque hay mucho más que ganar con el debido manejo de los recursos naturales que con la mera explotación abusiva y depredadora; y,
d) OESTE, el toque de una ejecución participativa e incluyente, con un modelo de presupuesto participativo justo y equitativo, con la creación de un modelo de participación comunitaria representativa donde las juntas de vecinos, clubes, asociaciones, organizaciones comunitarias, iglesias y organismos civiles sean parte activa de la gestión, lo que sería la demostración más evidente de que se gobierna para todos, no sólo para los que tienen fácil acceso al poder, creando así un “tercer poder” que a parte del ejecutivo y del Concejo sea la entidad que ayude a crear sinergia entre gobernantes y los gobernados debidamente organizados.
Esas cuatro orientaciones son casi en su totalidad adversas a todo lo que se enseña en la política tradicional de Maquiavelo, o en el 孙子兵法 (“Arte de la Guerra” de Zun Tzu), o en el salvajismo politicucho de muchos líderes de patio.
Yo estoy profundamente convencido de que Willy desea hacerlo bien, que después de tan larga espera y de tantas emociones invertidas en llegar donde está no querrá levantarse cada mañana pensando “¿cómo la voy a joder hoy?” Por el contrario, creo que se levantará pensando “hoy lo voy a hacer mejor que ayer”. Esa capacidad de REFLEXION y de ACCION se convertirá en “el toque de Willy”, no como el del avaricioso rey Midas sino como el de un ser humano profundamente comprometido y enamorado de su comunidad, hasta el punto de tocarla y besarla en cada instante y por cada motivo posible. Yo y muchos más defenderíamos a raja tablas una gerencia municipal con un toque tal.
Cuida tu toque, Willy, cuida tu toque.
(Pinturas representativas de EL TOQUE: "La creación de Adán"por Michelangelo y "El beso" de Gustav Klimt).

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