El verdadero trabajo empieza ahora
Por José R. Bourget Tactuk
Mayo 19, 2022
Doce horas antes del discurso del ministro de turismo, David Collado, en la medianoche del miércoles pasado, escribí “El Hito de la Reconstrucción”. Mis predicciones se cumplieron a cabalidad doce horas más tarde y me alegra que haya sido así, porque al hacer realidad las aspiraciones de la mayoría de los presentes, el Ministro abrió potencialmente las puertas a un nuevo futuro para Las Terrenas.
En la decisión de reconstruir el Pueblo en el mismo sitio no solamente “ganaron” los que abogaron por ello, sino también los que hacíamos resaltar los factores medioambientales que estaban siendo ignorados. El Ministro no los ignoró sino que, por el contrario, los reconoció. Aseveró que hay que trabajar los dos temas y encontrar el balance necesario para preservar tanto el sentido histórico de El Pueblo como el cuidado al medio ambiente. Muy acertado aunque muy tímido de su parte. Debió inmediatamente indicar cómo se protegerá la parte más débil, pero no lo hizo.
Lo sucedido en los últimos días con el tema de la reconstrucción y el discurso del Ministro Collado están preñados de factores que ameritan cuidado y ponderación. No sería bueno abandonar el diálogo ni el desafío que ello crea. Por ejemplo, el impopular diseño permanece y el Ministro escoge de manera altanera y despectiva ponerle “color” a los kioskos para complacer a los que se quejaron de la inapetencia del diseño. A nadie pareció importarle que el obstáculo más importante al diseño fue totalmente ignorado. Ciertamente, habrá un cambio fulminante en el ambiente y atmósfera del nuevo lugar, pero parece que esa conclusión se les escapó a todos.
Echando a un lado todo lo que pudiera ser considerado demagógico, el discurso del Ministro fue a la vez una arenga y un reto. La arenga era de esperarse de un político de connotadas aspiraciones y el reto, o retos, hay que sopesarlos muy cuidadosamente.
El primer reto es “traducir”, en sus aspectos prácticos, las intenciones del Ministro para que esa protección al medio ambiente se haga realidad. ¿Quién se encargará de ser veedor de ese aspecto de la reconstrucción? El Ministro no lo indicó, aunque sí identificó quiénes serían los veedores de casi todos los otros elementos importantes. Creo que el Foro Ambiental de Samaná podría ser invitado a que fuera el veedor para que al final de la reconstrucción se haya reducido a lo mínimo los riesgos medioambientales en el entorno.
Otro reto está en los pedidos de que se implemente un nuevo modelo gerencial, se otorgue un mayor beneficio económico para la ciudad y el crear mayor seguridad física para las nuevas facilidades. Cada uno de esos factores y otros más ameritan de veedores, recordando que esos factores NO fueron considerados adecuadamente ni durante la existencia del viejo Pueblo, ni a raíz de la reconstrucción después del incendio,. Si no queremos más de lo mismo, esta vez debe ser diferente y hay que lograrlo aunque el cambio de gerencia sería un reto político y un talón de Aquiles.
Un tercer reto sería el de clarificar y establecer la logística del entorno que causó muchas preocupaciones entre algunos de los que se oponían a la reconstrucción ahí, como lo eran los estacionamientos, el manejo del tránsito, la protección a los peatones y la diversificación de la oferta culinaria para incluir platos locales y nacionales, entre otros factores. ¿Quién velará para que esos factores sean tomados en cuenta?
Finalmente, el último reto y para mi el más importante tiene que ver con desarrollo social y humano. Fue muy lamentable ver como muchos ciudadanos en general y líderes en la sociedad civil optaron por adoptar posturas ofensivas, palabras injuriosas, incluyendo amenazas e insultos, en contra de todos los que se oponían a la reconstrucción en ese sitio. No lo puedo entender porque la lucha de ellos era una lucha ganada desde antes de empezar. Políticamente hablando, hubiera sido un suicidio para David Collado no hacer lo que hizo y debió entonces verse, desde un inicio, que ya con una lucha ganada no era necesario adoptar posturas beligerantes o adversarias. Se perdió una gran oportunidad de crear un espíritu de diálogo, consenso y compromiso entre las partes. Imagínense si ese liderazgo en lugar de su hostilidad y pugna hubiera abierto las puertas al diálogo, atrayendo las partes y constituyéndose el modelo de la búsqueda de unidad de la cual habló el Ministro ayer. Ignorando la perspectiva opuesta no se modela procesos comunitarios constructivos. El líder sienta el tono. Al fin de cuentas, el Ministro terminó reconociendo la validez de la diversidad de perspectivas, algo que debió ocurrir desde el comienzo del debate entre los líderes sociales.
Este reciente enfrentamiento de ideas no tenía que ser ni una pugna, ni una contienda, sobre todo cuando se predecía que una de las partes ya estaba ganada. Hay que aprender a tomar los conflictos de ideas como oportunidades para consensuar procesos que nos permitan crecer y trabajar juntos sin pugnas, sin ofensas y sin insultos. De haber sido así, el liderazgo social pudo haber avanzado diez años en dirección al progreso; pero, lamentablemente, retrocedió diez. En una comunidad creciente y progresista no se resuelven los conflictos de ideas como si fuéramos pistoleros, sino como si fuéramos cada voz y cada mente partes integrales para lograr el resultado deseado.
El líder sienta el tono y ese tono debe ser constructivo, creativo, edificante, tolerante, incluyente. Hubo muy poco de eso en lo ocurrido y, por ello, constituye la meta más alta, más deseada y más difícil para nuestra comunidad, sobre todo cuando falta tanto por atar y cuando quedan aún muchos desafíos que afrontar. El verdadero trabajo empieza ahora.
(Y te reto a leer https://acento.com.do/opinion/el-multiverso-terrenero-9042289.html)
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