Todos tenemos la llave de la ciudad. |
Dilema Terrenero—El Plan de Ordenamiento
“Para guerra generales, para crisis
pensadores” Confucio
Todos tenemos derecho a una ciudad
viable y sostenible.
Por años la queja ha sido que no existe
un planeamiento ni ordenamiento municipal.
Ahora hay un borrador de ordenamiento y comienza la guerra. Ya hay “generales” prestos para el ataque. Fue lamentable que Las Terrenas por sí sola
no pudo producir un plan de ordenamiento por carecer, obviamente, de los
elementos mínimos para su elaboración.
El ICMA, una ONG financiada por la USAID, utilizó múltiples mecanismos de
consulta y redacción para producir un borrador de plan de ordenamiento y luego
de tres años el mismo ha sido entregado a sus autoridades para su discusión,
posible modificación y eventual aprobación.
Las Terrenas vuelve a sumirse en el
dilema constante de la contradicción.
Aún no comienzan los procesos de consultas, de debates, de enfoques, y de
ediciones del documento y ya hay personas tajantemente opuestas y dispuestas a
hacerle guerra. Nada más terrenero que
hacerle oposición a lo que no se ha leído, discutido, explorado, enriquecido,
afinado y consensuado. Es una reacción
común en nuestro medio, el del pistolero que dispara desde los cojones sin
importar a quién va a herir, aunque sea él mismo. Protestar es fácil, pero la
participación ciudadana requiere un nivel superior de conciencia.
Tenemos que ponderar fríamente
de qué se trata, porque Las Terrenas, a pesar de los “generales” que nos
gastamos, se merece un plan de ordenamiento que ayude a colocarlo en el mundo
del desarrollo sostenible a corto, mediano y largo plazo. Si continuamos como vamos mataremos el
futuro, de ahí la urgencia de un plan de ordenamiento que nos obligue a vivir
de manera ordenada y planeada. Entonces,
¿cuáles son los factores que debemos tomar
en cuenta?
Primero, entender que el documento no está
aprobado. La aprobación sería un voto
del Concejo Municipal pero para llegar ahí el documento debe ser discutido y
consensuado. La misma USAID ha provisto
fondos para que dentro del contexto de los cinco municipios beneficiados bajo
el plan de resiliencia ante el cambio climático se produzcan procesos de
consulta transparentes y participativos (los que pronto serán anunciados). Participación Ciudadana ha sido la entidad
escogida por la USAID para dirigir el proceso y emplear los consultores y
mecanismos necesarios bajo la prioridad de “fortalecer la participación pública y la supervisión en el desarrollo e
implementación de los planes municipales de ordenamiento territorial y de las
políticas locales de adaptación climática.”
Es una oportunidad única para Las Terrenas, no la perdamos, participemos
activa y constructivamente. Próximamente
Participación Ciudadana anunciará los procesos para transparentar el documento.
Segundo, entender que el documento debe ser leído por
todas las partes interesadas. Leer el
documento va a ser difícil porque algunos de los “generales” en nuestro medio
ni leen, ni les gusta leer, prestándose simplemente a tomar secciones del
documento para atacarlas porque aparentemente afectan sus intereses. El documento hay que leerlo, discutirlo. separarlo
en sus partes (que son muchas), analizarlo (porque es complejo) y encontrar
maneras de negociar sus diversos componentes.
La entidad que debe leerlo y entenderlo bien son los regidores, quienes
tienen la pesada pero necesaria responsabilidad de responder de manera consciente
y entendida sobre los temas contenidos en el documento. El Concejo de Regidores tendrá a su
disposición personas y recursos a su disposición para ayudarles a analizar y comprender
sus muchas partes, si es que ellos lo desean y se prestan para ello, porque no
se les pueda obligar ni a que lean ni a que participen. Son soberanos.
Tercero, entender que todo el que tiene una opinión,
sin importar cuán interesada, individualista, particular o mono-temática sea, tiene
que ser escuchado y va a ser escuchado.
No solamente escuchado, cada miembro de la comunidad tiene el derecho y
el deber de aportar al proceso, porque el interés detrás del proceso ejecutado
por Participación Ciudadana será el de transparentar el proceso y la rendición
de cuentas. La mejor participación es
bien informada, nutrida por informaciones y no por chismes, es creativa porque
no es sólo acerca de los problemas sino también acerca de las soluciones
posibles.
Cuarto, entender que Las Terrenas no es un municipio
cualquiera. Es una comunidad donde
diversos dueños la reclaman: el BTA (bajo la tutela del Ministerio de Obras Públicas),
el Ministerio de Turismo (quien regula permisos y densidad), el Ministerio de
Medio Ambiente (quien regula el uso de suelo y el manejo de los mismos) y el
Concejo Municipal (quien tiene potestad sobre las prerrogativas que le
confieren la ley). La exploración,
discusión, análisis, aprobación e implementación del plan de ordenamiento
logrará, en el mejor de los casos, que estos múltiples actores se pongan de
acuerdo y logren dar nacimiento al bebé que todos deseamos: una comunidad donde la vida sea buena, enriquecedora,
larga, saludable y sostenible.
Quinto, entender que el plan de ordenamiento municipal
requiere que se preste debida atención al crecimiento económico representado
por el uso de los terrenos y los espacios de tal forma que los inversionistas y
los residentes encuentren la fórmula mágica para producir riqueza PARA TODOS y
crear en Las Terrenas un verdadero desarrollo sostenible que supere las
limitaciones de un retorno financiero amplio y rápido para segmentos limitados
de la población. El nativo dueño de
tierras, el inversionista nativo o extranjero que invierte en el destino y el
residente que se beneficia o se perjudica de lo que se haga son partes
indispensables del proceso de consulta.
Sexto, entender que nadie busca hacer de Las Terrenas
un parque nacional o un área protegida (el que dice eso es un chismoso de primer orden), pero que si no se presta atención al
balance adecuado para el desarrollo sostenible y para la preservación de los
recursos naturales, las inversiones que se hagan serán de muy corto plazo,
porque si se destruye la razón misma por las que la gente quiere venir aquí entonces
no habrá retorno satisfactorio para nadie.
Lo que tenemos que ser es sabios y pensadores, encontrando el mejor bien
común para que todos salgamos ganando, incluyendo la naturaleza.
Séptimo, entender que el Estado, a través de MITUR,
Medio Ambiente, Obras Públicas y otras agencias, entiende que tiene
prerrogativas que superan la frágil soberanía municipal otorgada por la Ley del
Distrito Nacional y los Municipios. Una
guerra contra el Estado produciría resultados pírricos, lo que hay que hacer es
iluminar a los representantes del Estado para que comprendan mejor las
circunstancias locales. Ellos quizás tendrán
que voluntariamente abandonar ciertos privilegios y moverse en la dirección del
ciudadano local, mientras que los de aquí tenemos que aprender a utilizar el
conocimiento, el pensamiento crítico y la persuasión para poder argumentar
convincentemente los derechos y las esperanzas que poseemos. Una simple guerra y oposición a todo
simplemente dará al traste con el plan de ordenamiento, el que eventualmente
podría ser impuesto forzosa y unilateralmente. No
necesitamos a pistoleros encojonados, sino a sabios pensadores que sepan
producir un discurso que resuene entre los múltiples actores y produzca
resultados.
Octavo, el tema de la densidad es crucial porque es el
que produce las mejores o peores reacciones entre los inversionistas que mucho
tienen que ver con el crecimiento económico.
Ellos tienen los numeritos, pero son numeritos limitados por los
intereses particulares. A esos numeritos
hay que ponerle valores humanos. Toda
inversión posee también una hipoteca social que todos debemos pagar y es esa
hipoteca social la que bien pagada podría producir los bienes que a largo plazo
benefician a la mayor cantidad de personas, no sólo a los inversionistas. Encontrar la fórmula más beneficiosa al tema
de la densidad requerirá intensa creatividad, ingenuidad y adaptabilidad entre
todos los actores (inversionistas y entidades del Estado). No podemos ser
ciegos a las condiciones locales que rigen costos y margen de beneficios, como
tampoco podemos ser ciegos al necesario cuidado de los recursos naturales. De igual manera, debemos entender que lo muy
presente en la mente de algunos es que la corrupción e impunidad han permitido
de todo y que muchos sólo conocen el estado corrupto de las cosas e intentan seguir
pescando en el mismo río revuelto. Por
eso es que necesitamos un proceso transparente y de rendición de cuentas para
nacer un documento aceptable para el futuro y para el desarrollo sostenible de Las
Terrenas en su totalidad.
Noveno, habiendo dicho todo lo anterior, la necesidad
más urgente es que nuestros concejales, los regidores, entiendan la urgente
necesidad de que estén debidamente preparados para lo que tienen en sus
manos. Es un desafío histórico. Ellos tienen la oportunidad de ponerse a la
altura del desafío o pueden abandonarse a lo mismo de siempre. “Eso no es asunto nuestro” ha sido el mantra
del pasado entre algunos. Además, todos en la
comunidad conocen los constantes pugilatos entre alcalde y regidores, algo
presente en cada gobierno municipal incluyendo el actual. Muchas veces ese pugilato es un drama en el
que se pone en juego el futuro municipal a costa de defender intereses propios
y particulares. Este es un momento para
enfocarse en el bien común, pero en amplitud de conocimientos, no en franca
ignorancia, por lo que tanto el alcalde como los regidores deben leer el
documento y ser parte de todos los procesos que les permitan ilustrarse en
cuanto a los factores envueltos.
Décimo, existen evidencias de que el Estado piensa
intervenir toda la provincia, posiblemente a través de las acciones de URBE, el
organismo mejor conocido por sus acciones en La Barquita bajo el liderazgo de Jose
Miguel González Cuadra, presidente del Grupo Centro Cuesta Nacional y
Megacentro y uno de los diez hombres más ricos del país. En La Barquita hubo un solo proyecto donde se
invirtieron más de 2,000 millones de pesos.
Imagínense cuánto podría invertirse en Las Terrenas si se dedican a
resolver el problema del río, de los barrios vulnerables, del vertedero, del
tránsito, de la falta de viviendas, del sistema sanitario, del agua, de la
educación, del desarrollo social. Es
lamentable que, en su ignorancia, muchas de las partes interesadas no han
prestado debida atención a lo que podría ser una minita de oro para decenas de
profesionales terreneros y se han
enfocado en hacerle guerra al mismo proceso
que podría enriquecerlos. Señores, la
ignorancia es una cosa grande!! Según
entiendo el proyecto de URBE espera que el plan de ordenamiento sea aprobado
para comenzar a trabajar. Si eso es
cierto entonces a todos nos urge el estudio acelerado pero sopesado, las
decisiones claves pero inteligentes, los resultados constructivos y visionarios,
en relación al propuesto plan de ordenamiento.
Lo más fácil es ignorarlo y enlodar el proceso, pero lo crucial es
asumirlo, afrontarlo, analizarlo y consensuarlo. ¿Estará Las Terrenas lista para asumir el desafío
y responder al dilema de manera efectiva?
Comunidad sostenible |
Es tiempo de que los generales pistoleros se pongan a
descansar.
Es tiempo de pensar y hacerlo inteligentemente porque
el futuro de Las Terrenas está en juego.
Es tiempo de imaginar lo posible, imaginar lo que el
ordenamiento representa para el futuro de Las Terrenas y, pensando en grande,
construir la comunidad que todos nos merecemos.
El plan de ordenamiento es sólo la fuente para todo lo
que deseamos ver. Es el lugar desde
donde podremos construir el futuro sostenible para todos y todas.
No mates al plan de ordenamiento. Dale vida.
Participa. Contribuye. Construye.
Te invito a leer http://terrenero.blogspot.com/2006/06/nacin-y-comunidad.html.
Y https://terrenero.blogspot.com/2017/02/jose-miguel-gonzalez-cuadra-y-las.html.
Y http://terrenero.blogspot.com/2011/11/desarrollatropellamiento.html,
Y http://terrenero.blogspot.com/2011/11/desarrollatropellamiento.html,
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